5 de abril de 2017

DIFUSIÓN.

 
La provocación como mensaje
El Partido Si criticó la  foto publicada, el Día de la Memoria, por la Alianza Cambiemos con leyendas que refieren a la teoría de los dos demonios.
El pasado 24 de marzo, diputados y funcionarios de la coalición Cambiemos posaron con carteles en los que se leían leyendas como “Los derechos son de todos”, “Nunca más a la interrupción del orden democrático” y “Nunca más a los negocios con los derechos humanos”.
Se podría decir que estas imágenes son una expresión más, entre las tantas vertidas desde que asumió el gobierno nacional, que contradice lo ya demostrado por la justicia, la historia y los testimonios de los sobrevivientes del terrorismo de Estado. El propio presidente de la Nación ha sostenido en sus declaraciones esta misma perspectiva negacionista, que apuesta al olvido y a la impunidad, bajo la consigna de la “reconciliación nacional”.
Sin embargo, en este caso, como miembros del Frente Progresista, consideramos que no podemos dejar pasar esta nueva afrenta al movimiento de derechos humanos y a la verdad histórica sobre el pasado reciente.
La frase “los derechos humanos son de todos” vuelve sobre una teoría mentirosa, como la llamada de los dos demonios, que intenta poner en un mismo plano la violencia desencadenada durante la última dictadura cívico-militar, y su plan sistemático de desaparición forzada de personas, que incluyó torturas, vejámenes, violaciones, robo de bebés, entre otros delitos, con la desplegada por los grupos armados durante el proceso dictatorial.
También indigna que se intente atacar o ensuciar al movimiento de derechos humanos y sus referentes, como así también menospreciar o banalizar la lucha sostenida durante décadas por Memoria, Verdad y Justicia sugiriendo que se trató de un negocio, cuando es claro que el verdadero “negocio” es el que hicieron las grandes corporaciones durante la dictadura con el plan económico de Martínez de Hoz, que se continúa hoy con el modelo neoliberal que está implementando el Ejecutivo.
No deja de llamar la atención que se hayan referido al Golpe de Estado de 1976, que dio comienzo a la  etapa más oscura y sangrienta que haya vivido la Argentina, como “interrupción del orden democrático”, como si sólo si hubiera tratado de una suspensión momentánea de la democracia sin rasgos distintivos, lo que evita poner el eje en la violación sistemática de los derechos humanos que fue perpetrada por las diferentes fuerzas del Estado.
Por último, resulta perverso escuchar que los distintos voceros de Cambiemos sostengan, por un lado, que se busca la conciliación y el acuerdo con los distintos sectores de la sociedad mientras que, por el otro, realizan este tipo de actos que tienen como fin la provocación y la irritación del pueblo argentino que ha demostrado, con cada marcha, que el único camino posible es la cárcel común para los genocidas de los 30.000 desparecidos.

Gustavo Gamboa - Secretario General
Partido Solidaridad e Igualdad
0341 - 155 025329 
 

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