28 de noviembre de 2016

¡HASTA SIEMPRE COMANDANTE!.

FIDEL: UN GIGANTE DE LA REVOLUCION



Revolución es...


«Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo».

Habla el pueblo de Cuba: Él nos enseñó que hay que echar parlante

Nuestro Comandante, el eterno amigo y consejero de los jóvenes, el inspirador de tantas y tantas generaciones de cubanos, es un hombre-símbolo
27 de Noviembre del 2016 

Pasa el tiempo y el hombre no es de acero, el tiempo es agresivo y arrogante;
pero el hombre es inmortal desde el instante que siembra un ideal en su heredero.
Aramís Padilla

«Lo hemos visto como un padre, un abuelo, y siempre será el joven que estudió Derecho, vino en el Granma, peleó en la Sierra y nos dio una Patria libre». Así dijo la estudiante de primer año de Periodismo, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, Laura Alonso Hernández, quien, después de escuchar la noticia del deceso del Comandante por muchos de sus amigos, no podía creerlo.

«Entonces llamamos a la casa y supimos de la alocución de Raúl. Todos estamos tristes porque Fidel hizo mucho por Cuba. Con su ida perdemos a un hombre de pensamiento infinito, de acción audaz, un hombre con una amplia visión política», argumenta.

En la Facultad tuvieron lugar este sábado las Puertas Abiertas para los interesados en estudiar Periodismo, Comunicación Social y Ciencias de la Información, explica Laura, quien hizo notar que en esta ocasión no tuvo la alegría acostumbrada. «Lo hicimos, pues, entre los mayores afanes y conquistas de Fidel está la educación; no podíamos quedarle mal. Ese fue nuestro tributo a todos sus desvelos y motivaciones hacia nuestro movimiento universitario», acota.

Y como Laura, Marisol Morales también amaneció triste. «Cuando el reloj sonó este sábado no tenía ganas de despertar, pero Fidel nos enseñó que hay que echar pa’lante. Me levanté y aquí estoy trabajando», comenta.

Detrás del mostrador de la farmacia donde labora como dependienta, asegura: «Fue un hombre muy grande, único. Como él no habrá otro. Ahora tenemos que unirnos y resistir los intentos de quienes pretendan desestabilizar el país. «El Comandante nos deja su ejemplo; y eso vale más que todo en el mundo».

La cuentapropista Marlén Hernández habla con la voz llorosa. «Tengo una hija universitaria que, gracias a la Revolución y este Comandante que acabamos de perder, estudia para ser una profesional. Del Comandante en Jefe aprendimos a ser consecuentes y sinceros, y por él debemos seguir siendo así», afirma.

Mélody de Armas González, estudiante capitalina de 12 grado, asegura que no por estar consciente de la avanzada edad del Comandante, su muerte dejó de causarle asombro. «He crecido escuchando a Fidel, que nos deja a todos los jóvenes el legado de su lucha incansable por un futuro más próspero para nuestra sociedad. Sus ideas de equidad, socialismo y firmeza debemos seguirlas ahora más que nunca; para que continúe sintiéndose orgulloso de nosotros donde quiera que esté».

Este es un duro golpe para todos los cubanos, afirma Erney Rodríguez, estudiante de segundo año en la especialidad de Ciencias de la Información, pero como «Fidel siempre confió en nosotros, ahora nos corresponde continuar su obra y mantener vivas sus ideas».
María Isabel Avijana Rodríguez, médica desde hace diez años en el hospital pediátrico William Soler, cuenta que la mañana del 26 de noviembre, más que traer minutos de silencio y lágrimas, fue la reafirmación del compromiso que tiene Cuba con su líder histórico.
«A Fidel lo llora su país y el mundo; luchó por lo que somos hoy. Nuestros logros en disímiles esferas se los debemos a su firmeza de carácter y espíritu batallador. Puso en nuestras manos una Revolución y por todas sus enseñanzas, la mantendremos», asevera.

Hombre de pensamiento nuevo

La noticia la recibió a la primera hora de la madrugada. Fueron unos toques en la puerta de su cuarto. «Yordanis, tienes una llamada de La Habana; dicen que es urgente», avisó la abuela Luciana. La voz se le sentía extraña y cuando abrió la encontró bañada en lágrimas.
Pensó que había ocurrido alguna novedad en la familia y tomó el auricular. Ahí lo supo. Fidel había muerto. Algo que por más que se dijera seriamente y por una persona responsable, era difícil de aquilatar. Tanto, que no lo acaba de aceptar, pese a que es cierto.

«Es algo a lo que no acabo de acostumbrarme», dice Yordanis Marín Mejías, de 18 años, estudiante de cuarto año de la especialidad de maestro primario en la escuela pedagógica Raúl Corrales, de Ciego de Ávila, y presidente provincial de la FEEM. «Es verdad, dice, que en estos momentos hay que ser fuerte y uno no puede dejar que el dolor lo derrote; pero no es fácil».

Antes de comenzar la entrevista, Yordanis cuenta el dolor de su madre y su abuela. La mamá, consternada, repetía que ella era una profesional y había logrado algo en la vida gracias a Fidel y lo que él hizo por el pueblo cubano. Su abuela recordaba los años duros y las oportunidades que se abrieron al triunfar la Revolución. «Yo estudié y pude tener trabajo gracias a él», dijo.

«Fidel pasó de generación a generación por lo que hizo por Cuba y el mundo. Cuando eres niño empiezas a querer a alguien que no vive contigo, por lo que dicen tus padres de esa persona. Con el Comandante en Jefe me ocurrió así. Yo escuchaba las historias sobre él y así nació mi admiración. Después uno se acerca a la historia, lee y se asombra de las cosas que hizo. Fidel siempre fue un hombre de pensamiento joven, por eso siempre vivirá en nosotros».

—A tu juicio, ¿por qué este hombre llegó a ser tan grande?

—Las razones son diversas. Él sintetizó muchas virtudes en su persona. Pienso, por ejemplo, en su fe en el mejoramiento humano, su rebeldía eterna, su valor, inteligencia y visión de futuro.
«Yo crecí soñando con estar a su lado, darle la mano, escucharlo cerca, que me pusiera la pañoleta. Pero Fidel no se irá nunca. Su ejemplo permanecerá y lo seguiremos».

—¿Qué valores de Fidel siempre tendrás presente?

—Su humanismo y sensibilidad hacia las personas, su posición contra cualquier tipo de injusticia, su valentía. Fidel nos va a hacer mucha falta ahora; nuestro mejor homenaje es tratar de ser como él.

Preocupado siempre por los demás
El Joven Club de Computación de la comunidad de La Fe, en Isla de la Juventud, estaba abierto temprano. Todavía no habían llegado tantas personas a compartir mensajes sobre Fidel, y ya Ernesto Alejandro Matos Sosa estaba frente al ordenador.

«Fue una noticia fuerte para todo el mundo. Él era muy bueno con los niños», dijo este adolescente de 15 años que estudia en el politécnico agropecuario del Municipio Especial.
«Escuché lamentarse a mi papá y luego lo supe por la televisión. Él se puso muy triste y yo también, pues Fidel se preocupó siempre por los problemas de los demás, no solo en Cuba, sino también en otros países», comenta.

Estratega de todos los tiempos

Leyder Ortiz Pérez, profesor universitario tunero de 26 años de edad, cuando escuchó por televisión la noticia del fallecimiento de Fidel apenas podía darle crédito. «Los cubanos llegamos a pensar que nuestro Comandante en Jefe era inmortal —asegura, compungido. De hecho lo es, porque sus ideas tendrán vigencia por los siglos de los siglos».

Militante de la UJC y secretario general de un comité de base, Leyder ha podido apreciar en la calle y en todas partes el dolor del pueblo por la desaparición de su líder histórico. «No se habla de otra cosa y es comprensible: Fidel refundó este país en 1959 para conquistarle toda la justicia y para que los cubanos fuéramos definitivamente libres.

«La estatura de Fidel como político rebasó tiempo y espacio para convertirse en referente mundial. Al igual que José Martí, de quien se sintió siempre discípulo, Fidel es ya eterno», comparte.

Guía indiscutible de la juventud

«Al ver hoy a niños, adolescentes y jóvenes con un futuro seguro, nuestro compromiso se multiplica; a Fidel le repetimos que los pinos nuevos no fallarán. Este hombre extraordinario será el guía indiscutible de la juventud que camina con pasos firmes y sabiduría», dice a JR Yannara Concepción Domínguez, primera secretaria de la UJC en Matanzas.

Yaikel Puentes Malangón, estudiante de onceno grado en el instituto preuniversitario José Luis Dubrocq, señala que para las nuevas generaciones Fidel es un paradigma, un ejemplo de sacrificio, de dignidad, lealtad, solidaridad e internacionalismo.

«Nunca lo olvidaremos frente a las situaciones más difíciles: ese Fidel que defendió a Cuba ante Naciones Unidas, luchó contra un bloqueo injusto y un imperialismo que no cesa de atacarnos. Nuestro Fidel es un hombre-símbolo», afirma.

La cultura es lo primero

El legado del Comandante en Jefe debe ser la máxima de la juventud creadora cubana porque, como él mismo expresó, la cultura es lo primero que hay que salvar, refiere Alberto Pacheco, vicepresidente de la filial espirituana de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
Para Lisbet Vallés Bravo, especialista en Comunicación en la Dirección Provincial de los Joven Club en Sancti Spíritus, «Fidel siempre será nuestro principal líder porque su pensamiento permanecerá en el corazón de cada cubano». Ella estuvo muy cerca de él durante la última tribuna abierta celebrada en predios espirituanos, en los primeros años del siglo XXI.

El largo camino que nos deja

Cuando supo de la muerte de Fidel, en lo primero que pensó la periodista pinareña Susana Rodríguez Ortega fue en la imagen de su abuelo, quien desde niña la enseñó a amar al Comandante.

«Nunca vi al Jefe personalmente, esa fue una deuda que me quedó, pero mi hermana, mayor que yo, me hacía los cuentos de cuando ella fue a un Congreso Pioneril y lo vio.
«A los jóvenes nos deja un largo camino. Nos enseñó a defender el estudio y el trabajo en un pueblo que era de analfabetos, en el que no conocían lo que era un libro, lo que era un lápiz. Y los hijos de ese pueblo analfabeto somos hoy gente universitaria, estudiada. Es un líder universal más que cubano», asevera Susana.

«Hay tristeza, pero no podemos defraudar su confianza, porque siempre estuvo a nuestro lado, nos apoyó, nos dio ánimos y, sobre todo, nos dio responsabilidades para ir preparándonos para este momento», dice Yovaldy Valdés González, realizador de sonido de la emisora Radio Guamá.

Miles de maneras para verlo

Hasta la Casa del Joven Creador, de la ciudad de Camagüey, llegó JR para conversar con varios de los noveles artistas, quienes en más de una ocasión se han inspirado en la vida y obra del Comandante en Jefe.

El trovador Harold Díaz Pedraza, amaneció también con pesar este día 26. Su guitarra estaba en silencio. «Fidel no solo trazó el camino de su pueblo, sino también lo iluminó con inteligencia y empeño. En él se daba un encanto: lograba inspirar a los artistas.

«Al Comandante lo acompañó siempre un talento innato: el de asumir riesgos sin temer a los reveses, el de convencer con la palabra, el de convocarnos una y otra vez a la lucha».



SI TE PREGUNTAN QUIEN ERA FIDEL: Este es Fidel de la A a la Z

Biografía de Fidel Castro Ruz 
La vida de Fidel no puede reducirse a unas pocas líneas. Su vínculo permanente e indisoluble con el pueblo, su brillante oratoria, su magisterio constante, su entrega sin límites a la causa de la Revolución, no son resumibles en unos pocos párrafos, pero una línea de sus momentos vitales recuerda de dónde nació su altura mayor

27 de Noviembre del 2016
Fidel Castro Ruz nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, antigua provincia cubana de Oriente. Su padre, Ángel Castro Argíz, hijo de campesinos pobres de Galicia, era terrateniente y colono cañero. Su madre, Lina Ruz González, provenía de una familia campesina de la provincia de Pinar del Río.
Su infancia, en Birán. 
Aprendió a leer y escribir en la escuela pública rural de Birán y continuó la enseñanza primaria en los colegios católicos privados de La Salle y Dolores, en la ciudad de Santiago de Cuba. Inició los estudios de Bachillerato en el propio Colegio de Dolores y los concluyó en el Colegio de Belén, de la Compañía de Jesús, en La Habana, donde se graduó como Bachiller en Letras en junio de 1945.
A los 14 años, en Santiago de Cuba. 
Los jesuitas de Belén dijeron: «Fidel Castro se distinguió siempre en todas las asignaturas relacionadas con las letras… Fue un verdadero atleta, ha sabido ganarse la admiración y el cariño de todos. Cursará la carrera de Derecho y no dudamos que llenará con páginas brillantes el libro de su vida. Fidel tiene madera y no faltará el artista.»

Se destacó en oratoria y deportes en el Colegio de Belén.

En septiembre de 1945 matriculó en las carreras de Derecho y de Ciencias Sociales y Derecho Diplomático en la Universidad de La Habana. Allí se vinculó de inmediato a las luchas políticas en el seno del estudiantado universitario y ocupó diferentes cargos en la Federación Estudiantil Universitaria. Fue miembro destacado de diversas organizaciones estudiantiles progresistas y antimperialistas como el Comité Pro-Independencia de Puerto Rico, el Comité 30 de Septiembre —del que fue fundador— y el Comité Pro-Democracia Dominicana, en el que ocupó la presidencia.
Se destacó en oratoria y deportes en el Colegio de Belén. 
Como parte de su actividad política en esos años, organizó y participó en innumerables actos de protesta y denuncia contra la situación política y social en el país. Más de una vez fue golpeado o encarcelado por las fuerzas represivas.

Entre julio y septiembre de 1947, cuando cursaba el tercer año de la carrera, se enroló en el contingente expedicionario organizado para luchar contra el régimen del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. La expedición se entrenó en Cayo Confites. Fue ascendido a teniente, jefe de pelotón, y después a jefe de una compañía de batallón. La expedición, que se trasladaba en barco, fue interceptada por una fragata de la Marina cubana. Fidel saltó al agua con su arma para no dejarse capturar. Consideró una vergüenza que la expedición terminara arrestada sin luchar.

Entró en contacto con las ideas marxistas cuando era ya estudiante universitario. 

Simpatizante del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), de tendencia progresista, participó de manera activa a partir de 1948 en las campañas políticas de ese Partido y, en particular, de su principal dirigente, Eduardo R. Chibás. Dentro de su organización política trabajó por cultivar entre la militancia joven las posiciones más radicales y combativas. Tras la muerte de Chibás, redobló sus esfuerzos para desenmascarar la corrupción del gobierno de Carlos Prío.

Después de su participación en la expedición contra Trujillo, viajó en 1948 a Venezuela, Panamá y Colombia como dirigente estudiantil, con el objetivo de organizar un Congreso Latinoamericano de Estudiantes, que debía efectuarse en ese último país.

Se encontraba en Bogotá cuando se produjo la rebelión popular provocada por el asesinato del líder colombiano Jorge Eliécer Gaitán, en abril de ese año. Se incorpora resueltamente a esa lucha. Sobrevivió por puro azar.

En marzo de 1949 encabezó una protesta frente a la misión diplomática de Estados Unidos en La Habana, para expresar la indignación popular ante el irrespeto al monumento del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, por parte de marines norteamericanos.

Fidel se graduó como Doctor en Derecho Civil y Licenciado en Derecho Diplomático en 1950. Desde su bufete, se dedicó fundamentalmente a la defensa de personas y sectores humildes.

Al ocurrir el golpe de Estado de Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, fue de los primeros en denunciar el carácter reaccionario e ilegítimo del régimen de facto y llamar a su derrocamiento.

Organizó y entrenó a un numeroso contingente de más de mil jóvenes obreros, empleados y estudiantes, que provenían fundamentalmente de las filas ortodoxas. Con 160 de ellos, el 26 de julio de 1953 comandó el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba y al cuartel de Bayamo, en una acción concebida como detonante de la lucha armada contra el régimen de Batista.
En el Vivac de Santiago de Cuba, después del ataque al Moncada.
Al fallar el factor sorpresa, no pudieron alcanzar el objetivo. Fue hecho prisionero por las fuerzas represivas de la tiranía pocos días después del revés militar y se le mantuvo incomunicado durante 76 días. Fue sometido posteriormente a juicio y condenado a 15 años de prisión. En un ambiente reservado y vigilado, asumió su autodefensa ante el Tribunal que lo juzgó, y pronunció el alegato conocido como La historia me absolverá, en el que esbozaba el programa de la futura Revolución en Cuba.

«Ningún arma, ninguna fuerza es capaz de vencer a un pueblo que se decide a luchar por sus derechos. Ejemplos históricos pasados y presentes son incontables. Está bien reciente el caso de Bolivia, donde los mineros, con cartuchos de dinamita, derrotaron y aplastaron a los regimientos del ejército regular», dijo en esa ocasión.

Desde la cárcel prosiguió su labor de denuncia del régimen opresor, al tiempo que maduró sus planes revolucionarios y profundizó la preparación teórica e ideológica de sus compañeros.

Como resultado de una fuerte presión y campañas populares, fue liberado en mayo de 1955. En las semanas subsiguientes desplegó un intenso trabajo de agitación y denuncia, y fundó el Movimiento 26 de Julio para proseguir la lucha revolucionaria.

En julio de 1955, mostrada la imposibilidad de proseguir la lucha antibatistiana por medios legales, Fidel partió hacia México para organizar desde el exilio la insurrección armada. En condiciones económicas precarias y sometido a la estrecha vigilancia y persecución de los agentes batistianos, desplegó una esforzada labor organizativa y preparatoria, al tiempo que prosiguió una intensa campaña de difusión de las ideas y propósitos del movimiento insurreccional. Viajó a los Estados Unidos, donde creó junto a sus compatriotas exiliados “clubes patrióticos” con el fin de conseguir apoyo político y económico para la lucha revolucionaria. Estuvo en Filadelfia, Nueva York, Tampa, Union City, Bridgeport y Miami.
En Nueva York, 1955.
Con la divisa: “En 1956 seremos libres o seremos mártires”, Fidel, Raúl, Juan Manuel Márquez, Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos, Juan Almeida y otros destacados revolucionarios estuvieron entrenándose con largas caminatas por las calles de la ciudad de México, escalamiento de montañas, defensa personal, tácticas de guerrillas y prácticas de tiro.

El 20 de junio de 1956, el jefe del Movimiento 26 de Julio, el Che y otros combatientes fueron detenidos, las “casas campamentos” quedaron descubiertas y parte importante de las armas fueron incautadas.

Tras la salida de los establecimientos de la policía mexicana, se aceleró la conspiración revolucionaria. Compraron el yate Granma, en el que zarparon hacia Cuba en la madrugada del 25 de noviembre de 1956, desde el Río Tuxpan, con 82 combatientes a bordo, cuya edad promedio era de 27 años.

Después de siete días de navegación, desembarcaron el 2 de diciembre en Las Coloradas, costa sur occidental de la antigua provincia de Oriente. Las fuerzas batistianas localizaron el desembarco y hostilizaron a los expedicionarios. El 5 de diciembre, el ejército de la tiranía sorprendió en Alegría de Pío a Fidel y sus combatientes. Los revolucionarios fueron diezmados, varios caen detenidos durante la persecución y muchos son asesinados en el acto.

Con la valiosa colaboración de los campesinos, Fidel se encuentra con Raúl en Cinco Palmas y reagrupa a la fuerza revolucionaria. Parte entonces a la Sierra Maestra para continuar desde allí la lucha revolucionaria.

El 17 de enero de 1957, dirigió la primera acción armada contra el ejército de Batista en el cuartel de La Plata y obtuvo su primera victoria. El Ejército Rebelde comenzó a crecer y fortalecerse.

En su condición de Comandante en Jefe, dirigió la acción militar y la lucha revolucionaria de las fuerzas rebeldes y del Movimiento 26 de Julio durante los 25 meses de guerra. Tuvo bajo su mando directo a la Columna Uno “José Martí” y participó personalmente en casi todas las operaciones, combates y batallas más importantes que tuvieron lugar durante la guerra en el territorio del Primer Frente Rebelde.

Tras contundente derrota de las tropas élites de la tiranía, estas a través de sus principales jefes decidieron reconocer la victoria rebelde en el propio teatro de operaciones de la provincia de Oriente el 28 de diciembre de 1958. Al amanecer del 1ro. de enero de 1959, Fidel enfrentó, con una huelga general revolucionaria, acatada por todos los trabajadores, el golpe de Estado en la capital de la República, promovido por el gobierno de EE. UU. Entró victorioso ese mismo día en Santiago de Cuba y arribó a La Habana el 8 de enero. 
Fidel mantuvo siempre su fusil y uniforme guerrilleros dispuestos al combate. 
Al concluir la lucha insurreccional, mantuvo sus funciones como Comandante en Jefe. El 13 de febrero de 1959 fue nombrado Primer Ministro del Gobierno Revolucionario.

Dirigió y participó en todas las acciones emprendidas en defensa del país y de la Revolución en los casos de agresiones militares procedentes del exterior o actividades de bandas contrarrevolucionarias dentro del país, en especial la derrota de la invasión organizada por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, llevada a cabo por Playa Girón en abril de 1961.

Condujo al pueblo cubano en los días de la dramática Crisis de Octubre de 1962.

En nombre del poder revolucionario, proclamó el 16 de abril de 1961 el carácter socialista de la Revolución Cubana.

Ocupó el cargo de Secretario General de las Organizaciones Revolucionarias Integradas, y más adelante el de Secretario General del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. A partir de la constitución del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en octubre de 1965, fue electo Primer Secretario y ratificado en cinco Congresos del Partido. 

Fue electo Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, en representación del Municipio Santiago de Cuba, en sus sucesivas legislaturas desde la creación de aquella en 1976, y desde entonces y hasta el 2006 ocupó los cargos de Presidente del Consejo de Estado y Presidente del Consejo de Ministros.

Presidió misiones oficiales cubanas que visitaron más de 50 países.

Recibió más de un centenar de altas condecoraciones extranjeras y cubanas, así como numerosas distinciones académicas honorarias de centros de enseñanza superior en Cuba, América Latina y Europa.

Dirigió estratégicamente la participación de cientos de miles de combatientes cubanos en misiones internacionalistas en Argelia, Siria, Angola, Etiopía y otros países.

Impulsó y organizó el aporte de decenas de miles de médicos, maestros y técnicos cubanos que han prestado servicios en más de 40 países del Tercer Mundo, así como la realización de estudios en Cuba por parte de decenas de miles de estudiantes de esos países. También puso en marcha los programas integrales de asistencia y colaboración cubana en materia de salud en numerosos países de África, América Latina y el Caribe, y la creación en Cuba de escuelas internacionales de Ciencias Médicas, Deporte, Educación Física y otras disciplinas para estudiantes del Tercer Mundo.

Promovió a escala mundial la batalla del Tercer Mundo contra el orden económico internacional vigente, en particular contra la deuda externa, el despilfarro de recursos como consecuencia de los gastos militares y la globalización neoliberal, así como los esfuerzos por la unidad y la integración de América Latina y el Caribe.

Encabezó la acción decidida del pueblo cubano para enfrentar los efectos del bloqueo económico impuesto a Cuba por los Estados Unidos desde su implantación y las consecuencias en el plano económico del derrumbe de la comunidad socialista europea, y condujo el esfuerzo tenaz de los cubanos para superar las graves dificultades resultantes de estos factores, su resistencia durante el llamado período especial y el reinicio del crecimiento y desarrollo económico del país.

A lo largo de los años de la Revolución impulsó y dirigió la lucha del pueblo cubano por la consolidación del proceso revolucionario, su avance hacia el socialismo, la unidad de las fuerzas revolucionarias y de todo el pueblo, las transformaciones económicas y sociales del país, el desarrollo de la educación, la salud, el deporte, la cultura y la ciencia, la defensa, el enfrentamiento de las agresiones externas, la conducción de una activa política exterior de principios, las acciones de solidaridad con los pueblos que luchan por la independencia y el progreso y la profundización de la conciencia revolucionaria, internacionalista y comunista del pueblo.

Por problemas de salud en 2006 se vio obligado a renunciar a sus cargos de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y en el 6to. Congreso del Partido en 2011 dejó de ser su Primer Secretario. Mantuvo su condición de diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular hasta su fallecimiento.

En todos estos últimos años realizó una fecunda labor redactando en forma de Reflexiones cientos de artículos y también con perseverancia realizó múltiples experimentos dedicados al favorecimiento de la alimentación humana y animal. Por su autoridad moral hasta el último aliento de su vida se mantuvo contribuyendo con sus opiniones a las importantes batallas que ha librado la Revolución.

La vida de Fidel no puede reducirse a unas pocas líneas. Su vínculo permanente e indisoluble con el pueblo, su brillante oratoria, su magisterio constante, en fin, su entrega sin límites a la causa de la Revolución, han dejado una huella imborrable en el pueblo cubano y han servido de inspiración para millones de hombres y mujeres de todos los continentes. Las futuras generaciones de cubanos tendrán en él, como en Martí, un paradigma y una motivación profunda para dar continuidad a su obra.
Fuente: Juventud Rebelde 




Cuando el dolor se comparte en todo el mundo


Porque su marcha no es la pena exclusiva de una Isla, sino sensible pérdida planetaria, el deceso de Fidel continúa provocando reacciones en las figuras de Estado y en los intelectuales, en los artistas y obreros, en las mayorías populares y las minorías relegadas que en todo el mundo lo han mirado de continuo, buscando en él entendimiento, justicia y mejora para los tiempos difíciles que vive la humanidad. Este es apenas otro resumen de la repercusión que ha tenido la noticia que hoy llora toda Cuba
27 de Noviembre del 2016 
En ciudades disímiles del mundo, las Embajadas cubanas «florecieron» este sábado. Personas, conocidas o no, de Cuba o de otras tierras, dijeron con flores, velas y textos amorosos, cuánto representa para ellos nuestro líder. Ocurrió en Moscú, en Praga, en Berlín, en Buenos Aires y Ciudad México. Y seguramente en muchas otras, porque el amor sembrado por Fidel no cesa de germinar.
México. Foto: Reuters 
Igualmente continúan los mensajes diplomáticos. «Expreso mis sentimientos de pesar a vuestra excelencia y a los demás familiares del difunto dignatario, así como al Gobierno y al pueblo de esa amada nación. Al mismo tiempo, ofrezco plegarias al Señor por su descanso y confío a todo el pueblo cubano a la materna intercesión de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Patrona de ese país», expresó en su mensaje a Raúl el Papa Francisco.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, a nombre de todo el pueblo venezolano envió «a Cuba nuestra palabra de agradecimiento por habernos regalado en el siglo XX y XXI a un gigante que fundó una época histórica de dignidad e independencia», durante un multitudinario acto en el Cuartel de la Montaña, en Caracas.
En el Cuartel de la Montaña de Caracas. Foto: Correo del Orinoco 
También en Nicaragua hubo un acto de recordación a Fidel que encabezó el presidente Daniel Ortega acompañado por su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, en el Salón de los Cristales del Teatro Nacional Rubén Darío, primero, y luego en gigantesca concentración en la Plaza de la Revolución de Managua.
Homenaje a Fidel en la Plaza de la Revolución de Managua. Foto: El 19 digital 
El mandatario boliviano Evo Morales, «muy dolido con la partida del hermano comandante Fidel», envió en nombre de su país, condolencias y solidaridad con la familia, el Gobierno y pueblo de Cuba. «El mejor homenaje para Fidel es la unidad de los pueblos del mundo, es nunca olvidar su resistencia al modelo antimperialista y al modelo capitalista», dijo Evo a Telesur.

Rafael Correa, presidente de Ecuador, envió su pesar a Cuba por el deceso de su líder histórico. «Fue, probablemente, el latinoamericano más influyente del siglo XX, demostró que otro mundo es posible y luchó por la equidad, por la justicia social», comentó Correa. 

Desde Brasil, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y la depuesta mandataria Dilma Rousseff expresaron su pesar.

«Siento su muerte como la pérdida de un hermano mayor, de un compañero insustituible al que jamás olvidaré». Su espíritu combativo y solidario animó sueños de libertad, soberanía e igualdad, señaló Lula en un mensaje publicado en su página web.
La juventud nicaragüense honró a Fidel. Foto: El 19 digital 
«Fidel fue uno de los políticos contemporáneos más importantes y un visionario que creyó en la construcción de una sociedad fraterna y justa sin hambre ni explotación en una América Latina unida y fuerte. Soñadores y militantes progresistas, todos los que luchamos por la justicia social y por un mundo menos desigual despertamos tristes», dijo Rousseff en un comunicado.

La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner se despidió de Fidel en un sentido mensaje en Twitter: «Fidel y Cuba ingresando definitivamente dentro de la Historia Grande. Junto a su pueblo, ejemplo de dignidad y soberanía».

José Mujica, expresidente de Uruguay, comentó que «hay en Fidel (…) una estatura de Quijote porque le tocó vivir en un largo período de su historia desafiando a la primera potencia mundial», lo que hizo con «coraje, decisión y capacidad de resistencia».

El jefe de Estado de Colombia Juan Manuel Santos, lamentó la muerte del líder de la Revolución Cubana y resaltó que la labor de Fidel fue fundamental en el camino hacia el fin de más de medio siglo de conflicto armado y social en Colombia.

Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas, también reconoció el liderazgo de Fidel para impulsar políticas de orden mundial, enfocadas en la inversión y protección de los pueblos: «Se trata de una figura emblemática de la Revolución Cubana, de gran prominencia en América Latina e influencia en los asuntos mundiales».

Vladimir Putin, presidente ruso, señaló este sábado que «la Cuba libre e independiente que creó Fidel junto a sus correligionarios se convirtió en un miembro influyente de la comunidad internacional y sirvió de ejemplo inspirador para muchos pueblos y países»



Rusia. Foto: VEGA 
El presidente italiano, Sergio Mattarella, manifestó en un mensaje a Raúl su «profunda tristeza» por la muerte del líder cubano, al que calificó como «un protagonista de la Historia de su país y de la vida del mundo».

Mattarella dijo estar «seguro que su figura permanecerá viva en la memoria del pueblo cubano, al cual Italia está ligada con profundos sentimientos de antigua amistad». El mandatario italiano escribió a Raúl: «Con profundo pesar expreso a usted, a su familia y al amigo pueblo cubano, a nombre de Italia y mío personal, sinceros sentimientos de cercanía por la desaparición de Fidel Castro Ruz».

El Rey de España, Felipe VI, envió al Presidente cubano un telegrama de pésame, en el que subraya que Fidel fue una figura de «indiscutible significado histórico» y donde recuerda «muy especialmente sus lazos familiares y vínculos con España».

También se pronunció el presidente español, Mariano Rajoy, quien trasmitió sus «condolencias al Gobierno y autoridades cubanas por el fallecimiento del expresidente Fidel Castro, una figura de calado histórico».
Gran Bretaña. Foto: AFP
Desde Asia, tanto el Presidente chino como el Primer Ministro del país asiático enviaron sus condolencias al Gobierno y pueblo de Cuba.

«El pueblo chino ha perdido a un buen y verdadero camarada. Fidel Castro vivirá eternamente», expresó Xi Jinping.

El presidente de la India, Rashtrapati Bhavan expresó tristeza: «Condolencias de corazón por la triste desaparición del líder revolucionario de Cuba, expresidente y amigo de la India, Fidel Castro». Mientras, el primer ministro indio, Narendra Modi, calificó a Fidel como una de las personalidades más icónicas del siglo XX. «La India está de luto por la pérdida de un gran amigo», dijo.

Los líderes y el pueblo de Vietnam están profundamente conmovidos y entristecidos por la noticia del deceso de Fidel Castro, destacó un comunicado oficial divulgado en la nación de Ho Chi Min. «Su inmortal frase “Por Vietnam estamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre” siempre estará en el corazón del pueblo vietnamita», añade el texto.

En África y Medio Oriente, región del planeta donde Fidel fue para muchos amigo y compañero de lucha contra el colonialismo, el imperialismo y el racismo, se evidenciaron este sábado profundas muestras de consternación y dolor por la desaparición física del histórico líder cubano.

El presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, manifestó en un comunicado estar «profundamente consternado» por el deceso de Fidel, quien «marcó su época por el papel que desempeñó en su país y en las grandes transformaciones de la humanidad, en aras de la libertad, la justicia social y el desarrollo de los pueblos».

«Una profunda tristeza abate al partido y al pueblo de Angola, que siempre lo vio como un amigo y compañero de todos los tiempos», expresa también un comunicado del Buró Político del Comité Central del gobernante Movimiento Popular de la Liberación de Angola.

En un mensaje de condolencias a Raúl, el presidente de Siria, Bashar al Assad, comentó que «el gran líder Fidel Castro dirigió con eficiencia y eficacia durante décadas la lucha de su pueblo y su país contra el imperialismo y la hegemonía, y su resistencia se ha convertido en una leyenda y en una fuente de inspiración para los líderes y pueblos de todo el mundo».

Michel Aoun, el recientemente electo presidente de El Líbano, afirmó en un telegrama a Raúl que Fidel «dejó su huella en el mundo y creó una senda que muchos han seguido. Su recuerdo dará al pueblo cubano la fuerza para impulsar el futuro de su país», mientras que el segundo jefe del movimiento de Resistencia libanés Hizbulah, jeque Naim Qassem, vaticinó que las ideas de Fidel perdurarán en la Historia y en el movimiento revolucionario mundial, a pesar de su partida física.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, destacó el papel de Fidel como un hombre «dedicado a la defensa de su tierra y su gente (…) la verdad y la justicia», y un comunicado del Frente Popular para la Liberación de Palestina resaltó la posición del líder histórico de la Revolución Cubana, quien «de manera consistente se alineó con los pueblos oprimidos del mundo en su confrontación con el imperialismo, el sionismo, el racismo y el capitalismo».

Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica, afirmó que nunca olvidará la solidaridad de la Isla caribeña guiada por Fidel en la etapa de lucha contra el apartheid, mientras el gobernante Congreso Nacional Africano «recibió con gran tristeza el fallecimiento del gran líder y revolucionario».

Desde la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) también llegaron las muestras de condolencias. Nuestro pueblo está de luto nacional y no olvidará nunca el apoyo multiforme, solidario y generoso de la Revolución Cubana bajo la dirección del Comandante Fidel Castro. Somos testigos directos del juicio que la Historia hizo y reafirmará sobre la significación e impacto de su rol a escala mundial declaró el presidente saharaui Brahim Ghali.

El mandatario de Irán, Hassan Rouhani, extendió sus condolencias y manifestó su «profundo pesar y tristeza».

El presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, anunció duelo nacional de ocho días por el deceso del líder de la Revolución Cubana. «Con su desaparición, pierdo personalmente un amigo y un compañero de más de medio siglo. Es también una gran pérdida para el pueblo argelino, que mantuvo una relación especial con el Comandante, afianzada en el respeto, la admiración y el afecto mutuo», dijo.



Fidel: Brilla tu luz para mí (Crónica de un acto de homenaje en el Obelisco porteño) 


“¡Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, 
que los imperialistas no pueden con él!”
(Canto popular cubano)

“El gris se convierte en oro 

justo cuando el día se estaba poniendo viejo” 
(Luca Prodan) 
Leandro Albani/Resumen Latinoamericano, 27 de noviembre de 2016 – 
La mañana del sábado en Buenos Aires transformó un cielo azul y un sol de primavera que iluminaba todo, en nubes grises que descargaron una lluvia gruesa, volviendo el ambiente húmedo y pesado. La noticia del fallecimiento de Fidel, sin duda, había entristecido al propio cielo.

Mensajes, llamadas, leer noticias, escuchar el anuncio de Raúl y verlo triste, desconsolado, un desconsuelo que se arrimó a muchas personas en el mundo, porque era difícil abstraerse de que Fidel Castro Ruz, Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, líder de izquierda respetado hasta por sus propios enemigos, ese hombre que hace unos meses había festejado sus 90 años, ya no estaba sobre esta tierra.
A media mañana, desde varios espacios y organizaciones argentinas se convocó a un acto en el Obelisco, en pleno centro porteño. La lluvia arreciaba, mientras las noticias confirmaban hasta dónde había llegado Fidel. Líderes mundiales y presidentes enviaban sus condolencias a Cuba, los testimonios recogidos en las calles de cualquier país reflejaban que el revolucionario cubano no había pasado desapercibido por este mundo, ciudadanos rusos se acercaban a la embajada cubana en Moscú para dejar flores en honor al líder cubano, Sava Tasic –un joven serbio de 17 años de la ciudad de Leskovac- escribió una carta: “Desde niño, en el espíritu de las tradiciones libertarias en las cuales yo crecí, conozco los grandes sacrificios que ha hecho el pueblo cubano en la lucha contra los poderes imperialistas más fuertes”. Y agregó: “En esa lucha, el peso más grande y el mayor mérito para el éxito lo tuvo Fidel Castro”.

Aunque el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, festejaba la desaparición física del dirigente cubano, millones de personas daban por tierra con las declaraciones del magnate estadounidense. Fidel seguía en las calles.
El ejemplo más gigante 
“Mi primer recuerdo de Fidel es de la mano del Che, de tener una referencia del Che y al toque verlo con Fidel en la revolución cubana”, dice Soledad De Battista, integrante de la Juventud Guevarista (JG).

Alrededor de ella, en una de las plazoletas del Obelisco, cientos de personas se reúnen y otras tantas siguen llegando para recordar al líder cubano. En el centro del lugar se forma una ronda integrada por pibas y pibes de diferentes organizaciones políticas y sociales. Suenan los bombos, flamean las banderas y los cantos de decenas de voces repiten “¡Fidel, querido, el pueblo está contigo!”. Una bandera amplia, con la cara del dirigente revolucionario, resume el sentimiento de la mayoría: “Fidel Vive”.

De Battista recuerda que en plena década de 1990 comenzó su acercamiento a la revolución cubana y, ya en el 2000, al ingresar a la facultad “me comencé a contactar con otra gente, a compartir libros, y conocer por todo lo que había pasado el pueblo cubano, por eso no me queda más que un sentimiento de profunda admiración”.
“Para nosotros, Fidel es el más grande de todos –resumen la militante de la JG-. Es el ejemplo más gigante de un hombre que dio todo por sus ideales, que supo enfrentar a todas las adversidades. Fidel siempre tuvo una ética intachable, incorrompible, y le demostró a la humanidad que el mundo no sólo estaba hecho de injusticias y de sufrimientos, sino que existía la posibilidad de la liberación concreta en un país como Cuba, que era dependiente, subdesarrollado, donde nadie se imaginaba que una revolución socialista podía triunfar”.

Fidel y el Che: el camino a seguir 
Para las siete de la tarde en Buenos Aires la lluvia es sólo un recuerdo. El cielo dejó atrás su oscuridad y ahora la noche es precedida por una mezcla de anaranjado y rosa que cubre a toda la ciudad. Corre una brisa fresca, la gente conversa, sonríe, las parejas se abrazan, Fidel sobrevuela a todas y a todos.

Magdalena Rossi, del Movimiento Popular La Dignidad (MPLD), sabe que es un día triste porque “falleció un referente de nuestras luchas, el único que, junto a su pueblo, nos demostró que luchando es posible construir un mundo nuevo”. La militante agrega que para su organización “Fidel y el Che representan no sólo unas imágenes en nuestras banderas, sino un camino a seguir, no sólo en términos de transformación de la sociedad, sino en la construcción de un ser humano distinto, de un hombre y una mujer nuevos”.
Por su parte, Ezequiel Moscovich, de la OLP-Simón Bolívar, remarca que “Fidel es un cuadro integral. Es un intelectual y, al mismo tiempo, le puso el cuerpo a estar en la selva, a caer preso. Esa integralidad, su transparencia y esa forma humilde de entender las cosas, con una proyección estratégica, me parece que lo hacen una persona que no se puede olvidar y que marca un antes y un después en la historia de nuestra región”.

La inmensa obra 
“Tristeza, tristeza profunda porque…”, dice Valeria Ianni. Con esas simples palabras, la militante de la organización Hombre Nuevo (HM) recuerda el momento en que se enteró del fallecimiento del líder cubano. A su alrededor los bombos y cantos suenan acompañados por los bailes de las pibes y los pibes. Pero en Valeria hay unos segundos de silencio, segundos personales e íntimos. “Fidel es uno de los irremplazables –continúa Ianni-, es un símbolo para todos nosotros que ahora duele”.
Al igual que muchos jóvenes, cuando en la década de 1990 el neoliberalismo llevaba las de ganar, la figura del dirigente cubano apareció como un espejo donde proyectar la rabia y las ganas de cambiar las injusticias. En esa época, señala la militante de Hombre Nuevo, “Fidel era la persona que no sólo cuestionaba el neoliberalismo, sino que era un emblema ético. Pero no sólo él lo era, sino toda Cuba, en una de sus peores condiciones de su historia, levantando las banderas de la dignidad, de no doblegarse ante el bloqueo, ante el derrumbe del campo socialista”.

Para Ianni, uno de los legados de Fidel es su obra, conformada por cientos de discursos y escritos: “Tenemos que hacer una lectura atenta de esa inmensa obra, que aporta algo fundamental al campo popular que es el pensamiento estratégico y la claridad para contribuir a la revolución”.

La noche ya toma Buenos Aires. Las luces del centro de la ciudad se proyectan sobre las banderas que flamean. Quienes están en el Obelisco no dejan de recordar a Fidel. Varios referentes sociales y personalidades improvisan discursos, rescatando las virtudes del líder revolucionario y del pueblo cubano. La coincidencia es permanente: las razones por las cuales Fidel y su pueblo hicieron la revolución siguen vigentes.

Antes de que el acto termine me llega un mensaje. Es de Juan Reardon, un gran amigo que vive en Venezuela. Sus palabras resumen un pensamiento general: “Mucho dolor compañero, mucho. Pero nada. Hizo, transformó, liberó. Consolidó. Duele pensar en el dolor ajeno. Tantos millones llorando hoy. Pero nada. ¡Por lo menos ganó! Mucho. No hay comparación hermano. Victoria tras victoria. 90 años de obras dignas”.

La lluvia ya está lejos de Buenos Aires, pero muchos sentimos una fina garúa en el pecho, una fina garúa prendida fuego.
*Fotografías: Resumen Latinoamericano



Pensando en Fidel (por Gonzalo Abella) 


Sigo pensando que Lenin fue el más grande organizador del pensamiento revolucionario contemporáneo y el más eficiente ejecutor en la práctica de la experiencia mundial acumulada de la lucha de los oprimidos del mundo.

Quizás le dio demasiada importancia al capitalismo monopolista de estado, sin suponer que al Capitalismo le quedaba tiempo para oscilar entre Maynard Keynes y Milton Friedman; quizás sobreestimó la capacidad regenerativa de los partidos obrero…s de Europa Occidental, pese al asesinato de Rosa Luxemburgo; pero Lenin sentó las bases para la liberación nacional y el tránsito mundial al socialismo para los siglos siguientes.

Entre los hombres y mujeres gigantes que tomaron su bandera, Fidel ocupa un lugar muy especial en nuestro corazón y en nuestra mochila de aprendizajes. Nos deja una enorme nostalgia, pero no nos deja un vacío: sigue andando.

Habrá que preguntarle a cada paso si vamos bien, porque en él van Camilo, Vilma, Celia, el Che, Martí, Mariana Grajales, Almeida…

Hay hombres y mujeres extraordinarios que simplemente no tuvieron su oportunidad de brillar en un horizonte amplio; especialmente tuvieron muy pocas oportunidades si eran mujeres.

Pero cuando la coyuntura se da, hay quienes nos dejan un brillo extraordinario de luz propia. Fidel ,”fidelísimo retoño martiano” como dijera el poeta Naborí, nos recuerda aquella novela soviética que se llamó “la luz de una lejana estrella”, que comparaba a un ser querido ya ausente con un astro que se extinguió pero que no lo advertimos, porque su luz pretérita sigue viajando por el espacio hacia nosotros. Recuerdos imborrables…

Estallaba el conflicto entre la RPCH y la URSS. El título de Granma resaltaba la posición del Partido Cubano: “ante la dolorosa división del campo socialista, Cuba muestra al mundo la indestructible unidad de su partido y de su pueblo”.

Anunció un día que la URSS podía desaparecer. “¡Pero aún en ese caso, Cuba no se rendirá, la revolución seguirá resistiendo!” no dijo, gritó. Enfermo, envejecido, pero insustituible, cuando el pueblo cubano pasó hambre por el Período Especial de los 90, él pasó hambre también, y su salud se la cobró.

Con dificultades para hablar, su mirada era la misma de siempre. Hay dos fotos de Fidel que quedaron para siempre en mi memoria. Una se la tomaron en Razliv, frontera finlandesa-rusa. Fidel se acerca al pequeño banco de madera rústica y a la mesita campesina donde Lenin, perseguido, escribió “El estado y la revolución”.

El inmenso cuerpo de Fidel no hubiera cabido en ese improvisado escritorio. En la foto, Fidel se inclina y coloca un ramo de flores sobre la mesa de tosco tallado. La otra es más reciente y no sé dónde fue tomada. Desde un afiche pegado sobre un muro urbano, Fidel saluda con su mano abierta.

Un niño pequeño que mira hacia el afiche pone su manita sobre el afiche, exactamente sobre la mano extendida de Fidel. Prestanos tu mano, Fidel. Necesitamos hacer lo que ese niño nos enseña.



La hermana revolución (por Claudia Korol) 

Tengo los mismos años que la revolución cubana… Será por eso que la miro como a una hermana con la que crecí, con la que compartí esperanzas, proyectos, emociones, gustos y disgustos.

Cuando la revolución cubana alfabetizaba, enseñando el ABC de un mundo nuevo a campesinos y mujeres, yo aprendía a pronunciar mis primeras palabras. Mi hermana fue multiplicándose hacia adentro y hacia afuera, desafiando y desafiada por los poderes mundiales, orgullosa y altiva.

Bloqueada, castigada, amenazada, la pequeña revolución se volvió gigante en dignidad y en ejemplo. Cuando todos se arrodillaron frente al imperio, la muchacha se puso de pie, y dijo a su modo: “aquí no se rinde nadie”.

Cuando todos creyeron el cuento del fin de la historia, mi hermanita dijo que su historia, la nuestra, seguía haciéndose como herejía colectiva. La educación, la salud, el arte, la investigación, la producción, se desplegaron en el territorio asediado, en la isla guevariada con los sueños de todxs.

La hermana revolución nos enseñó a caminar fidelísimas a nuestras convicciones, aun en soledad. Nos enseñó que la soledad puede estar bien acompañada. Nos cantó y nos contó que todas las rebeldías pueden tener rostro de pueblo.

Cada 1° de enero mi hermana cumple años. Yo envejezco y ella se vuelve joven. Yo colecciono silencios y ella florece poesías y cantos. Yo duelo sus dificultades, sus errores, sus pasos en falso, y ella los corrige, aprende de ellos, los rehace. No hay obra humana sin errores, y la revolución es, sobre todo, humana. Yo la celebro como la celebran ustedes, y ella se revoluciona una vez más.

La revolución tiene el cuerpo marcado con las cicatrices del pueblo. Tiene una sonrisa dibujada en el rostro, porque mi hermana es -por sobre todas las cosas- cubana, y por ser cubana, es alegre, es fiestera, le gusta la pachanga.

La revolución tiene en su cintura el machete. Tiene en sus manos el fusil. Tiene en sus venas la sangre de todos y todas las caídas en las luchas de liberación.

iene en sus raíces y en sus frutos, las semillas no transgénicas del socialismo. Tiene en su presente de tanta y tanta lucha, el deseo nuestro.
Claudia Korol- Buenos Aires, 1° de enero del 2012



Euskal Herria: Multitudinario y emotivo homenaje a Fidel en las calles de Bilbao


Cubainformación – Fotos: Carlos Fiallos, Ekuador Etxea, Txema Esteban Sainz y Javier Garijo.- En la Plaza del Arriaga de Bilbao, alrededor de quinientas personas se concentraron a las 20.15 de la tarde de este sábado 26 de noviembre para rendir un modesto e improvisado homenaje al Comandante en Jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro, recientemente fallecido en La Habana, Cuba, a los 90 años de edad.

Convocado por las organizaciones vascas Askapena, Komite Internazionalistak, Sierra Maestra, Desembarco del Granma y Euskadi-Cuba, el acto se desarrolló con lecturas de textos y poemas -dedicados a Fidel- de Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Hebe de Bonafini, Alice Walker y otras figuras de la cultura universal.
El emotivo encuentro finalizó con vivas a Fidel Castro, a la Revolución cubana y a la Solidaridad internacional.

































Su nombre lo pronuncian los pueblos de los 5 continentes. 

Por Ramón Pedregal Casanova, Resumen Latinoamericano, 27 noviembre 2016

“Fidel, Fidel, los pueblos te agradecen / palabras en acción y hechos que cantan, / por eso desde lejos te he traído / una copa del vino de mi patria: / … / Está llena de tantas esperanzas / que al beberla sabrás que tu victoria / es como el viejo vino de mi patria: / no lo hace un hombre sino muchos hombres / y no una uva sino muchas plantas: / no es una gota sino muchos ríos: / no un capitán sino muchas batallas. / Y están contigo porque representas / todo el honor de nuestra lucha larga / y si cayera Cuba caeríamos, / y vendríamos para levantarla, / y si florece con todas sus flores / florecera con nuestra propia savia. / Y si se atreven a tocar la frente / de Cuba por tus manos libertada / encontrarán los puños de los pueblos, / sacaremos las armas enterradas: / la sangre y el orgullo acudirán / a defender a Cuba bienamada.”
Fragmento del poema: A Fidel Castro. Libro: Canción de Gesta. Autor Pablo Neruda.

Cada obrera, cada obrero, cada trabajadora, cada trabajador, ha soñado alguna vez con un momento en que fuese libre, en que se encontrase con las necesidades cubiertas y un mundo más justo. El sueño de la clase obrera, de la clase trabajadora, ha sido una y mil veces el de ser victoriosa, respetada, reconocida, con sus leyes, leyes que elabora junta y que junta comparte. Ser victoriosa con su enemigo el gran capital, respetada por su enemigo el gran capital, reconocida por su enemigo el gran capital.

Pero el sueño se ha roto tantas veces que se ha llegado a creer que era imposible, que era una quimera, que era mejor no soñar, no tener deseos, no tener esperanzas, no tener vida propia ni pensar en un mundo mejor. A veces las revoluciones se apagaban, otras se consumían en su propia llama, otras la llama era tan tibia que no se sabía por qué no era fuego ni agua. Aunque siempre, en todas partes había, hay, habrá, obreras y obreros, trabajadoras y trabajadores, soñando, actuando para que se haga realidad la esperanza. Y entre esas revoluciones ha llegado hasta nuestros días la Revolución Cubana, victoriosa a pesar de su enemigo el gran capital, respetada a pesar de su enemigo el gran capital, reconocida a pesar de su enemigo el gran capital, el mismo enemigo de toda la clase obrera, la clase trabajadora en los 5 continentes. Por eso en los 5 continentes se pronuncia el nombre de Fidel con agradecimiento, con actos que inspiran, con hechos que cantan. Fidel representa el honor de nuestra lucha larga, de nuestra lucha histórica, de nuestra lucha por el mundo soñado, en el que la justicia social y la igualdad sean la ley. En los cinco continentes los pueblos pronuncian su nombre porque con su nombre (y me aprovecho aquí de algunas de sus palabras en la II declaración de La Habana, que pronunció en la Plaza de la Revolución en 1962), con su nombre la clase obrera “reafirma la voluntad de marchar con todo el mundo y no con una parte de él. (Ysiguió narrando la acción, contando los hechos que cantan). “En Punta del Este se libró una gran batalla ideológica entre la Revolución cubana y el imperialismo yanqui. ¿Qué representaban allí?. ¿Por quién habló cada uno de ellos?. Cuba representó los pueblos. Estados Unidos representó los monopolios. Cuba, por la soberanía. Estados Unidos, por la intervención. Cuba, por la cultura. Estados Unidos, por la ignorancia. Cuba por los alfabetizadores asesinados. Estados Unidos, por los asesinos.”

Se ha difundido la noticia de su fallecimiento y en las fábricas, en los campos, en las selvas, en los desiertos, en los mares, en las montañas, la clase obrera con sueños de justicia ha pronunciado el nombre de Fidel. He recibido noticias de diversas partes del mundo donde los humildes, las gentes trabajadoras, han salido a las calles a gritar su nombre, en Palestina he visto imágenes de Ramalla, y en un comunicado del Secretario General del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, el señor Nayewf Hawatmeh, declara: “Glria al compañero Fidel, último gran internacionaleista revolucionario. Gloria al pueblo cubano y su revolución, el desarrollo, la justicia social y el socialismo.” En Madrid, España, he visto imágenes de la gente trabajadora gritando su nombre, en Venezuela, en Bolivia, en París, … Un gran futbolista, Javier C. Gallego, (CD Leganes y Selección Nacional de Fútbol de España) me ha hecho llegar sus condolencias escribiendo:”Siento mucho la muerte del comandante Castro. Si pudiera transmitir mi pesar en sus redes, le estaría agradecido. Hoy en el partido llevfaré brazalete negro en su honor y en honor al pueblo cubano. Hasta la Victoria Siempre.”

Hoy pronunciamos su nombre porque es el símbolo del antiimperialismo, y es el nombre con el que la clase obrera ha vencido al capitalismo. Por eso el imperio le ha odiado tanto, ha atentado contra él 650 veces, ha pretendido acabar con la resistencia del pueblo cubano bloqueándolo, ha envenenado a su población, ha destruido sus cosechas, ha atentado causándo entre el pueblo de Cuba miles de muertos y heridos, ha querido callar los hechos en Cuba, la solidaridad de Cuba con los más necesitados del mundo, ha construido en territorio cubano colonizado la prisión más antihumana, …: el imperialismo nos hace antiimperialistas, y nuestra sangre y nuestro orgullo acuden a defender a Fidel, a Cuba bienamada. Hasta la victoria siempre.



Una historia que no puede ser escrita con palabras (Por Joao Pedro Stedile) 

São Paulo, 26 noviembre 2016 

Perdimos a Fidel. Ganamos una historia de ejemplos y sabiduría.

La historia de Fidel es indescriptible, no podemos describirla apenas con palabras. Entonces, me gustaría dar un testimonio.

Él uso toda su sabiduría, conocimientos, capacidad de líder y dedicación para construir lo largo de la década del 60, un pueblo unido y organizado, que se transformó en imbatible, enfrentando a las fuerzas económicas y militares más.

Poderosas del siglo XX: El capital de los Estados Unidos. durante todos esos años, el pueblo supo enfrentar las peores adversidades, sean naturales, con sus huracanes y vendavales.

Enfrentó un bloqueo económico inaceptable. Y se mantuvo de pie en una guerra permanente, inclusive con una invasion militar en 1961 en Bahia de los Puercos.

Enfrentan las dificultades de UU na sociedad con limites en la producción de bienes materiales, una herencia colonial de extrema desigual, del trabajo esclavo, de la monocultivo de la caña y de la servidumbre cultural Enfrentan los peores momentos de un país periférico, dependiente de la geopolítica mundial.

Vencieron todas las batallas. Construyeron una sociedad que busca intensamente la igualdad de derechos y oportunidades entre todos los ciudadanos.. Derrotaron la ignorancia y se transformaron en el país de mayor índice de escolaridad del mundo. Produjeron medicina preventiva, humanitaria e solidaria que envió más de 60 mil médicos a casi todos los países y órganos os internacionales juntos. Y nos enviaron 14 mil medicos para que 44 millones de brasileños pudiese conocer por primera vez atendimientos medico preventivo de calidad.

Fueron siempre, solidarios, con todos los pueblos del mundo que lucharon contra la opresión y explotación, sobre todo en Merica Lati a y en África. Nuestro movimiento, Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), recibió la solidaridad permanente y el apoyo del pueblo cubano, con sus escuelas técnicas, en su Escuela latinoamericana de medicina (ELAM), donde se tomaron cientos de jóvenes pobres brasileños recibió la experiencia y el método de alfabetización de adultos (Yo Si Puedo!).

Construimos juntos las articulaciones internacionales de movimientos, Vía Campesina, ALBA, von campesinos cubanos de la ANAP y sus técnicos de agronomía de la ACTAF, con CTC, el Centro Luther King, etc. Pero sobretodo , aprendimos mucho con su ejemplo de lucha y de persistencia. Participamos activamente con el pueblo cubano de la campaña anti-ALCA y contra el dominio del imperio sobre América Latina.

Y Fidel fue siempre el organizador e inspirador de todo el pueblo. No es lugar aquí, ahora, enaltecer las cualidades personales de esa figura única, de estadista, sabio y estratega político.

Quería apenas reforzar para nuestra militancia su ejemplo, en dos aspectos fundamentales de su vida. El amor al estudio, Fidel fue un propagandista de la importancia del estudio, del conocimiento científico, de la educación liberadora.

Estudio siempre, desde joven hasta sus últimos dias. Afirmaba siempre “solo el conocimiento libera verdaderamente a las personas!”, repitiendo a su inspirados Martí. Estuvo siempre junto, con su pueblo, en todos los momentos siendo el primero de la fila, en todas las situaciones difíciles: en la guerras, en la organización de la producción y del conocimiento . No midió esfuerzos y duo el ejemplo del espíritu de sacrificio.

Fidel fue un hombre genial, por sus ideas y por su coherencia.. Nos dejó un legado fantástico, como ejemplo a seguir.

VIVA FIDEL! FIDEL VIVIRÁ PARA SIEMPRE!
Traducion de Maria Julia Gimenez 



Fidel, Nuestraamérica y los condenados de la tierra (por Mariano Pacheco)

Se fue Fidel Castro y los gusanos festejan en Miami.

Fidel Castro murió y mercenarios del mundo entero cantan loas a la parca. Incluso algunos, disfrazados de un oficio que supo ser noble, inundan las redes sociales comparando al prócer cubano con el genocida chileno Augusto Pinochet.

Llaman tirano a quien ya de joven entregó su vida a combatir a la tiranía, nombran con eufemismos cobardes que desprestigian porque no pueden situarse a la altura de tremendo acontecimiento: ha muerto un revolucionario, uno de los dirigentes políticos más destacados del siglo XX (y lo que va del XXI).

Mientras tanto, lo lloran cubanas y cubanos y otros tantos Latinoamericanos que lo sienten como un padre, un hermano, un camarada en las luchas por la liberación y la dignificación de las mujeres y los hombres a quienes cada día se les niega esa posibilidad: las de ser, y no solo persistir.

El otrora llamado Tercer Mundo llora un líder excepcional. Se decía en décadas pasadas que a los revolucionarios muertos no se los lloraba: se los reemplazaba. Han pasado los años, las derrotas, las atrocidades, y hemos aprendido a llorar a nuestros muertos. Hemos asumido que continuar su legado y mantener encendida la chispa que haga arder la memoria de sus nombres no es tarea sencilla, pero tiene menos peso que intentar reeamplazar lo irremplazable: porque cada existencia es única e irrepetible, porque –caray– ¿quien se animaría a tratar de ser Fidel Castro?

Sin embargo, el ejemplo de Fidel –como entonces el de Guevara, el de Camilo y el de tantos más– brota en cada rebeldía que se sostiene ante este orden injusto. Pasaron las décadas y fueron desapareciendo físicamente los grandes dirigentes, pero también, se fueron desdibujando las referencias: murieron Lenin y Trotsky fue asesinado, perdió la Revolución en España y un manto de pena cubrió la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Pero pasaron los años y el Ejército Rojo enfrentó valientemente al nazismo; las décadas transcurrieron y se levantó el pueblo argelino, y el chino y vietnamita. Murieron Ho Chi Ming y Mao Tse Tung, pero también la revolución desbarrancó hasta no quedar un estandarte cuando el Muro de Berlín cayó. Pasó todo esto y Fidel Castro siguió con vida. Pero no solo. Estallaron nuevos sueños, nuevas rebeldías y Cuba estuvo allí para hacer de puente entre las antiguas luchas, y las nuevas.

Y los rostros de Guevara y Fidel flamearon con los del Subcomandante Marcos y los rostros de Fidel y Guevara marcharon junto con los confederalistas kurdos. Las luchas sociales del continente conquistaron espacios de gobierno en Bolivia y Venezuela y allí estuvo Fidel Castro, acompañando la emergencia de Evo Morales y Hugo Chávez Frías en nuestraamérica que, otra vez, se mostraba digna y rebelde.

Hoy el continente, el mundo acaso, parece atravesar nuevamente por sendas de oscuridad y desaliento. Que la desazón no se apodere de los ánimos de los pueblos del mundo. Allí está el rostro de Fidel, su estrella que viene a dar cuenta de que, aún en los momentos más difíciles, siempre se puede resistir con dignidad. Salud Fidel, las viejas guardias y las nuevas generaciones levantamos un puño en alto para despedirte. Y retomar tus palabras de cuando partió Guevara:

¡Hasta la victoria, siempre!



“FIDEL, FIDEL…LOS PUEBLOS TE AGRADECEN PALABRAS EN ACCIÓN Y HECHOS QUE CANTAN”… 

Por Narciso Isa Conde * 

Así inició Pablo Neruda, el poeta continental de mayor trascendencia planetaria, sus hermosos versos dedicados a Fidel, al revolucionario de mayor proyección y gravitación mundial entre los grandes íconos de las revoluciones proletarias, campesinas y populares del Siglo XX, en la plenitud de su epopeya transformadora caribeña y continental. 

Pensamiento y acción, que fundidos en armas contra las injusticias, la explotación y la opresión, y abrazados al inconcluso y heroico proyecto de redención socialista, lo situaron -acompañado del ejemplo místico de Ernesto –Che-Guevara- en el sensible corazón de una patria inmensa y oprimida que se llama Humanidad.

Todos, todas, inspirados/as en el genio revolucionario de Carlos Mark y Federico Engels. Fidel es símbolo, junto a Lenin, Rosa Luxemburgo, Mao Tse Tung, Ho Chi Ming y otros precursores y maestros de las modernas revoluciones de orientación socialista, de una época que produjo procesos y liderazgos de infinito valor para el presente y futuro de la humanidad.

Su clarinada, la Revolución Cubana, y el decoroso y sonoro grito emancipador de un David rebelde e indoblegable frente al cruel dominio de Goliat, en su propio patio trasero, tuvo la particularidad de un carisma y un periodo efervescente que lo proyectó a todos los rincones del planeta.

Fidel, en el campo del antiimperialismo consecuente, fue espectacularmente ejemplar, una especie de Ho Chi Ming latino-caribeño, que encabezó sin tregua el proceso hacia una nueva independencia continental. Un Martí, un Maceo, un Bolívar, un Luperón de los nuevos tiempos. Irreductible frente al Norte brutal e implacable.

Su principal legado nacional es que Cuba perdura en la conciencia de gran parte de su pueblo como proceso soberano y referencia de justicia y equidad social, pugnando por renovarse, resistiéndose -lo mejor y más digno de esa sociedad- a caer en las garras de la economía capitalista; todo esto en el marco de una caótica decadencia imperialista, de la descomposición del capitalismo, de su pentagonización y gansterización, y del neofascismo que asoma en sus podridas entrañas, expresado por el predominio de la opción Donald Trump al compás de la degradación de la partidocracia tradicional estadounidenses.

No termina su obra por el ideal comunista, que hizo época, con su fallecimiento físico. Remonta su fructífera vida más allá de los siglos XX y XXI en que les tocó actuar.

Perdura. Trasciende. Retumban sus palabras y sus acciones como canto a la futura emancipación de nuestra América y de toda la Humanidad, enseñando sus aciertos y remontando sus fallas y limitaciones evidentes en un combate tan duro y desigual. Esa trascendente pelea no termina ni con las victorias parciales ni con los reveses impuestos.

A penas comienza, luego de vivir solo el prólogo de las liberaciones que siguen convocado a los sobrevivientes de varias épocas de combates libertarios y a las nuevas generaciones revolucionarias.

Los grandes cambios, de determinadas formaciones y sistemas económicos-sociales y políticos a otras capaces de superarlos radicalmente, tardan mucho más que las miradas cortas de los seres humanos contemporáneos respecto a las expectativas de sus propias luchas. Mas cuando el orden injusto y perverso a reemplazar, como el capitalismo-imperialismo actual, es planetario y precisa ser enfrentado con una insubordinación global, latino-caribeña y mundial, todavía pendiente

 ¡Hasta la victoria siempre, comandante Fidel!

¡Los pueblos te seguirán agradeciendo “palabras en acción y hechos que cantan”! Coordinación Central del Movimiento Caamañista-MC



Simplemente Fidel (Por Sergio Rodríguez Gelfenstein)

El 25 de noviembre de 1956, el yate Granma puso proa en dirección a Cuba, desde el puerto de Tuxpan en México. Llevaba 82 combatientes que bajo la conducción y liderazgo de Fidel se habían propuesto “salir, llegar, entrar y vencer” a la oprobiosa dictadura de Batista, apoyada y sostenida por Estados Unidos, para aplicar el Programa del Moncada, verdadero plan para una transformación profunda del país. Fidel había dicho que “en el 56 seremos libres o seremos mártires”.

El Granma llegó a Cuba el 2 de diciembre después de una difícil travesía, detectada por las fuerzas militares de la dictadura. El 5 de diciembre, los sobrevivientes del desembarco tuvieron su bautismo de fuego, después de lo cual solo quedaron 12 guerreros con igual cantidad de armas.

Al percatarse de tal situación y ante la suposición generalizada de que enfrentaban una situación extremadamente difícil, Fidel con plena seguridad dijo “Ahora si ganamos la guerra”. Muchos años después, Raúl confesó que en ese momento pensó que Fidel se había vuelto loco.

Esto nos lleva a preguntarnos, ¿qué condiciones debe tener una persona que la lleva a desarrollar aparentes actos de locura, pero que son los verdaderamente transformadores de la historia?

La posibilidad que la vida nos ha dado de conocer a algunos de esos personajes, Fidel entre ellos, nos señala que se trata de seres superiores por su capacidad científica de prever el futuro, no a partir del azar ni de subterfugios mágicos, tampoco de idolatrías divinas, sino de un profundo conocimiento de la realidad social, de sus fuerzas profundas y de sus sujetos motrices.

La gran diferencia de Fidel es que puso toda su inteligencia y capacidad al servicio de su pueblo y de los pueblos del mundo. Cuando se produjo la sorpresa de Alegría de Pío, ese 5 de diciembre de 1956, ya Fidel había dirigido importantes luchas estudiantiles y como abogado había sido defensor de la causa de sectores humildes de la población que habían sido avasallados y excluidos por el régimen.

Ya había forjado su pensamiento y su práctica internacionalista, bolivariana y martiana cuando con 21 años se enroló en la Expedición de Cayo Confites para combatir a la dictadura dominicana y al año siguiente, en 1948 fue testigo directo del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en Colombia, hecho que produjo el bogotazo, situación que lo marcó profundamente el resto de su vida y que significó una impronta en su mirada de la realidad de nuestra región.

El golpe de Estado de Batista en marzo de 1952 fue el último clavo del féretro de la falsa democracia liberal como instrumento para producir un cambio político en Cuba. Fidel previó y a partir de ese momento se jugó por completo para derrocar la dictadura por la única vía que se podía: la de las armas. Organizó personalmente el ataque al Cuartel Moncada y estuvo al frente de la generación de hombres y mujeres que se propuso “tomar el cielo por asalto” y no dejar que el centenario del nacimiento del Apóstol pasara inadvertido.

Tras su captura en el Moncada, Fidel exaltó una característica que marcó para siempre a los verdaderos revolucionarios latinoamericanos: el líder conduce personalmente a su tropa y asume la responsabilidad por lo que ocurra, en la victoria y en la derrota.

El fracaso militar en el Moncada devino victoria política. Aún hoy retumba aquellas palabras: “Condenadme, no importa. La historia me absolverá”. Vino la prisión fecunda, el exilio organizador, el desembarco esperanzador, la guerra y la victoria y ese 1° de enero de alegrías imperecederas nuevamente su palabra de futuro “Ahora viene lo más difícil”. Y nuevamente la suposición de su locura ante la imagen de un ejército despedazado por los harapientos campesinos del Ejército Rebelde.

Y así continuó siendo, por años, por décadas, el Comandante invicto, el que Estados Unidos no pudo vencer, el que superó 674 intentos de asesinato de todos los presidentes imperiales, los republicanos y los demócratas, el de la victoria de Playa Girón, el que se agigantó durante la crisis de Octubre de 1962, el del Ciclón Flora, el que superó el aislamiento de los gobiernos latinoamericanos con la sola excepción de México, el que enfrentó hasta hoy al bloqueo norteamericano con el honor y la dignidad de su pueblo, el de la lucha contra los bandidos organizados desde el norte imperial, el que derrotó los sabotajes a la economía, incluso usando armas biológicas y químicas contra Cuba, el de las misiones internacionalistas que derrotaron a la mayor potencia militar de África dando una colaboración decisiva al fin del apartheid como forma de dominación en el mundo, el de transformar a su país pequeño y pobre en una gran potencia científica, cultural, deportiva y moral en todo el mundo, el de la solidaridad sin límites a los pueblos de Asia, África y América Latina y el Caribe, el que transmitió la voluntad de avanzar y vencer a pesar que el mundo decía lo contrario en los momentos terribles del período especial, el de las extraordinarias misiones de salud para enfrentar al ébola en África, a las consecuencias del terremoto en Haití y los desastres naturales en Chile, Perú, Pakistán, Ecuador y muchos países más en todo el planeta, el que no se dejó intimidar ni avasallar durante cinco décadas, por la potencia más poderosa de la historia.

Entonces volvemos a la locura, ¿es que acaso alguien en su sano juicio es capaz de creer que un pueblo pequeño de solo 11 millones de ciudadanos, carente de riquezas económicas pueda ser capaz de todo eso y más, a tan solo 90 millas de la potencia más destructiva y agresiva de la historia? Cuba pudo, y pudo porque tenía un jefe que aglutinó lo mejor de su pueblo a partir de la exaltación de valores, principios y comportamientos que desbordaron su época transformando en fuerza indestructible lo único que los revolucionarios tenemos y que cuando lo usamos somos invencibles: la fuerza de la moral, de una moral superior al poderío militar, político y económico de cualquier hegemonía global.

Eso fue Fidel y eso será Fidel por los tiempos de los tiempos: fuerza moral avasalladora para saber que nada es imposible cuando se confía en el pueblo y cuando se tiene seguridad en la victoria, y al final, tras la tranquilidad del deber cumplido, te retiras porque otros te seguirán.

Es la continuidad no del hombre, sino de su obra. Hoy miles y millones en todo el mundo sentimos un dolor profundo por la partida de Fidel, hoy lloramos en el momento de despedirlo, pero parafraseándolo recordamos aquella tarde octubre de 1976 “Cuando pueblos enérgicos y viriles lloran, la injusticia tiembla”. Dijo el apóstol que “No es verdad la muerte, cuando se ha cumplido la obra de la vida”.

Hoy, 25 de octubre, cuando recordamos 60 años del día en que el Granma zarpara hacia la libertad, llevando en su vientre a aquellos hombres que iniciaron la batalla por la segunda independencia de América latina y el Caribe, Fidel ha zarpado hacia la inmortalidad, pero esta vez, si se llegara a producir nuevamente una Alegría de Pio, ya no serán 12 combatientes que seguirán a ese extraordinario loco por los caminos de la historia, hoy somos 12 millones o 12 veces 12 millones…nadie sabe cuántos te recordaremos y junto a ti diremos “Comandante en Jefe, Ahora si ganamos la guerra”




CONOCI A FIDEL 


En la sonrisa de un niño cuando caminando por el Malecón habanero se me acercó, buscó conversación y al terminar me dijo, “acere, comparto contigo algo que te va a gustar”… una moneda con la figura del Ché.

En los rostros de felicidad de cientos de médicos recibiendo su graduación tanto cubanos como internacionales en la plaza Ignacio Agramonte de la ciudad de Camagüey cuando les dijeron: “Bienvenidos y bienvenidas al Ejercito de la batas blancas cuya única misión es ayudar a los pueblos del mundo”

En los las puertas abiertas de las casas campesinas, quienes comparten siempre el alimento acompañado de historias de resistencia con el forastero haciéndolo sentir como en su propia casa. En la constancia, profesionalismo y ética de los galenos haciendo siempre hasta el último esfuerzo por curar y salvar las vidas de sus pacientes.

En el orgullo de una mujer presidente del Comité de Defensa de la Revolución cuando manifiesta a viva voz: “Esta es nuestra revolución, esta es nuestra patria y con la vida las defenderemos”

En los miles y miles de rostros sonrientes, sudorosos y alegres en una marcha de un Primero de Mayo pasando frente a la estatua de Martí gritando en coro: “Viva Fidel, Viva Fidel” En la dignidad de un pueblo que nunca se rindió y se convirtió en ejemplo de rebeldía frente a la tiranía y opresión del imperialismo.

Conocí a Fidel:
Cuando ante miles de jóvenes que estábamos en la plaza de la revolución culminaba su discurso diciendo:
¡PATRIA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!
German Bedoya Noviembre 26 de 2016.
COORDINADOR NACIONAL AGRARIO DE COLOMBIA CNA
“Por la Defensa y Recuperación del Campo Colombiano, Vida digna y soberanía popular” 




HASTA SIEMPRE FIDEL, COMANDANTE DEL ALBA


Hoy despedimos a uno de los más grandes patriotas de América y mientras lo lloramos, evocamos su ejemplo de humanidad para abrazarnos y continuar el camino. Comandante invicto, líder de la Revolución Cubana y de la unión entre los pueblos contra el colonialismo y el imperialismo, Fidel entra definitivamente en la historia dejando un legado inmenso.

La dignidad, el heroísmo, la claridad estratégica para construir junto al pueblo cubano una revolución antiimperialista a 90 millas del imperio. La lucha indeclinable por la soberanía, capaz de construir un modelo socialista priorizando las necesidades básicas de la población: la salud, la educación, la cultura, la paz, la seguridad y el desarrollo de las personas, una situación que contrasta con la que se vive en los países que rodean a Cuba, de similares características pero directamente sometidos al imperio del capital. Pero además, la Revolución cubana desde el primer día de convirtió en un ejemplo de solidaridad internacional, poniendo en acto la máxima de José Martí, “Patria es humanidad”, a partir de brigadas médicas y otras iniciativas de apoyo a pueblos hermanos ante situaciones difíciles.

Allí donde la hipocresía de la diplomacia internacional inventó el negocio detrás de las guerras y las catástrofes sociales, Fidel y la Revolución Cubana continúan mostrando una alternativa real basada en el humanismo y la solidaridad, combatiendo el imperialismo, advirtiendo sobre los riesgos del “progreso” que ofrece el capitalismo, con su ola de violencia, saqueo, devastación ambiental y miseria creciente.

Por esas causas los principales dueños del dinero y sus agencias, centralmente desde Estados Unidos, intentaron asesinarlo físicamente 638 veces, mientras los medios privados de comunicación intentaban asesinarlo simbólicamente.

Pero 90 años después de su nacimiento, Fidel se va para quedarse, triunfante, absuelto por la historia que escriben los pueblos con sus propios medios. No pudieron con él. Hace poco más de tres años, Fidel despedía al mejor discípulo, Hugo Chávez y evocaba “ese rastro que dejó el amigo, ese antídoto de vida, contra la sierpe que sueña la América dividida”. Ambos, Chávez y Fidel, crearon el proyecto ALBA para recuperar y proyectar hacia el futuro el sueño de Simón Bolívar y de tantos y tantas que nos precedieron: una América unidad, libre y soberana.

Los movimientos hacia el ALBA levantamos junto a los pueblos de América y el mundo esas banderas. Continuamos la lucha por la liberación y por la integración como el único homenaje posible a quienes señalaron el camino.

Entre el 1 y el 4 de diciembre, homenajearemos a Fidel en nuestra Asamblea continental, que se realizará en Colombia. Allí nos reuniremos 240 delegados y delegadas de cientos de movimientos populares de todo el continente y se escuchará el grito que en esta hora nos conmueve y resuena en Nuestra América:

¡Viva Fidel!

¡Viva el pueblo de Cuba!

Hasta siempre Fidel, Comandante del Alba!!

Hasta la Victoria!!
Articulación de movimientos hacia el ALBA 26 de noviembre de 2016



FIDEL DE AMÉRICA (Por Fernando Martín) 
Por Fernando Martín * 

 Aún a los que somos ya viejos se nos hace difícil recordar una América Latina que no tuviera la impronta de Fidel Castro y la Revolución Cubana. Pocas veces puede decirse con tanta corrección que todo un ciclo histórico esté tan profundamente marcado por la inteligencia, la valentía, la perseverancia y la audacia de una sola persona como es el caso de la América Latina y el Caribe y del autor del ataque al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.

Al derrocar a Batista a Fidel Castro se le abrieron dos caminos. Pudo haber escogido la ruta del reformismo con el apoyo de las clases dominantes y el respaldo incondicional de Estados Unidos.

Los gobiernos de la región lo hubieran recibido con brazos abiertos, y hubiera tenido ante sí un comodísimo futuro personal y político de éxitos ininterrumpidos sin otra preocupación que la de administrar con docilidad los intereses de los Estados Unidos y de las clases propietarias en aquella isla superdotada por la naturaleza y tan tentadoramente cerca de la Florida.

El camino alterno era uno mucho más atrevido, colmado de peligros, e infinitamente más difícil. Era el de hacer una revolución social verdadera, creando una sociedad igualitaria que hiciera de la palabra democracia no una mera consigna sino una realidad social.

Pero no se trataría tan sólo de lograr la creación del socialismo en Cuba sino de ser promotores y aliados de esos objetivos revolucionarios en toda América Latina y en el resto del Tercer Mundo. La ruta revolucionaria supondría la confrontación con Estados Unidos y convertirse en el blanco de la ira y la agresión de Estados Unidos.

Cuando digo agresión contra Cuba estoy hablando de invasiones y ataques militares, y cuando digo ira contra Fidel me refiero a múltiples intentos documentados de asesinarlo. Más de cincuenta años ha durado el asfixiante bloqueo económico.

Esa lucha titánica por preservar la soberanía de Cuba frente a Estados Unidos se convirtió en la lucha por el derecho a la soberanía de América Latina y el Caribe y su derecho a la libre determinación e independencia tantas veces violentado por Estados Unidos.

Hasta África llegó el brazo solidario de la Revolución donde las tropas internacionalistas cubanas en Angola fueron decisivas en descolonizar a Namibia y romperle el espinazo al régimen del apartheid en África del Sur.

En la América Latina no hubo país donde los luchadores por la dignidad y la justicia social no recibieran de Cuba apoyo, solidaridad e inspiración. Tuve la suerte de conocer a Fidel y estar con él en varias ocasiones cuando acompañé a Rubén Berríos a La Habana; en dos de ellas pudimos conversar los tres por muchas horas en las que nunca cesó de sorprenderme su conocimiento preciso sobre Puerto Rico y la intensidad de su compromiso con la causa de nuestra independencia.

A la herencia martiana Fidel añadía su profundo acervo geopolítico en el cual enmarcaba su visión estratégica sobre nuestra lucha. Nunca dudó de la inevitabilidad de nuestro triunfo. Cuando vez le agradecí el apoyo de la Revolución a nuestra independencia me reprochó diciendo que “era Cuba quien estaba en deuda con Puerto Rico pues mientras cientos de puertorriqueños habían luchado en la manigua en la guerra de independencia ni un solo cubano había muerto por la independencia de Puerto Rico”. Fidel nos dejó a todos un legado que no tiene precio.

La posibilidad de una América Latina y el Caribe unida en libertad y justicia haciéndole contrapeso a unos Estados Unidos imperialistas está a nuestro alcance si se cultivan las virtudes de constancia, dedicación y coraje que hicieron posible los logros de la Revolución Cubana y que encarnó el liderato inmortal de Fidel Castro. Ahí estará Puerto Rico.
* Vicepresidente Ejecutivo del Partido Independentista Puertorriqueño. Artículo de próxima aparición en El Nuevo Día 





Gracias, Fidel (por Rafael Cancel Miranda, patriota puertorriqueño

Gracias, Fidel Gracias
le doy a la vida
por mi cielo ser boricua,
mi alma, nacionalista
y mi credo, Fidelista.
Gracias le doy a la vida
por atreverme a luchar,
por atreverme a confrontar
la bestia imperialista.
Gracias le doy a la vida
por doña Isabel y Albizu
y por aquellos amigos
que me sirvieron de guía.
Gracias le doy a la vida
por mi pueblo valeroso,
que ha sabido con decoro
mantener su alma viva.
Gracias le doy a la vida
por la luz en mi camino,
y por marcar mi destino
con el de la patria mía.

Recién terminado este poema, me enteré del fallecimiento físico del compañero Fidel. Con la intención de honrar a quien tanto nos honró, le puse el título “Gracias, Fidel” y en su honor cambié una palabra en el poema. Esta mañana me entrevistó un periodista acerca de la muerte de Fidel, quien para mí no ha muerto. Hay Fidel para buen rato. La mafia imperialista trató de que no llegara ni a los 50 años de edad, pero siendo Fidel, Fidel, su cuerpo decidió la fecha de su partida.

En 1977, me encontraba encarcelado en una prisión yanqui en Estados Unidos cuando mataron a mi padre. Gracias a la presión del pueblo, el gobierno yanqui se vio obligado a autorizar mi traslado a Puerto Rico por 7 horas para asistir al entierro. Los periodistas me preguntaron cómo me sentía ante la muerte repentina de mi padre. Yo les respondí que no había venido a llorar su muerte, sino a celebrar su vida, que fue la de un patriota. Lo mismo digo de Fidel.

Gracias a Fidel y al Gobierno Revolucionario de Cuba, así como a la campaña internacional por la liberación de los cinco nacionalistas, salimos de prisión el 10 de septiembre de 1979. Fidel y el Gobierno Revolucionario cubano negociaron un canje de prisioneros, entre los que se encontraba Lawrence Lunt, un agente de la Cía preso en Cuba.

Un reportero me preguntó si iría a Cuba, pero como tú sabes, Fidel, yo nunca he aceptado la ciudadanía estadounidense impuesta a los puertorriqueños por el congreso yanqui, y por lo tanto tampoco acepto su pasaporte, requisito impuesto para salir de Puerto Rico al exterior. No podré estar allí físicamente, pero mental y emocionalmente estaré contigo y con el heroico pueblo de Cuba.

Es mucho lo que podría decir de ti, pero por el momento solo quiero decirte, en nombre de Puerto Rico y de todos los que tu ejemplo seguirá inspirando en la lucha por un mundo mejor ¡Gracias, Fidel!

Dondequiera que estés, ¡pa’lante siempre, compañero!

¡Venceremos!
RAFAEL CANCEL MIRANDA 25 de noviembre de 2016 San Juan, Puerto Rico 




Pérez Esquivel: Fidel sigue iluminando el camino de los pueblos 
Resumen Latinoamericano / Telesur /26 de noviembre de 2016 -

El Premio Nobel de la Paz resaltó que Fidel castro ha dejado el mundo sembrado con su pensamiento y su compromiso con el pueblo. Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980, destacó este sábado la labor del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y aseguró que, pese a su partida física, el testimonio de vida, la obra y lucha revolucionaria del antillano queda grabada en el mundo entero. “

Fidel permanece, Fidel sigue siendo esas luces que iluminan el camino de los pueblos”, dijo Esquivel en entrevista para teleSUR. El Premio Nobel relató que durante los últimos meses conversó en varias ocasiones con Castro y aseguró que en cada diálogo el revolucionario ponía de manifiesto su gran compromiso con el pueblo. 

Asmismo, Esquivel consideró que aunque mucho se habla de la época revolucionaria de Fidel y de su lucha armada, es importante hacer un recuento de todo lo que construyó durante 60 años de trabajo en materia de educación, salud, cooperación con los pueblos más necesitados e igualdad. 

Fidel “es uno de los grandes líderes que ha dejado sembrado el mundo de sus pensamientos”, añadió. El defensor de los derechos humanos y escritos argentino señaló que, en una de sus últimas conversaciones con Fidel Castro, el revolucionario habló mucho sobre su preocupación el fracking, una práctica que se hace “sin sentido por la especulación financiera y el daño que hace para la vida de los pueblos”.
Envío:ResumenLatinoamericano

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