17 de febrero de 2018

LA PAMPA: DECLARARON FAMILIARES DE ANDREOTTI.

Declararon los familiares del pampeano Andreotti 
SECUESTROS Y REPRESION EN MONTE GRANDE EN LA DICTADURA 
17/02/2018
Familiares de un joven oriundo de nuestra provincia y que desapareció durante la última dictadura cívico militar declararon en el juicio que se está realizando en Capital Federal contra varios represores, entre ellos Miguel Etchecolatz y Federico Minicucci. Juan Carlos Andreotti fue secuestrado en octubre de 1976 y al día de hoy permanece como desaparecido. 

La declaración, ocurrida el jueves, estuvo a cargo de María Rosa Andreotti, hermana de Juan Carlos Andreotti, el joven secuestrado y desaparecido en octubre de 1976, y una de las personas que pasó por los centros clandestinos de detención de Monte Grande y de la ex División Cuatrerismo de la provincia de Buenos Aires.

Este juicio contra Etchelolatz y otra decena de represores comenzó el jueves 12 de octubre del año pasado. Se desarrolla en el Tribunal Oral Federal 6 de Capital Federal e investiga crímenes cometidos en la Comisaría de Monte Grande y en la ex división Cuatrerismo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El Tribunal está integrado por los jueces Fernando Canero, Julio Luis Panelo, José Martínez Sobrino y Guillermo Yacobucci, este último en calidad de juez sustituto. 

El número de víctimas acreditadas para este juicio es de 125 personas, entre las que se cuenta el joven pampeano. El juicio indaga en los hechos ocurridos en las dependencias de la Comisaria 1ª de la localidad de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, provincia de Buenos Aires, y de la ex División Cuatrerismo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, sita en el partido de La Matanza, entre noviembre de 1974 y octubre de 1978.
“Algo de recompensa”.
Mercedes Andreotti, sobrina de Juan Carlos, publicó ayer unas sentidas palabras en su cuenta en la red Facebook dando cuenta del testimonio brindado por su tía María Rosa. “Más de 40 años de espera para esta declaración sanadora pero no por ello menos dolorosa, por lo removedora de recuerdos pero también sanadora por la palabra dicha, escuchada y valorada”, escribió Mercedes.

“Agradezco inmensa e infinitamente el acompañamiento de todas las agrupaciones, centro Ulloa, abogados querellantes y fiscales y demás actores sociales, así como a la hermosa Nora Cortiñas, quien por mi hermana supe que presenció la audiencia de hoy (por ayer)”.

“Ni mi abuela Aurora Alonso, Madre de Plaza de Mayo desde sus comienzos, ni mi papá Pacho Andreotti, pudieron vivir para ver esto, pero toda la familia, desde la hija de Juan Carlos, Mariela Andreotti Rais, su mamá, Alicia Rais, hasta mis hermanxs Lucia Andreotti, Rafael Andreotti, mi madre Ana Maria Martín y mis primos Mariana Sarudiansky y Pablo Sarudiansky, acompañamos a mi tía en este momento histórico y por eso aprovecho para abrazarnos de nuevo”.

“Porque al final, de tanto esperar, hallamos algo de recompensa…”, confesó la mujer, cerrando sus palabras con un reclamo para que los genocidos no gocen de condiciones privilegiadas de detención sino que cursen su condena en cárcel común.
Represores.
Los acusados en este juicio son Miguel Osvaldo Etchecolatz (privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia o amenazas reiterada en 99 ocasiones, de las cuales 19 se encuentran agravadas por su duración, en concurso real con el delito de imposición de tormentos reiterado en 99 hechos, tres de ellos agravados por causar la muerte, en carácter de autor), José Félix Madrid, Guillermo Horacio Ornstein, Angel Salerno, Carlos Alberto Tarantino, Federico Antonio Minicucci (homicidio agravado por alevosía en un hecho, en concurso real con el delito de privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia o amenazas reiterada en 14 ocasiones), Nildo Jesús Delgado, Alberto Faustino Bulacio y Daniel Francisco Mancuso.
“Cariñoso y solidario”
Juan Carlos Andreotti Alonso nació el 1 de enero de 1953 en Santa Rosa, donde cursó sus estudios primarios en la Escuela 2. Hace unos años, en la vereda sobre la avenida San Martín, se colocó una placa que recuerda su paso por ese establecimiento. A principios de 1964 ya estaba radicado con su familia en la ciudad de Buenos Aires. “Era por sobre todas las cosas, un ser humano sensible, cariñoso, jovial, generoso y solidario”, recordó su hermana María Rosa en un portal dedicado a su memoria. Fuente:LaArena                     

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