No dejó de buscar justicia tras los asesinatos de sus padres
8 DE MARZO 2020
MARÍA CORONEL / JUNTO A LAS FOTOGRAFÍAS DE SUS PADRES TUCUMANOS ASESINADOS DURANTE LA DICTADURA.
La historia de los padres de María Coronel marcó su vida porque fueron asesinados en los 70 y a medida que fue creciendo emprendió una incansable lucha por los derechos humanos que lleva como estandarte en la actualidad.
Su mamá y su papá eran tucumanos militantes del Partido Justicialista, en 1973 se casaron y se mudaron a Capital Federal y luego a Buenos Aires. A fines del 74 nació María y su hermana en mayo del 76. En septiembre de ese año, el padre de María fue asesinado y al año siguiente su madre fue secuestrada junto a su pequeña hermana que no tenía ni un año de vida. Finalmente, la bebé apareció con vida pero la madre no y hasta el día de hoy sigue desaparecida.
De inmediato, sus abuelos paternos que vivían en la localidad de Ledesma, tras enterarse de lo ocurrido, buscaron a las niñas y las trajeron a Jujuy. Primero, María que en ese entonces tenía 2 años fue localizada y al poco tiempo su hermana que estaba en una sala cuna.
Arribaron a Jujuy con mucho pánico porque sus abuelos tenían ese temor de ser asesinados o que tomen represalias con las pequeñas, "nos llevaron con lo puesto a Ledesma, no teníamos documentos ni un papel que acredite que éramos jujeñas. A través de unos amigos de mi abuelo lograron que nos realicen un documento nuevo donde nos anotaron como que habíamos nacido en Libertador General San Martín", señaló María Coronel, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.
Al día siguiente de haber llegado a Jujuy fueron visitadas por Olga Aredez (reconocida activista jujeña en derechos humanos tras la desaparición de su esposo), "ella era como la madre de Plaza de Mayo en Ledesma que sostuvo la lucha de las madres de ahí hasta su muerte. Ella se ofreció a ayudarnos, y mi abuela ya había tenido contacto con las madres en Buenos Aires porque además de mi papá también desapareció mi tío, su otro hijo", dijo.
En ese sentido mencionó que "nosotras en Ledesma teníamos una vida normal con amigos e íbamos a la escuela pero todos los jueves mi abuela nos ponía un pañuelito y nos llevaba a marchar en la plaza. Iban muchos niños y niñas porque eran muchos los obreros secuestrados. Con esa militancia fuimos aprendiendo lo que había pasado con nuestros padres y mi abuela nos contaba francamente lo que había pasado".
Ella les explicó que su padre había sido asesinado y que encontraron su cuerpo que está enterrado en Tucumán, pero que su madre estaba desaparecida porque nunca la encontraron. "Nos dijo que nuestros padres eran personas muy solidarias y comprometidas por los demás. Tratando de explicar un poco cómo terminaron siendo asesinados", añadió.
María Coronel vivió en la provincia hasta los 9 años, cuando falleció su abuelo, y su abuela que entró en depresión las llevó con su familia materna que se encontraba en Tucumán. Durante su adolescencia empezó a militar en organismos de Derechos Humanos.
Militancia en Tucumán
Junto a su hermana empezaron a averiguar más sobre sus padres, conocieron a sus amigos y no dejaron de asistir a las marchas por los desaparecidos de la Dictadura. En 1993 formaron parte de una organización de hijos de desaparecidos y luego fueron convocadas a Hijos que es una red que funciona a nivel nacional. Allí, María Coronel militó hasta el 2010 luego pasó por otras organizaciones peronistas.
Contiene y ayuda a padres tras la muerte de su hija en el año 2013
Julia Maigua creó la fundación “Estrellas Amarillas” en la provincia de Jujuy después de haber perdido a su hija en un accidente de tránsito logrando transformar su tristeza en solidaridad ya que contiene a padres que atraviesan por la misma situación y además genera conciencia en la sociedad.
“Mi hija murió el primero de noviembre del 2013, desde ese momento tomé conocimiento de lo que era ‘Estrellas Amarillas’ y empecé a hacer gestiones para crear esta institución en la provincia y así fue que en el año 2015 arrancamos. De ahí empezamos a reunir familiares, pintar estrellas amarillas en los lugares donde hubo una víctima de un accidente de tránsito. Cuando inauguramos sólo había una estrella que era la de mi hija, pero ahora hay muchas más”, expresó Maigua, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

JULIA MAIGUA / TRANSFORMÓ SU DOLOR EN SOLIDARIDAD
Asimismo, sostuvo que “cuando falleció mi hija yo tenía un bebé muy chiquito y tenía que salir adelante como sea. Me puse a pensar en cosas que le hagan bien a mi corazón y ahí me di cuenta que lo mejor para honrar a mi hija era ayudar, porque ella era muy solidaria y tenía un corazón inmenso. Por eso estoy con la gente que pasa lo mismo que yo, las contengo y les hablo sobre el duelo que tienen que hacer y las señales que nos dan nuestros ángeles. Mi hija hasta el día de hoy me da señales para seguir adelante”.
“Nunca bajen los brazos”
En el Día Internacional de la Mujer, Julia Maigua brindó un mensaje para aquellas que también perdieron un hijo, “a ellas les digo que nunca bajen los brazos, que sigan para adelante por la memoria de sus ángeles y nunca se rindan. Porque hay que seguir luchando para que no haya más de estas muertes y ese es nuestro objetivo”.
“Hay dos caminos, o te deprimís o te dedicás a dar amor y a ayudar al prójimo como lo hago yo con mi granito de arena”, indicó. Sobre la institución remarcó que hubo muchos logros este último tiempo y fueron muy reconocidos por la sociedad. “Tuve la posibilidad de ir a abrazar a los padres de Fernando, el chico que fue asesinado por los rugbiers. También estuve con los padres de Ángeles Rawson, la joven que fue víctima de un femicidio. A mí todo eso me llena el alma, con un abrazo, o escuchándolos, es lo mejor que uno puede hacer. Ese me parece que fue el mayor logro”, finalizó Maigua.
“Capaces de todo”
“Mi militancia está profundamente marcada por la energía de las mujeres, cuando me dicen mujeres lo primero que se me viene a la cabeza son las Madres de Plaza de Mayo yendo a marchas desde muy chiquita con pañuelo blanco gritando, fue algo que me marcó. Me crié pensando que las mujeres somos capaces de todo, tuve ese ejemplo y lo comprobé con el tiempo”, sostuvo María Coronel sobre el Día de la Mujer.
“El 8 de marzo nos tiene que servir para redignificarnos y extender la fuerza que tenemos, la consigna para este año es ‘Las mujeres movemos el mundo’, por eso hay que empezar a tener conciencia de cuál es el poder de acción que tenemos, de la revolución que estamos gestando en esta sociedad marcada por el patriarcado, buscamos sociedades más empáticas, solidarias e igualitarias”, finalizó.
Su actualidad
Actualmente Coronel se encuentra en la CTA de los Trabajadores, es coordinadora del Espacio para la Memoria en una escuela de la localidad de Famaillá y es parte de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria.
Fuente:ElTribuno
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