29 de octubre de 2016

ROSARIO - GUERRIERI III: COMENZARON LAS TESTIMONIALES.

Guerrieri III 
Comenzaron las testimoniales
29/10/2016
Viviana Nardoni, en la puerta del tribunal, participando de una iniciativa impulsada por el Comité local que exige la liberación de Milagro Sala.
Viviana Nardoni, en la puerta del tribunal, participando de una iniciativa impulsada por el Comité local que exige la liberación de Milagro Sala.
El juicio contra la patota del Batallón de Inteligencia 121 del Ejército, que operó en Rosario durante la última dictadura, continuó este viernes con la declaración indagatoria del ex comisario Rodolfo Isach y las testimoniales de Viviana Nardoni y Luis Megías.

La audiencia se inició con la indagatoria a Isach, el ex comisario y ex Personal Civil de Inteligencia (PCI), quien contó una inverosímil historia en la que aseguró que en realidad él fue un perseguido por Agustín Feced, el jefe de la policía de Rosario durante la dictadura.

También negó haber sido personal de inteligencia y apuntó a desacreditar a otro de los imputados, Eduardo Costanzo, el único que aportó datos de cómo funcionaba la patota.
Tal cual recordó, la abogada de Hijos Nadia Schujman, en diálogo con Rosario 12, la estrategia defensiva de Isach hizo agua al pasar por alto que en su legajo personal figura su actividad como PCI.

Los ataques de Isach a Costanzo se deben a que el “Tucu”, como dicen al represor que más a brindado detalles sobre el accionar del terrorismo de Estado en la región, ubicó a Isach, en declaraciones brindadas en juicios anteriores, como el responsable de asesinar, dando un tiro a cada uno, a los detenidos políticos en la Quinta de Funes, víctimas por las que se leva adelante el juicio.

Testimoniales
También declararon en la audiencia Viviana Nardoni (actual directora del Museo de la Memoria) y Luis Megías, sobrevivientes del centro clandestinos de detención (CCD) La Calamita, de Granadero Baigorria, otro de los antros utilizados por los represores para secuestrar y torturar a los perseguidos políticos durante la dictadura en Rosario.

Nardoni y Megías, que al momento de sus secuestros (el 3 de julio de 1977) estaban casados, ratificaron y ampliaron sus declaraciones ya brindadas en el juicio Guerrieri II, en el que también fueron testigos, aunque en esa oportunidad lo hicieron para dar cuenta de los delitos cometidos contra otros detenidos, mientras que ahora también testimoniaron por sus propios casos.

Acusados por los delitos de homicidio agravado, privación ilegal de la libertad y tormentos, los diez ex integrantes del Destacamento 121 de Inteligencia del Ejército son juzgados por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención La Calamita, Quinta de Funes, La Intermedia y Escuela Magnasco contra 47 víctimas del Terrorismo de Estado, 24 de ellas desaparecidas.

Además de Isach y Costanzo los imputados son los militares (RE) Pascual Oscar Guerrieri, Juan Daniel Amelong, Jorge Alberto Fariña, Marino Héctor González, Alberto Enrique Pelliza y los personales civiles de inteligencia (PCI) Walter Salvador Dionisio Pagano, Ariel López y Juan Andrés Cabrera.

Entre otros delitos, en el proceso se investigan los asesinatos y desapariciones de Jorge Horacio Novillo, Eduardo José Toniolli, Stella Hillbrand De Del Rosso, Carlos Rodolfo Juan Laluf, Marta María Benassi, Miguel Ángel Tosetti, Oscar Daniel Capella, Ana María Gurmendi, Fernando Dante Dussex, Héctor Pedro Retamar, María Adela Reyna Lloveras, Teresa Soria De Sklate, Raquel Ángela Carolina Negro, Marta María Forestello, Liliana Nahs De Bruzzone, Alberto Barber Caixal, Fernando Rubén Messiez, Aníbal Morcabel, Héctor Larrosa, Ernesto Víctor Traverso, Guillermo White, Fernando Feliz Agüero, Rubén Daniel Flores, Edgar Tulio Valenzuela –cuya desaparición ocurrió tiempo después de los hechos juzgados– y Jorge Luis Ruffa –sus restos fueron identificados–.

También se imputa a los acusados los secuestros, privaciones ilegales de la libertad y tormentos de los ex detenidos y sobrevivientes Jaime Feliciano Dri, Carlos Alberto Novillo, Alejandro Luis Novillo, Graciela Inés Zitta, Susana Elena Zitta, Emma Stella Buna, Rafael Bielsa, Carmen Cantalejo, Patricia Beatriz Coria, Francisca Daniela Domínguez, Mercedes Domínguez, Eduardo Francisco Ferreyra, Daniel Ángel Luis Fuhr, Diego Aníbal Walter Fuhr, Juan Carlos Gesualdo, María Amelia González, Luis Megias, Viviana Nardoni, Adriana Del Huerto Quaranta, Laura Esther Repetti, María Luisa Rubinelli y Elena Sarnari.
Fuente:RedaccionRosario





DECLARO RODOLFO ISACH, ENJUICIADO POR PRIMERA VEZ POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD
Otro lobo con piel de cordero
El único represor que no tiene condena previa, Rodolfo Isach, declaró ayer que él y su esposa fueron secuestrados por Feced y desmintió haber sido Personal Civil de Inteligencia, aunque su legajo lo acredita. Testimoniaron dos víctimas.
Por Sonia Tessa


Rodolfo Isach se declaró inocente y negó haber sido PCI.Imagen: Andrés Macera
El verdugo urdió su defensa: disfrazarse de víctima. En la audiencia de ayer de la causa Guerrieri 3, el imputado Rodolfo Isach contó que había sido secuestrado en 1976 junto a su esposa -que era "montonera" y murió de cirrosis en 1978- por la patota de (Agustín) Feced, al tiempo que minimizó su trabajo en el Destacamento de Inteligencia 121 al decir que fue convocado para dar cursos de explosivos a unidades militares y sólo cobró viáticos. "No pertenecí a ningún Destacamento de Inteligencia. De todas las cosas que me han leído, no tengo nada que ver", dijo el represor que estuvo prófugo hasta febrero de 2012, cuando fue capturado en su casa en Ostende. "Es insostenible lo que dijo, no puede decir que sólo cobró viáticos cuando su legajo como Personal Civil de Inteligencia es una prueba de lo contrario", dijo Nadia Schujman, abogada querellante de la agrupación HIJOS, tras la audiencia.

Declararon ayer los dos primeros testigos de la novena causa por delitos de lesa humanidad en los Tribunales Federales de Rosario. Viviana Nardoni y Luis Megías relataron su secuestro, los primeros quince días en La Calamita, centro clandestino de detención ubicado en Granadero Baigorria que pertenecía al Ejército. Luego fueron trasladados al Servicio de Informaciones de Rosario y más tarde, ella fue derivada a la cárcel de Devoto, y él a Coronda. Nardoni y Megías son dos de las 47 víctimas de esta causa, entre las cuales hay 24 personas desaparecidas. Los acusados son diez: los militares Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Juan Amelong y Marino González, los Personal Civil de Inteligencia Walter Pagano, Juan Cabrera, Ariel López, Armando Pelliza, Eduardo Costanzo y Rodolfo Isach, el único que no tiene ninguna condena previa. El juicio se realiza en el Tribunal Oral Federal número 1, integrado en esta ocasión por los santafesinos José María Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano Lauría. El fiscal es Adolfo Villate, titular de la Unidad de Derechos Humanos.

La declaración de Isach estuvo también destinada a desacreditar a Eduardo "Tucu" Costanzo y a Gustavo Bueno. Los dos ex Personal Civil de Inteligencia fueron quienes denunciaron que fue Isach quien mató a los 14 militantes secuestados en el circuito Quinta de Funes-Escuela Magnasco-La Intermedia, los tres centros clandestinos de detención por los que pasaron al menos 17 víctimas de esta causa. Todo lo declarado por Costanzo se fue corroborando con pruebas objetivas como los cadáveres identificados en los enterramientos clandestinos del campo San Pedro, cerca de Laguna Paiva. O la identificación de Sabrina Gullino Valenzuela Negro a partir del dato dado por Costanzo sobre el destino de los mellizos de Raquel Negro, desaparecida que estuvo cautiva en Quinta de Funes. Además de su pasado como PCI, Isach también revistó en la policía provincial, donde llegó a ser jefe de la Unidad Regional XVII. Fue pasado a disponibilidad en el año 2000. Acusado de delitos similares, su hermano Carlos continúa prófugo.

En cambio, Nardoni -actual directora del Museo de la Memoria- fue la primera testigo-víctima que declaró en este juicio. Fue secuestrada con quien era su marido, Luis Megías, el 3 de julio de 1977, cuando llegaban a su casa. Estaban recién casados. Mientras no estaban en su departamento, la patota se lo desvalijó. Cuando los atraparon, los llevaron a un lugar que identificaron como rural, y que tiempo después supieron se llamaba La Calamita. Fueron torturados. Les preguntaban por una pareja de abogados de Buenos Aires que ellos no conocían. "De los golpes que recibí tuve mis primeras consecuencias en mi primer embarazo. Mi primer bebé nació muerto", dijo Nardoni quien también -por las torturas y golpes- resultó "dañada permanentemente" en su columna vertebral. Nardoni ya declaró en la causa Guerrieri 2, y en esta es, además, querellante. "Uno tiene que venir a declarar todas las veces que sea necesario, hasta que tengamos mayores certezas sobre el destino de nuestros compañeros desaparecidos. Porque la impunidad seguirá vigente mientras no sepamos qué pasó con ellos, aunque haya condenas", apeló la testigo. Nardoni cumplió 63 años el jueves. Tenía 21 cuando fue secuestrada.

Después declaró Megías, quien relató el secuestro con detalles coincidentes a los de su ex esposa. Megías emocionó al público al recordar: "Cuando empecé a dar testimonio en sede judicial mis hijos mayores tenían la edad de mis compañeros muertos de la Juventud Universitaria Peronista de la Facultad de Derecho. Hoy mis hijos son más viejos que lo que eran mis compañeros, y yo soy abuelo. Por eso, cuando ustedes dicten sentencia van a estar haciendo justicia por los que no están, por sus hijos, sus familiares, por nosotros que sobrevivimos, y ahora no sólo por nuestros hijos sino por nuestros nietos. Es muy importante que nosotros los que vivimos esto veamos que hay justicia. Porque mis compañeros tendrían que ser abuelos igual que yo".
Fuente:Rosario12

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