RECORRIDO DE LA MARCHA.
Documento a 42 años del golpe genocida
Un nuevo 24 de marzo nos encuentra marchando
por la ciudad, recordando a nuestros 30 mil desaparecidos y desaparecidas, sus
vidas plenas, comprometidas; su militancia constante por una sociedad libre,
justa y solidaria. Aquí estamos de pie y resistiendo, que es el mejor homenaje
que podemos hacerles.
Hoy seguimos luchando junto al pueblo para
frenar este proyecto de hambre, entrega, represión e impunidad, como cuando
copamos las calles con los organismos de derechos humanos para decir no al 2x1
a los genocidas, como los pasados 14 y 18 de diciembre contra la reforma
previsional, como el 21 de febrero junto a los sindicatos y movimientos
sociales y como el 8 de marzo con el movimiento de mujeres.
A 42 años del golpe genocida, seguimos
reivindicando a las organizaciones políticas, gremiales y sociales que en las
décadas del sesenta y setenta –tal como otras lo habían hecho antes–, asumieron
con claridad meridiana la necesidad de vivir en una patria para todos y todas,
igualitaria, y abrazaron la causa de la liberación nacional y social.
Los 30 mil compañeros y compañeras están
presentes, en cada brazo joven que alza una pancarta, en los pañuelos blancos,
en cada lucha del pueblo argentino, en cada uno de los que seguimos peleando
para que alguna vez todo sea como lo soñamos.
Este 24 nos encuentra con un gobierno nacional
que representa cabalmente a los sectores imperialistas y oligárquicos,
responsables de la miseria, el hambre y la entrega del pueblo argentino.
Autores de las peores páginas de nuestra
historia, desde las masacres de la Patagonia, el bombardeo de la plaza de mayo,
hasta el crimen más siniestro: la última dictadura cívico militar del ‘76.
Ahí están los Bullrich y los Braun,
descendientes directos de los asesinos de la Patagonia; Etchevehere flor y nata
de la oligarquía terrateniente; Aranguren, director del monopolio imperialista
Shell; y el propio Macri, dueño de una de las grandes empresas que más se
enriqueció durante el terrorismo de Estado.
Esos mismos, que junto con la cúpula de la
Iglesia fueron la pata cívica del genocidio, nos proponen dejar en el olvido a
nuestros compañeros y compañeras. Nos proponen reconciliarnos con quienes los
torturaron, mataron, vejaron, robaron nuestros hijos, nuestros hermanos y
hermanas.
¡Volvemos a decir NO! ¡Ni olvido, ni perdón!
No hay reconciliación con los asesinos, torturadores y criminales de lesa
humanidad.
En una liberación encubierta, casi una
amnistía, en prisiones domiciliarias, los genocidas cada vez gozan de más
libertad. Los seguiremos escrachando y luchando por su prisión efectiva. Porque
a los genocidas el único lugar que les cabe es la cárcel.
Las políticas económicas del gobierno
nacional, las mismas que siempre reclama el FMI y el Banco Mundial, y que nos
llevan a la precarización laboral, despidos, cierres de fuentes de trabajo,
solo se pueden mantener con la represión que están desplegando ante cada
reclamo popular. Hechos de violencia institucional que se repiten y que
costaron vidas como las de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. La cárcel de
Milagro Sala y otros compañeros y compañeras fue el inicial mensaje de que esto
ocurriría. Cada vez son más las personas presas políticas por luchar contra la
entrega y la pérdida de derechos. La persecución a opositores y su detención
arbitraria crece junto al descontento popular.
El poder económico hoy no necesita de golpes
militares, cuenta con una enorme concentración de medios masivos de
comunicación, jueces y fiscales y fuerzas de seguridad para intentar imponer su
modelo de país.
El desprecio por los derechos sociales no
tiene límites para el gobierno de Mauricio Macri. El desprecio por la vida
tampoco, prueba de ello es el cinísmo con el que manejaron lo ocurrido con los
44 compatriotas del submarino ARA San Juan.
La lucha de los 30 mil compañeros y compañeras
es un puente entre las banderas históricas que nuestro pueblo levanta desde los
orígenes de la nación hasta nuestro presente. Es la que da sentido y explica la
que llevan adelante los sindicatos que reclaman salarios y trabajo digno y
paritarias sin techo; la de los desocupados y las jubiladas; la de los
trabajadores y trabajadoras de la economía popular; la de los pueblos
originarios y las comunidades campesinas en defensa de nuestras riquezas naturales
y contra el saqueo de las mineras y los agrotóxicos; la de las compañeras que
gritan “ni una menos”; la lucha por la diversidad sexual y de género, la de las
madres y las organizaciones sociales y comunitarias que claman que “paren de
matar a los pibes y pibas de los barrios”; la de quienes peleamos por
educación, salud, vivienda y una patria para todos y todas.
El avance de este proyecto neoliberal sólo se
frena con la unidad más amplia del pueblo argentino. La unidad que estamos
construyendo en las calles, en cada conflicto, en cada lucha, es el camino.
No olvidamos, no perdonamos, no nos
reconciliamos.
30 mil compañeros y compañeras desaparecidos,
presentes. Restitución de las hijas e hijos de desaparecidos apropiados por los
genocidas. Juicio y castigo para todos los responsables del terrorismo de
Estado, partícipes y beneficiarios del poder económico y sus cómplices.
Sentencia firme para todos los condenados en Argentina por delitos de lesa
humanidad. Exigimos la aceleración de las causas por crímenes del terrorismo de
Estado.
Basta de dilaciones en la causa Klotzman y
Feced, que incluye como acusado nada menos que al cura Eugenio Zitelli.
Rechazamos el proceso de amnistía encubierta
que promueve el gobierno nacional. Basta de prisiones domiciliarias a los
genocidas.
Repudiamos el vaciamiento y los despidos en
programas fundamentales en el marco de las políticas públicas de Memoria,
Verdad y Justicia, así como los que están ocurriendo en todos los niveles del
Estado.
No al vaciamiento del programa de protección
de testigos de lesa humanidad en Santa Fe y de la Secretaría de DDHH de la
provincia.
Exigimos al Estado Vaticano la apertura de sus
archivos secretos de la represión asesina y que sean entregados al pueblo
argentino, así como los del gobierno estadounidense sobre la dictadura en
Argentina y todo el plan Cóndor.
Exigimos justicia y el esclarecimiento por la
desaparición de Jorge Julio López.
Ante la farsa del juicio en el que se
consideró el crimen de Silvia Suppo, como un homicidio común, exigimos un nuevo
proceso que investigue el asesinato de nuestra compañera, por su carácter de
testigo y querellante en las causas de lesa humanidad.
Reafirmamos que los delitos de la triple A,
son crímenes del terrorismo de Estado y de lesa humanidad.
Reclamamos que los delitos cometidos por los
represores de la dictadura contra los conscriptos y combatientes de Malvinas,
sean considerados crímenes de lesa humanidad. Y exigimos: ¡Fuera ingleses de
Malvinas!
Pedimos Justicia por los cuatro desaparecidos
de la Tablada.
Exigimos juicio y castigo para los
responsables materiales y políticos de los asesinatos de Juan Alberto Delgado,
Rubén Pereyra, Ricardo Villalba, Walter Campos, Yanina García, Graciela Acosta,
Claudio Lepratti, Graciela Machado y Marcelo Pacini, cometidos por la policía
de Reutemann en diciembre de 2001.
Seguimos reclamando el Juicio y Castigo a los
responsables materiales y políticos de los asesinatos de todos los militantes
sociales, políticos y gremiales, como los del maestro Carlos Fuentealba; el
presidente de la Federación Nacional Campesina y dirigente originario Mártires
López; y los militantes populares Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
No olvidamos a militantes sociales como
Mercedes Delgado, Mariano Ferreira, Jere, Mono y Patón, y celebramos las
condenas a sus asesinos conseguidas con la lucha popular.
En defensa de La Toma, no al desalojo.
Denunciamos que tras la desarticulación de la
Ley de Medios se agudiza la conformación de monopolios, la censura y la
persecución a trabajadores de prensa.
Por la plena implementación de la Ley de Salud
Mental. Por la plena implementación de la Ley para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres, y la declaración de la emergencia
nacional.
Exigimos que el Congreso apruebe la ley de
interrupción voluntaria del embarazo.
Y decimos: Educación sexual para decidir,
anticonceptivos para no abortar, y aborto legal, seguro y gratuito para no
morir.
Basta de femicidios y crímenes de odio.
Justicia por los travesticidios de Diana Sacayán y Pamela Tavarez. Repudiamos y
rechazamos el protocolo de detención a integrantes de la comunidad LGTB del
Ministerio de Seguridad de la Nación.
Exigimos justicia para todas las víctimas de
gatillo fácil y violencia institucional, que tiene en los casos de Franco Casco
y Gerardo Escobar –por haber sido además desaparecidos–, dos causas
emblemáticas en nuestra ciudad. Rechazamos el fallo en la causa por el
asesinato de Jonatan Herrera. Repudiamos el archivo de la causa Alejandro Ponce
y Maximiliano Zamudio, y la de Cristian Aquino, por quien exigimos el
esclarecimiento de los móviles políticos e intelectuales de su asesinato.
Reclamamos Justicia por Brandon Cardozo y María de los Ángeles Paris, por
Michel Campero, Alexis Berti, David Campos y Emanuel Medina.
Exigimos que el gobierno y la Justicia
provincial deje de proteger a la policía en los casos de violencia
institucional.
Reclamamos la aparición con vida de Valentín
Reales.
Repudiamos los dichos de la ministra Bullrich
y el presidente Mauricio Macri y su aval a las ejecuciones sumarias y el
gatillo fácil. No a la doctrina Chocobar, que habilita fusilamientos por la
espalda de niños de 12 años como Facundo Ferreira, asesinado en Tucumán.
Por políticas para la vida para todos nuestros
pibes y pibas. Basta de narcopolicías, represión e impunidad. Por el fin de
institutos como el IRAR.
No a la instalación de bases militares
extranjeras en Argentina y latinoamérica.
Rechazamos la intervención de las fuerzas armadas
en asuntos de seguridad interior.
No al asedio golpista, económico, mediático e
imperialista contra los gobiernos populares de latinoamérica. Viva la patria grande.
Solidaridad con las víctimas rosarinas del
atentado en Nueva York, del cual es especialmente responsable Estados Unidos
por su política exterior.
Repudiamos el plan económico de Mauricio
Macri, de ajuste y endeudamiento; que sube precios y tarifas al pueblo, quita
impuestos y retenciones al poder económico concentrado, deteriora el salario,
las jubilaciones, limita las paritarias y genera despidos masivos.
Rechazamos la reforma previsional y laboral.
Repudiamos la adhesión al pacto fiscal por parte de nuestra provincia,
acompañada en la legislatura por una parte de la oposición.
Repudiamos todo acto de amedrentamiento,
persecución y espionaje a organizaciones sindicales, sociales y populares. No a
la judicialización y criminalización de la protesta. Cierre de todas las causas
abiertas contra luchadores y luchadoras. Libertad a los presos políticos y
presas políticas. Derogación de la Ley antiterrorista y de todas las normativas
y legislaciones que prentendan penalizar el ejercicio de las libertades
democráticas y el derecho a las manifestaciones sociales.
Denunciamos que esta estrategia de persecución
político-judicial, se inició apenas comenzado el gobierno de Mauricio Macri con
la inmediata prisión de Milagro Sala en Jujuy, continuó con Facundo Jones Huala
preso en la Patagonia, siguió luego con detenciones en las que se violaron
todas las garantías procesales, como ocurre con numerosos dirigentes
opositores, y se profundiza con esta última cacería contra militantes y
luchadores sociales opositores que se manifestaron contra la reforma
jubilatoria.
Pedimos el cese de la persecución a Sebastián
Romero.
Denunciamos que producto de esta política de
represión a opositores y quienes reclaman por sus derechos, llevada a su
extremo más violento, fueron muertos por fuerzas nacionales Santiago Maldonado
y Rafael Nahuel, por quienes seguimos exigiendo Verdad y Justicia.
Con la memoria de nuestros 30 mil compañeros y
compañeras como bandera, redoblamos la lucha y apostamos por la más amplia
unidad para construir una patria justa, libre y soberana.
Para agregar:
Adhesiones a juicioycastigorosario@gmail.com
Envío:EspacioJuiciosycastigoRosario
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