26 de octubre de 2016

LA IGLESIA ANUNCIO LA DESCLASIFICACION DE DOCUMENTOS VINCULADOS A LA ULTIMA DICTADURA.

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Por Alejandra Dandan

Cuatro años después de ponerla en marcha, la Iglesia anunció la desclasificación de sus archivos sobre la última dictadura, aunque aún no se conoce si arroja luz sobre los vínculos con los represores. Solo podrán acceder las víctimas y la Justicia


LA IGLESIA ANUNCIO LA DESCLASIFICACION DE DOCUMENTOS VINCULADOS A LA ULTIMA DICTADURA
“No está ausente el mea culpa”
En un comunicado conjunto con el Vaticano, la Conferencia Episcopal Argentina anunció que culminó el proceso de organización y digitalización de los archivos de la CEA, la Nunciatura y el Vaticano. Podrán acceder familiares de las víctimas. Pero no serán públicos.
Por Alejandra Dandan

El arzobispo José María Arancedo, el cardenal Mario Poli y el obispo de Chascomús, Carlos Malfa.Imagen: Telám
Luego de cuatro años de trabajo, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y el Vaticano terminaron de organizar, catalogar y digitalizar sus archivos sobre la dictadura argentina. La culminación del trabajo fue anunciada en una conferencia de prensa en la sede episcopal de la calle Suipacha. Los obispos leyeron un documento conjunto emitido con la Santa Sede con la noticia de esa desclasificación reclamada por las víctimas y organismos de derechos humanos desde hace años. Los documentos, que contienen cerca de 3.000 casos, no serán públicos. Sólo accederán familiares, víctimas y superiores para el caso de sacerdotes o religiosos, y también la justicia, como hasta ahora. Cuando los periodistas preguntaron si los documentos arrojan datos sobre la complicidad de la Iglesia argentina con la dictadura, el arzobispo José María Arancedo –titular de la CEA– dijo que no puede hablarse de complicidad sino que “tal vez la Iglesia no hizo todo lo que podría haber hecho” pero que en esos papeles seguramente aparecerán “más luces que sombras”. Los obispos dijeron que “no le tienen miedo a los archivos”. Se trata de una medida excepcional, ya que según las normas del Vaticano las desclasificación se hace a los 50 años de los hechos. “Es una respuesta que esperamos desde hace mucho tiempo”, afirmó Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Desde el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), Gastón Chillier reclamó que los documentos sean de “acceso público”.

“No está ausente el mea culpa y el pedido de perdón por lo que no se hizo”, dijo ayer el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli. Los obispos repitieron que esa es una posición que sostienen desde el año 2000.

Arancedo quedó ubicado en el medio de la mesa de la conferencia. A su derecha se sentó el cardenal Poli, segundo en la CEA y a la izquierda Carlos Malfa, secretario general de la CEA, obispo de Chascomús y uno de los que siguió de cerca el trabajo de apertura de archivos. En la sala estuvo Eduardo Valdés, ex embajador argentino en el Vaticano. Y Dora Salas, periodista, integrante de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y quien viajó con Lita Boitano en 2015 para pedir al Papa Francisco la apertura de estos archivos. Lo mismo habían hecho Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y otros integrantes de organismos de derechos humanos.

El comunicado de la CEA y el Vaticano dio cuenta de un encuentro en Roma el 15 de octubre en el que se evaluó avance del trabajo y se tomó la decisión de anunciar el cierre. Allí estuvieron Arancedo, Poli y Malfa con hombres del Vaticano, encabezados por el cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado de la iglesia romana.

“Se ha constatado que este proceso de organización y digitalización, llevado a cabo en conformidad con las decisiones e indicaciones del Santo Padre y que supone la continuación de un trabajo ya iniciado años atrás por la Conferencia Episcopal Argentina, ha terminado”, escribieron. “Este trabajo se ha desarrollado teniendo en cuenta como premisa el servicio a la verdad, a la justicia y a la paz, continuando con el diálogo abierto a la cultura del encuentro en el pueblo argentino”.

En esa sintonía, Arancedo encuadró la apertura como continuación de la publicación de un documentos en 2005 con el nombre de Iglesia y democracia. Ese texto desorganizado y que debe ser leído y completado con los archivos que acaban de ser desclasificados, según dijeron, ya contenía “luces y sombras”. “La CEA comenzó la organización de los archivos en 2005 -dijo Malfa– pero en el 2012 se priorizó el período 76-83. Y luego, con los mismos criterios de digitalización y catálogo, y a instancias del Santo Padre, se realizó un trabajo igual en la Nunciatura Apostólica argentina y en la Santa Sede. Este es el trabajo que ahora concluyó y que se pondrá a disposición de las personas, conforme al protocolo que se está terminando”. Malfa habló de una “doble intervención” de Jorge Bergoglio: primero en 2012, cuando se priorizó el período dictadura y luego como Papa. “Lo que demuestra -dijo– que ha impulsado esto con intensidad y seria responsabilidad”.

Luego de asumir como Papa, Bergoglio modificó la legislación del Vaticano para que sus archivos pudieran servir como pruebas en causas judiciales, pero siempre a partir del pedido de jueces o fiscales. Así llegó, por ejemplo, una carta del obispo Enrique Angelelli al expediente en el que se investigaba su asesinato.

Para Poli, la apertura “es un servicio a nuestra Patria para la reconciliación de los argentinos. No le tenemos miedo a los archivos. Los archivos contienen la verdad de la historia. Los grandes historiadores de la iglesia nos han enseñado que no hay que tenerle miedo a esto.”

Sobre los documentos, dijeron que la mayor parte son cartas que enviaron los familiares buscando información sobre sus desparecidos, copias de las respuestas, copias de las gestiones de la Iglesia si las hubiera y de las eventuales respuestas que la Iglesia recibió. Esto parece ser el principal contenido de los archivos (ver aparte). Pero de las declaraciones se desprende que puede haber algunas sorpresas.

Cuando se insistió sobre rastros de la complicidad de la Iglesia, Arancedo sugirió que puede aparecer algún obispo complicado. “En una oportunidad dije que no puedo hablar de la palabra complicidad -dijo–. Es cierto que la Iglesia tal vez no hizo todo lo que pudo. Por eso pedimos perdón. Pero creo que de los documentos va a surgir otra palabra. Casi me atrevo a decir que cuando se pueda tomar contacto con todo el recorrido, la presencia de la Iglesia va a aparecer con más luces que sombras. Sombras siempre puede haber.

Seríamos mentirosos si dijéramos otra cosa, pero no hay una actitud corporativa de defensa. Para nosotros el límite de toda defensa del cuerpo es la verdad, la justicia y que si un hermano obispo ha tenido una actitud, me parece lamentarlo”. Su intervención siguió en esa línea. Que la iglesia no se fue. Se quedó. Que hizo lo que pudo. Que por eso “tuvimos muchas heridas, muchas muertes”. Recordó que también ayudaron a muchos a salir del país. Que esta “es una historia que todavía esta por hacerse, pero ahora dimos un paso”.
Poli insistió en que la Iglesia hizo un mea culpa en el 2000. Los obispos negaron que pudieran existir nuevos datos para iluminar causas como el reclamo por la falta de asistencia de Bergoglio a la protección de los curas secuestrados Orlando Yorio y Francisco Jalics.

“Además del mea culpa, esto marca una contundente voluntad de prestar este servicio, llámese como deuda, y como también como aporte a la verdad y a la reconciliación, reconciliación que no se opone a la justicia. Esa contradicción no hay que usarla entre nosotros: estamos en el año de la Misericordia. Y es ella la que ilumina a la justicia”.

¿Por qué 40 años después?, preguntaron. ¿Por qué esta desclasificación llega tan tarde? Allí Poli dijo que “normalmente los archivos históricos siguen cláusulas universales” y que la Iglesia tiene tiempos de 50 años de secreto. Que de todas formas en los ‘90 hubo aperturas parciales, también con el libro de 2005. Luego agregó: “hay que decir que el reclamo de la Justicia nos fue impulsando a organizarnos. No sé si eso pesó pero lo importante es que lo hacemos en este momento”.

Los obispos aclararon que la Iglesia no tiene un archivo único y concentrado. Que estos son tres fondos. Que cada diócesis tiene sus archivos. Y que esperan que esto aliente próximas aperturas. También explicaron que ya están trabajando en la digitalización de las actas de bautismo, dato que reclamaron las Abuelas. Y que vienen recibiendo pedidos de la Justicia y van haciendo aportes.

En la sala, Valdés se mostró conforme. “Esto sin duda es un avance”, dijo. Dora dijo algo parecido. “Como todo paso que se da lo tomo como un primer paso positivo. La Conferencia dejó en claro que todavía falta un largo camino a recorrer y esto completamente de acuerdo con eso”. En ese momento se acordó de una escena. Unas fichas que monseñor Giorgio Filibeck le mostró durante la dictadura en un encuentro en la sede del Consejo Justicia y Pace del Vaticano: eran fichas con datos de Luis Guagnini, dijo, su esposo desaparecido, también periodista. En los archivos, según explicó la persona a cargo del catálogo, todavía no están.

“Es una buena noticia y la esperamos muchos años. La Iglesia fue parte de esa época tan siniestra y dolorosa”, opinó Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora. Adolfo Pérez Esquivel, del Serpaj y Carlotto también evaluaron de forma positiva el anuncio de la Iglesia. “La verdad es que la cúpula de la Iglesia ayudó a la dictadura a encontrar a las víctimas. Ahora se está recuperando la dignidad de la Iglesia”.




GUADALUPE MORAD, DOCTORA EN HISTORIA DE LA IGLESIA
Fuera de las normas
Es la especialista que organizó y sistematizó los archivos, tanto en el país como en el Vaticano. Dice que es una medida “excepcional de Francisco”.
Por Alejandra Dandan
El papa Francisco impulsó la apertura de los archivos
Guadalupe Morad es doctora en historia de la Iglesia y especialista en patrimonio cultural. Fue la persona que organizó y sistematizó los archivos recién desclasificados de la Iglesia, primero en la Conferencia Episcopal Argentina, luego en la Nunciatura y durante el último año en la Santa Sede. El sábado volvió a Buenos Aires.

“Lo que hay que entender es el valor excepcional de esta medida de Francisco porque según las normas de la Iglesia esta desclasificación debía hacerse a los cincuenta años”, explica en breve diálogo con Página/12. Recuerda un antecedente con Juan Pablo II cuando ofreció información determinada de la Segunda Guerra Mundial. El arzobispo Juan Carlos Arancedo mencionó su nombre en la conferencia de prensa cuando explicó que en Roma les pidieron que la enviaran por un tiempo y fue ella viajó para trabajar y replicar el método de archivo y de catalogación que había hecho en Buenos Aires para unificar los criterios de búsqueda y de resolución.

Morad dice que los archivos fueron digitalizados en OCR, el método que no sólo muestra una imagen copiada sino que permite una búsqueda por palabras. “Para mí es importante poder decir que esto lo entiendo como una contribución con lo que se pueda a aquellas madres y familiares, para que les permita, ojalá, cerrar el ciclo de la historia familiar. Ojalá podamos contribuir a ello”.

Los archivos de cada caso varían. Están conformados por las cartas originales que mandaron los familiares dirigidas a la Conferencia Episcopal. “Si la gente no se quedó con copia, ahí van a encontrar una”, dice. Una copia en general en carbónico de la respuesta que les dio la Iglesia. En el caso de que la Iglesia hubiese hecho alguna gestión, también está la copia de la gestión que hizo la Iglesia. En general cargas a ministerio del Interior, por ejemplo. Y en el caso que exista, también la respuesta que dieron los organismos oficiales a la Iglesia. Ella dice que en la mayor parte de los casos las respuestas eran como las que recibieron los familiares: no se conoce paradero. Pero también recuerda algún caso en el que el concepto era que “merece estar detenido”.

Morad aún no tiene números precisos ni estudios sobre el contenido de lo que hay en los documentos, porque terminó la etapa de digitalizar para la apertura. Por eso insiste en que no quiere dar cifras ni puede dar datos precisos. Sin embargo aporta otros elementos. Entre los documentos hay pedidos de personas individuales, pero también y de a poco van apareciendo las organizaciones y organismos de derechos humanos. A lo largo del tiempo puede verse la evolución. El paso de las hojas sin sellos a los membretes. También las acciones y campañas de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional o los movimientos de solidaridad con las víctimas argentinas. También hay presentaciones de sacerdotes de familias que se acercaban a preguntar.

Y las gestiones que hicieron sacerdotes y obispos por los religiosos y los sacerdotes desaparecidos. Pero ese material Morad dice que en su mayoría es conocido.
El pedido de acceso a los documentos será centralizado por la Conferencia Episcopal.
Como se dijo en la nota principal los pedidos podrán hacerlos ahora victimas y familiares o superiores de sacerdotes o religiosos. De momento historiadores y periodistas van a tener que esperar.


Con poca expectativa
“Hay que esperar a ver el contenido de lo que desclasifican y el protocolo que aplicarán. La experiencia previa es desoladora”, señaló el presidente del Centro del Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky. El periodista y dirigente de derechos humanos relató que “en la reunión que Lita Boitano y Dora Salas tuvieron en el Vaticano, con (el oficial de la secretaría de Estado Giuseppe) Laterza les dijo que tenían pocas cosas y que el grueso eran las denuncias de las propias víctimas. Además les planteó que había que analizar también la responsabilidad de la guerrilla y defendió la conducta del Episcopado de entonces y del Nuncio Pio Laghi”. “Si publican las cartas de los familiares -continuó Verbitsky-, habría que pedirles que publicaran también las respuestas horrendas que firmaba (el cardenal Raúl) Primatesta, acusando a las víctimas y defendiendo a los represores con el argumento de la ‘campaña antiargentina’. Y la prueba ácida es qué van a hacer con las actas de las reuniones de la Conferencia Episcopal y su Comisión Ejecutiva, donde discutían qué hacer con el tema, donde (el vicario castrense Adolfo) Tortolo justificaba la tortura con argumentos teológicos”. “Sólo es cuestión de esperar y ver. No me parece que el Episcopado se muestre arrepentido ni reconozca su comportamiento vergonzoso en aquellos años, como tampoco lo hicieron las Fuerzas Armadas”, concluyó.
Fuente:Pagina12



DERECHOS HUMANOS 
La Iglesia pone a disposición los archivos de la dictadura cívico-militar
El Vaticano y la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) anunciaron que se concluyó con el "proceso de organización y digitalización" de sus archivos sobre la dictadura y que próximamente se abrirán a la consulta de las "víctimas y familiares directos de los desaparecidos". Pérez Ezquivel elogió la decisión.
Martes 25 de octubre de 2016
La Iglesia pone a disposición los archivos de la dictadura cívico militar La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y la Santa Sede destacaron en un comunicado de prensa conjunto que terminó el proceso de organización y digitalización del material de archivo del período de la dictadura militar (1976-1983), conservado en los archivos de Episcopado argentino, la Secretaría de Estado de la Santa Sede y de la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires.

Asimismo, precisaron que ese proceso de organización y digitalización se llevó a cabo “en conformidad con las decisiones e indicaciones del Santo Padre” y que también “supone la continuación de un trabajo ya iniciado años atrás por la Conferencia Episcopal Argentina”. ”De acuerdo con un protocolo que se establecerá próximamente, podrán acceder a la consulta de los documentos referidos las víctimas y familiares directos de los desaparecidos y detenidos y, en el caso de religiosos o eclesiásticos, también sus superiores mayores”.

La CEA y la Santa Sede subrayaron que “este trabajo se ha desarrollado teniendo como premisa el servicio a la verdad, a la justicia y a la paz, continuando con el diálogo abierto a la cultura del encuentro en el pueblo argentino”. El comunicado conjunto concluye diciendo que ”el Santo Padre y el Episcopado argentino encomiendan la Patria a la protección misericordiosa de Nuestra Señora de Luján, confiados en la intercesión del querido San José Gabriel del Rosario Brochero”.

Al respecto, el premio Nobel de la Paz y presidente del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel, destacó hoy como "un paso muy importante" el anuncio realizado por el Vaticano y la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) para la apertura de los archivos de la Iglesia Católica durante la última dictadura.

"Me parece algo muy importante, algo muy bueno. Ahora hay que ver si se brindará en un informe general o de acuerdo a la necesidad de los jueces y si los jueces pedirán la información a través de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación o de las organizaciones de la Iglesia Católica que puedan colaborar con las causas jurídicas ya iniciadas", dijo Pérez Esquivel en declaraciones formuladas a Télam.

El texto completo del comunicado: 
"El sábado 15 de octubre de 2016, en el Vaticano, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, compuesta por el Presidente, S.E. Mons. Jose María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz; el Vicepresidente Primero, S.Em.R el Card. Mario Aurelio Poli, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina; el Vicepresidente Segundo, S.E. Mons. Mario Antonio Cargnello, Arzobispo de Salta; y el Secretario General, S.E. Mons. Carlos Humberto Malfa, Obispo de Chascomus, se ha reunido con S.Em.R. el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad; S.E.R. Mons. Richard Paul Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, y algunos Oficiales de la Secretaría de Estado, para una valoración de los trabajos de catalogación y digitalización del material de archivo del periodo de la Dictadura Militar (1976-1983), conservado en los Archivos de la Conferencia Episcopal Argentina, de la Secretaría de Estado y de la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires.

Se ha constatado que este proceso de organización y digitalización, llevado a cabo en conformidad con las decisiones e indicaciones del Santo Padre y que supone la continuación de un trabajo ya iniciado años atrás por la Conferencia Episcopal Argentina, ha terminado.

De acuerdo a un protocolo que se establecerá próximamente, podrán acceder a la consulta de los documentos referidos las víctimas y familiares directos de los desaparecidos y detenidos y, en el caso de religiosos o eclesiásticos, también sus Superiores mayores. Se desea subrayar que este trabajo se ha desarrollado teniendo como premisa el servicio a la verdad, a la justicia y a la paz, continuando con el diálogo abierto a la cultura del encuentro en el pueblo argentino.

El Santo Padre y el Episcopado argentino encomiendan la Patria a la protección misericordiosa de Nuestra Señora de Luján, confiados en la intercesión del querido San José Gabriel del Rosario Brochero.
Fuente:DiarioRegistrado



"Es una buena noticia" 

La integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, afirmó que la decisión de la Iglesia Católica de publicar sus archivos sobre la última dictadura cívico-militar fue una noticias "esperada muchos años" porque, añadió, "es un modo de ir desandando la historia desde la verdad".

"Tendremos que ver cómo se presentan", indicó la dirigente, a la vez que recordó que "hubo curas que integraron el Terrorismo de Estado", entre los cuales citó a Pío Laghi (Nuncio en Buenos Aires desde julio de 1974 a diciembre de 1980) quien "estaba al tanto de todo lo que ocurría porque jugaba al tenis todos los días con (el genocida, Emilio) Massera".

Por su parte, el premio Nobel de la Paz y presidente del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel, calificó a la apertura de documentos como "un paso muy importante".

"Ahora hay que ver si se brindará en un informe general o de acuerdo a la necesidad de los jueces y si los jueces pedirán la información a través de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación o de las organizaciones de la Iglesia Católica que puedan colaborar con las causas jurídicas ya iniciadas", agregó a la agencia Télam.

Esta mañana, el Vaticano y la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) anunciaron que se concluyó con el "proceso de organización y digitalización" de sus archivos sobre la última dictadura cívico militar y que próximamente se abrirán a la consulta de las "víctimas y familiares directos de los desparecidos".

Además, se informó que "de acuerdo a un protocolo que se establecerá próximamente, podrán acceder a la consulta de los documentos relativos las víctimas y familiares de los desaparecidos y detenidos y, en el caso de religiosos o eclesiásticos, también sus superiores mayores".

"Es una buena noticia"
Fuente:EntornoInteligente



26/10/16 
Carlotto: "El Vaticano tuvo nefasta complicidad en la entrega de personas" 
La titular de Abuelas celebró la desclasificación de archivos de la dictadura, pero cuestionó fuertemente a la Iglesia. Estela de Carlotto con el Papa Francisco, en noviembre de 2014 (AP).
Estela de Carlotto con el Papa Francisco, en noviembre de 2014 (AP). 
Horas después de que el Vaticano y el Episcopado argentino confirmaran la desclasificación de unas 3.000 cartas que familiares de víctimas de la dictadura le enviaron a la Iglesia durante los años de plomo, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, celebró la decisión pero cuestionó fuertemente el rol de los obispos en aquella época.

"Hace años pedimos a todo el mundo la desclasificación de los archivos de la dictadura. La noticia fue un regalo de festejo de el aniversario de nuestros 39 años de lucha", señaló esta mañana Carlotto en diálogo con la FM 89.9.

Y explicó que "la expectativa es relativa, puede haber o no datos sobre desaparecidos o dónde la iglesia puso nuestros nietos. En algún lugar deben estar los archivos de la dictadura militar argentina, ojalá algún día los encontremos". Pero enseguida, la titular de Abuelas recordó: "El Vaticano tuvo nefasta complicidad en la entrega de personas y el festejo de la muerte de compañeros".

Carlotto aprovechó también para cuestionar la posibilidad de darle prisión domiciliaria a los militares detenidos: "Van a seguir conspirando, no hablan, hay clausura de su boca". Y relacionó ambos temas: "Que la Iglesia promueva la verdad desde el Vaticano ayuda a que quien tiene información la cuente.

El silencio es absoluto y en otros momentos han querido sacarnos dinero por informaciones falsas. Los militares no confiesan". "La Policía mantiene un silencio corporativo y muchos se han enriquecido con esto -agregó la referente de derechos humanos-. Aún hay mucho que limpiar acá. No es buen vecino aquel que por ser amigo de un vigilante o policía que robó, o se apropió de una casa, lo protege. Estamos preparándonos para evitar un momento de impunidad imperdonable".

Por último, Carlotto opinó sobre la purga policial que decidió María Eugenia Vidal en provincia de Buenos Aires. "Supongo que la gobernadora tomó la decisión con conocimiento de causa y rompiendo una célula de corrupción. El que robó es un ladrón y debe ser juzgado, y el que mató es un asesino. No hay que mirar para otro lado. No hay que tener miedo a decir las cosas, hay que tener miedo a vivir en una democracia incompleta".
Fuente:Clarin



GARAY SE PRONUNCIÓ SOBRE LA DESCLASIFICACIÓN DE ARCHIVOS 
“Es una actitud beneficiosa para construir la memoria” 
El ex preso político indicó que se podrán abrir nuevas causas por delitos de lesa humanidad.
26/10/2016 
Tras la disposición del papa Francisco de ordenar la desclasificación de los archivos de la dictadura militar conservados en la Santa Sede, el Episcopado argentino y la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires, Luis Garay, ex preso político y titular del Instituto Espacio para la Memoria aseveró que el hecho demuestra “una actitud muy beneficiosa para quienes buscamos construir la memoria, justicia y sobre todo conocer la verdad de lo sucedido”. 

“Sabemos que la Iglesia católica ha sido una institución con activa participación durante el proceso militar, por lo tanto tiene muy buena información y esos datos pueden aportar a la construcción de la memoria en Argentina”, reflejó.

También remarcó que es fundamental el paso de la desclasificación, y expresó que “el acceso debería ser público, porque según tengo entendido va a haber restricciones (afirmaron que sólo familiares y víctimas podrán conocerlos). No obstante, consideramos que todos deben poder acceder”, añadió.

La decisión de la Santa Sede significa fundamentalmente que “pueden abrirse nuevas causas, y también va a aportar mucha información sobre el destino de mucha gente desaparecida, cuyo fin ha sido una incógnita. Va a revelar este entramado que se tejió durante este período”, remarcó Garay en diálogo con Nuevo Diario.

Este hecho fue celebrado por numerosos referentes de Derechos Humanos, debido a que se podrá juzgar la complicidad eclesiástica en el golpe de Estado.

Santiagueños pedirán el acceso a los documentos de la Iglesia
Por otra parte, Garay, remarcó que tanto familiares como víctimas de la Dictadura Militar de Santiago del Estero, “vamos a esos documentos. Vamos a solicitar ser parte de este proceso, porque entendemos que hay mucha información que nos puede servir para la realización de los juicios, pero también para conocer el destino de mucha gente que todavía está desaparecida, de la cual sabemos y creemos que la Iglesia tiene datos”.

“Hay más de 80 ó 90 familias esperando, y todavía no tenemos detalles de cuando se va a poder acceder. Desde hace mucho tiempo, los organismos venimos pidiendo la necesaria desclasificación de todos esos archivos, creemos que es un paso importante dado en la concepción de la memoria, la verdad y la justicia”, concluyó Garay.


DESCLASIFICACIÓN DE ARCHIVOS DE LA IGLESIA 
Nora Cortiñas: “Que se juzgue la complicidad eclesiástica" 
La integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, se refirió a la desclasificación de archivos por parte de la Iglesia sobre la última dictadura, que se dio a conocer hoy. "Es una buena noticia y da esperanzas", dijo.
25/10/2016

Nora Cortiñas, es integrante de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, elogió la decisión de El Vaticano de desclasificar archivos sobre la última dictadura, al destacar que “es una muy buena noticia” para los organismos de derechos humanos, y advirtió que “esto puede ayudar a encontrar más nietos”.

El Vaticano anunció que se terminó con la categorización, organización y digitalización de los archivos relativos al periodo 1976-1983, Cortiñas reclamó que la Iglesia “muestre toda la documentación” y “no como pasó con Estados Unidos que puso a disposición una parte de los archivos y con muchos nombres tachados”.

Sin embargo, destacó que la información que aporte la Iglesia “puede ayudar a encontrar más nietos” y también va a permitir que “se juzgue la complicidad” eclesiástica en el golpe de Estado que dejó 30 mil desaparecidos.

En este sentido, dijo que la información puede servir para que se sepa “qué pasó con nuestros hijos e hijas detenidos y desaparecidos y a quiénes les entregaron a nuestros nietos”. La Madre de Plaza de Mayo sostuvo que los organismos quieren que “la Argentina sea espejo del mundo en la lucha por los derechos humanos”, por lo que destacó que “la esperanza” tras esta decisión del Vaticano “es que se sepa toda la verdad”. Fuente:NuevoDiarioWeb



LA IGLESIA DESCLASIFICO SUS ARCHIVOS DE LA DICTADURA 
Arancedo: "No hicimos todo lo que pudimos, y pedimos perdón" 

El Vaticano y el episcopado argentino anunciaron que culminaron el proceso de catalogación y digitalización de los archivos que poseían sobre la última dictadura cívico militar, que gobernó entre 1976 y 1983 en la Argentina, y que los pondrán a disposición de los familiares de las víctimas.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) defendió al mismo tiempo la actuación de la Iglesia católica durante aquel período, pese a los extendidos cuestionamientos que recibió, y afirmó que la apertura de los archivos era "un servicio a la Patria, para la reconciliación de los argentinos".

El Vaticano subrayó que la desclasificación de los 3000 documentos, impulsada originalmente por el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, "se ha desarrollado teniendo como premisa el servicio a la verdad, a la justicia y a la paz, continuando con el diálogo abierto a la cultura del encuentro".

El vicepresidente primero de la CEA, Mario Poli, por su parte, afirmó que la Iglesia "no le tiene miedo" a la apertura de los archivos y sostuvo que la decisión de ponerlos a disposición de las víctimas representa "un servicio a la Patria, para la reconciliación de los argentinos".

El titular de la Conferencia Episcopal, José María Arancedo, a su turno, negó la "complicidad" de la Iglesia con la dictadura aunque reconoció que "no hizo todo lo que pudo y, eso es cierto, y pedimos perdón".

"Complicidad es una palabra fuerte y creo que de los documentos va a surgir otra palabra. Me atrevo a decir que, una vez que se pueda tomar contacto con todo el camino, la presencia de la Iglesia va a aparecer con más luces que sombras, que siempre puede haber", agregó el arzobispo de Santa Fe, quien remarcó que "la Iglesia permaneció en ese momento difícil".

"No se fue, se quedó aquí, y quedándose aquí tuvo muchas heridas, muchas muertes dentro de la propia Iglesia, y mucha gente que se ayudó a salir del país. Es una historia que está por hacerse".

La presidenta de la asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, había solicitado en abril la apertura de los archivos del Vaticano. "Cuenten conmigo", respondió el argentino Jorge Mario Bergoglio a las mujeres que buscan a sus nietos apropiados ilegalmente durante la última dictadura militar en Argentina.

Las Abuelas ya restituyeron la identidad de 121 nietos, pero continúan en la búsqueda de otros 400. "Esto puede ayudar a encontrar más nietos", celebró la dirigente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas.

La junta militar liderada por Jorge Rafael Videla que el 24 de marzo de 1976 destituyó a la presidenta María Estela Martínez de Perón instituyó un régimen represivo sangriento que dejó unos 30.000 desaparecidos en el país sudamericano, según estimaciones de organismos de derechos humanos.

El director del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Gastón Chillier, destacó la apertura de los archivos de la Iglesia católica al considerar que esos documentos "pueden contener información valiosa" para las causas judiciales sobre delitos de lesa humanidad, pero se quejó de que "no se trate de información de acceso público".

La Conferencia Episcopal Argentina y el Vaticano confirmaron que finalizó el proceso de digitalización de la documentación de la Iglesia Católica acerca de la última dictadura cívico-militar y adelantaron que la pondrán "a disposición" de las víctimas y familiares de los detenidos desaparecidos.

"La Iglesia no le tiene miedo a la verdad. Siempre ilumina, aunque duela", aseveró el vicepresidente primero de la CEA y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, durante la confirmación de la desclasificación de los documentos, que ya había sido anunciada en abril pasado por Francisco a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

La decisión de desclasificar los archivos había sido tomada el pasado de 15 de octubre, tras la reunión que la mesa ejecutiva de la CEA, que preside José María Arancedo, mantuvo con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, y Richard Paul Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.

Al ser consultado acerca de si de los documentos ahora desclasificados podrían surgir pruebas sobre el rol que jugó la Iglesia durante la dictadura, Poli respondió que “la Iglesia hizo lo que tenía que hacer” aunque reconoció que “no está ausente el mea culpa y el pedido de perdón por lo que no se hizo”.

Arancedo, por su parte, sostuvo que "la Iglesia ha hecho muchísimo, aun con el estrecho margen que tenía". "Hubo intervenciones concretas de la Iglesia por mucha gente y eso se ve en las cartas”, explicó.

"De acuerdo a un protocolo que se establecerá próximamente", las víctimas y los familiares directos de los detenidos desaparecidos podrán acceder a los archivos, al igual que los superiores mayores "en el caso de religiosos o eclesiásticos".
Fuente:Pagina12


Madres y Abuelas de Plaza Mayo dicen que abrir archivos Vaticano traerá "luz" 
25 OCT 2016 
Las emblemáticas organizaciones argentinas de derechos humanos de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo celebraron hoy el anuncio del Vaticano de que abrirá sus archivos relativos a la última dictadura militar en el país austral (1976-1983) al considerar que aportarán "verdad" y "luz" a su lucha.

El Vaticano abrirá próximamente sus archivos sobre la dictadura en Argentina Abuelas de Plaza de Mayo celebra la recuperación del nieto 121 Por el fallecimiento de un familiar de Carlotto, suspendieron la conferencia de prensa de Abuelas Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la identificación del nieto 121

"Es una respuesta que esperamos desde hace mucho tiempo" para "poder aportar a nuestra lucha más verdad, más luz y posibilidades de alguna señal que nos permita seguir encontrando a nuestros nietos", dijo a Efe la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

La Secretaría de Estado del Vaticano y la Conferencia Episcopal argentina (CEA) anunciaron hoy en un comunicado conjunto que podrán acceder a la consulta de los documentos de la iglesia católica sobre el último régimen militar "las víctimas y familiares directos de los desaparecidos y detenidos y, en el caso de religiosos o eclesiásticos, también sus superiores mayores".

El material se encuentra en los archivos de la CEA, de la Secretaría de Estado del Vaticano y en la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires. La apertura se produce después de un proceso de digitalización y organización de los documentos indicado por el propio papa Francisco y que, según anunciaron este martes, "ya ha terminado".

De Carlotto consideró que se está "recuperando la dignidad de la iglesia" a través del pontífice, quien, a su juicio, lanza "mensajes muy claros para la pacificación del mundo" y en especial, de su país de origen: Argentina.

"La triste realidad" es que "la cúpula de la iglesia, salvo excepciones, fue parte del compromiso de ayudar a la dictadura a encontrar a las víctimas", apuntó antes de señalar que aunque muchos de aquellos prelados "cómplices" ya no viven, la desclasificación contribuirá a que la mayoría de los católicos deje de sentirse "defraudada".

Con ella coincidió la titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, al afirmar que muchos sacerdotes "integraron el terrorismo de Estado" porque "entraban en los campos del horror y salían de ahí sin decir una sola palabra de lo que veían".

"No es solamente complicidad, es integrar ese mecanismo del horror que vivimos", esa "época tan siniestra y tan dolorosa para todo el pueblo argentino", aseguró en declaraciones a radio La Red. A su juicio, el anuncio del Vaticano contribuirá a "ir andando la historia con la verdad" para "llegar a toda la justicia".

Ambas activistas se mostraron expectantes con el procedimiento que deberán seguir ahora para acceder a dichos archivos que, según De Carlotto, desean que aporten "datos fehacientes de responsabilidades y destino" de los desaparecidos.

"Se abre una nueva etapa de la iglesia católica", dijo a Efe antes de criticar que de la boca de los "genocidas" que están siendo juzgados "no surge nada" porque "están clausurados, no confiesan y no se arrepienten" de haber cometido "delitos de lesa humanidad incomparables a cualquier otro".

El anuncio coincide con la celebración que tendrá lugar este martes por el 39 aniversario de Abuelas. "Es casi como un regalo que nos hace hoy el Vaticano", ya que "nos da fuerzas para seguir, nos da ánimo y nos permite alegrarnos por cosas como el encuentro de los 121 nietos que la dictadura no nos había permitido conocer", celebró De Carlotto. "El amor nuestro sobre nuestros hijos y nietos gana sobre el odio de la dictadura", sentenció.
Fuente:Terra

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