POZO DE QUILMES
16/06/2021
"Me duele no haber conocido a mis padres", dijo una nieta apropiada
Valeria Gutiérrez Acuña, quien nació en cautiverio cuando su madre estaba secuestrada en el centro clandestino conocido como Pozo de Banfield, afirmó en el juicio que investiga crímenes contra casi 500 personas que se siente "víctima" y le duele "no haber conocido" a sus padres.
La mujer es hija de Isabel Acuña y Oscar Gutiérrez, secuestrados el 26 de agosto de 1976, cuando Isabel estaba embarazada de 5 meses, y ambos continúan desaparecidos."Tengo muchas cartasque ellos escribían, así que es como si ellos me contaran en primera persona lo que fueron, lo que hicieron, lo que deseaban".
"Tengo muchas cartas que ellos escribían, así que es como si ellos me contaran en primera persona lo que fueron, lo que hicieron, lo que deseaban y por ellas sé que tenían muchas ilusiones y proyectos. Eran personas sensibles, que se preocupaban por el otro pero fueron silenciados, desaparecidos y no pudieron defenderse", contó Valeria, quien declaró ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata.
El tribunal juzga desde el 27 de octubre último a 17 represores, entre ellos a Miguel Etchecolatz, por los delitos cometidos en los centros clandestinos de detención conocidos como Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, y El Infierno, en Lanús.
Valeria relató que recién en el 2014 recuperó su verdadera identidad. Hasta ese momento había creído ser hija de Rita Marggian y Rubén Fernández, pero a fines de 2013 una prima le reveló que ellos no eran sus padres.
De inmediato interrogó a su madre de crianza y ésta le reconoció que se la habían entregado, que les habían dicho que había sido abandonada en una ruta y que eso parecía ser cierto ya que "me recibió en malas condiciones, envuelta en un trapo sucio".
"Primero hice terapia, que me hizo muy bien y luego me dirigí a Abuelas, por la fecha en que había sido entregada a mis padres de crianza, el 30 de diciembre de 1976", precisó y remarcó que "tenía mucha necesidad de encontrar algo y encontré una familia que me contiene día a día en esto que es tan doloroso, de saber la verdad, y llevar este sufrimiento". Valeria supo por sus tíos que su madre estudiaba segundo año de Agronomía y su padre era sociólogo y estudiaba Economía.
"Pude conocer la casa en San Justo donde vivieron, habían buscado un barrio lindo para criarme, con una escuela cerca", lamentó y agregó que "tenían proyectos, apostaban a un proyecto de vida, de familia y a tener una sociedad más justa". "Tuve una infancia feliz, pero me duele no haber conocidos a mis abuelos con vida." La mujer sostuvo: "Tuve una infancia feliz, pero me duele no haber conocidos a mis abuelos con vida, ellos estaban dispuestos a cuidarme".
"Lamento no haber conocido a mis padres", remarcó y afirmó: "Yo me siento víctima, yo no elegí estar en este lugar y me cuesta estar en este lugar y hablar de esta historia de mucho dolor". Valeria expresó que "duele cuando se oye gente que niega esta historia, tan dolorosísima para las familias que tenemos desparecidos y tenemos que lidiar con la restitución". "Ojalá se pueda hacer como en Alemania una ley para los negacionistas".
AUDIENCIA
Durante esta audiencia también declaró Ricardo López Martin, hermano de Ángela López Martin, secuestrada en septiembre de 1976 y detenida en el Pozo de Quilmes; y Melania Servin Benitez, hermana de Santiago Servin Benitez, secuestrado en septiembre de 1976 y detenido en el Pozo de Quilmes, a quien habrían trasladado a Paraguay en el marco del Plan Cóndor.
"Mi hermano era periodista, dirigía La Voz de Solano y ahí se escribían muchas cosas contra la dictadura", expresó la mujer ante el Tribunal.
Melania recordó que el nombre de su hermano figura en una lista de más de 50 personas de nacionalidad paraguaya que la dictadura argentina entregó al dictador paraguayo Alfredo Stroessner.
(Fuente: Data Judicial)
Fuente:PerspectivaSur
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