21 de enero de 2017

ROSARIO - SANTA FE.

Sábado 21 de Enero de 2017
Tamberos aseguran que "la plata que gestionó Lifschitz no sirve ni para volver a empezar"
Para los productores el monto es exiguo y estimaron que se necesitan cinco veces más, unos 2.400 millones, por el impacto hídrico.
por Guillermo Zysman 

Impacto. Más de mil tambos quedaron bajo el agua tras las últimas intensas lluvias en la cuenca lechera de Santa Fe, generando pérdidas millonarias.
Los tamberos santafesinos cuestionaron el salvataje de 500 millones de pesos gestionado por la provincia ante la Nación para recuparse de las inundaciones. "Con esos fondos ni empezamos, es una gota de agua en el río Paraná", graficó Marcelo Aimaro, presidente de la Mesa Provincial de Lechería. El dirigente recordó que el año pasado, ante una situación similar el sector había reclamado cinco veces más que esa partida, unos 2.400 millones, a razón de 10 mil pesos por vaca perdida en 1.300 tambos afectados con 200 cabezas cada uno. Aimaro advirtió además que las pérdidas en la cuenca lechera podrían impactar en el precio de los productos lácteos en las góndolas

La Mesa Provincial de Lechería salió ayer a objetar los montos que se mencionaron en la reunión que mantuvo el gobernador Miguel Lifschitz con el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile en Buenos Aires.    

Allí el mandatario provincial había estimado que se necesitaba un aporte nacional de 400 mil pesos por cada uno de los 1.300 tambos afectados por el avance de las aguas en la cuenca lechera provincial, lo que arrojaba unos 520 millones de pesos.    

Al salir de las reuniones Lifschitz anunció además que la Gobernación aportará con recursos propios unos 150 millones para el sector. Y gestionó ante el Ministerio del Interior unas seis obras hídricas clave para evitar futuras inundaciones por otros 1.500 millones de pesos.    

Tanto el gobernador como el propio ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, admitieron que el sector tambero era el más afectado por el temporal. Tanto que reconocieron que más de mil unidades productivas quedaron al borde del quebranto.    Para Aimaro la cifra tramitada es insuficiente. "Esto se resuelve sólo con plata, no hay mucho verso, es como para quien perdió su casa, su trabajo y su capital. Lo que se pidió es una gota de agua en el río Paraná, con esos fondos tramitados, ni empezamos", disparó por La Ocho.    

En ese sentido, el referente tambero recordó que "en abril de 2016, con la provincia inundada le pedimos a Nación lo mismo que ahora. Y advertimos que si no inyectamos fondos van a desaparecer muchos productores". Cinco veces más Aimaro destacó que hace un año se solicitaron subsidios a razón de 10 mil pesos por vaca perdida. Ese valor multiplicado por las 200 cabezas de cada uno de los 1.300 tambos arroja unos 2.400 millones de pesos, casi cinco veces más de lo ahora gestionado por la Casa Gris ante el gobierno de Mauricio Macri.    

"Hay que entender que el sector está destruido, hay alrededor de 100 tambos en situación terminal. Siempre se puede salir adelante, pero el tema es que tiene que llegar ya la ayuda a esos tamberos como lo habíamos pedido en abril del año pasado al ministro Buryaile porque excede a la provincia de Santa Fe", remarcó.    

"Lo que pasó —continuó— fue extraordinario y requiere de medidas extraordinarias. Se lo pedimos a Nación el año pasado, lamentablemente la ayuda no llegó y muchos productores dejaron la actividad, alrededor de 500. Y ahora, si no se toman medidas lamentablemente muchos productores dejarán el sistema".   

El presidente de la Mesa Provincial de Lechería destacó: "En la geografía productiva de Santa Fe la mayoría somos pequeños y medianos productores, de esos hay mil seriamente afectados. Esto significa que sus trabajadores, familias y pueblos enteros corren riesgo de verse afectados. Van a quedar los campos desiertos, no se hará lechería y tampoco otra actividad", alertó.    

En ese marco, el referente productivo comentó que el sector necesita "dos tipos de medidas. Por un lado un salvataje urgente para recomponer la estructura productiva y obras para sacar el agua de los campos y que no vuelva a entrar".    

Y fue más allá al mencionar que por la magnitud del impacto "aún con asistencia los productores afectados no podrán volver al ruedo antes de seis u ocho meses. Lo que pasó fue devastador, el productor no le quedó nada, no están las vacas, hay que sembrar pasturas, comprar granos y rearmar el proceso productivo".    

Y remató señalando: "Así como el gobierno nacional tomó dinero en el exterior para otros compromisos del país (el financiamiento del gasto público en lugar de la emisión monetaria y fondos para arreglar parcialmente el litigio con los fondos buitre), le pedimos que pida financiamiento afuera para nuestro sector si es que no tiene recursos ahora para hacer un salvataje urgente a la lechería de Santa Fe". Advierten que puede subir el precio de la leche La Mesa Provincial de Lechería advirtió que los anegamientos producidos por el temporal en los tambos santafesinos podría repercutir en el precio de la leche que pagan los consumidores en el país. "Lamentablemente siempre están los vivos de turno y seguramente habrá impacto en las góndolas", avisó Marcelo Aimaro, presidente de la entidad.    

El dirigente tambero reiteró que la crisis que atraviesa el sector es "sumamente grave ya que más de mil pequeñas y medianas unidades productivas quedaron al borde de la quiebra". En ese marco, graficó: "Ojo que no es menor lo que pasa, está en juego el 5 por ciento de la leche del país, que ya está perdida hoy en Santa Fe", una de las principales cuencas nacionales.    

Cuando se le preguntó a Aimaro si podía haber una suba del precio de la leche, el dirigente de la Mesa Provincial de Lechería señaló: "Lamentablemente siempre están los vivos de turno y seguramente habrá impacto en las góndolas. Nosotros, los productores cobramos $4,70 por litro y los consumidores pagan no menos de $20 por litro".    

Para Aimaro, "lo que pasa es un verdadero libertinaje, hay alguien de esta cadena que se lleva una tajada que no le corresponde. Por eso insistimos en reclamarle al gobierno nacional que transparente los números del sector".
Fuente:LaCapital



Estiman que las pérdidas del sector agrícola superan los 1.000 millones de dólares 

Un informe difundido este viernes por la Bolsa de Comercio de Rosario calculó una producción de 5,2 millones de toneladas menos respecto a lo previsto en diciembre, por los anegamientos en campos. El estudio añadió que las mayores cotizaciones compensan parcialmente los menores volúmenes de granos
20 de Enero de 2017

Las pérdidas fueron estimadas por la Bolsa de Comercio de Rosario. Las pérdidas fueron estimadas por la Bolsa de Comercio de Rosario. (Twitter/@MiguelLifschitz) 
Un informe difundido este viernes por la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que las pérdidas del campo por las últimas inundaciones en el centro del país afectarían a más de 5 millones de toneladas y superarían los mil millones de dólares.

El estudio elaborado por la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la entidad rosarina además calculó “unas 600 mil hectáreas sin sembrar, casi un millón sin cosechar, una producción de 5,2 millones de toneladas menor y un aporte de 1.050 millones de dólares menos respecto a lo previsto en diciembre”.

Por otra parte, el informe aclara que las estimaciones son “preliminares”, pudiendo eventualmente aumentar o disminuir en los relevamientos sucesivos.

La Bolsa de Comercio indicó también que gracias a la mejora de los precios que trae aparejada la menor oferta, el aporte del agro a la economía nacional “apenas” cae en 200 millones de dólares, dado que las mayores cotizaciones compensan parcialmente los menores volúmenes.

“El agua ha obligado a recortar la superficie agrícola para la nueva campaña en un total de alrededor de 1,6 millones de hectáreas, 600.000 que no han podido sembrarse y corresponden mayormente a soja y en segundo lugar maíz, más otro millón de hectáreas que, ya sembradas, deberán abandonarse por inundaciones, encharcamientos y enfermedades varias y que se distribuyen entre soja, maíz, girasol, sorgo y otros cultivos”, indicó el informe.

Bolsa de Comercio Rosario 
La soja 
En el caso de la soja (principal cultivo por su aporte a las exportaciones argentinas) de una intención inicial de siembra de 19,65 millones de hectáreas, se tiene hoy que unas 350 mil directamente no lograrán completarse.

Entre estas, 300 mil hectáreas ha debido resignar el sur bonaerense por la extrema sequía, y otras 50 mil quedaron fuera por los excesos hídricos en el centro norte de Santa Fe.

El informe de la Bolsa estimó que si se suma el área que no pudo ingresar al ciclo agrícola y los lotes perdidos por anegamientos, la superficie cosechada de soja que se proyecta para la campaña 2016/17 ha sido recortada en casi 1 millón de hectáreas en relación a lo previsto hace un mes atrás.

Además, esas 19,3 millones de hectáreas implantadas quedan 900 mil hectáreas por debajo de las sembradas en 2015/16.
Bolsa de Comercio Rosario
Fuente:Rosario3





SANTA FE BAJO AGUA

“Que el campo esté inundado significa la vida para los pueblos” 

Una vaca, en la soledad de un campo de Chabás, rodeada de agua. Una vaca, en la soledad de un campo de Chabás, rodeada de agua.

El secretario de Agricultura, Ganadería y Recursos Naturales, Marcelo Bargellini, confirmó el compromiso de Nación de aportar fondos para los sectores productivos santafesinos afectados por las inundaciones de las últimas semanas. Así, se busca reactivar lo más rápido posible la actividad, al entender que con “el campo parado” los pueblos lo sufren al extremo.

“Hubo un compromiso para aportar desde Nación para los sectores tamberos, agrícolas, hortícolas apicultor y ganadero, directamente con un fondo que la Provincia deberá establecer cómo lo distribuye y las condiciones”, explicó en Sí 98.9, Bargellini.

El funcionario participó de la reunión de la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios donde se analizó el impacto de las inundaciones y se homologó oficialmente la emergencia agropecuaria.

Bargellini dimensionó la implicancia del agro en el movimiento de las localidades. “Que el campo esté parado y no tenga plata, significa la vida de los pueblos”, graficó y agregó que “por eso el año pasado se declaró la emergencia también para los comercios porque a pesar de no estar inundados sufren las consecuencias en la actividad”.

Para finalizar, el secretario de Agricultura provincial que la condonación del Inmobiliario, la prórroga de impuestos y los eventuales fondos a nivel nacional, es para los productores que piden la Emergencia. Según el mecanismo dispuesto, los productores necesitados deben presentar la declaración jurada explicando qué perdió, y luego se realiza una evaluación para entregar o no el certificado de emergencia.
Fuente:RosarioPlus




La cascada también desvela a Villa Gobernador Gálvez 

21 enero 2017

El Concejo Deliberante de Villa Gobernador Gálvez se sumó al monitoreo de la cascada del arroyo Saladillo, cuyo desplazamiento en el último temporal puso en riesgo al barrio rosarino Tiro La Paloma, el más próximo al puente sobre calle Ayacucho. Susana Mangiaterra y Cristina Cuevas, autoridades del cuerpo deliberativo, recorrieron ayer las inmediaciones del salto junto al intendente de Villa Gobernador Gálvez, Alberto Ricci, y funcionarios de la Dirección Provincial de Obras Hidráulicas. La comitiva relevó el desplazamiento de la cascada hacia el oeste, que se estima en unos 20 metros en cada tormenta fuerte, pero que en el temporal del fin de semana –de confirmarse el dato planimétrico– superó los 50 metros.

Según explicó Mangiaterra, presidenta del Concejo Deliberante, la situación es de máximo riesgo, ya que la quebrada está ahora está “muy cerca” del puente Molino Blanco.

Ayer, los funcionarios provinciales presentes le indicaron a la concejala que el proyecto para evitar el avance de la cascada quedó sin efecto por una acción judicial que iniciaron vecinos de Rosario “para preservarla”. Pero ahora, según marcaron, la obra, tal como fue planificada, ya no podría realizarse “por la cercanía de la cascada con el puente”.

En ese marco, Mangiaterra puso a disposición al Concejo Deliberante para “actuar con rapidez y resolver la situación”.

Por su parte la vicepresidenta segunda del cuerpo, Cristina Cuevas, marcó que “no es hora de encontrar culpables, sino de ponerse firmes” y pidió que provincia, municipios, diputados y concejales se aúnen para “solucionar un problema que afecta a vecinos que viven linderos al arroyo y a quienes usan el puente a diario”.
Fuente:ElCiudadanoyLaGente



21.01.2017
Tercera renuncia en la subsecretaría de Recursos Hídricos
Como efecto dominó, luego del desplazamiento del secretario, Roberto Porta, le siguió la renuncia "por solidaridad" de Lombó, subsecretario de Coordinación de la mencionada área, y finalmente la de Eduardo Gentile, quien ocupaba el cargo de director provincial de Obras Hidráulicas.
Tercera renuncia en la subsecretaría de Recursos Hídricos Tercera renuncia en la subsecretaría de Recursos Hídricos (Foto: Uno Santa Fe)
Un tercer funcionario de la subsecretaría de Recursos Hídricos deja su cargo. En el mediodía de este viernes, Eduardo Gentile presentó la renuncia siguiendo los pasos de Luis Lombó para brindar apoyo al ex titular de la Secretaría.

Como efecto dominó, luego del desplazamiento del secretario, Roberto Porta, le siguió la renuncia "por solidaridad" de Lombó, subsecretario de Coordinación de la mencionada área, y finalmente la de Gentile, director de Obras Hidráulicas.

En diálogo con LT10, Gentile aseguró que su decisión es “por solidaridad con sus compañeros y por compartir criterios con ellos”.

En tanto, puso en evidencia la ausencia de obras necesarias para evitar inundaciones en la provincia y la falta de un plan director como pieza central para poder resolver los problemas hídricos en Santa Fe.

Además, Gentile adujo falta de lineamientos claros, como lo que sucedió con las aguas que proviene de Córdoba, una cuestión “que Porta había advertido pero que no se lo escuchó” .
“El ingeniero Porta siempre dijo de hacer el control de este ingreso de líquido desde la vecina provincia, pero desde el gobierno no se hizo”, disparó Gentile.

El conflicto comenzó a principios de semana, cuando por decisión del gobernador Lifschitz se le pidió a Porta la renuncia.
Fuente:AgenciaFe





MAR DE LAS PAMPAS

Una bota de caña corta

21/01/2017
Por Luciano Couso
En menos de un año una buena parte de Santa Fe volvió a inundarse, afectando campos y pueblos. Advertencias sobran, acciones no tanto. En 2016 sólo se gastó un tercio del fondo nacional para evitar inundaciones, cuyo remanente fue a la timba financiera. La provincia no recibió un sólo peso en obras, ni las pidió. Lifschitz esperaba la seca, y llegó la lluvia. Macri promete los mismos trabajos nueve meses después. Y un chiste cordobés.

Advertidas por especialistas, denunciadas por organizaciones ambientalistas, pronosticadas en ocasiones por los meteorólogos, las recurrentes inundaciones que sufre la provincia de Santa Fe permiten pensar que entre los diagnósticos y los proyectos para menguar sus efectos dañinos existen, valga la metáfora, un mar de distancia. Un mar, en este caso, de las pampas. Los desmontes y el monocultivo por un lado como posibles causas –aunque no únicas– de la limitada absorción de la tierra, y la carencia de obras hídricas capaces de asimilar las precipitaciones “extraordinarias” –cuya frecuencia en los últimos tiempos habilita a cambiarlas de categoría– conforman un combo explosivo aún sin detonación controlada. Las consecuencias se miden en millones de dólares de pérdidas en el sector productivo y en un infinito dolor en las miles de personas cuyas viviendas y pertenencias se humedecen junto a sus esperanzas de que no vuelva a ocurrir.
La política agropecuaria del Gobierno, orientada a través de la quita de retenciones a la reprimarización de la economía, no son alentadoras en cuanto a las necesidades de rotación de cultivos y manejo de bosques nativos. Los datos del Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica nacional, que en 2016 no realizó ninguna obra en la provincia de Santa Fe y ejecutó apenas un tercio de sus recursos según la información disponible, no permiten tampoco ser optimistas en cuanto a la realización de las obras necesarias.

Catastrófico

“Estamos ante una catástrofe ambiental”, calificó el presidente Mauricio Macri. Lo que manifestado de ese modo parece irremediable, sin embargo, tiene solución, dijo. Obras públicas de infraestructura que permitan evitar o reducir las consecuencias de los excesos hídricos. Con ese fin, el jefe de Estado anunció que se realizarán “proyectos hídricos inteligentes que transformen el agua en una oportunidad y no en una desgracia, como ha sido en esta ocasión”.
Los dichos del mandatario no son actuales, aunque podrían serlo. Fueron hechos en Rafaela, en abril del año pasado cuando el centro de la provincia emulaba a un enorme natatorio que, fundamentalmente, ahogó a las zonas rurales donde están situados los tambos de la cuenca lechera santafesina. Nueve meses después, al declarar la emergencia hídrica para la provincia por las inundaciones de fines de diciembre y principios de este año, Macri insistió en el carácter irrevocable del ensañado clima.
Esta semana sostuvo –al igual que en Rafaela hace casi un año– que los excesos hídricos obedecen al cambio climático que “nos está pasando factura”.
Pero eso, insistió, tiene solución. Hay que “invertir en infraestructura” para mitigar las consecuencias de las abusivas precipitaciones.
Macri enumeró las obras que realizó en la ciudad de Buenos Aires cuando fue su jefe de Gobierno, y añadió que tareas de este tipo deben emprenderse en esa provincia y en las de Santa Fe y Córdoba.
Porque, aclaró el presidente, los proyectos están realizados hace más de 10 ó 20 años. Y, ahora sí, “llegó el momento en que lo hagamos”. Parece que el tiempo no transcurriera en la Casa Rosada, a juzgar por aquellas y éstas declaraciones.
Los tambos de la zona de Rafaela, en el departamento Castellanos, volvieron a convertirse en lagunas de agua y barro en la última Navidad.

Subejecución y timba

02-03 Macri LifschitzRGB
En el año que transcurrió desde el anuncio de los “proyectos hídricos inteligentes que transformen el agua en una oportunidad y no en una desgracia”, la Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura (Ucofin) –que maneja el mencionado Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica– no ejecutó una sola obra en Santa Fe.
La planilla correspondiente a “Obras hídricas financiadas” muestra las tres últimas realizadas, en 2015. Cuarenta millones y un puchito de pesos para “Obras internas cuenca Laguna La Picasa MÓDULO II”; 38,6 millones de pesos destinados a “Obras Internas de la Cuenca La Picasa MÓDULO I: Canal Principal y Obras Complementarias”; y 7 millones 300 mil para “Obra de Protección contra Inundaciones en Cañada de Gómez” fueron las financiadas en el último año de gobierno de Cristina Fernández.
De acuerdo a las planillas de “ingresos” del Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica, en 2016 la cuenta recibió 3.258 millones de pesos, provenientes de impuestos que se pagan en la compra de combustible.
De esos recursos, el gobierno invirtió en obras hídricas el año pasado 1.110 millones, distribuidos en 607 millones correspondientes a “Monto abonado a provincias y municipios” y otros 502 millones al ítem “Obras” del Plan Federal de Control de Inundaciones.
Un dato llamativo que se desprende de las planillas –no sólo achacable al gobierno de Cambiemos, puesto que el Fondo existe desde 2002– es que los dineros depositados en la cuenta del Banco de la Nación Argentina y no invertidos en obras, rindieron intereses en colocaciones financieras.
Se trata de una modalidad habitual del Estado en sus tres niveles –nacional, provincial y municipal– que realiza colocación con fondos inmovilizados a los fines de obtener intereses y no perder capacidad de pago por efecto de la inflación.
De ese modo, el Fondo obtuvo “Intereses ganados” en 2016 por 161 millones de pesos aproximadamente. Aunque no se aclara si se trató de plazos fijos o de otro tipo de inversión financiera, el asunto repiquetea como una afrenta en los oídos de los inundados o de los productores cuyos establecimientos rurales sólo están aptos para el chapoteo.
Si bien Santa Fe no recibió recursos del Fondo para la realización de obras, según se desprende de las planillas oficiales publicadas en la web de la Ucofin, sí se realizaron inversiones del gobierno federal a través del Ministerio del Interior y Obras Públicas.
En agosto pasado, su titular Rogelio Frigerio firmó un convenio con el intendente radical de Santa Fe, José Corral, por 259 millones para “obras de infraestructura que eviten anegamientos en distintos barrios” de la capital provincial. En septiembre se anunciaron “obras por 200 millones de pesos para mitigar inundaciones en la cuenca del Carcarañá” y en enero de este año la financiación por 800 millones destinados a obras “que evitará inundaciones en importantes zonas productivas de Santa Fe y Córdoba”.

Cómo no avisan

Con más de 70 localidades del sur santafesino inundadas con distintos niveles de afectación, el gobernador Miguel Lifschitz no habló de “catástrofe ambiental” pero se mostró sorprendido por la intensidad de las lluvias, mientras aguardaba una seca.
“No teníamos anticipo de esto”, dijo esta semana. “Se venía hablando en los últimos meses de 2016 que este iba a ser un año de seca, preocupaba que iba a haber poca agua para la producción”, explicó sobre los cambios meteorológicos.
El ingeniero insistió en que “nos preparábamos para eso, que íbamos a entrar en el fenómeno de La Niña, pero fallaron esos pronósticos” y hubo que reemplazar, drásticamente, el regador por la bomba extractora.
Estupefacto aún por la metamorfosis, el gobernador anunció que convocará a “expertos no sólo de la provincia, sino del resto del país en temas climatológicos e hidráulicos, porque las condiciones del clima están cambiando y el régimen de lluvias también, por lo tanto necesitamos de manera urgente pensar cómo prevenir este tipo de fenómenos”.
Las inundaciones del departamento Castellanos de principios de 2016 ameritaban esa convocatoria, pospuesta por motivos que no son de dominio público.
También remolón, el ministro de Infraestructura santafesino, José Garibay, planteó en esta semana la necesidad de pensar “un nuevo plan director” en función de las copiosas precipitaciones caídas, cuya recurrencia comienza a desplazarlas de la categoría “extraordinaria”.
“Estas lluvias extraordinarias pasan a ser comunes y hay que incorporarlas (a un plan de obras), sostuvo el titular de Infraestructura.
Para Garibay, de todos modos, “es difícil pensar cuáles obras hubieran neutralizado lluvias tan extraordinarias”. Asimismo, añadió que es menester diseñar “un plan director nuevo que trabaje sobre nuevas variables”.
Tal vez despechado por el modo en que se enteró que tenía que dejar el cargo –a través de la prensa–, el hasta el martes pasado secretario de Asuntos Hídricos del ministerio, Roberto Porta, acusó a Garibay de permitir que la provincia de Córdoba realice tres canales que desaguan en Santa Fe.
En declaraciones a LT8 dijo: “Córdoba planteó la ejecución de tres canales a los cuales nos opusimos desde la Secretaría. Nos opusimos dentro del Comité Interjurisdiccional donde participan Córdoba, Santa Fe y también la Nación”.
Sin embargo, siguió, “el ministro Garibay aprobó esas obras en actas en las que nos opusimos a firmar, y le reiteramos muchas veces que deberíamos informar a la Secretaría que nosotros no habíamos aprobado esas obras, que no debían hacerse porque el impacto iba a ser muy importante en los campos de Santa Fe”.
“Si me hubieran escuchado, tal vez se hubiese disminuido el impacto de la catástrofe hídrica”, se ufanó en la misma entrevista.
Y arremetió contra la falta de recursos de la provincia para el área que él condujo. “Encontramos una Secretaría devastada, sin organización. En marzo de 2016, le pedimos a Garibay un refuerzo porque la estructura no estaba preparada para seguir trabajando en proyectos y obras”, aseguró Porta.
Como también aseguró que “no recibimos absolutamente ningún personal técnico de refuerzo ni equipamiento, que era la solicitud de marzo de 2016. Pedimos retroexcavadoras de brazo largo, de brazo normal, carretones, topadores, camionetas”.
Según su versión, esas demandas tampoco fueron satisfechas por lo que “ponemos nuestros autos particulares como para poder llegar a cada uno de los lugares”. Aclaración (casi) innecesaria: Porta se incorporó al gobierno de Lifschitz, que es continuidad de ochos años de gestiones de la misma coalición partidaria, el Frente Progresista.

Aquadance de declaraciones

Convalidando la línea del renunciado Porta, el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartúa, confirmó que Santa Fe aceptó las obras de canalizaciones que se realizaron en 2016 en Córdoba, cuyas aguas vertieron en el departamento Castellanos.
El comité Interjurisdiccional que integran el gobierno federal y ambas provincias conformó tres comités de cuencas con el objetivo, justamente, de evitar o al menos reducir posibles inundaciones.
“El Gobierno nacional creó en 2016 tres comités de cuenca que involucran directamente a Santa Fe como son el Comité del Carcarañá, de La Picasa y del Río Quinto para consensuar con las provincias soluciones integrales a las inundaciones en la región”, explicó en su momento Bereciartúa.
“Financiamos 200 millones de pesos durante el año pasado para mitigar los efectos del cambio climático en el territorio de la cuenca del Carcarañá y estamos trabajando en una agenda de proyectos en el orden de los mil millones de pesos”, resaltó el subsecretario.
Y agregó que “el Instituto Nacional del Agua se encuentra en la etapa II de la elaboración del plan director para la cuenca de La Picasa” a la vez que anunció que Nación “también licitará durante el primer trimestre los planes directores para el comité del Río Quinto y el del Carcarañá”.
Tras las inundaciones de diciembre y enero, el funcionario explicó que el avance de los trabajos en Córdoba fue consensuado con Santa Fe, que en ningún momento expuso su oposición al plan. Como denunció el dolido Porta.
Tal vez por esa razón, cuando algunos medios nacionales tomaron declaraciones del gobernador como una acusación a Córdoba por el agua acumulada en Santa Fe, Lifschitz aclaró a través de su cuenta de Twitter: “No culpé a Córdoba. Sólo dije que parte del agua que llega a Santa Fe proviene de Córdoba, lo cual es obvio”.
Pero no todo lo que brilla es obra. En Córdoba, esperan que el gobierno nacional pague los trabajos realizados que fueron financiados con recursos provinciales.
La Voz del Interior consultó a la secretaría de Recursos Hídricos de la provincia sobre los proyectos” y la respuesta del titular del área, Edgar Castelló, fue que la mayor parte de ellos fueron acordados con la Nación en septiembre y están en ejecución, con un grado de avance que va del 90 al 100 por ciento. Hasta ahora, se financiaron con recursos provinciales que luego serían devueltos; si bien Castelló evitó entrar en polémicas, confirmó: «El dinero todavía no llegó, pero confiamos en que se efectivizará en los próximos días»”.
Fuente: El Eslabón.
Fuente:RedaccionRosario

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