9 de octubre de 2019

TROPEL 1 del 09.10.2019.

Inminente libertad para Daniel Ruiz
La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal anuló el fallo que le negaba la libertad a Daniel Ruiz, militante del PSTU que desde hace un año se encuentra detenido por participar de la movilización contra la Reforma Previsional en diciembre de 2017. Por lo tanto, se ordenó al TOF 3 que dicte un nuevo fallo en forma urgente, teniendo en consideración los planteos de la defensa.
De este modo, la liberación de Ruiz sería inminente, fruto de la labor de su defensa, a cargo de Martín Alderete (CADEP) y de la lucha y solidaridad de las organizaciones políticas, sociales y de DDHH que desde un primer momento vienen denunciando esta arbitraria detención.
El 18 de octubre tendrá comienzo el juicio contra Ruiz, Dimas Ponce y César Arakaki (militantes del PO) y un integrante del la UOM-Matanza, por su participación en la inmensa movilización popular contra el recorte a los y las jubiladas, que fue respondida con una feroz represión policial.

El PSTU convoca ese día a las puertas de Comodoro Py para reclamar la absolución de todos los acusados, ojalá ya con Ruiz en libertad.
Malestar en la diplomacia: La Casa que no quiere ser de Papel
Isauro Blumetti / Resumen Latinoamericano / 8 de octubre de 2019
Toda mudanza es un acontecimiento complejo; más aún si es de apuro y mucho más si el que se retira es un gobierno. Ni qué decir si, a la decisión de su máxima autoridad de no preservar la memoria de la administración del Estado durante los cuatro años de su mandato, abriendo la posibilidad de borrarlos y dejarlos fuera del alcance judicial, se suman irregularidades internas.




El tsunami electoral del 11A dio vuelta todo lo previsto por la alianza Cambiemos y sus funcionarios. En los ministerios nacionales no dan abasto los intentos de “emprolijar” expedientes, ordenar papeles y arreglar números. El apuro, además, genera confusiones, tantas como las que engendran las malas intenciones. Las irregularidades, en distintas dependencias, incluyen intentos de “sembrar” funcionarios en la nueva gestión, escamoteo de documentación ante eventuales auditorías y otras desprolijidades.
Uno de esos lugares es la Cancillería, una estructura en la que, a la retirada inminente de la cúpula macrista, se suman las características inherentes a su cuerpo profesional, que gusta del respeto por su “Casa”, en la actualidad convertida poco menos que en una “escribanía” bajo la “conducción” de Jorge Marcelo Faurie, embajador extraordinario y plenipotenciario desde 1998.
El abogado de 67 años fue vicecanciller de Carlos Ruckauf en 2002, cargo del que fue eyectado hasta la embajada en Portugal tras “haber omitido consignar en su última declaración jurada una sociedad que comparte con Ramón Hernández, el secretario privado de Carlos Menem”, según la denuncia de la Oficina Anticorrupción en alusión a “Costes SRL, constituida el 27 de diciembre de 1999, con personería el 19 de enero de 2000”.




El escándalo se desató cuando a Hernández le detectaron cuentas secretas en Suiza, lo que dejó al exgobernador bonaerense sin otra alternativa que instalar a Faurie en la encantadora y muy amable ciudad de Lisboa.
El actual ministro reemplazó a Susana Malcorra tras el fracaso internacional al que la ingeniera eléctrica que revistara en cargos gerenciales en IBM y Telecom arrastrara al presidente Mauricio Macri por seguirla en el intento de convertirse en Secretaria General de la ONU, después de un pésimo diagnóstico de las posibilidades argentinas para acceder a ese cargo.
Mucho huele mal en Cancillería
Desde hace largos meses, casi a partir del comienzo de la gestión Faurie, el clima en los palacios de la diplomacia local es espeso. Dos años atrás ya lo calificaban de “entreguista”, no por las posiciones ante Gran Bretaña por Malvinas sino por “entregar” los intereses de sus pares, egresados como el del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, hoy a cargo del resucitado diplomáticamente embajador Fernando Petrella, quien supo tener mejores años bajo el gobierno de Carlos Menem, etapa en la que también se ganó las peores acusaciones judiciales.
El tiempo sumó rechazos a su imagen, hasta llegar a la inminencia del retiro con un malestar casi generalizado, tanto por cuestiones de “entrecasa” referidas a la política de traslados diplomáticos o los intentos de privilegiar a su personal cercano, como por asuntos estratégicos relacionados, por ejemplo, con la pésima negociación con la Unión Europea ante un posible futuro acuerdo que el presidente Macri presentó como algo ya concreto y beneficioso para el país.
O, ahora sí, por la escasísima importancia otorgada a la cuestión de la recuperación territorial de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, usurpadas por Gran Bretaña.
Faurie siguió restando a su propia imagen cuando mandó a “aprender a hablar primero” al diputado nacional Felipe Solá, ex ministro de la Nación, ex gobernador de la provincia de Buenos Aires y uno de los principales colaboradores de Alberto Fernández, al ser consultado acerca de la posibilidad de que lo reemplace en el puesto. Una descalificación muy lejana del estilo requerido para el encargado de la diplomacia nacional.
De la mano del Comando Sur
Otro de los temas que generan irritación entre los cuadros diplomáticos se relaciona con la situación venezolana y el alineamiento del gobierno con las decisiones intervencionistas de la administración estadounidense de Donald Trump, la intromisión en los asuntos internos de aquel país, sin respeto por las tradiciones argentinas inspiradas en la Doctrina Drago ni por las recomendaciones de sus cuerpos especializados.




A lo largo del corriente año el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (MRECIC) se sumergió en un proceso de desconcierto y malestar, con operaciones internas relacionadas con el papel a jugar en el marco de la desestabilización e injerencia estadounidense sobre Venezuela que empuja el presidente Mauricio Macri y el grupo de sus operadores “confiables” que no habitan, precisamente, el Palacio San Martín ni la torre vidriada de Esmeralda 1212 en la Ciudad de Buenos Aires.
El zafarrancho diplomático llegó a su pico ante el “show de la frontera” del 23 de febrero pasado, que se desplegó en Cúcuta, Colombia, haciendo de pantalla, en realidad, al cerco de tropas, aeronaves y flotas vertebrado por el Comando Sur alrededor de la nación sudamericana desde sus 16 acantonamientos en Aruba, Curazao, Colombia, Brasil, Guadalupe, Guayana Francesa, Honduras, Martinica, Panamá, Puerto Rico y Trinidad y Tobago.
Además de las concentraciones alistadas en distintos fuertes de los propios Estados Unidos, bajo la comandancia de “Halcón 1”, nombre de fantasía que asumió la jefatura del despliegue, instalada en Key West, Florida.
Sordera aguda
Durante 2019 se registraron dos hechos críticos en la línea ministerial. Por un lado el rechazo doctrinario de la Consejería Legal al “reconocimiento” del opositor venezolano Juan Guaidó, autoproclamado “presidente encargado” del Ejecutivo venezolano.
También se produjo un conflicto de competencias entre la Subsecretaría de Relaciones Institucionales y Diplomacia Pública, a cargo de la “Unidad de apoyo a la Reconstrucción de Venezuela”, y la presidencia de Cascos Blancos, que se vio obligada en las horas previas al espectáculo “humanitario” colombiano a replegar cualquier posible acción en la zona y quedó relegada a empaquetar las donaciones recolectadas entre la colonia venezolana en la Argentina.
La desaprensión del Ejecutivo argentino, hoy en retirada, hacia su cuerpo diplomático, de renombre internacional, en particular en las Américas y Europa, y entre los organismos multilaterales, con cuadros respetados por su formación y manejo de las más variadas temáticas internacionales, hizo estragos en la imagen del “número uno” de la Cancillería, al que el personal a cargo se refiere con un despectivo relacionado con su altura.
El ejercicio de las relaciones internacionales está cargado de formas que, por florentinas a veces, permiten disimular lo obvio. Una de ellas es la elaboración de “non papers”, documentos que dicen lo que realmente sostiene un funcionario, una dependencia, incluso un Estado, aunque sin carácter oficial, sin membrete ni firma; aunque… ¿quién te quita lo opinado?




El 19 de enero pasado, el jefe de la Consejería Legal, Embajador Mario Oyarzábal entregó a su jefe directo, el canciller Faurie, uno de esos documentos “fantasma”. Le puso un título casi antagónico con la recomendación que contenía: “Reconocimiento de Juan Guaidó como Presidente de Venezuela”.
El autor de esta nota tuvo a la vista el documento oficioso, sin embargo desconoce si fue redactado a pedido de “la superioridad” o traccionado desde “legales”, ante la inminencia de la “intromisión en los asuntos internos de Venezuela” que estaba por cometer el presidente Mauricio Macri, en comparsa con lo dispuesto por Trump.
Esa carilla y media sentenciaba que “en el estado actual del Derecho Internacional, el reconocimiento de un gobierno, cuando hay otro gobierno que efectivamente detenta el control en un país, es considerado una intervención ilegal en los asuntos internos de ese Estado”. Para que no quedasen dudas, el documento dejó de lado el lenguaje elíptico y sentenció: “En este contexto, para el Derecho Internacional el reconocimiento de Guaidó constituiría una intromisión en los asuntos internos de Venezuela”.
El Embajador Extraordinario y Plenipotenciario que lo redactó, es master en Leyes por la Harvard Law School, asesor o jefe de delegaciones de la República Argentina ante tribunales como el de Derecho del Mar”, la Corte Internacional de Justicia en el Caso de las Plantas de Celulosa en el Río Uruguay, la Comisión Ballenera Internacional, el Comité de Alto Nivel sobre Cooperación Sur-Sur de las Naciones Unidas, o ante la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Operaciones de Mantenimiento de la Paz.
Explicó a su superior que quien luego sería “reconocido” por el mandatario argentino “no detenta el control efectivo sobre el territorio ni sobre una parte del territorio de Venezuela”, ni “representa indiscutiblemente la voluntad de la mayoría del pueblo venezolano, estando su representatividad condicionada, entre otras cosas, por el apoyo con que cuenta el régimen de Maduro de un sector de la población, por la falta de cohesión de la oposición, y por la debilidad de fundamentos constitucionales de su eventual gobierno”.
Además, señaló que “la facultad de la Asamblea Nacional de declarar la vacancia del cargo de Presidente y designar un Jefe de Estado interino no surge expresamente de la Constitución” .
Es difícil saber si el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, verdadero responsable de los lineamientos de la política internacional argentina, leyó los argumentos diseñados en una institución que no es precisamente “chavista”, pero sí experta en derecho internacional público, respetuosa de sus normas y también de sus prácticas.
Dentro de estas prácticas, señaló que “no existe ningún caso en que se haya aprobado credenciales de delegados nombrados por un gobierno que no haya poseído en algún momento control sobre el territorio de un Estado”, ni “delegados nombrados por gobiernos que no han ejercido nunca poder efectivo en un país”, como lo remarca con un subrayado Mario Oyarzabal.
A su juicio, Juan Guaidó “no constituye una ´autoridad efectiva´, con lo que los actos que realiza -incluyendo el nombramiento de representantes– no producen consecuencias para el derecho internacional (no son oponibles a otros Estados u organismos internacionales)”.
Con el casco abollado
Creada hace un cuarto de siglo, con orientaciones distintas según sus sucesivas conducciones, la Comisión Cascos Blancos logró entre 2003 y 2015 formalizarse como el organismo de asistencia humanitaria internacional de la Argentina y constituirse en un ejemplo mundial de articulación humanitaria.
Mantuvo respeto absoluto por los principios que deben regirla y participación decisiva de los estados nacionales en la toma de decisiones de los organismos multilaterales, impidiendo que sus burocracias, tanto en la OEA como en las dependencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actuaran sin atender los mandatos y orientaciones de los gobiernos que los componen y a los que se deben.




A lo largo de los primeros 15 años del siglo Brasil y Argentina, a través de sus organismos específicos (Coordinación General de Acciones Internacionales de Combate contra el Hambre y Cascos Blancos), tomaron el liderazgo regional del tema y sembraron un modelo de “asistencia humanitaria” en el que el país afectado debe expresar, ante todo, una declaración formal de “emergencia” en la zona en la que se va a operar.
Además debe reconocer que su capacidad de respuesta ha sido superada. Recién en ese momento podría requerirse y concretarse la asistencia internacional, como lo plantean los principios humanitarios de la ONU, junto a las prácticas más avanzadas que desarrolló Latinoamérica y el Caribe en el período mencionado.
Estas consideraciones fueron totalmente obviadas ante la situación venezolana. El gobierno de Mauricio Macri borró de un plumazo el respeto humanitario y decidió transformar una herramienta que debe ser neutral, imparcial y políticamente independiente, en parte del dispositivo injerencista de Washington contra Venezuela.
Por su cuenta, las autoridades de Cascos Blancos hasta avanzaron en un acuerdo directo con la Comandancia del Comando Sur de los Estados Unidos, a través de un “Memorándum de entendimiento” entre “el Comandante de la Fuerza Naval del Comando Sur (USNAVSO) de Estados Unidos y la Comisión Cascos Blancos de la Cancillería argentina.
El documento establecía los términos de la asociación de intercambio de recursos entre la asistencia cívico humanitaria y/o la misión de respuesta a desastres de asistencia humanitaria durante el desplazamiento del UNSU Comfort hacia el área de responsabilidad del Comando sur USA (USSOUTHCOM)”.
Voceros informales de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires explicaron que el “propósito” buscado por el acuerdo fue “definir las circunstancias bajo las cuales Cascos Blancos utiliza las plataformas y los recursos de la misión naval para proporcionar atención médica, dental y quirúrgica a los pacientes, en apoyo al despliegue del COMFORT”, con participación de “personal de apoyo y recursos logísticos”, siempre en respaldo a las actividades de la nave estadounidense.
La comisión de la Cancillería opera a partir de voluntarios debidamente inscritos en una base de datos que cumple con los protocolos internacionales de registro, genera postulantes en función de sus calidades y su experiencia y evita la manipulación discrecional de las selecciones; sin embargo la mayoría de las decenas de médicos y personal de apoyo sanitario, embarcados en los últimos meses, no forma parte de ese listado.
Como corresponde a cualquier cierre de gestión, la Cancillería está desarrollando un proceso de auditoría interna, destinado a detectar irregularidades propias, completar documentación faltante y organizar el traspaso documental al próximo canciller. En ese marco, la Auditora interna titular, Silvina Nora Fazio, solicitó al Canciller la remisión a Cascos Blancos de un documento de referencia 82355660, de dos carillas y ocho puntos de investigación, cuya respuesta debió ser presentada el pasado viernes 4.
El primer punto que plantea la revisión se refiere a la “Normativa aplicable y principales Acuerdos Internacionales de los que forma parte nuestro país, relacionados con la Responsabilidad Primaria y acciones de la Comisión Cascos Blancos, según la Estructura Organizativa vigente”.




Ante el requerimiento,los asesores legales de la Comisión que preside el embajador Alejandro Daneri, alertaron sobre la situación que genera ese reclamo, teniendo en cuenta que el acuerdo suscrito con el Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos, hasta el momento, no habría sido registrado ante el departamento correspondiente de la Cancillería y, en el caso puntual, las estructuras que dependen de modo directo de la unidad del titular de la cartera, como es el caso de Cascos Blancos, no siempre tienen delegadas esa capacidad.
Entre las cuestiones que analiza un estudio como el mencionado, figura la pertinencia de los acuerdos, convenios y memorandos de entendimiento por parte de cada área del Ministerio; la relación legal con la comandancia de una estructura castrense de un gobierno extranjero no pareciera estar en manos de una estructura como la de Cascos, más allá de la opinión que merezca asociar la asistencia humanitaria internacional con la principal fuerza de choque militar de la más poderosa potencia regional.
La situación, por encima de los vericuetos burocráticos y las formalidades, incluye una arista de política internacional de fuste, como es el alineamiento irrestricto del macrismo con los lineamientos internacionales del gobierno de EU, con boicot de todas las instancias políticas y económicas de integración regional preexistentes, como Mercosur, Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) o Parlasur (Parlamento del Mercosur) y, en lo puntual, el intervencionismo en los asuntos internos venezolanos.




Este punto adquiere un relieve mayor ante el cambio de gobierno que, más allá del nombre de quien conduzca el futuro ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (con una fuerte impronta hacia el Comercio Internacional y sin tener en cuenta sus capacidades oratorias), volverá a la tradición de respeto por la soberanía política de las naciones del mundo. La participación activa de Cascos Blancos en el intento estadounidense de “invasión humanitaria” de Venezuela pone a sus autoridades actuales en la antípoda de las concepciones que se vienen. .
El anecdotario suma problemas relacionados con las acciones de recolección de donaciones realizadas entre la comunidad venezolana existente en el país, acumulada en la actualidad en una decena de bultos de un metro y medio cúbico, que debía enviarse de manera “urgente” y lleva más de seis meses estibada en la zona portuaria de la capital argentina.
La reversión de la situación en el país del Norte de Sudamérica, con debilitamiento de los sectores golpistas a los que apoyó el gobierno argentino, hoy en retirada, y ampliación de los espacios negociadores internacionales -de los que Alberto Fernández, además, forma parte o defiende- cambió el panorama.
En la actualidad, las autoridades colombianas que inicialmente recibirían esos envíos, no aceptan hacerse cargo de la recepción. Los responsables del trámite buscan los recursos para el pago del envío; los fondos de la Organización de Estados Americanos pueden llegar a ser la salida para el nudo, a través de un Fondo sobre cuyo manejo también pide detalles la Auditoría.
En caso de concretarse la ingeniería antes del próximo 10 de diciembre, las autoridades locales podrían darse el lujo de fotografiarse junto a una docena de bultos y sin la presencia del hoy “contagioso” Juan Guaidó.
Tal vez hasta podrían intentar destrabar la recuperación de lo que Cascos Blancos llama “hospital propio”, a la fecha inmovilizado en Cúcuta, con insumos, ecógrafo, camillas, carpas, sillas e instrumental, una inversión costosa para el país y de utilidad ante cualquier emergencia, nacional o internacional.

* Historiador argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
Rumbo a las elecciones. De certezas, evidencias, incógnitas y un mar de dificultades.
Por Eduardo Lucita */ Resumen Latinoamericano/ 8 de octubre 2019 .——
La incertidumbre política está despejada. No, en cambio, las dimensiones económica y social que indican que el camino al 27 de octubre es de cornisa y los márgenes de maniobra para después del 10 de diciembre, muy estrechos.
A esta altura de los acontecimientos en el plano político, y cuando solo faltan 23 días para las elecciones generales, hay al menos una certeza y una incógnita. La primera es que los analistas ya descartan una recuperación de la fórmula Macri-Pichetto que le permita entrar en el balotaje y dan por ganadores a Fernández-Fernández.
Aquí hay que incorporar una evidencia: el crecimiento de la fórmula Lavagna-Urtubey, que algunas estimaciones privadas suponen puede llegar a duplicar la votación del 11 de agosto pasado. Si así fuera, que está por verse, se abre la pregunta ¿de dónde vendrían esos votos? El macrismo quisiera que del peronismo, algo que parece difícil de comprobar, por el contrario todo indica que hay una tendencia a un voto vergonzante de quienes en 2015 y 2017 votaron Cambiemos y ahora se inclinan por Consenso Federal. Esto se ha puesto en evidencia en numerosos programas televisivos y radiales en que los entrevistados y no pocos entrevistadores confiesan públicamente este cambio de preferencias. Se dice es importante también entre los empleados de la banca privada y entre sectores docentes de la provincia de Buenos Aires que están muy desilusionados con Macri y enfrentados con Vidal pero que recuerdan sus peleas con Scioli. Hay que adicionar que al principio Lavagna era el candidato natural del llamado «círculo rojo».
La brecha.
Esto abre la incógnita: ¿la brecha entre las dos fórmulas mayoritarias se estirará o por el contrario se achicará respecto de las PASO? Si esa brecha se reduce será considerada un triunfo por el oficialismo ya que fortalecerá una futura bancada parlamentaria de Juntos por el Cambio, por el contrario si se amplía podría ser una verdadera catástrofe que pondría en riesgo la alianza misma. La elección en Mendoza del domingo pasado pareciera ir en la primera dirección, pero fue una elección totalmente local.
En el plano económico financiero tenemos dos certezas. Una es que el FMI en forma unilateral ha puesto en suspenso las relaciones con el país hasta tanto se conozcan los resultados electorales de 27 próximo. Recién ahí decidirá el ansiado desembolso de 5.400 millones de dólares, lo quiere discutir con el próximo equipo gobernante en el marco de un nuevo acuerdo, veremos con que condicionantes.
Otra es que la economía real sigue en picada. La producción industrial, la construcción, el consumo, el comercio, la intermediación financiera, las transacciones inmobiliarias todas estas variables muestran números negativos, que en algunos casos promedian 12 y 14 meses consecutivos de caída. Solo la actividad agropecuaria muestra datos positivos. La capacidad instalada ociosa promedia entre el 40 y el 50 por ciento según las ramas. Han cerrado miles de empresas y comercios.
Los datos dados a conocer por el Indec correspondientes al segundo trimestre de este año muestran el daño social que el modelo de valorización financiera implementado desde el 2016 está causando. La desocupación llegó al 10,6 por ciento (2.050.000 personas, 250.000 más que un año atrás) y la subocupación al 13,1 por ciento (2.530.000, 420.000 más que en 2018).En total 4.580.000 personas que tienen problemas con el empleo. Los salarios reales cayeron entre el 15 y el 20 por ciento, la mitad de los trabajadores tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza.
Más pobres y desiguales.
Una curva de desocupación que crece y una de salarios e ingresos populares reales que desciende no puede más que arrojar un incremento de la pobreza. Así lo muestran los datos correspondientes al primer semestre de este año dados a conocer el lunes. La pobreza llegó al 35,4 por ciento (15.800.000 personas, 3.250.000 más que hace doce meses) y la indigencia al 7,7 por ciento (con un 1.100.000 de nuevos indigentes respecto al mismo período del 2018). Según el economista Claudio Lozano a fines del tercer trimestre la tasa de pobreza sería del 36,7% y la de indigencia del 8,3 (16.500.000 millones de pobres y 3.700.000 de indigentes).
Consecuentemente la desigualdad social se ha incrementado. A junio de este año el 10 por ciento más rico de la población se apropiaba del 31,9 por ciento de los ingresos, mientras que el 10 por ciento más pobre solo recibió el 1,6. La diferencia a favor de los primeros es de 20 veces. El Coeficiente de Gini, que se utiliza para medir la desigualdad por ingresos (cuanto más cerca de 1 mayor desigualdad) arroja que está en 0,434 cuando un año atrás era de 0,422.
No hay dudas, sino certezas, que a diciembre próximo todos estos indicadores serán peores.
Pero si estos son los datos de las dimensiones económico-sociales de la crisis, la dimensión financiera no es menos dramática. Argentina entró en default selectivo -según la nueva categoría al uso- cuando el gobierno decidió «reperfilar» parte de la deuda de corto plazo, postergando sus pagos por tres a seis meses. En forma inédita el macrismo defaulteo deuda tomada por el mismo y además lo hizo en nuestra propia moneda. Pero esto solo pateó para adelante el problema, al que hay que sumarle los vencimientos con el FMI y los de la deuda en bonos, además de las Leliq.
Insolvencia.
Los gurús de la city caracterizan la actual crisis de deuda como de iliquidez, ya que el Estado no cuenta con los fondos necesarios para hacer frente a los vencimientos en los plazos establecidos. Pero en paralelo niegan que haya insolvencia. Sin embargo si el Estado no tiene capacidad de repago ni tampoco una economía capaz de hacer frente a las obligaciones futuras ¿Qué es sino insolvencia?
Salvo la izquierda todas las opciones políticas en pugna están decididas a pagar la deuda, ni siquiera se les ocurre suspender los pagos e investigar las maniobras del central en estos cuatro años que nos costaron miles de millones de dólares.
Así los márgenes de maniobra con que se encontrará el próximo gobierno son muy estrechos y se corre el riesgo de que 2020 resulte nuevamente un año recesivo. Mientras el camino a octubre es un desfiladero cargado de potenciales accidentes.

*Integrante del colectivo EDI (Economistas de Izquierda)….
Argentina abandonará el Grupo de Lima, aseguró Alberto Fernández en Montevideo
Luvis Pareja / Resumen Latinoamericano / 8 de octubre de 2019
El candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, anticipó que en caso de asumir la presidencia el 10 de diciembre, su gobierno abandonará el Grupo de Lima, un mecanismo informal propiciado por Estados Unidos para poner presión sobre el presidente constitucional de Venezuela Nicolás Maduro y forzar su salida del poder.
Alberto Fernández, durante una conferencia de prensa brindada tras reunirse a solas con el candidato a presidente del Uruguay por el Frente Amplio, Daniel Martínez, elogió la posición adoptada por Uruguay y México frente al conflicto abierto en la potencia petrolera del Caribe, que motivó la suspensión de Venezuela del Mercosur en 2017.
“La posición de México y el Uruguay en el tema Venezuela es la posición correcta para afrontar un problema que todos vemos. Nadie deja de advertir que allí se ha complicado la convivencia democrática. La Argentina debe ser parte de los países que quieren ayudar a los venezolanos a encontrar una salida. Estar en el Grupo de Lima es contradictorio con esto”, declaró Fernández.
El 23 de septiembre, al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, la Argentina apoyó junto con Estados Unidos y otros países del Grupo de Lima la convocatoria del Órgano de Consulta del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), el cual postula la posibilidad de una intervención militar en el continente frente a “un ataque armado por cualquier Estado contra un país americano”.
Esa convocatoria, con la cual se buscaba amedrentar a Venezuela, fue repudiada por el Partido Justicialista (PJ) argentino, por considerar que su invocación rompe el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados que da sustento a la histórica política de “neutralidad activa” en la región.
Énfasis en la integración y la complementación, no al TLC
En su encuentro, Fernández y Martínez coincidieron en impulsar una mayor “complementariedad industrial y tecnológica” en caso de ser electos para gobernar en sus respectivos países, y renovaron su apoyo a la integración a través del Mercosur. La primera vuelta de las elecciones presidenciales, tanto en Uruguay como en Argentina, se realizará el 27 de octubre.
Fernández reiteró sus reparos al tratado de libre comercio entre el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Unión Europea, por considerar que “no se conoce aún la letra chica del acuerdo” y sospechar que su aplicación afectaría al sector productivo de las naciones sudamericanas.


Otro punto del diálogo fue el «tema Mercosur», sostuvo Martínez. «Debe lograr avanzar para lo que fue creado, que fue lograr servir no como elemento de aislarnos del mundo sino de complementar nuestras economías, integración cultural y social para poder ser más competitivos y lograr un lugar más digno en el escenario mundial».
Ambos candidatos coincidieron en la necesaria integración latinoamericana, interrumpida por la ruptura de varios gobiernos de derecha de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y su intento de reemplazo en un foro denominado Prosur.
“En lo que a mí concierne -dijo Fernández- la integración latinoamericana es muy importante. Cuando Latinoamérica se desintegra, pierde la región. Debemos integrarnos preservando incluso el color político de cada nación, respetando lo que cada país decide, pero debe ser un horizonte que nunca debemos perder de vista”.
Martínez señaló que como estaba previsto se abordó: “la complementariedad industrial y tecnológica”. “Vivimos en la era del conocimiento, la era del cambio donde un país es rico o es pobre de acuerdo a su capacidad de generar innovación, conocimiento y emprendedurismo. Por su puesto manteniendo nuestras tradicionales producciones primarias, pero agregándole valor agregado y tecnología”, explicó Martínez.
Añadió que también se abordaron temas de medio ambiente y en particular sobre los cursos de agua. «Tanto el río Uruguay como el río de la Plata tienen problemas que se han constatado y verificado» como las floraciones de cianobacterias, sostuvo.
Como los vertidos sobre el río de la Plata involucran a ambos países, además de Brasil y Paraguay, Martínez dijo que se debe abordar de forma «regional» y «para eso hay que armar una hoja de ruta y trabajar seriamente».
Ambos candidatos abordaron asimismo el tema de la economía de frontera para ver «de qué forma logramos que éstas no estén tan impactadas por las diferencias cambiarias que permanentemente están afectando a favor de una lado o del otro».
Fernández dijo que “lo que tenemos que tratar de copiar de Uruguay son los 15 de años de desarrollo que lograron con el FA, eso es lo que más nos importa de Uruguay. El modo en cómo el FA integró sociedades, sacó gente de la pobreza, mejoró las condiciones de igualdad y distribución del ingreso. Más que mirar cómo Uruguay tuvo que hacer frente a la crisis de los mercados, trataría de copiarle otras cosas en las que los uruguayos han sido pioneros en materia de desarrollo social”, señaló.

*Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
Argentina-Colombia. Residentes colombianos y militantes argentinos repudiaron a Uribe Vélez

Resumen Latinoamericano, 8 octubre 2019
La plazoleta del Obelisco porteño fue otra vez el sitio elegido por militantes de organizaciones colombianas y argentinas, para repudiar al ex presidente Uribe, el mismo día que el conocido narco-paramilitar declaró ante la Corte Suprema de su país.
En el acto, diversos oradores y oradoras denunciaron el historial siniestro de muertes y hechos de corrupción que Uribe carga en su accionar.

Christian, de Marcha Patriótica de Colombia, Capítulo Argentino, explica las razones del acto en Buenos Aires


Gonzalo Armua, de AlBA MOVIMIENTOS

Organizaciones sociales y políticas de la izquierda revolucionaria rindieron homenaje al Che

Resumen Latinoamericano, 8 octubre 2019
La izquierda revolucionaria rindió homenaje al Comandante Ernesto Che Guevara a 52 años de su asesinato en Bolivia. Numerosas organizaciones desbordaron la Plaza del Congreso en un acto multitudinario y lleno de evocaciones a la lucha de los pueblos.
El acto comenzó con la entonación de La Internacional y con una recordación al militante popular Antonio Bito, quien fuera referente del MTR y uno de los forjadores, junto con otros militantes, de la lucha piquetera.
Luego se escucharon varias adhesiones llegadas desde Venezuela por parte de la Coordinadora Simón Bolívar, el movimiento Alexis Vive y el Movimiento Tupamaros, del país caribeño. Otra adhesión remarcó el apoyo a la insurrección en Haití.
Enseguida, hablaron varios oradores y oradoras, todxs ellos destacaron el rol jugado por el Che en la lucha popular continental y también su legado que compromente «a nuevos combates», según una de las exposiciones.
Varios de los discursos estuvieron referidos a saludar la lucha heroica del pueblo de Ecuador y de Haití, pero también el rearme de las FARC-EP en Colombia. Asimismo se puso énfasis en advertir que la situación coyuntural argentina es gravísima, ya que suman millones los empobrecidos y marginados por las políticas capitalistas.
Por último, se planteó la necesidad de conformar un poderoso frente revolucionario que recoja lo mejor del espíritu combatiente del Che y otros que como él siguen dando batalla en toda Latinoamérica.
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HÉCTOR MARTINO
EDUARDO SOARES
CARLOS AZNAREZ
Fotos Resumen Latinoamericano













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