10 de febrero de 2018

OPINIÓN.

El despiadado ajuste neoliberal encuentra cada día que pasa repuestas mas amplias y abarcativas de los sectores que lo sufren. Por doquier afloran las resistencias al régimen y muchos dirigentes se sienten naufragar en los espacios donde antes disfrutaban de la comodidad que otorgaba el estar bajo las alas protectoras de un gobierno que los cobijaba con sus prebendas o hacía la vista gorda a sus agachadas y corruptelas. La intensidad de la lucha ha desubicado a muchos que hoy carecen de repuestas para las demandas populares y que sienten sobre su nuca el aliento y el atropellar de los que luchan por un lado y el apriete de los que mandan por el otro. Ese estar en en el medio callados y en silencio ya no les es tan fácil y perciben de que les llega la hora de definir de que lado están y a que intereses responden. A unos, los vemos a diario peleando sin pausas, fisuras ni titubeos en la resistencia. A otros, a los que negocian todo desde siempre detrás de los cortinados, vemos como se les corre el telón y tienen que mostrar sus caras despreciables. Para el 22, promovida por Hugo Moyano, se está organizando una protesta que promete ser la más multitudinaria de los últimos años impulsada por la magnitud de la crisis y de los múltiples apoyos que recibe de todos los sectores populares. Como sucede siempre, no podían faltar los quintacolumnistas aliados al enemigo que se mueven en las sombras pero que hoy ante el empuje de los hechos salen a la luz y se muestran como son: Daer, el más claro ejemplo, acaba de expresar que "no vamos a poner a la CGT al servicio de algún gremio o dirigente" refiriéndose a Moyano, del cual todos sabemos quién es y de las agachadas que tuvo. Pero hoy esa no es la cuestión. Aunque no nos quepa duda alguna de que se mueve en defensa propia y de sus intereses personales. Acá de lo que se trata es de defender las estructuras gremiales, tan atacadas y perseguidas por estos días, porque son y siempre lo han sido las herramientas fundamentales e imprescindibles para la lucha. En esa no podemos fallar: hoy son el blanco predilecto del régimen que necesita de un gremialismo complaciente para sus fines opresivos y que es el que le ofrecen los Daer y los Cavalieri, los Gerardo Martinez y los Andrés Rodriguez, entre muchos otros como ellos para los cuales su buen vivir es el objetivo. Ninguno de ellos movió un pelo por los despidos, los tarifazos, la pérdida de poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, justo lo que demanda el régimen como objetivo principal de sus saqueos. Daer, por si fuera poco, acaba de decir muy suelto de cuerpo que "si no hay acuerdo hay que hacer un congreso de la CGT para elegir nuevas autoridades". No es ningún despistado: tiene a su lado los sindicatos más numerosos y por lo tanto con mayoría de congresales lo que le permitiría la conformación de una CGT adicta al gobierno y fiel a sus mandatos, dócil y complaciente, dispuesta a las mayores iniquidades en contra del pueblo y los trabajadores. El 21 marchemos con Moyano con nuestros reclamos, ya llegará el momento de que arreglemos cuentas con él.-

Carlos Eduardo Santa

Envío:AexPPPGde.

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