27 de julio de 2017

MENDOZA: CUATRO EX JUECES FEDERALES FUERON SENTENCIADOS A PRISIÓN PERPETUA POR SER PARTÍCIPES DEL TERRORISMO DE ESTADO.

MENDOZA - MEGAJUICIO DE LESA HUMANIDAD 
jueves 27 de Julio de 2017 
Los jueces de la dictadura por ahora no van a la cárcel 
Fueron condenados a perpetua, pero algunos están demasiado enfermos. El detalle de las atrocidades que cometió cada uno 
por Daniel Calivares 



Los ex jueces federales Otilio Romano, Luis Miret, Rolando Carrizo y Guillermo Max Petra Recabarren recibieron este miércoles una condena a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, pero por ahora, ninguno irá a la cárcel y es muy posible que tres de ellos nunca lleguen a una.
Según la sentencia del Tribunal Oral Federal, se deberá convocar a los miembros del Cuerpo Médico Forense para que realice estudios sobre cada de los acusados y así por determinar su futuro. La duda es cuánto tiempo pasará para que esto ocurra y si los cuatro ex magistrados están en condiciones de salud.
Según explicaron desde la Justicia Federal, el tribunal tiene 40 días para la lectura del fallo, en donde se justificada sentencia. Luego, si algunas de las partes intervinientes no están conformes, pueden recurrir el fallo a Casación. Recién cuando este tome o esté por tomar la decisión, se convocará a los peritos médicos.
No obstante, el abogado defensor Juan Horacio Day, que representa Petra Recabarren y a Miret ya adelantó que recurrirá a Casación tras la lectura de los fundamentos de la sentencia para intentar revertir el fallo.
Eso en el terreno judicial, pero la situación personal de cada juez anticipa que muy posiblemente dos o tres de ellos no vayan a prisión por razones de salud por más que el fallo sea confirmado.
Los jueces
Rolando Evaristo Carrizo fue condenado a prisión perpetua por ser partícipe primario de los delitos de privación abusiva de la libertad en once hechos, por un homicidio, una violación de domicilio, incumplimiento del deber de persecución y represión de delincuentes y asociación ilícita.
Pero la situación de Carrizo, a nivel salud, no es óptima, según señalaron en los tribunales. El ex juez se maneja con andador, por lo que es muy difícil que los peritos den el visto bueno para que cumpla su pena en la cárcel.
El caso de Guillermo Max Petra Recabarren tiene que ver con sus antecedentes y lo que quedaron tras ellos.
Según explicaron, el ex juez sufrió hace tiempo un Accidente Cerebro Vascular (ACV), que le ha dejado algunas secuelas. Si bien, estuvo presente en varias jornadas del juicio, e incluso fue el único presente en la lectura de la sentencia, su destino puede llegar a no ser la cárcel.
Luis Miret fue uno de los magistrados más polémicos y quien más le hizo frente a su destitución. Recibió perpetua por partícipe primario en catorce privaciones abusivas de la libertad, tres casos de tormentos y siete homicidios.
El ex juez actualmente se encuentra enfermo y su estado de salud impediría que sea factible su llegada a prisión.
Otilio Irineo Roque Romano siguió la audiencia de lectura de sentencia desde Campo de Mayo. En su haber cuenta el haberse fugado a Chile antes del juicio. Una vez detenido fue a parar a San Felipe hasta hace un año, cuando recibió el beneficio de prisión domiciliaria.
Romano sufre de una enfermedad llamada policitemia vera por lo que está sometiéndose a un tratamiento oncológico. No obstante, su regreso a la cárcel es posible.
Romano fue condenado por partícipe primario en 33 homicidios, 95 privaciones abusivas de la libertad, once de ellas agravadas por la duración, 38 casos de tormentos, allanamientos ilegal y el omitir investigar.
Fuente:DiarioUnoMdza.






27 de julio de 2017
Cuatro ex jueces federales fueron sentenciados a prisión perpetua por ser partícipes del terrorismo de Estado 
El día que la Justicia recibió la condena 
En el juicio fueron condenados otros 21 acusados. El tribunal consideró que los funcionarios judiciales fueron un eslabón para garantizar la actividad de los represores de la dictadura. Y que no fueron culpables por “omisión”, sino por una práctica concreta.
Por Alejandra Dandan
Una multitud esperó el resultado del megajuicio mendocino en la puerta de los tribunales. 
“Mendoza dejó demostrado claramente que la represión no funcionó sin la participación necesaria de los jueces, no pudo funcionar sin ellos y esto no puede dejar de verse en todo el país”, fue lo primero que pudo decir Ernesto Espeche. Recién terminaba de escucharse la sentencia del, ahora más que nunca, histórico Juicio a los Jueces. Sobrevivientes, familiares y organizaciones de derechos humanos, sociales, gremiales y políticas se congregaron a escuchar la lectura en la explanada de los Tribunales Federales. Los jueces Alejandro Waldo Piña, Juan Antonio González Macías y Raúl Alberto Fourcade condenaron a 25 de los 28 acusados del juicio, 12 de ellos a prisión perpetua, entre ellos a los ex jueces federales Rolando Evaristo Carrizo, Guillermo Max Petra Recabarren, Otilio Romano y Luis Miret, simbólicos por la enorme influencia que mantuvieron en el fuero local hasta hace muy poco tiempo. Al finalizar la lectura, la secretaria del TOF leyó uno a uno los nombres de cada una de las 110 víctimas del juicio, lo que también significó para los presentes un acto de reparación. Entre ellas, Ernesto escuchó el nombre de su madre, Marcela Vega, una médica, militante del PRT con trabajo en los barrios populares cuya historia accedió por primera vez a una instancia de justicia.
La sentencia de Mendoza marca un antes y un después en la larga historia de avances y retrocesos de los juicios por crímenes de lesa humanidad en Argentina. Los jueces inscribieron cada condenas en la figura de los crímenes de lesa humanidad y, en diálogo con otras jurisdicciones, también lo hicieron en el contexto del “delito internacional del genocidio”. Hubo tres absoluciones, siete penas de entre 15 y 20 años de prisión y doce perpetuas. También hubo cinco condenas que incluyeron la figura de los delitos sexuales. 
Todos los jueces fueron condenados como partícipes necesarios. A Romano lo condenaron por 84 casos de secuestros, 38 tormentos y 33 homicidios. Y Miret por 9 hechos de secuestros, 3 tormentos y 7 homicidios. 
De esos números se desprende un dato clave de este juicio: un cambio de criterio para entender el funcionamiento de la justicia en dictadura. Los cuatro jueces llegaron a juicio acusados por omisión de investigar y de denunciar hechos que conocían por sus roles, pero fueron condenados por participación primaria en los crímenes. Esto sucedió porque durante los más de tres años de juicio, fiscales y querellas buscaron demostrar que lo que hasta entonces se veía como una “no acción” o una omisión de investigar crímenes o denuncias, en realidad fue una acción activa que garantizó la impunidad. Otro dato del juicio es que los jueces no fueron condenados por un caso o una serie de casos, sino por la intervención en un período de tiempo: es decir, un tipo de práctica. 
“Esta es la culminación de un trabajo enorme en el que el tribunal compartió todos nuestros argumentos”, dice a PáginaI12 el fiscal federal Dante Vega, con la respiración todavía agitada, segundos después de la sentencia. “Este es un juicio que tiene sentados a representantes de todo el arco terrorista estatal, inclusive civiles que formaron parte del aparato de la dictadura: y eso es el aparato judicial. El tribunal dijo que también los jueces son responsables, y merecen la máxima pena por partícipes primarios. Que el aporte que brindaron es tan importante que sin ese aporte el terrorismo de Estado no hubiese sido posible. Se pasó de la concepción errada de la omisión, de mirar para otro lado, a la participación activa. Y se puede participar activamente de distintas formas. No solo haciendo. Sino dejando de hacer cuando tenés la obligación de intervenir: las víctimas del terrorismo de Estado, el último lugar que tenían para acudir era la justicia y la justicia era partícipe del terrorismo de Estado, entonces no tenían dónde acudir. Y eso fue la máxima expresión del terror Estatal: no tener dónde acudir en busca de Justicia”. 
Pablo Salinas, querellante por el MEDH y batallador incansable de estas causas, dice que fue un día luminoso de Justicia. “Todavía no puedo con la emoción”, explicó. “Creo que el tribunal estuvo a la altura del momento histórico. Y la perpetua marca que tomaron la tesis a la parte acusadora. Pero esto representa sobre todo un mensaje enorme de Justicia y esperanza para todo el movimiento de derechos humanos del país que tiene que seguir luchando para poder seguir avanzando con las complicidades civiles”. 
Salinas miró en ese momento a Carlos Rozanski, que peleó por el ingreso de la definición del genocidio en las sentencias. Angela Urondo. Nino Bonoldi. Y también a su compañera, Viviana Beigel, también abogada del juicio en representación de la Liga. “Estamos emocionados, felices por la sentencia -dijo ella–: las víctimas sienten reparación por un fallo en el que la justicia federal fue condenada a prisión perpetua”.  
En la sala estuvo Jorge Auat, coordinador de la Procuraduría de crímenes de Lesa Humanidad del Ministerio Público Fiscal. Hubo funcionarios de la secretaria de derechos humanos de Nación. Estuvo el nieto recuperado Horacio Pietragalla, ahora candidato a diputado por Unidad Ciudadana. Y también la plana mayor del gobierno de Mendoza encabezada por la vicegobernadora Laura Montero y los ministros de Desarrollo Social y de Gobierno, Claudia Najul y Dalmiro Garay. Y estuvo el rector de la UNCuyo, Daniel Pizzi. 
“Está toda la explanada cubierta, acá hay muchísima gente esperando la sentencia”, decía temprano Espeche. “Gente de a pié, más organizaciones, gente en todos lados, esto desbordó todas las expectativas”. María Domínguez, referente de Madres de Plaza de Mayo, más temprano se sentó ante el micrófono de una radio comunitaria, FM La Mosquitera, único punto de trasmisión hacia la zona. “Este es un día histórico -comentó–. Muy ansiado para Mendoza especialmente aunque son muy pocos los que van a recibir la sentencia porque llevamos muchos años esperando y son muchos a los que todavía hay que condenar”. Por ahí estaba su nieta, Claudia Domínguez, identificada en octubre de 2015, que se acercó a las audiencias como un modo de conocer su propia historia. 
“Es un fallo histórico no sólo porque se juzga a los jueces cómplices de la dictadura o porque es contundente, sino porque en el contexto de hoy existía una gran incertidumbre acerca de lo que iba a pasar”, dijo Pietragalla. “Esto abre una esperanza: nos dice que dentro de la Justicia hay funcionarios y jueces que tienen una coherencia con sus acciones y pensamientos. Hoy quedó demostrado para los negacionistas que hubo una dictadura que fue cívico militar. Y nos da coraje para seguir.”
Fuente:Pagina12


Miércoles, 26 de julio de 2017 
Más de mil personas celebraron en la calle la sentencia del "juicio a los jueces"
“El juicio terminó, la lucha sigue. Ni un paso atrás”, se escuchó en la puerta de Tribunales tras escucharse la histórica condena.



Fotos:Gustavo Rogé
Rodrigo Cuello - rcuello@losandes.com.ar 
“Si nos hubiésemos quedado a llorar como nos decían los milicos hoy no estaríamos acá, celebrando que se hizo justicia”, gritó emocionada ante más de 1.500 personas María Domínguez, titular de Madres de Plaza de Mayo Mendoza, cuando el sol mendocino ya se había ocultado. Organizaciones de Derechos Humanos, partidos políticos y sindicatos no quisieron estar ausentes en un día histórico en la provincia y colmaron la calle España, justo en la puerta de Tribunales Federales, artería que por más de tres horas estuvo cortada. Es que hoy, miércoles 26 de julio, se conocieron las sentencias de los 28 imputados en el IV juicio por delitos de lesa humanidad en Mendoza. La denominada 'megacuasa' sentó un precedente en la lucha por los Derechos Humanos: los cuatro ex jueces acusados, Otilio Roque Romano, Guillermo Max Petra Recabarren, Luis Francisco Miret y Rolando Evaristo Carrizo, fueron sentenciados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. 

Por primera vez, el aparato judicial que funcionó en la dictadura militar fue condenado. Además, otros 8 de los acusados recibieron la misma pena que los magistrados, perpetua, 11 entre 20 y 6 años, 2 prisión en suspenso y 3 fueron absueltos.


Una pantalla gigante se instaló en la fachada de Tribunales. Se sabía que la concurrencia iba a ser masiva. Cuando el reloj marcó las 17, unas 300 personas aguardaban en las veredas, media hora más tarde el número ya había superado los 1.000 y personal de Prenventores de Ciudad se vio obligado a cortar el tránsito. 


Los pañuelos blancos en las cabezas de María y sus compañeras de lucha inmediatamente sobresalieron entre la multitud y espontáneamente el cántico “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza” las acompañó hasta que se ubicaron arriba de las escalinatas del ingreso a Tribunales.


"Adentro hay gente que no nos gusta por eso nos quedamos con ustedes”, confesó la titular de Madres. FacebookTwitter 


Música en vivo amenizó las espera y el clima era distendido hasta las 18, cuando todos dirigieron su atención a la pantalla gigante. En segundos se sabría que décadas de lucha tendrían su resultado en la Justicia. "Sólo queda esperar. Con ansiedad pero con alegría", reconoció María.


La segunda condena a prisión perpetua de Alcides París Francisca (recibió esa misma pena en un juicio anterior), máxima autoridad de la Policía de Mendoza durante la dictadura, fue la primera que se escuchó y la gente estalló. Lágrimas, sonrisas y abrazos interminables invadieron la calle. 


Tras anunciar una a una las sentencias a los 28 imputados llegaron al final las perpetuas a los ex jueces. Los ojos llenos de lágrimas con la mirada perdida de familiares de las víctimas, como haciendo una retrospectiva de años difíciles, resumieron el último día de un proceso histórico que condenó a los represores que actuaron en Mendoza. 


Este juicio comenzó el 17 de febrero de 2014 y se escucharon 204 testimonios, para comprobar el perjuicio de más de 200 víctimas. Tras cantar el himno los presentes resumieron: “El juicio terminó, la lucha sigue.

 Ni un paso atrás”.
Fuente:LosAndes

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