Denuncian que en Campo Los Andes enterraron a desaparecidos
Son 10 mil hectáreas en Campo Los Andes, cuya venta frenó la Justicia Federal. El hombre asegura que lo hicieron pasar por muerto
Jesús Villegas recuerda cuando era chofer -a principios de los '80- y sus jefes militares le pidieron que los llevara hasta lo que es hoy el Haras General Las Heras, donde se cría la mula argentina dentro de La Remonta, en el regimiento de Campo Los Andes.
“Yo me bajé a fumar un pucho y estirar las piernas. Después de caminar un poco, vi en una celda -creo que hoy allí funciona el laboratorio de Veterinaria- a un detenido atado, sentado en el piso y encapuchado”, relata el hombre, quien asegura que se comentaba entre la milicia que “este era un centro de detención y enterratorio”.
La investigación judicial que busca cuerpos de desaparecidos en estos terrenos del Ejército en Valle de Uco se inició hace unos tres meses, por el testimonio de un poblador que lleva décadas en el lugar.
Pero ayer este ex militar sumó nuevos datos a la causa al asegurar que vio cómo mantenían detenidas a las víctimas e incluso dijo tener pruebas de las leyendas que escribieron en las paredes de sus celdas. También reactivó una vieja denuncia que radicó en el '84 en San Rafael, sobre el entierro de restos humanos en el puesto Alvarado, camino a la Laguna del Diamante, en San Carlos.
Estas fueron algunas de las denuncias que Villegas realizó en la mañana de ayer en la Secretaría de Derechos Humanos de los Tribunales Federales. Allí, el fiscal general Dante Vega investiga si en el establecimiento militar (unas 10 mil hectáreas) funcionó un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar y si aún quedan restos de desaparecidos.
El testimonio de Villegas se suma al de otras víctimas que antes ya han señalado este punto del Valle de Uco como centro de detención y enterratorio.
Siguiendo distintas pistas aportadas, semanas atrás la Justicia Federal realizó excavaciones en la zona, pero no halló nada.
Según Marcelo Romano, el abogado que acompañó al denunciante, la Justicia está enfocada en la posibilidad de dar con los cuerpos de los desaparecidos.
Hasta ahora, la investigación judicial se había mantenido en el hermetismo para no afectar el proceso y porque los denunciantes temen represalias o para evitar que las pruebas puedan ser alteradas o eliminadas. A Campo Los Andes sólo tienen acceso los habitantes históricos del lugar, los militares y las personas que éstos autoricen ingresar.
Dado por muerto
Ayer Villegas no hizo más que ratificar lo que había declarado en el 2013. El hombre, que es originario del Valle de Uco, se desempeñó como cabo en la Compañía de Ingenieros de Montaña 8, en Campo Los Andes, desde 1980 hasta el '84.
Sabía de mecánica y por eso también hacía las veces de chofer. Fue así que recorrió distintas bases militares del Valle de Uco. Un compañero le había contado que allí enterraban cuerpos. Un día, mientras cumplía funciones de guardia y llevado por la curiosidad, comenzó a excavar y dice haber dado con restos humanos.
"Cuando se enteraron, me echaron como a un perro. Fue cuando decidí denunciar el hecho en un juzgado de San Rafael. Era el año '84 y ya estábamos en democracia”, cuenta el ex militar. Pese a ello, una mañana fue secuestrado por militares en la estancia Tierras Blancas de San Carlos, donde vivía con su padre.
“Estuve secuestrado por 92 horas en la sede del Comando del Ejército, en la calle 9 de Julio. Querían que me dejara de averiguar”, cuenta. Según Villegas, debió ser un amigo quien lo salvó, quizá cuando libró su certificado de defunción.
Sucede que, treinta años después, cuando asiste nuevamente a la Justicia para reimpulsar su denuncia sobre lo que ocurría en Alvarado y La Remonta, Villegas descubre que había sido dado por muerto. El hombre tiene un documento del Ejército que lo cataloga como 'extinto', con todos sus datos personales, aunque allí aparece como sargento ayudante y él era cabo.
En 2013, su denuncia volvió a cajonearse. Ahora, que el lugar tomó relevancia por el decreto presidencial 225/17, que habilita la venta de estas tierras públicas, y con el testimonio de pobladores que lo señalan como centro clandestino de detención, Villegas creyó oportuno volver a reactivar su expediente.
Fuente:LosAndes
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