03 de enero de 2021
Pandemia, gobernabilidad y quema en las islas
El resumen político de un año complicado
Imagen: Andres Macera
Rosario cerró 2020 con más de 1500 muertos y 67 mil contagiados de Covid-19. En la últimas horas del mismo año en que se desató la pandemia, Argentina comenzó a vacunar al tiempo que volvieron a incrementarse los casos por ninguna otra razón que no sea el relajamiento y esa tendencia inevitable y peligrosa a pensar que "lo peor ya pasó". Es difícil imaginar un año más complicado que el que dejamos atrás, por varias razones.
La primera es que ya está en marcha el más grande programa de vacunación que haya existido, y más allá de los terraplanistas que denostan la vacuna Sputnik V, las estadísticas marcan que hay reacciones adversas --no graves-- en menos del 1 por ciento de los inoculados.
La segunda es que 2021 sucede al primer año de gestión de los gobiernos surgidos en los comicios de 2019, es decir que Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner han desarrollado su impronta aun y a pesar de la pandemia, y los números de la economía argentina ya no son los de la catástrofe macrista en todos los frentes. Es mejor no imaginar qué hubiera sido de la Argentina y de los argentinos si el Presidente que se encontraba con la pandemia hubiera sido Mauricio Macri en lugar de AF, para no hablar del contraste entre Miguel Pichetto y CFK.

La tercera es que en el contexto descripto, la sociedad avanzó en ampliación de derechos, sancionando la interrupción Voluntaria del Embarazo y la ley de los 1000 días. El ministro Martín Guzmán (Sacachispas) arrolló a los "cracks de la Champion League" --como definió a uno de los vidriosos Caputto el escondido Marcos Peña-- renegociando la deuda, canjeando el 99 por ciento, desarmando la bomba de los devaluadores, controlando el tipo de cambio, alejando el fantasma de la hiperinflación y generando la estructura necesaria para que el Estado asistiera económicamente a millones de compatriotas, contrariando los pronósticos del elenco estable del neoliberalismo, con Carlos Melconián, Miguel Angel Broda y Alfonso Prat Gay entre otros próceres que una vez más erraron impunemente en sus predicciones apocalípticas.
Haciendo foco en Santa Fe
Podría decirse que lo más destacado ha sido el trabajo armónico entre el gobierno de Omar Perotti y los intendentes y jefes comunales, teniendo en cuenta que en cuatro de las cinco ciudades más importantes de la provincia, los líderes locales no responden al PJ. Sobre todo en los referente a la pandemia.
En realidad, los mayores problemas del gobierno han sido con los del PJ, tanto es así que legislativamente el año cerró como el anterior: una mayoría de senadores peronistas --con una alianza que precede al actual gobierno con sus pares del Frente Progresista-- le "marcaron la cancha" al Poder Ejecutivo con la ley tributaria como lo habían hecho hace un año con el presupuesto provincial.

Allá por fines de 2019, Perotti, en su discurso inaugural ante la asamblea legislativa, había hablado de las mafias y su vínculo con el poder político, apuntando directamente al gobierno que lo precedía. Hace unos pocos días, en un marco menos institucional, frente a los intendentes de su partido, insistió en la idea. A las 48 horas tuvo la respuesta: le "metieron" la reforma tributaria que no quería como aquel presupuesto. Como decía Carlos Marx "la historia se repite, una vez como tragedia y otra vez como farsa".
Nadie que no quiera hacerse el distraído puede dejar de ver el vínculo que existe entre ese grupo mayoritario de senadores (y es mayoritario porque debe contarse a la vicegobernadora Alejandra Rodenas, que se ausentó de la última sesión, y que votaría en caso de empates) y el Frente Progresista. Se remonta a los días de Antonio Bonfatti que gobernó con minoría en ambas cámaras e inauguró una metodología política que a la larga lo llevó a la derrota hace poco más de un año en su intento de retornar a la Casa Gris. En el medio, los cuatro años de Miguel Lifschitz, que tenía a Bonfatti al frente de una mayoría en Diputados y seguía como interlocutor del peronismo/senado que era el "necesario" para a avanzar en las leyes.
Hoy Lifschitz tiene el poder en la Cámara baja, y el Senado sigue siendo prácticamente el mismo desde hace más de una década, en algunas bancas hay representantes que superan ampliamente ese período. La manera más eficiente de contrarrestar eso es con política, y es evidente que la construcción de Perotti es insuficiente, desde el momento en que pactó con los sectores a los que hoy denuncia para imponerse en la interna y llegar a la Casa Gris, nade menos que acompañado de Rodenas del Nuevo Encuentro Santafesino, que lidera Armando Traferri. Como dice el refrán "en el pecado está la penitencia".
Hay por delante tres años, en los que --entre otras cosas-- el gobierno podría propiciar la reforma de la Constitución para terminar con los mandatos cuasi-vitalicios de los senadores, permitir y poner como tope una reelección, habilitando al gobernador y vice (que hoy lo tienen vedado), pensar tal vez en la unicameralidad (con representación territorial y paridad de género) y otras variantes para deconstruir desde la política, y terminar con los fueros como privilegio.
Por el momento la "herramienta", más allá de lo justo y necesario que es echar luz sobre las conductas y responsabilidades de los funcionarios, está siendo el Poder Judicial, que en el caso de Santa Fe no es tan escandalosamente impresentable como el fuero federal, pero tiene sus cosas. Entre ellas, favorables, desde ya, un grupo de fiscales que van al frente -- no sin errores--, pero con honorabilidad y valentía. Tal vez por el trabajo de ellos se comience a adecentar "la política", pero debería ser "desde adentro", desde las propias fuerzas partidarias que se estableciera esa renovación.
Los niveles de criminalidad y delincuencia --especialmente en Rosario-- fueron mayores en 2020 que en cualesquiera de los cuatro años de gestión de Miguel Lifschitz. según los datos oficiales del Ministerio Público de la Acusación fueron 206 los homicidios en 2020, superando los 178 de 2016, 163 de 2017, 199 de 2018, y 165 de 2019. En dos días que lleva este año ya hay dos muertos en el departamento Rosario.
"Ayuden a Rosario"
El intendente Pablo Javkin pidió que "ayuden a Rosario". Su relación con el gobernador es buena, y no se ha atravesado como un obstáculo la cuestión partidaria, teniendo en cuenta la pertenencia del jefe comunal al Frente Progresista, situación que tampoco le queda cómoda internamente pero que ha sabido controlar. A diferencia de la gestión provincial, Javkin ha tejido alianzas variopintas. Tiene aliados internos, buena relación y acuerdos con Ciudad Futura, un sector de PRO y también del peronismo. Sin ir más lejos La Cámpora y otros sectores dinámicos del PJ lo acompañan en el Concejo donde ha consolidado una mayoría estable. Los que no lo acompañan, como La Corriente o el Movimiento Evita tampoco lo han arrastrado al barro como sí ha ocurrido en la provincia.
El año que recién comienza es electoral. No se sabe si habrá Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias. No es un dato menor. Sobre todo mirando la "interna" peronista, la del Frente Progresista y ahora también del PRO/ UCR.
Durante 2020 se vieron acuerdos transversales más fuertes que dentro de los mismos partidos. Probablemente el único elemento aglutinante, sin fisuras fue el rechazo a la quema en las islas, y más allá de la unanimidad del reclamo, en términos prácticos no pasó nada, o casi nada. Hoy siguen viéndose columnas de humo, y haber arrasado con el ecosistema impar que hay frente a Rosario permanece en la más absoluta impunidad. Tanto como los estafadores de Vicentin, que tuvieron apoyo o silencio, de sectores políticos afines al macrismo y de Bolsa de Comercio de Rosario.
El año que vivimos en peligro ha quedado atrás, sin embargo se proyectan luces y sombras sobre el 2021. En todos los casos son el cuerpo y el alma de la ciudadanía, que debería diferenciar a los servidores públicos --en especial a los equipos de Salud y a quienes se pusieron al frente de la lucha contra la pandemia-- de los funcionarios cuya presencia o ausencia prácticamente da lo mismo.
Hay razones objetivas para ser optimistas, esperemos que la subjetividad, es decir la ciudadanía, no conspire contra ellas.
VISITAS
Pidió que Traferri se someta al proceso judicial
La Rural lo corre por izquierda
Desde Santa Fe
La Sociedad Rural de Santa Fe le reclamó al senador Armando Traferri que se someta al proceso judicial y comparezca ante los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra que lo investigan por supuesta “asociación ilícita en grado de organizador” –que tiene una pena mínima de cinco años de cárcel- en una causa en la que ya están presos los ex fiscales de Rosario Patricio Serjal y Gustavo Ponce Asahad. “Exigimos políticos decentes. En la vida no sólo hay que serlo, sino también parecerlo y a veces eso amerita demostrarlo ante un juez”, dijo la entidad. Y advirtió que si el Senado “no allana el camino para despejar las sospechas” que recaen sobre Traferri, convocó a las entidades intermedias de la provincia a “señalarlo”, decirle que en Santa Fe “no hay privilegiados” y que “todos los ciudadanos somos iguales ante la ley”.
En una declaración que tituló con una frase famosa: “Entre bueyes no hay cornadas”, la Sociedad Rural condenó el cerrojo corporativo del Senado que rechazó el desafuero de Traferri por un acuerdo político entre los senadores del PJ que le responden y sus colegas del Frente Progresista que lidera el senador de la UCR, Felipe Michlig. El Senado “protegió corporativamente” a Traferri para impedir que sea “investigado por la justicia sin retaceos”. Lo blindaron “con una coraza, vedándole a jueces y fiscales la posibilidad de investigar al sospechoso”, denunció.
“Todos los habitantes son iguales ante la ley”, dijo la Rural al recordar los imperativos de la Constitución Nacional y la Constitución de la provincia. Pero parece que “ese principio no rige en Santa Fe, cuando el sospechado de un delito es un senador provincial” “La investigación del juego clandestino derivó en fiscales procesados (y presos: Serjal y Ponce Asahad) y en el senador Traferri sospechado. La investidura de las personas implicadas habla por sí sola de la gravedad de la situación”, agregó.
Sin embargo, en el Senado “sólo cuatro senadores votaron por el cese de la inmunidad legislativa” de Traferri, mientras que “el resto de la Cámara protegió corporativamente al mismo, impidiendo que su colega sea investigado por la justicia, sin retaceos”.
La Sociedad Rural no menciona quién es quién en la Legislatura, pero el asunto es conocido. Los cuatro senadores que votaron el desafuero de Traferri son Alcides Calvo, Marcelo Lewandowski, Marcos Castelló y Ricardo Kaufmann, que responden al gobernador Omar Perotti. Los otros 15 fueron para atrás: tres se abstuvieron (Lisandro Enrico, Rodrigo Borla y el propio Traferri) y trece votaron en contra: cinco radicales (Michlig, Leonardo Diana, Germán Giacomino, Orfilio Marcón y Hugo Rasetto) y siete peronistas (Rubén Pirola, José Baucero, Guillermo Cornaglia, Joaquín Gramajo y Osvaldo Sosa, Eduardo Rosconi y Cristina Berra). A las 48 horas, Rosconi y Berra anunciaron su pase al bloque alineado con la Casa Gris.
“La inmunidad legislativa” –que invocaron Traferri y sus colegas- no es una “herramienta de impunidad”, alertó la Rural. “El Ministerio Público investiga delitos y promueve la acción penal contra autores o partícipes”. Sin embargo, 14 senadores del Frente Progresista y el PJ cubrieron con “una coraza” a Traferri para impedir “a jueces y fiscales la posibilidad de investigar al sospechoso”.
“El decoro y la honorabilidad no se resguardan bajo excusas de ‘internas partidarias’ o supuestos ‘carpetazos de un ministro’, argumentos que ahondan el deterioro de la imagen de nuestros representantes y salpican al propio gobernador Perotti, sino que se defienden poniéndose a disposición de la justicia como cualquier ciudadano común, bajo la presunción de inocencia” y las garantías del debido proceso”.
“Santa Fe se caracteriza por su sólida y respetuosa institucionalidad. La Legislatura es cabal reflejo de eso, aunque en sus 205 años ha tenido algunos sucesos bochornosos similares al actual”.
“Los santafesinos necesitamos que nuestros representantes no revistan sospechas de conductas delictuales. Exigimos políticos decentes. En la vida no sólo hay que serlo, sino también parecerlo, y a veces eso amerita demostrarlo ante un juez”.
Por lo tanto, “si la dirigencia política no allana el camino para despejar las sospechas que recaen sobre un Traferri, será tarea de las instituciones intermedias como la Sociedad Rural de Santa Fe, protagonistas y puntales de la institucionalidad, señalarlos, decirles que en esta provincia no hay privilegiados y que todos somos iguales ante la ley”, concluyó.
Ignacio Carnevale, estudiante de Ingeniería Electrónica
Un año de trabajo en la Antártida
El Instituto Antártico Argentino es el organismo estatal que nuclea todas las actividades científicas en la Antártida. Del mismo dependen grupos de investigación que trabajan sus proyectos en ese continente, algunos únicamente en la campaña de verano y otros durante todo el año. La Base Científica Carlin depende del Instituto y se encuentra ubicada en la isla 25 de Mayo del archipiélago Shetland del Sur. Ignacio Carnevale, estudiante de Ingeniería Electrónica de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR, está en la base como encargado del laboratorio que allí funciona, tarea que desempeña hasta marzo de 2021.
“Este año en la base somos tres personas las que dependemos directamente del Instituto Antártico Argentino: la jefa científica, la licenciada en Bioquímica, Jazmín Fógel, quien realiza trabajos de campo para diversos grupos de investigación del instituto, principalmente relacionados con las ciencias del mar, y el monitoreo de animales; mi compañero Emmanuel Chang y yo, que trabajamos en el Laboratorio Multidisciplinario de Base Carlini donde me desempeño como encargado. Ambos somos estudiantes de ingeniería electrónica, solo que Emmanuel estudia en la UBA y yo en la UNR”, explica Ignacio.
En el Laboratorio Antártico se registran en forma constante datos sismológicos y geodésicos, que permiten modelar la estructura de la corteza terrestre, contribuyendo a redes de monitoreo sísmico internacional, y pudiendo detectar fenómenos de cambios en la superficie terrestre y obtener cartografía de alta precisión.
“Nuestro trabajo consiste en dar soporte a dichos proyectos y mantener y administrar la red informática y los enlaces satelitales para brindar Internet a la base. Estas tareas son afines a mi carrera, por lo que además me va a servir para acreditar las prácticas profesionales supervisadas en la Facultad”, señala el futuro ingeniero.
Durante su estancia en la base debe realizar otras tareas como reparar las computadoras y celulares de los miembros de la dotación, que si bien “nos son específicas del puesto no hay en la base otras personas que puedan realizarlas”. Todos los integrantes de la dotación realizan tareas generales vinculadas a la convivencia como por ejemplo ayudante de cocina y colaborar en la limpieza general.
"El trabajo diario depende principalmente de los requerimientos de los proyectos a los que brindamos soporte. Un día a lo mejor trabajamos dentro del laboratorio y al otro salimos en busca de unos censores que se encuentran en distintas ubicaciones de la isla", cuenta. Para Carnevale esta es su segunda campaña Antártica, la primera fue durante 2016 en Base Orcadas. Para participar de las mismas, el estudiante tuvo que pasar por un año de preparación, exámenes físicos y psicológicos.
Sobre sus razones para realizar esta experiencia, Ignacio señala: “Lo que motiva a cada uno para venir es muy personal, seguramente hay un componente de aventura que lo hace más atractivo, además del factor profesional y económico. La vida es bastante más tranquila, sin la prisa típica de la ciudad, por esto el trabajo aquí creo que tiene tiempos más humanos. La belleza del paisaje es única y muchas veces se tiene la sensación de ser afortunado porque pocas personas pisaron este suelo. También se siente orgullo por el hecho de que nuestra presencia aquí contribuye a la soberanía del país”.
El estudiante cuenta que también hay muchas dificultades al realizar una invernada en la Antártida, el clima es hostil y se está alejado del resto del mundo: “Todos los víveres, materiales y demás insumos para el año completo se traen durante el verano y si algo no ingresa durante la descarga no se cuenta con ello durante todo el año, no hay negocios donde ir a comprar, de hecho no se usa dinero”.
Las temperaturas bajas complican el trabajo en el exterior: “Los materiales no se comportan de la misma manera, algo flexible como un cable, por ejemplo, puede volverse rígido y quebradizo o una cinta aisladora pierde su elasticidad al punto de asemejarse a un papel. Sin contar con el hecho de tener que trabajar con los guantes puestos que te restan movilidad y quitártelos tampoco es la solución ya que el frío te entumece las manos. Todo esto hace que cada tarea que se realice fuera deba planificarse para estar el menor tiempo posible expuesto al clima hostil. Otro factor de dificultad es el viento que puede llegar a ser muy fuerte”.
La convivencia con los miembros de la dotación y la distancia con los afectos pueden ser un desafío durante la campaña de invierno, aunque el joven destaca que “es una experiencia muy enriquecedora". "La dotación de la base está integrada por personas de distintas edades, formaciones e idiosincrasias ya que se conforma con gente de varias provincias, tanto civiles como militares y es necesaria siempre un buena cuota de tolerancia ya que se debe poder convivir durante un año con la misma gente”, relata Ignacio, quien afirma que en este tiempo conoció a excelentes personas y se lleva grandes amistades.
El encargado del laboratorio considera que si alguien está interesado en realizar una invernada no debe tomárselo a la ligera: “Le aconsejaría que primero lo medite bien y evalúe si están dadas todas las condiciones en su vida como para estar alejado por un año y si es así, le diría que se anime, que es una oportunidad única y una experiencia maravillosa”.
Este año el contacto con otras bases antárticas estuvo limitada por la pandemia de covid-19, si bien en la Base Científica Carlin no hubo ningún caso positivo, se aplicaron algunos protocolos para evitar que se diera algún contagio lo que generó que sea una invernada algo particular, aún más aislada que de costumbre, sin embargo la ausencia de casos hizo que no haya que establecer medidas hacia el interior de la base.
"El 2020 va a ser recordado como el año de la pandemia y es raro pensar que fui una de las pocas personas que se mantuvo al margen. En la base vivimos lo referente al covid-19 como algo lejano que veíamos por la televisión y, de alguna manera, sólo lo dimensionamos a través del contacto con nuestros seres queridos", reflexiona.
A Carnevale le quedan 6 materias más el proyecto final para recibirse de Ingeniero Electrónico y el contexto de la pandemia y el cursado virtual le posibilitó realizar materias a 3.300 kilómetros de la Facultad. "Durante el segundo cuatrimestre comencé a cursar un par pero decidí enfocarme en una electiva que pienso que me va a dar herramientas necesarias para encarar algunos de los temas del proyecto final que me interesan. En el cursado virtual no hay demasiada diferencia con mis compañeros que se encuentran en Rosario”, concluye.
Fuente:Rosario12
Reporte de coronavirus de la provincia
El gobierno provincial –a través del Ministerio de Salud– informó este sábado 554 casos de Covid-19 en territorio santafesino, de los cuales 194 son de la ciudad. Hubo 14 fallecidos: la mitad son de la ciudad de Santa Fe, y hay un rosarino incluido.
En su habitual reporte epidemiológico diario, la cartera sanitaria santafesina informó en conferencia de prensa que Rosario encabezó la lista con más contagios de coronavirus: 187 de los casos son residentes, mientras que los 7 restantes fueron notificados en otra jurisdicción.
En la nómina de localidades de mayores casos, siguen la ciudad de Santa Fe, con 41 positivos; Esperanza, con 37; Reconquista, con 34; Tostado, con 22; Avellaneda y Gálvez, con 19 cada una; San Cristóbal, con 16; Villa Trinidad, con 15.
Con estos números, la provincia suma 177.202 positivos de Covid-19, de los cuales 164.345 pacientes se recuperaron y 9.939 aún no, o permanecen activos, según indicó el Ministerio de Salud, que además indicó hay 123 personas internadas en terapia intensiva y 238 en camas generales.
En cuanto a los decesos en la jornada, se registraron 14: la mitad son de la capital provincial (de 58, 73, 75, 83, 89 y dos de 90 años), tres son residentes de Sunchales (de 59, 83 y 86 años), y Rosario (97 años), Santa Rosa de Calchines (87 años), Tacural (58 años) y Humberto Primo (52 años), suman uno cada uno.
De esta manera, el total de muertos por coronavirus en todo Santa Fe desde el inicio de la pandemia asciende a 2.918 víctimas. En tanto, las autoridades sanitarias remarcaron que ya fueron vacunadas 2.316 personas del personal de salud.
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