23 de febrero de 2018

LA PAMPA - SUBZONA 14 II: Irazuzta acusó al Colegio Médico por su rol en la dictadura.

Irazuzta acusó al Colegio Médico por su rol en la dictadura en La Pampa 
23/02/2018
El médico Jorge Oscar Irazuzta declaró ayer en el juicio de la causa Subzona 14 II sobre su participación en el Sistema Provincial de Salud, destruido por la dictadura, y recordó fue detenido junto a otros profesionales porque el plan “acababa el negocio de la medicina” en La Pampa.
“Quiero dejar muy claro que todo lo que hicimos fue bajo una ley provincial aprobada por la Legislatura y refrendada por el Ejecutivo. Nos detuvieron, no por subversivos como figura en algunos reportes, sino porque quisimos brindar un servicio de calidad médica en La Pampa”, dijo.
Además, el testigo-víctima afirmó que “nosotros pateamos el tablero y alteramos el sistema bajo el que se operaba en Salud Pública en la provincia” y cargó contra el Colegio Médico, al manifestar que “defendían los intereses de un grupo” de profesionales y “su pequeño negocio”.
Irazuzta fue detenido el 13 de noviembre de 1975 y alojado en la Unidad 4, donde estuvo incomunicado hasta el 21 de noviembre cuando recuperó la libertad. Señaló que en el allanamiento de su casa y su detención, sin orden judicial, participó el ex jefe de la Policía, Luis Baraldini, quien además lo interrogó en la unidad carcelaria. En libertad, se fue a la casa de sus suegros en Salta y luego se exilió en Canadá.
Ante la pregunta del fiscal Alejandro Cantaro, el hombre que viajó especialmente de Canadá para declarar, contó que llegó a La Pampa en 1974 junto a Antonio Mafrand. Fueron contratados por el secretario de Salud, Alvarez, quien renunció cuando ellos llegaron a la provincia. 
Manifestó que su relación fue con el ministro de Bienestar Social, Néstor Ahuad, y recordó que los meses siguientes “fueron de discusiones en La Pampa” sobre el diseño del plan de atención médica. Se radicó en Anguil, pero cuando recibió una carta de la Triple A, diciéndole que lo iban a matar, se mudó a un barrio de funcionarios en Santa Rosa, donde vivían Jorge Matzkin y Rubén Marín.
En abril de 1975, siguió, se llamó a concurso para cubrir 270 cargos para el servicio de salud en la provincia. “Al frente de ello, estaba gente de prestigio universitario en el país”, dijo Irazuzta. En agosto, el servicio fue intervenido por Pedro Bibini, “el primer paso para su destrucción” pero advirtió que “empezó el desmantelamiento” durante el gobierno de Regazzoli y Marín, que finalizó con la intervención militar”.
Irazuzta contó que los médicos que vinieron de afuera fueron “intimidados” para que dejaran la provincia y que cuando era director de Atención Médica de La Pampa, le hicieron un sumario y le sacaron la oficina y lo llevaron a “la congeladora”, que era una “pieza chica con una mesa y sillas”, donde había otros profesionales apartados.
Por orden del gobierno, lo ficharon en la policía “como si fuéramos criminales” y agregó que como no se fueron de La Pampa, fueron detenidos el 13 de noviembre de 1975 en un operativo del Ejército. Identificó a los ex militares Baraldini y Néstor Greppi, ex secretario general de la Gobernación.
La salida.
Siguiendo en su relato, dijo que Greppi durante el allanamiento a la vivienda donde permanecía con su familia, quiso entrar en el cuarto donde dormían sus cuatro hijos, pero su pareja le negó el ingreso. Fue trasladado y “en la unidad penal, me hicieron todas las vejaciones que se le hacen a un prisionero”, añadió.
Quedó detenido en una celda, solo, sin baño y con un colchón. “El director del penal me dio garantía que ahí no me iban a tocar, ahí me di cuenta que la cosa venía fea”, contó. Al día siguiente, fue interrogado durante “un largo tiempo” por Baraldini que “básicamente preguntaba qué hacíamos en La Pampa”.
Irazuzta señaló que Marín se negó a recibir a un grupo de médicos y su mujer, que querían que intervenga. Afirmó que “gracias a la mediación” de su suegro que era coronel retirado del Ejército y conocía a (Albano) Harguindeguy, consiguió la libertad, pero (Ramón) Camps se negó a recibirlo y el 21de noviembre salió.
El exilio.
Emocionado, recordó que “fue una suerte que me haya ido porque quizás hubiese corrido la suerte de mi hermana que fue muerta bajo tortura” en Córdoba. El 22 de marzo, cuando ya vivía en Salta, lo llamó su suegro para decirle que tenía que salir del país. “Fui a la Embajada de Canadá, sin visa, y me pusieron en un avión directo” a aquel país. Se enteró del golpe de Estado en Argentina -el 24 de marzo de 1976- cuando estaba en Canadá y el 30 de abril, se enteró que habían matado a su hermana María Eugenia. Recién se pudo reencontrar con su familia el 8 de mayo en Toronto.
Irazuzta comentó que la carta de la Triple A se la entregó a Manuel Baladrón y por otro lado, señaló que “en el exilio a uno le quitan todo lo que vivió desde que nació, es muy duro tener que volver a reconstruirse como persona. En Canadá no teníamos más que un nombre y un apellido”. También contó las dificultades de adaptación que sufrió su familia.
En otro tramo de su declaración, contó que con los demás profesionales que llegaron a La Pampa “nunca quisimos hacer una revolución ni prohibirle a nadie trabajar, queríamos brindar un servicio de atención medica de calidad y eficiente desde lo económico, sabiendo que la medicina es cada día más cara”.
Colegio Médico.
Consultado por el querellante Franco Catalani sobre la posición del Colegio Médico de La Pampa ante su detención, Irazuzta manifestó que cuando a medida que progresaba el diseño del Plan de Salud Pública “comenzaron las agresiones” y mencionó que recibieron por parte de miembros del colegio campañas en contra del nuevo servicio social de atención médica.
“En un diario, salieron a decir que el servicio de salud iba a traer practicantes, cuando era gente formada, pero como no alcanzó nos dijeron que privábamos a los pacientes de la libre elección de un médico y un lugar de prestación y que quitábamos capacidad laboral a los médicos pampeanos. Decían que queríamos hacer un hospital para la guerrilla”, siguió.
“El Servicio Provincial de Salud nunca fue estatizante, nunca prohibió a la gente elegir dónde atenderse y con quién, sí decía que no se podía trabajar en el sistema público y privado para eliminar el lucro de la relación entre el médico y el paciente. Por suerte, terminé en un país donde eso se practica que es Canadá. Nunca tuve una relación comercial con el paciente, sino con el Estado. Se acababa el negocio de la medicina, de la empresa médica nos dijeron subversivos”, indicó.
“La memoria los seguirá”
El médico Irazuzta, además, destacó el rol de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y a quienes “pudieron mantener viva la memoria” porque sino “no vamos a tener futuro, y a quienes nos hicieron tanto mal, no importa que pase con este juicio, ya que la memoria siempre los va a seguir. Va a estar ahí siempre”.
Yorio negó acusaciones
El ex comisario Roberto Yorio, acusado por delitos de lesa humanidad, negó ayer haber acosado sexualmente a dos mujeres durante un interrogatorio, mientras estaban detenidas en marzo de 1975.
El acusado dijo que “es una infame mentira” y recordó que la indagó “ante la presencia de su padre”, porque “es impensado” que en ese contexto hubiera cometido “esa aberración”. Y resaltó que fue el único contacto que tuvo “con esta señorita”.
En rigor, Yorio pidió la palabra en el final de la audiencia de ayer y el Tribunal Oral se la concedió. Así, el imputado se refirió a la declaración de Nelly Mabel Razzini, quien en la audiencia del miércoles dijo que Yorio le preguntó sobre su vida íntima.
Según la testigo-víctima, el represor le preguntaba “si creíamos en el amor libre y se ve que estaba muy interesado, porque me dijo que ‘yo tengo esposa y vos novio, pero cuando salgas libre podés encontrarte conmigo'”. Ayer, Yorio negó todo. Fuente:LaArena                                        

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