19 de julio de 2017

CÓRDOBA - DIFUSIÓN.

Quiero contarles que hoy es un día triste, me acaban de avisar que a
las 15 hs falleció Fidel Castro, un cumpa militante, ex preso
político. Busqué en el libro Eslabones y aquí está su relato, una
forma de homenajearlo es recordarlo con su testimonio aquí, también en
el juicio de la Megacausa en Córdoba. No quería velorio.

            Militancia en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre

Yo he militado desde muy joven en las filas del Partido Comunista,
nunca tuve la suerte de pasar por la Juventud Comunista (FEDE). Desde
muy joven comencé la militancia. Después del Cordobazo, me salvo de la
colimba y en ese mismo año me detienen. Estuve en informaciones luego
me llevan a la cárcel de Devoto. Allí permanezco un año. En esa
oportunidad, me juzga la Cámara del Terror, que era un organismo
inventado por la dictadura de Onganía, Lanusse, creada para juzgar los
delitos subversivos.
No tenía esta cámara un espacio físico, deambulaba por todo el país.
Estaba constituida por algunos jueces de la misma calaña que los
militares golpistas.
En aquella oportunidad, nos juzgaron en Buenos Aires a la vuelta del
Teatro Colón. Habían montado una sala como la que se ven en las
películas yanquis, eran juicios públicos y me absolvieron. Salgo en
libertad, regreso a Córdoba para reintegrarme a la lucha barrial y
fabril.
Se produce el golpe de Estado del 76 y paso a la clandestinidad, sigo
la militancia. En junio del 78 detienen y hacen desaparecer a un medio
hermano mío, entonces vino mi padre a verme y me aboco a su búsqueda.
El partido me da la oportunidad para que yo pase a militar en lo que
era la Liga Argentina por los Derechos del Hombre que se sostenía a
duras penas. Trabajo con un grupo de compañeros muy valiosos en
Córdoba, la función era tratar de colaborar con la organización de los
familiares de los Presos Políticos y con los Familiares de los
Desaparecidos. Una de las tareas era conseguir dinero para las
familias de esos compañeros y también para hacerles llegar a los
presos políticos una ayuda. Este dinero se conseguía del aporte de
gente de nuestro pueblo. Los gastos eran muchos. Realizábamos
denuncias en el episcopado, consulados. Había que actuar con rapidez,
hacerlo manifiesto, cuando detenían a algún compañero. Otro de los
objetivos que teníamos era de promocionar el Instituto de Hábeas
Corpus con algunos compañeros del interior. Viajé mucho al interior de
la provincia por este tema, hacía base principalmente en Villa María,
recuerdo que llegaba a las 8 de la mañana y regresaba a las 24 horas,
esto lo hacía todos los días, hasta que un buen día, el 21 de
septiembre del 78 llega a mi casa a la 5 de la mañana el grupo de
tareas, un grupo de civiles, había mujeres y hombres, me encapuchan y
me llevan al centro clandestino de detención La Perla.
Detuvieron a un grupo grande, como de 30 personas entre compañeros que
estábamos militando en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y
de Familiares. No cae toda la gente de la Liga. Creo que nosotros
tuvimos suerte porque Luis Reinaudi era periodista y la Asociación
Internacional de Prensa se pronunció enseguida por la libertad de este
compañero y de los otros detenidos. También el Colegio de Abogados de
Córdoba respondió rápido y pidieron por los compañeros abogados
detenidos y por todos nosotros.
Recuerdo nuestros lugares de reunión: uno era una oficina de un
compañero del Partido Intransigente en la Avenida Olmos, otros eran
las oficinas de los abogados de la Liga como Luis Yankilevich y Luis
Reinaudi. La Liga se mantenía en una semiclandestinidad, porque en
muchas ocasiones teníamos que poner la cara, lo hacíamos como familiar
o amigo de los que eran detenidos y/o desaparecidos. Los abogados nos
enseñaban a hacer los Hábeas Corpus Tipo. A mí me tocó realizarlos en
Bell Ville por unos compañeros que habían caído en Marco Juárez, Bell
Ville y Villa María. Me tuve que enfrentar a uno de los peores
esbirros de la dictadura, era un juez de Bell Ville, quien iba a tomar
declaraciones a los compañeros cuando eran torturados, al lado de la
picana. Tenía un crucifijo en su asiento de Juez que era más grande
que él, era de baja estatura. Después los van llevando a La Perla.
De los 30 que éramos iban liberando a algunos y quedamos ocho
compañeros en La Perla. Los que quedamos fueron Luis Reinaudi, Luis
Yankilevich, que eran los abogados de la Liga, José Lariza (activista
de la Liga), Sajario Feldman que era de la Liga y también familiar, la
familia de su esposa, los Colman estaban desaparecidos. También quedó
detenida Virginia Roa de Bollosqui, Peremulter, compañero del PC quien
estaba ligado a los estudios jurídicos de Buenos Aires y del interior
del país, pertenecía a la Liga, designado a todo lo judicial,
trabajaba con todos los abogados del país, era un cuadro político muy
importante y en el momento de su detención llevaba un portafolio lleno
de papeles, eran las causas. Lo torturan muchísimo, estábamos tirados
uno al lado del otro, en colchonetas de paja, con los ojos vendados,
era tal la tortura que había recibido que comenzó a delirar, tenía
mucha fiebre y hablaba, los guardias pensaron que hablaba conmigo por
lo que me comenzaron a pegar, incluso había una detenida que actuaba
de doctora y me atendió por una fisura en el pecho, se me había
hinchado por los golpes que recibí con la culata de una ametralladora
en el momento de mi detención. La compañera Virginia, era una señora
mayor como de 60 años, también fue muy torturada. Recuerdo que a la
noche cuando se iban los civiles, los gendarmes que nos cuidaban nos
permitían bajar las vendas, nos soltábamos las manos. Como yo estaba
cerca de la puerta me pusieron a servir la comida al resto de los
compañeros. Como Virginia estaba mal yo le daba la comida en la boca,
veía a los gendarmes, se ponía muy nerviosa y no quería comer más.
También trajeron a otro compañero que acababa de salir en libertad con
sus dos hijos. Lo volvieron a detener, era un abogado de Bell Ville,
Luis Bondone, lo trajeron por su vinculación con la Liga, por su
solidaridad con los presos políticos, era del PC, lo trasladan a la
cárcel y de allí recupera la libertad.
Recuerdo que me realizan un juicio, en La Perla, y me condenan a
muerte, diciéndome que al otro día me fusilan y me empiezan a gatillar
en falso en la cabeza. Recuerdo que me acerco a mi compañero Sajario
Feldman y le comento que me iban a fusilar. Sajario me dice: quédate
tranquilo que mañana el partido lo sale a denunciar. Me tranquilizó,
creo que ese fue su objetivo.
Se llevan a todos los compañeros. Y me dejan con Larissa, con tabiques
de por medio. Pensé que cumplirían con el juicio, que me fusilarían,
pero nos tuvieron un día más y nos llevan a la cárcel de barrio San
Martín, allí me encontré con varios compañeros, con mi medio hermano
que había estado detenido en La Perla Chica y al mes y medio me llevan
trasladado a la cárcel de La Plata.
En la cárcel UP 1 estaba en el pabellón 9, era el único que quedaba
con presos políticos, había otro pabellón en el que estaba detenido
Lumello, secretario general del gremio de gaseosas y Bondone. Lumello
es trasladado con nosotros, en el traslado sufrió muchísimo, padecía
de Mal de Parkinson. Fue un traslado muy feo, hubo compañeros que
sufrieron convulsiones.
He participado del reconocimiento del CCD La Perla, testimonié toda
vez que fue necesario y lo seguiré haciendo para contribuir a la
Memoria, a la Verdad y la Justicia.
Fidel Castro

Esta foto que adjunto es del día que salía de la sala de audiencia y
acababa de realizar su testimonio en la Megacausa La Perla. Sara

Envío:Sara Waitman

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