Por Pablo Llonto
Seguimos en días de lucha, pues nos pasamos gran parte de las horas redactando escritos para lograr que los jueces no caigan en la fácil trampa de liberar genocidas con la excusa del coronavirus.
La salud es un derecho humano tanto como la búsqueda de justicia. El resto de las horas transcurre entre una familia repartida a la que rastreamos por los celulares y las videollamadas y la familia presente.
Con los hijos más jóvenes, aquí en Barracas, buscando certidumbres, aún en las películas y documentales de la tele o de internet. Con las más grandes y las nietas logrando que la transmisión del amor y las nostalgias se haga más fácil.
Dicen los optimistas que de todo esto saldremos mejores; ojalá podamos verlo. En nombre de los más jóvenes que tuvieron esperanzas en aquel 2019 que ya parece de otro siglo.
Fuente:ElDestape
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