16 de julio de 2021

OPINION.

 Opinion

Deschavados por tanto cinismo

16/07/2021

La superación de cien mil muertes por la pandemia en el país despertó en la derecha política y mediática expresiones de circunstancia imposibles de creer. Las palabras de congoja que inundaron la televisión, la radio y los diarios que integran los grandes grupos mediáticos porteños no se condicen con la actuación de los representantes más conspicuos de la derecha macrista y de los periodistas que le hacen el coro. Unos y otros vienen compitiendo desde hace un año por ver quien se opone con mayor virulencia a las políticas sanitarias promovidas por el gobierno nacional y buena parte de los provinciales.
Incitando a violar las medidas de aislamiento y a desconocer los protocolos de cuidado, desmereciendo las vacunas con mentiras absurdas, quemando barbijos en la vía pública, la oposición demostró no estar a la altura de la emergencia sanitaria y económica más difícil que atravesó nuestro país en su historia reciente. El gobierno convocó a los más calificados especialistas para llevar adelante una política de defensa de la salud pública, pero hasta ese hecho fue cuestionado con calificativos cargados de desprecio como el de «infectadura».
La derecha -tanto en su versión dictatorial como constitucional- siempre sintió una extraña fascinación por la muerte. La historia de nuestro país y del continente lo muestra con claridad. La reciente experiencia del macrismo no se apartó de ese camino como lo mostraron los casos de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y el policía Chocobar entre otros menos conocidos. Y lo ratifica la denuncia por contrabando de armas a Bolivia, en pleno golpe de Estado, contra Mauricio Macri y su gobierno. El pedido del presidente electo Alberto Fernández para sacar del país a Evo Morales, pues corría peligro su vida, fue desoído por Macri. Más cerca en el tiempo, cuando llegó la pandemia, el llamado de Macri a Fernández -ya asumido como presidente- mucho más interesado en la salud de la economía que en la de las personas, volvió a mostrar cuáles son sus prioridades.
Pero hay más. Cuando el macrismo llegó al gobierno suspendió programas sanitarios, interrumpió la terminación de hospitales, degradó el Ministerio de Salud a Secretaría -caso único entre gobiernos electivos-, dejó vencer millones de dosis de vacunas sin aplicarlas, recortó los presupuestos destinados a la sanidad… Y por si no bastara dejó un país endeudado hasta la asfixia con lo cual le restó al Estado capacidad para atender las secuelas económicas del Covid-19. Y ahora, desde la oposición, pretende dar cátedra de cómo se debe enfrentar esta epidemia sin igual.
La derecha, que se comporta con semejantes niveles de indiferencia por la suerte de los argentinos ha hecho de la pandemia una bandera electoral, y es por esa razón que apuesta al fracaso del gobierno. Para su desesperación la campaña de inmunización avanza a buen paso y por estos días se multiplica la llegada de cargamentos de vacunas con lo cual se acelera el proceso. También se empezó a fabricar en el país una de las marcas y se está desarrollando, entre varias universidades e institutos de investigación públicos, una vacuna argentina.
No debe haber en el mundo ejemplo más extremo de cinismo opositor.

Fuente:LaArena

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