Decenas de miles de manifestantes pidieron la renuncia de Lenín Moreno
Masiva marcha y paro en Quito contra el ajuste
Mientras el gobierno ecuatoriano pedía abrir el diálogo, por otro lado enviaba a la policía y los militares a reprimir, amparados en el toque de queda.
Miles de manifestantes llegaron desde la mañana a la capital de Ecuador, pese al toque de queda decretado por Moreno.
Imagen: AFP
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Decenas de miles de personas marcharon a Quito en el marco del paro nacional contra el ajuste que lleva adelante el gobierno del presidente de Ecuador, Lenín Moreno, siguiendo las recetas del FMI. La multitud estuvo encabezada por el movimiento indígena, pero también se plegaron sindicatos, estudiantes, colectivos de mujeres y organizaciones sociales. Mientras el gobierno pedía abrir el diálogo, por otro lado enviaba a la policía y los militares a reprimir. En un mensaje transmitido por la TV pública, Moreno manifestó su confianza en encontrar una pronta solución a las protestas. Continúa el toque de queda.
Miles de manifestantes llegaron desde la mañana a la capital de Ecuador, pese al toque de queda con el que el gobierno buscó detener la circulación en todo el país. El llamado principal a la jornada de paro nacional vino desde la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE). A ellos se sumaron estudiantes de secundarios, universidades, miembros de organizaciones sociales y políticas, así como el colectivo de mujeres. Muchos venían acamparon desde hace días en distintos puntos de Quito a la espera de la marcha del miércoles. Durante toda la jornada reclamaron la renuncia de Lenín Moreno y que dé marcha atrás al el ajuste que quiere aplicar con el apoyo del FMI. "Que se vaya el gobierno. Ha tenido suficiente tiempo para demostrar qué puede hacer por este pueblo y no ha hecho nada", señaló Diana Guanatuña, integrante de la comunidad indígena de Zumbahua, ubicada en la región andina de Ecuador.
Durante la noche del martes Moreno decretó el toque de queda que rigió hasta la mañana del miércoles. Pero aún antes de que entre en vigencia, policía y militares atacaron con gases lacrimógenos los campamentos de los manifestantes. No discriminaron entre hombres, mujeres, ancianos y niños, muchos de los cuales debieron ser trasladados a los hospitales cercanos. Ante estos hechos las universidades cercanas abrieron sus puertas para recibir a cientos de personas. Organismos de derechos humanos denunciaron la detención irregular de 83 personas, que fueron trasladadas a un cuartel de policía en Pomasqui, a las afueras de Quito. Recién hoy al mediodía pudieron acceder a una atención legal.
Ante la presencia de policías y militares apostados por todo el centro histórico de Quito, los manifestantes marcharon portando banderas de Ecuador y también la multicolor de los pueblos ancestrales. "Violento no es el pueblo que lucha sino el Estado que reprime", se podía leer en uno de los tanto carteles que portaban. También manifestaron su rechazo a Moreno, a la corrupción, el FMI y Estados Unidos. “Los grandes medios están diciendo que ya nos vamos, y no! Acá estamos y seguiremos! Somos un pueblo y una sola lucha”, manifestó en diálogo con el medio comunitarios Wambra, una militante indígena.
En el transcurso de la tarde, organizaciones de derechos humanos informaron que los hospitales no entregaban información sobre heridos. Alegaron que por el estado de excepción que rige en el país todos los datos debían pasar previamente por la Secretaria de Comunicación del gobierno. Estudiantes universitarios formaron brigadas de primeros auxilios para atender a los cientos de heridos que dejó el accionar policial. Se estima que durante la jornada más de 100 personas resultaron heridas. Las manifestaciones se replicaron en 21 de las 24 provincias del país.
Lenín Moreno se trasladó desde Guayaquil a Quito donde lo mantuvieron al tanto del operativo seguridad. “Sin duda alguna, esto se va a solucionar muy pronto", dijo el mandatario en un video retransmitido por un canal estatal de televisión. Ministros de su gobierno buscaron apaciguar la situación convocando al diálogo. También lanzaron un plan de medidas orientado hacia el sector agrícola. Así lo anunció el Secretario General de la Presidencia, José Agusto Briones, que dio los detalles de los seis puntos que componen la medida: propone trabajar en sistemas de riego parcelario, reestructurar la deuda para aquellas asociaciones que no hayan podido pagar sus parcelas, un seguro agrícola, la condonación del 100% de deudas que se mantienen con la Secretaría del Agua, ‘kits’ tecnológicos y cuatro centros de acopio de productos. Briones sostuvo que se encuentran en diálogo con organizaciones sociales y esperan llegar pronto a un acuerdo, según el diario El Comercio de Ecuador. El gobierno también decidió paralizar el transporte de petróleo de uno de sus oleoductos principales, la mayoría del cual está destinado a la exportación.
Ecuador entró en estado de ebullición el jueves pasado, luego de que Moreno anunciara varias medidas económicas por decreto, haciendo que entren en vigencia de inmediato. También impulsó una reforma laboral que deberá ser discutida por el Congreso ecuatoriano. De estas medidas la que generó mayor rechazo fue la liberación del precio de los combustibles, vehiculizada a través de la quita de subsidios. El rechazo del pueblo ecuatoriano se da por una simple motivo: el aumento de los combustibles conlleva el aumento del precio del transporte público y de los alimentos de primera necesidad. Detrás de estas medidas está la mano del FMI. El gobierno de Moreno tiene pautado un préstamo por 4.200 millones de dólares con el organismo, a cambio de una reducción drástica del déficit fiscal.
Hasta el momento, el saldo de la feroz represión que se empezó el jueves pasado es de aproximadamente 800 personas detenidas, centenares de heridos y dos fallecidos, según informaron organizaciones de Derechos Humanos.
Informe: Juan Manuel Boccacci
10 de octubre de 2019
Definiciones del expresidente de Ecuador desde Bruselas
Rafael Correa: "El gobierno de Lenín Moreno está clínicamente muerto"
Desde Bruselas, el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, analizó la explosiva situación que vive su país luego de que el presidente Lenín Moreno suspendiera los subsidios al combustible y declarara el estado de excepción. “Este gobierno está muerto clínicamente, no tiene salida”, expresó en diálogo con el programa Que Vuelvan las Ideas de AM 750.
Para el exmandatario, los dirigentes que apoyan a Moreno no representan al pueblo que se manifiesta en las calles de Ecuador. “Están tratando de controlar con la represión más brutal de la que se tenga memoria”.
Respecto a las versiones que desde el oficialismo lo tildan de golpista (incluyendo al propio Moreno), expresó: “Nos tratan de golpistas pero nosotros sólo hablamos de lo que dice la constitución”. Correa explicó que de acuerdo a la Carta Magna de Ecuador, el presidente puede llamar a elecciones anticipadas y que esa sería “la situación pacífica, constitucional y democrática adecuada para esta situación”. “No les importa el país, les importa seguir dominando y perpetuando su poder”, sentenció.
Correa se refirió también a la complicidad de los medios de comunicación ecuatorianos con el gobierno. “La prensa no informa absolutamente nada”, dijo. Para Correa, los medios “son parte del gobierno, son dueños del gobierno y son los que dictan lo que deben o no deben hacer en el poder”.
En esa línea, Correa comparó el blindaje mediático que existe en Ecuador con lo que pasó en Argentina en las elecciones del 2015: “Scioli perdió contra Clarín”, sentenció. “La democracia se basa en información, nos robaron la información entonces nos robaron la democracia”, enfatizó el expresidente y agregó: “la prensa es el nuevo opio de nuestros pueblos”.
Respecto de su relación con Alberto Fernández, Correa explicó que no pudo hablar directamente con el candidato presidencial pero están en contacto, “participamos los dos en el Grupo de Puebla”, explicó.
Correa también habló sobre las causas judiciales que le inició la oposición en Ecuador: “Tengo más causas que Al Capone y el Chapo Guzmán juntos, trabajo para pagar abogados”, expresó.
El líder ecuatoriano definió al correísmo como “la mayor fuerza electoral” y agregó: “Hay que ver si nosotros mismos actuando solos podemos ser la mayoría”. Correa se refirió a que el poder lo tiene la oposición pero “lo manejan perversamente”. Agregó que su tarea “no es solo ganar, es ganar ampliamente”.
Acerca de la posibilidad de presentarse a futuras elecciones presidenciales en Ecuador, Correa (que vive actualmente en Bélgica) explicó que lo inhabilitaron constitucionalmente para el cargo: “No cuentan las urnas, tratan de ganarnos con corrupción. Es inconstitucional lo que hicieron”.
Aunque no podría presentarse como candidato presidencial, Correa explicó que puede participar como asambleísta o vicepresidente. “Hay que recuperar la patria, nuestros compañeros están siendo perseguidos. Yo participaría solo si eso garantiza la victoria”, sentenció Correa y explicó que lo mejor que puede hacer el pueblo argentino por el ecuatoriano es “votar bien”.
Fuente:Pagina12



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