31 de julio de 2017

DOS COMISARIOS y UN MARINO IRÁN A JUICIO POR EL SECUESTRO y DESAPARICIÓN DE ÁNGEL BEL.

Dos comisarios y un marino irán a juicio por el secuestro y desaparición de Ángel Bel 
Tito Nichols, Delfín Rodríguez Watson y Hernán Hermelo están acusados por el hecho ocurrido en Trelew en 1976. 
 26/07/2017 

Fuente:LaJornada
Por Rolando Tobarez   /   Twitter:@rtobarez


El Juzgado Federal de Rawson cerró la investigación y elevó a juicio oral y público la causa por el secuestro y la desaparición de Elvio Ángel Bel, ocurrido el 5 de noviembre de 1976. A pedido del fiscal Fernando Gélvez, el juez Hugo Sastre envió el expediente al Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia para que ponga fecha a las audiencias. El delito se considera de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptible. Según la elevación, el secuestro ocurrió en el marco del plan sistemático de persecución, tortura y aniquilamiento de personas con ideas políticas contrarias al régimen represor.

Delfín Heriberto Rodríguez Watson, de 78 años; Tito Nichols, de 74 años, y Hernán Álvaro Hermelo, de 80 años, están acusados de privación ilegal de la libertad doblemente agravada por ser cometida con amenazas y haber durado más de un mes, además de haber sido cometida como funcionarios públicos.

A la fecha del operativo, Watson era jefe de la Comisaría 1ª de Trelew. Lo acusan de partícipe necesario del secuestro. Nichols era titular del Departamento de Informaciones Policiales. En democracia se recicló como concejal del Partido Justicialista y presidente de la Cooperativa Eléctrica. Le imputan autoría mediata. El entrerriano Hermelo es un marino retirado. Era segundo comandante del Batallón de Infantería de Marina 4 de la Base Almirante Zar. Comparte imputación con Nichols.

Hasta donde se pudo reconstruir, el maestro fue secuestrado entre las 20.30 y las 21 de ese 5 noviembre. Bel era militante del Partido Comunista. Estaba con su hijo Pablo Manuel, de 8 meses, en su zapatería “Centro 25”, 25 de Mayo 111 de Trelew.
Fue reducido en el interior del local. Lo sacaron con su hijo del negocio y los metieron en un vehículo que aguardaba. Participaron probablemente seis personas, quizás con el apoyo de otro auto.

Fueron conducidos hasta la planta pasteurizadora C.O.T.A.B.I.L., entonces situada sobre ruta 25, entre la actual rotonda “5 de Octubre” y el puente sobre el río Chubut, frente a “Lanera Austral”.

Bel bajó con tres de sus secuestradores. Tras golpear la puerta de la vivienda los atendió Juan Raúl Jungblut, empleado de la planta, a quien le apuntaron con una pistola 9 mm. y una ametralladora PAM.

Bel le entregó su bebé. En su piernita tenía sujeto con un elástico una hoja pequeña de libreta. En manuscrito y con lápiz negro decía: “Me llamo Bel, vivo en Monoblock 4 dto. F) –Pellegrini Norte y Costa Rica -Trelew- mi mamá me espera llevame con ella”.

Los secuestradores le ordenaron a Jungblut que esperara una hora y que luego lleve al bebé a ese domicilio. Bel y sus secuestradores se fueron en el coche. Se sospecha que fue trasladado a la Base Almirante Zar. Nunca más se supo de él. El bebé fue entregado por Jungblut y Eduardo Pilar Figueroa a Nélida Bottino de Parisi, vecina de los Bel, a las 21.50. Sólo le faltaba una campera blanca de lana.

Mientras esto ocurría, la Comisaría 1ª quedó cerrada. Este dato lo comprobó Hilda Fredes, esposa de Bel. Fue a “Centro 25” a reencontrase con su marido e hijo. Halló todo cerrado y luces apagadas. Tampoco estaban en su hogar. Fue a la casa de su cuñado Carlos María Bel. Se dirigieron a la Comisaría Segunda y luego a la Primera para radicar la denuncia.

Luego de varias llamadas los dejaron pasar a una salita donde esperaron dos horas. Un agente insinuó que quizás su marido se había ido. El comisario no apareció en toda la noche. Pudo avisar del secuestro recién la mañana del día siguiente.

Mientras Fredes recorría comisarías la siguió un Renault 12 blanco con tres personas. “Todas estas circunstancias indican que la zona de Trelew habría sido liberada dado que los partícipes integraban las fuerzas de seguridad y armadas que tenían jurisdicción sobre la ciudad: Policía Provincial, Ejército Argentino y Armada Argentina”, dice la acusación del fiscal Gélvez. “Existió un conocimiento previo y aquiescencia de las máximas autoridades que gobernaban de facto, y respecto de que la noche del 5 de noviembre de 1976 se iban a llevar a cabo distintos secuestros de ciudadanos en Trelew; prueba de ello es que la Comisaría 1ª permaneció cerrada y que las privación ilegítima de la libertad de Bel no tuvo dificultad por parte de los captores en cuanto a la posible presencia policial. Fue secuestrado en pleno centro en horas de la noche, en el local comercial que poseía y estando aún abiertos varios comercios”.

En un ataúd

Según la elevación a juicio, hay datos para sostener que tras su secuestro, Bel pudo ser trasladado a la Base Zar. El testigo Ubaldo Eduardo Macedo relató que Juan Alberto “Tucho” Gallardo le contó que cuando era oficial de Marina de Guerra en la Base Zar “vio el cuerpo sin vida de Ángel Bel en un ataúd”. Hay una versión parecida de otro testigo, Enrique Dames: “Relató que Laura Mayo (esposa del comisario Sosa) le dijo que pierdan las esperanzas de encontrar a Bel con vida porque había sido asesinado y enterrado en la Base, que su marido no había participado pero lo sabía”.
Fuente:LaJornada - Envío:AgnDDHH

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