25 de enero de 2021

TROPEL 1 del 25.01.2021.

 


25 de enero de 2021

Las perspectivas de los investigadores

Coronavirus en Argentina: contagios que se desaceleran y una vacunación masiva que calienta motores

El incremento abrupto de casos se frenó y en el presente se advierte una leve tendencia a la baja. Las claves para comprender el comportamiento de la curva y la letalidad. La reflexión sobre el retorno a clases presenciales y la inmunización a escala.  físico Jorge Aliaga y la médica infectóloga Leda Guzzi
Por Pablo Esteban













Imagen: NA

Los casos, que hacia mediados de diciembre se habían incrementado de una manera abrupta y a un ritmo vertiginoso, desde hace unos días se estancaron y, en algunos puntos del país, iniciaron una leve tendencia a la baja. El nuevo contexto epidemiológico, con un horizonte de millones de vacunas tan cercano, ilumina las esperanzas de algunos funcionarios. Desde la administración de Axel Kicillof, esta semana, se exhibieron “cautelosamente entusiasmados”. Las restricciones nocturnas y otras disposiciones en 118 municipios están dando sus frutos y eso no dejar de ser un alivio. El titular de la cartera sanitaria en Buenos Aires, Daniel Gollan, señaló que el objetivo de aquí en más es “empezar a bajar lo más rápido posible”. La cautela proviene de la experiencia: con este virus relajarse puede resultar riesgoso. Fernán Quirós, quien lidera ministerio de Salud en CABA, también afirmó que “los casos han descendido muy lentamente” y que, tras las fiestas de fin de año, las personas “habían vuelto a poner un poco de esfuerzo”. Eso, en definitiva, hizo que disminuyera la interacción social en la Ciudad.

En este marco, más allá del alivio momentáneo, ambas carteras sostienen que no es posible relajarse. ¿La razón? Empírica. Argentina promedia los 10 mil infectados por jornada y ello indica que aún se está muy lejos de achatar la curva de una manera decisiva. Página/12 rastreó las claves de la desaceleración actual de los infectados, la letalidad, las clases y la vacunación en marcha desde la óptica de especialistas que analizan datos y contextos. Y reflexionan sobre un país que ya se acerca a los 2 millones de infectados, cuyos fallecidos superan los 46 mil y los recuperados el millón y medio.

La propagación bajó un cambio

“Al 14 de diciembre teníamos un promedio semanal de 6.200 casos. Un mes después, el 16 de enero, teníamos 11.300 y en los últimos 7 días ese promedio disminuyó a, aproximadamente, 10.330. De alguna manera las cifras marcan cómo, durante el tiempo reciente, los casos se amesetaron”, señala Leda Guzzi, médica infectóloga de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). Y describe cuáles podrían ser las razones del estancamiento: “Habían subido de modo abrupto como producto de los encuentros sociales de fin de año: las festividades marcadas por calendario pero también las fiestas clandestinas que se realizaron más allá del 1° de enero. Pienso que ahora la gente se reconcientizó, al tiempo que aumentaron los controles que se habían relajado. Esto ayuda mucho a ver cierta estabilidad con tendencia a la baja. Lo ideal sería que el número de infectados disminuya un poco más, para que la época de temperaturas frías nos agarre mejor parados”, sostiene la especialista.

“Esta curva tiene una forma distinta a la anterior. Subió de una manera mucho más rápida y no se estacionó en una meseta eterna que no baja nunca, sino que rápidamente comenzamos a ver un leve descenso. En esta oportunidad, me da la impresión que está disminuyendo, a ritmo gradual pero marcado”, apunta Jorge Aliaga, físico y exdecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. La combinación explosiva, desde su óptica, sucedió en diciembre con el incremento de reuniones que transcurrieron en espacios cerrados. El comportamiento social, en esta línea, se combinó con el aumento de las temperaturas. 

“Le sigo poniendo una ficha al tema de las reuniones en lugares cerrados con mucho calor. La primavera colaboró porque al estar con mejor clima, estábamos más tiempo con encuentros al aire libre. En diciembre llegó el calor más intolerable y nos encerramos en sitios con aire acondicionado, un artefacto que no renueva el aire”, plantea el analista de datos. “Además, cuando enciende el aire muy poca gente deja alguna ventana abierta, porque justamente el objetivo es que el frío no se vaya sino que mantenga el ambiente a una buena temperatura”, completa.

Con ese criterio, ¿por qué, entonces, en enero disminuyeron los casos aunque el calor continúa? “Pienso que en enero cambió la dinámica de comportamiento: la gente sale más de vacaciones, los que no pudieron ir a la costa o algún lugar turístico, tratan de pasar sus días en quintas, en un patios con pileta, en parques”, plantea. Complementa su análisis con una línea adicional de abordaje vinculada al testeo. “También es cierto que, al menos en las regiones grandes, puede que estemos detectando mejor ahora que en agosto. Los casos que se confirman no son los que hay, sino los que vemos; la capacidad de detección desplegada influye en la cantidad de infectados que se ven”. “Es como si se cambiaran los anteojos”, ubica con una metáfora.

En este marco, la comprensión de los procesos de socialización y de los vínculos sociales que establecen los jóvenes en fiestas clandestinas no explica la dinámica general de la pandemia en territorio nacional. Por el contrario, tratar de entender un fenómeno tan complejo requiere de un esfuerzo mayor y obliga al relevamiento de diferentes variables. De hecho, según las mediciones que realiza Aliaga, los jóvenes no estarían contagiándose más en proporción a meses anteriores. 

“Hace unos días publiqué unos gráficos en los que mostraba cuánto se habían contagiado a lo largo de la pandemia los menores y mayores de 60 años en Buenos Aires, CABA, Córdoba y Santa Fe. En síntesis había una relación que explicaba que siempre los menores se infectaron más. Salvo en CABA, la proporción se había mantenido igual: si antes por cada infectado mayor de 60 años, se contagiaban 6 menores de esa edad, ahora también. En el único lugar en el que sube más la relación en favor de los menores de 60 es en la Ciudad”, enfatiza. 

Siguiendo con este razonamiento, continúa: “Eso puede ser por el testeo de viajantes que hace CABA y que hoy viajan más los más jóvenes. También puede ser porque se modificaron los comportamientos. La verdad es que no le podemos echar la culpa a las fiestas clandestinas que realizan los pibes así tan livianamente. Una cosa es el sitio en el que se infecta un joven sin síntomas y otra el sitio en el que contagia a su padre o a su abuelo”.

¿Más o menos letal?

Uno de los discursos que circuló es que la letalidad era más baja porque al contagiarse más la gente joven, los fallecidos a causa de la covid terminaban siendo menos. Guzzi lo aclara: “En la actualidad, la letalidad es baja porque todavía no llegamos al pico de contagios. Estamos en un nivel intermedio de casos si lo comparamos con otros momentos de máxima tensión que experimentamos meses atrás”. En esta línea, detalla: “La letalidad tuvo un ligero descenso durante los últimos meses, pasó de 2.7 a 2.5. Sin embargo hay que saber que esa tasa implica una foto de un momento y no explica el despliegue de la pandemia en el territorio. A lo que, en verdad, deberíamos prestar atención es a la mortalidad final de la enfermedad y ello solo lo podremos saber más adelante. Hasta aquí, la mortalidad indica que en el país hay 1.017 fallecidos por millón de habitantes. En el presente, no estamos entre los peores pero tampoco entre los mejores”, asume la infectóloga. Vale recordar que mientras la letalidad indica el número de fallecidos sobre el número de infectados, la mortalidad expresa el número de fallecidos en relación a la población total del país.

Para Guzzi, se suelen realizar hipótesis apresuradas para explicar la disminución de la letalidad. Se alude a que mejoró el cuidado intensivo de los pacientes y a que como el sistema cada vez está mejor preparado ninguno se quedó sin su unidad de terapia intensiva. Desde su perspectiva, “son datos que influyen pero hay más, hay que ver la película completa, ya que establecer una causalidad directa es mucho más complejo. Podemos caer en errores frecuentes”. Según la información consignada en el último reporteel porcentaje de ocupación general de camas de terapia intensiva en el país es de 54,3% y el de AMBA es de 59,9 %.

Foto: Leandro Teysseire.

 

Clases presenciales: la ventilación como clave

La socióloga Sol Minoldo y el bioinformático Rodrigo Quiroga, ambos investigadores del Conicet, construyeron una perspectiva argumentada respecto al control epidemiológico posible en un regreso presencial a clases. Desde su punto de vista, el asunto no debe enfocarse tanto en la salud de los niños, sino en el incremento de la transmisión viral comunitaria que podría generarse con las escuelas. Aunque los más pequeños y los adolescentes no son “súpercontagiadores”, sí contagian de forma similar a los adultos. Pero, como suelen ser asintomáticos, se los testea menos.

Según los investigadores, existe evidencia de que las escuelas constituyen epicentros de contagio y son diseminadoras del Sars CoV-2 en naciones como Canadá, Reino Unido, Estados Unidos e Israel. Muchas instituciones, a lo largo de la pandemia, han cerrado sus puertas y vuelto a abrir de manera intermitente. Algunas, incluso, han apelado a modelos educativos mixtos, alternando presencialidad y virtualidad según los casos. En este marco plantean: “Por supuesto que cerrar escuelas tiene impacto económico y productivo, pero aumentar la transmisión comunitaria tiene impactos mucho mayores si obliga a otro tipo de restricciones debido a la saturación de la capacidad del sistema de salud”. Y rematan: “En términos del impacto sobre la pobreza, inequidad y deserción, se pueden tomar medidas mucho más convenientes como garantizar conectividad y computadoras a todos los alumnos, identificar deserciones para realizar apoyos o tutorías”.

En este marco, la ventilación de las aulas, el uso de barbijos y la puesta a punto de una logística que evite aglomeraciones en recreos y horarios de ingreso y egreso serán claves. Jorge Aliaga promueve la instalación de sensores de CO2 para medir la ventilación del aula, que en países como España y Estados Unidos tienen una gran difusión. “Estoy insistiendo mucho en que hay que prestar atención al tema de la ventilación en los espacios cerrados. Una manera de medir si el aire está muy respirado es calcular el nivel del dióxido de carbono”, propone Aliaga. Cuando las personas respiran emiten gotitas que quedan flotando en el aire, en las que puede haber virus y los individuos se pueden contagiar. Por ello, “cuanto más respirado esté el aire”, esto es, cuanto menos renovado esté, sube la probabilidad de infectarse. “El objetivo es garantizar que el aire se está renovando, medir cuánto sube el dióxido de carbono brinda una idea de cuánto se está acumulando y cuánto no se está renovando por el cambio de aire. En las aulas sería fundamental”, puntualiza el físico.

La apertura de los colegios a cualquier costo será riesgosa, advierten los especialistas: se hace difícil mantener la distancia social, la higiene de manos y superficies y, sobre todo, la ventilación necesaria. Los protocolos y las burbujas no se cumplen así como así, impican adecuación de infraestructura, dificultades logísticas que deben contemplarse y que, en muchos casos, no se están comprendiendo en su real dimensión. Al mismo tiempo, admiten que la vuelta a clases presenciales se configura una demanda social muy importante. 

La vacunación masiva calienta motores

Mientras que los casos se desaceleran y se discute la vuelta a clases presenciales, el panorama no es tan desolador porque los lotes de Sputnik –con millones de dosis– comenzarán a llegar la semana próxima. Además de los miembros del personal de salud –en especial aquellos que se encuentran a la vanguardia en la lucha contra el virus– tras la recomendación realizada por Anmat, podrán inmunizarse los mayores de 60 años, uno de los grupos que ha presentado los índices de mortalidad más preocupantes desde que inició la pandemia en Argentina y en el mundo. De hecho, Alberto Fernández, Ginés González García y Daniel Gollan recibieron las propias como muestra de confianza hacia las drogas que se inoculan y se inocularán en los cuerpos de los ciudadanos argentinos.

Además de la fórmula rusa, para marzo se esperan millones de dosis provenientes desde México: el Laboratorio Liomont está, en el presente, envasando la sustancia activa que produjo y envió la planta local de mAbxience (Grupo Insud, del empresario doméstico Hugo Sigman). Asimismo, se aguarda por el millón de dosis acordada con la empresa estatal china Sinopharm y los millones convenidos con la plataforma Covax administrada por la OMS. La inmunización masiva en el país calienta motores. El entusiasmo es tal que en la provincia de Buenos Aires, a través de la página dispuesta por el gobierno provincial, ya se anotaron más de un millón de personas a la espera de la asignación de un turno y de inyectarse la protección frente al Sars CoV-2. Falta mucho, pero falta menos.


Mañana confirmarían el cronograma

A la espera de los vuelos de las vacunas

Raúl Kollmann


















El vuelo a Rusia para retirar las vacunas comprometidas por contrato no saldrá este domingo y el cronograma recién se va a confirmar el lunes. Las autoridades del Ministerio de Salud y las de Aerolíneas Argentinas están esperando el visto bueno de Moscú que, como anticipó Página/12, ya informó que las vacunas estarán disponibles según figura en el contrato: cuatro millones de la dosis 1 y un millón de la dosis 2 antes de fin de mes. El Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), que maneja las vacunas de Gamaleya, prometió este lunes confirmar el cronograma definitivo y con ello se hará el programa de vuelos.

Nada es fácil en el mundo de las vacunas porque existe una inmensa presión en todo el planeta. Incluso dentro de Rusia hubo malestar por el envío de las primeras dosis a la Argentina porque la Constitución dice taxativamente que debe privilegiarse a la población rusa en materia de salud. En la desesperada Europa hay escándalos de todo tipo con Pfizer. El laboratorio registra un atraso de un mes en las entregas y por las demoras empiezan a aparecer las denuncias penales contra el laboratorio como ocurre en Italia. En el centro de la escena están los problemas de producción a escala. Las propias farmacéuticas no terminan de decir exactamente cuándo entregan y están presionadas por todos los países y todos los gobiernos. En varias tapas de diarios del mundo el título que domina es "necesitamos vacunas". Así aparece este domingo en el New York Post, por ejemplo, que pone el grito en boca de Bill de Blasio, intendente de Nueva York, que le dirigió su exigencia al presidente Joe Biden. En España, mientras tanto, se conoce que hubo que dejar de vacunar a personal de la salud por falta de vacunas. 

Como adelantó este diario, el plan del gobierno de Alberto Fernández es traer las vacunas en tandas de un millón por semana, para evitar los costos y riesgos del almacenamiento en depósitos a 17 grados bajo cero. También la estrategia tiene que ver con los ritmos de vacunación: en el mundo entero, al principio, el proceso es lento y después toma ritmo. En la Argentina, las 300.000 dosis 1 llegaron el 24 de diciembre y recién ahora se está completando la vacunación.

En Aerolíneas están esperando el cronograma definitivo porque se necesitan varios vuelos para ir a buscar cinco millones de vacunas. Es mas, hubo que conseguir también el visto bueno de los gremios porque se tratará de numerosos viajes, fuera de las rutas habituales. El titular de la Asociación de Pilotos, Pablo Biró, ya firmó la autorización y la compañía está a la espera del cronograma que viene de Rusia. En Moscú afirman que confirmarán todo este lunes. 


Así lo indica una investigación del Centro de Estudios de la Ciudad de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA

Desde hace años no se invierte lo suficiente en los jóvenes pobres del conurbano

Hay muy pocos programas destinados a ese sector. El resultado es que sólo son atendidos cuando ya han sido vulnerados o se convierten en un problema para terceros porque ingresaron en el sistema penal. La pandemia agravó el cuadro porque cerraron las escuelas y los clubes.
Por Laura Vales






La inversión pública en adolescentes y jóvenes de los sectores populares del conurbano se redujo en un 20 por ciento en los últimos diez años. 
Imagen: Enrique García Medina

La inversión pública en adolescentes y jóvenes de los sectores populares del conurbano se redujo en un 20 por ciento en los últimos diez años. Así lo advierte una investigación del Centro de Estudios de la Ciudad de la Facultad de Ciencias Sociales (CECSO- UBA) realizada con apoyo de la Unicef. “Hoy, en el conurbano, hay muy pocos programas destinados a los adolescentes. Son políticas del Estado que llegan, además cuando es tarde, porque las que existen están destinadas, mayormente, a jóvenes en conflicto con la ley. El adolescente es atendido por el estado cuando se ha convertido en un problema para el otro”, señalan los autores del trabajo. En su presentación, los investigadores --acompañados por funcionarios vinculados al territorio-- advirtieron que con la pandemia, la situación se agravó, debido al prolongado cierre de las escuelas y los clubes.

En el conurbano viven 2 millones de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años; cerca de la mitad pertenecen a familias con ingresos insuficientes. De cada diez adolescentes, cuatro dejan la escuela. Y de los que no estudiansólo el 50 por ciento consigue trabajar, pero en relaciones laborales que en 6 de cada diez casos son precarias, reseña el informe.

Funcionarios municipales entrevistados en  las intendencias en las que se realizó la investigación señalaron como los principales problemas que afectan la vida de los adolescentes “la salud mental, las adicciones y los consumos problemáticos”, temas para los que los gobiernos locales no tienen capacidad de respuesta. La conflictividad con la familia y las situaciones de violencia con adultos y pares le siguieron en cantidad de menciones.

“El bajísimo presupuesto era una sospecha que todos teníamos, y ahora contamos con los datos. Encontramos que los programas para adolescentes son mínimos. Ya era un gasto residual en los gobiernos kirchneristas, de los que puedo decir que me sentí parte”, señaló a PáginaI12 Adriana Clementedirectora de la investigación.  “El macrismo, en sus cuatro años de gobierno, dejó caer ese gasto, que ya era poco, y lo concentró en asistencia alimentaria”.

El estudio fue realizado en 17 municipios del conurbano. Los investigadores encontraron que las intendencias vienen asumiendo como pueden el sostenimiento de los programas que fueron ajustados. Con sus recursos, por ejemplo, complementan los sueldos de los talleristas. Un ejemplo citado es el caso del programa Envión. Creado en 2009, se trata de un plan provincial destinado a mejorar la inclusión educativa, con una beca para los chicos que concurren a sus talleres. Durante la gobernación de María Eugenia Vidal el programa fue desfinanciado, pero muchas  municipalidades lo mantuvieron activo, reforzándolo con recursos en lo que pudieron; y en algunos lugares lo reformularon.

Las intendencias también desarrollaron programas propios. “Hay hermosas experiencias”, asegura el relevamiento. En los 17 partidos los investigadores encontraron espacios de trabajo destinados a adolescentes. Sin embargo, indican que su escala no alcanza frente a la magnitud de lo que necesita hacerse, ya que ninguna de las iniciativas llegaba a cubrir siquiera todo un municipio.

La investigación será difundida como libro electrónico. Su presentación se hizo mediante un zoom en el que hablaron funcionarios vinculados al trabajo con adolescentes.  Antonio Colicigno, de Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, puso el foco en un problema que agravó la pandemia: la escuela, como canal para implementar medidas, no llega a la totalidad de los adolescentes. “Necesitamos redefinir políticas públicas y tener en cuenta que el ámbito educativo no es el único que puede garantizar la inclusión de nuestros jóvenes. Muchos que no están en el sistema educativo. De 2015 a 2019 ha bajado la cantidad de adolescentes que terminan el secundario, y hoy existe una preocupación agregada, y es que la pandemia va a aumentar el número de los que quedan al costado de la educación".

Coincidente con esa mirada, la titular del Sedronar, Gabriela Torres, aportó otras dos cuestiones: la primera, que el estado no debe sólo aportar presupuesto, sino también formar adultos que puedan implementar políticas. "Sin un cuerpo a cuerpo no hay resultados”, definió. En ese sentido, marcó como un error pensar que los adolescentes no necesitan de la presencia de adultos para su desarrollo. Y consideró necesario “amigar la gestión estatal con las organizaciones que intermedian en el territorio, porque ahí hay una alianza fundamental, que todavía falta".

También el secretario de Desarrollo Humano de la Matanza, Nicolás Fusca, consideró quela pandemia trajo "un desafío extra, porque no va a ser suficiente con transferir recursos a las familias”. Para Fusca, “vamos a necesitar ejércitos de compañeros, de organizaciones con mucho cuerpo, para que los pibes que dejaron vuelvan a la secundaria”.

Para Clemente, otro aspecto del problema es que las direcciones de Juventud hoy no existen. “Podrían ser pensadas como un lugar de acción política, que asuman el diseño de políticas para esta etapa de la vida, no sólo para los sectores populares sino también para los medios y altos. Pero no están, y por eso son las áreas de Desarrollo Social las que cargan con toda la acción”.

Así, las políticas de promoción de derechos para los adolescentes de los sectores populares del Conurbano son totalmente insuficientes. La tendencia es que el estado llega cuando los chicos ya tienen conflictos con la ley o cuando han sido vulnerados. Se hace poco por la promoción de sus derechos. Tampoco tienen abierta una puerta al mundo del trabajo al que puedan dar el salto. Por el contrario, la precarización laboral en esta franja de edades es mayor a la de los adultos.


Tax Justice Network ponderó medidas de AFIP que promueven más transparencia

Destacan avances contra la evasión fiscal

La prestigiosa ONG británica destacó las resoluciones del organismo fiscal que crearon un registro de los verdaderos dueños de las empresas y un mapa sobre las planificaciones fiscales de las grandes corporaciones.






Los miembros de TJN reclaman que la información que recolecte la AFIP sea de acceso público.  
Imagen: Alejandro Leiva

La prestigiosa ONG británica Tax Justice Network (TJN) destacó los avances en materia de transparencia del gobierno argentino para combatir maniobras de elusión y evasión fiscal. “Argentina sigue avanzando para estar a la vanguardia de la transparencia”, indicaron los expertos de TJN al destacar una serie de normativas implementadas por la AFIP en los últimos meses.

Una publicación realizada en el sitio web de la organización, firmada por Andres Knobel, destaca las resoluciones del organismo fiscal que crearon un registro de los verdaderos dueños de las empresas y un mapa sobre las planificaciones fiscales de las grandes corporaciones. De acuerdo a los expertos británicos, las normativas del gobierno “ayudan a poner a la Argentina un paso adelante en lo que respecta a la disponibilidad de información uniéndose a muchos países de la Unión Europea, aunque, a diferencia de los países de la Unión Europea, Argentina no ha hecho pública esa información”.

Los miembros de TJN reclaman que la información que recolecte la autoridad tributaria, a través de la Resolución General 4879, sobre los verdaderos dueños de las empresas (los llamados beneficiarios finales) sea de acceso público. Asimismo, sugieren mejorar la coordinación entre la AFIP y los distintos registros públicos provinciales para potenciar el uso de los datos para evitar maniobras abusivas.

“Argentina como el resto del mundo deberán seguir enfrentándose contra el daño infligido por el secreto profesional”, advirtió TJN al cuestionar algunos de los argumentos utilizados por los detractores de las medidas. “Aunque la confidencialidad tiene sentido en algunos casos (por ejemplo, para evitar que un médico divulgue registros médicos o el derecho a un juicio justo), no debe ser utilizada por las multinacionales más poderosas y las personas de alto poder adquisitivo para seguir participando en actividades abusivas que erosionan los ingresos estatales, perjudicando a la gran mayoría de personas que no forman parte del 0,1 por ciento”, expresaron los expertos de la ONG británica.

El Régimen de Información sobre Planificaciones Fiscales creado en octubre de 2020 a través de la Resolución General 4838/20 otorgó a la AFIP una importante herramienta para abordar potenciales maniobras de elusión y evasión fiscal. Los regímenes informativos como el que implementó el organismo conducido por Mercedes Marcó del Pont constituyen una práctica extendida entre las administraciones tributarias de todo el mundo ya que permiten verificar que los tributos se ingresen en las jurisdicciones donde realmente se perfeccionan los hechos imponibles. Al ampliar el nivel de conocimiento de las estructuras y operaciones utilizadas por los contribuyentes, la normativa permite identificar áreas de riesgo fiscal e incentivar el cumplimiento voluntario.

“Con esta norma Argentina se suma a los 27 miembros de la Unión Europea, Canadá, México, Sudáfrica y Estados Unidos que ya exigen a los contribuyentes o asesores financieros que informen sus esquemas tributarios”, expresaron desde TJN al referirse a los países que requieren a los contribuyentes reportar los acuerdos, esquemas, planes y acciones utilizados para obtener ventajas fiscales o beneficios con relación a cualquier impuesto y/o régimen de información.

“El abuso fiscal por parte de multinacionales e individuos sigue siendo un problema importante que afecta los ingresos estatales y la aplicación de los derechos humanos básicos”, sostienen los expertos de TJN. En su último informe sobre el Estado de la Justicia Fiscal en 2020, los expertos en el mundo offshore y paraísos fiscales estimaron que "los países están perdiendo más de 427 mil millones de pesos en impuestos cada año debido al abuso de impuestos societarios internacionales y la evasión impositiva de individuos privados".

Desde TJN enumeran distintas razones para “apoyar la imposición de la notificación obligatoria de los esquemas de evasión fiscal”. En primer lugar, indican los expertos británicos, “ayuda a las administraciones tributarias a identificar áreas grises en la legislación tributaria que deben aclararse o mejoras legislativas, orientación regulatoria o investigación adicional”.

En segundo lugar, agregan, “proporciona a la administración tributaria información temprana sobre los esquemas de evasión fiscal lo que le permite evaluar los riesgos que plantean los esquemas antes de realizar la evaluación tributaria y enfocar las auditorías de manera más eficiente”. Y, en tercer lugar, consideran que “es probable que exigir la declaración obligatoria de los esquemas tributarios disuada a los contribuyentes de utilizar estos esquemas porque saben que hay mayores posibilidades de que los archivos sean identificados, expuestos y evaluados”.

Asismismo sostienen que “los informes obligatorios pueden reducir la oferta de estos esquemas al alterar la economía de la evasión fiscal de sus proveedores porque a) estarán más expuestos a reclamos por promover esquemas tributarios agresivos, aumentando el riesgo de dañar su reputación, y b) es probable que se reduzcan sus ganancias y la tasa de rendimiento de la promoción de estos esquemas porque se cierran más rápidamente”.

Fuente:Pagina12

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