2 de julio de 2017

SE PROFUNDIZA LA BRECHA DE LA DESIGUALDAD.

Se profundiza la brecha de la desigualdad 
Por Pablo Galand
Subocupación en 10%. De acuerdo con un informe de CIFRA, en el año y medio de Cambiemos se agrandó la diferencia entre los trabajadores que ganan más y los que ganan menos. A su vez, cayó 3 puntos la participación del salario en el PBI. 
Trabajo. Jorge Triaca, el ministro del área, no acierta con las políticas para promover el empleo. La economía no lo ayuda.

El año y medio de gobierno de Cambiemos no trajo hasta el momento buenas noticias para los trabajadores. El modelo económico instaurado por el presidente Mauricio Macri no toma el salario como un elemento que dinamice la economía y por lo tanto esto genera una caída de los ingresos y a su vez pone en marcha un proceso regresivo en lo que tiene que ver con la distribución del ingreso. Estas son algunas de las conclusiones a las que llega un informe elaborado por  el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), que depende de la CTA.

La primera variable que analiza el informe es la de la desocupación y advierte que, según los datos del Indec, en 2016 pasó de 6,5% a 8,5%. Pero a su vez se produjo un aumento de la subocupación –las personas que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias–, que pasó de 8,4% en 2015 a 10,6% en 2016.

Pero al analizar las particularidades de la caída del empleo, los investigadores observan que en lo que tiene que ver con los jefes de hogar hubo  “una notoria disminución tanto en la tasa de empleo como en la tasa de actividad”. En el segundo trimestre de 2015 la tasa de empleo era de 67,2% y cayó al 64,0% en el 4 trimestre de 2016. Con respecto a la tasa de actividad, se redujo del 69,5% al 66,4%. “Esta caída en la tasa de actividad podría asociarse con un efecto desaliento, y puede pensarse que el incremento de la desocupación habría sido aún mayor de no mediar esta disminución de la actividad de los jefes de hogar”, indican los autores. Que suceda este fenómeno con los jefes de hogar constituye un dato cualitativo, ya que sus ingresos son fundamentales para el sostén de sus hogares.

Trabajo. Jorge Triaca, el ministro del área.

A lo largo de 2016 se dio a su vez una caída de la masa de asalariados registrados y paralelamente aumentaron los asalariados no registrados. Los primeros caen del 51,3% en el segundo trimestre de 2015 al  50,1% en el cuarto trimestre de 2016. Con respecto a los asalariados no registrados, si bien  se mantuvo en torno al 25% del empleo total, medido sobre el total de asalariados alcanza al 33,6%. “Este cambio ocurre porque mientras que los asalariados registrados prácticamente se mantienen sin cambios en términos absolutos, se expanden las otras dos categorías, en especial los no asalariados. Este comportamiento es consistente con un fuerte incremento de los trabajadores independientes que tributan como monotributistas y monotributistas sociales, según datos de AFIP”, indica el informe.

Como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo, los trabajadores no registrados son los que más sufrieron la caída del salario real. Sus ingresos promedio representaban en el segundo trimestre de 2015 el 47% de las remuneraciones de bolsillo de los asalariados registrados. Pero desde el cuarto trimestre perciben un 44% del ingreso medio en comparación con aquel grupo.
Con respecto a la destrucción de puestos de trabajo, los sectores más afectados tienen que ver con la industria, las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler y la construcción. “Sólo este último sector ha revertido su tendencia e iniciado una recuperación relativa en el segundo semestre de 2016, de la mano de cierto impulso a la obra pública”, aseguran los autores. En la industria se perdieron 52.800 puestos de trabajo, lo que representa una caída de 4,2 por ciento. En la actividad inmobiliaria, la reducción fue de 2,8%. Como contracara, los sectores en los que se crearon la mayor cantidad de empleos registrados son la salud privada (4,3%), la enseñanza privada (2%) y electricidad, gas y agua (3,2%).
Otra de las consecuencias que trajo la caída del salario real es una menor participación de los trabajadores en la apropiación del producto. Si en 2015 se quedaban con el 37,4% del PBI, en el tercer trimestre de 2016 su participación se redujo al 34,4%. “Ello equivale a una transferencia de ingresos del trabajo al capital del orden de los USD 16.000 millones. De esta manera, se retrotrae la situación distributiva a niveles que se ubican por debajo del 2011, cuando tal gravitación alcanzaba el 34,9% del PIB”, consigna el informe.

Por último, el trabajo de CIFRA revela que a lo largo de 2016 se produjo una mayor desigualdad entre los trabajadores. “El 40% de ocupados con menores ingresos, que apropiaba el 16,4% de la masa total de ingresos en el 2° trimestre de 2015, se quedó con el 15,3% en el 4° trimestre de 2016”, señalan los autores.  Como contrapartida, aumentó el peso del 20% de trabajadores con mayores ingresos que pasó de percibir el 41,4% al 44,1% del total de la masa salarial.  En consecuencia, “la brecha entre el 10% que más gana respecto del 10% con menores ingresos pasó de 16,8 veces en el 2° trimestre de 2015 a 20,1 en el promedio de 2016”, concluyen los autores.


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