29 de octubre de 2021

Murió Miguel Ángel Ferreyro, el represor que violaba mujeres en "El Infierno".

 28 Oct 2021

Otro genocida que muere sin ser condenado: Murió Miguel Ángel Ferreyro, el represor que violaba mujeres en "El Infierno"



Miguel Ángel Ferreyro fue cabo de la policía Bonaerense, con servicio en la Brigada de Investigaciones de Lanús con sede en Avellaneda. Fue integrante de la patota que comandaba Miguel Osvaldo Etchecolatz durante la última dictadura cívico- militar- eclesiástica. Allí, en la Brigada de Lanús funcionó el centro clandestino de detención conocido como "El Infierno".

Gracias al testimonió que brindó Nilda Eloy en el Juicio por la Verdad, se conocieron los crímenes cometidos en El Infierno, señalando a Ferreyro como autor de violaciones sexuales en aquel centro. Así se logró que los abusos sexuales sean considerados como constitutivos del genocidio y se los juzgue como delitos de lesa humanidad.

Por el relato de los sobrevivientes hoy se sabe que el lugar tenía un acceso principal subiendo cuatro escalones, y un acceso para los detenidos por un garaje con portón metálico. A la derecha de un pasillo de unos dos metros de ancho estaba la sala de torturas. Había un patio con un cerramiento de barrotes a la altura del techo. Al fondo había cinco celdas con puerta ciega, con tres baños a la izquierda. Y arriba de las celdas había una pasarela para la guardia y probablemente otras dependencias. Nilda Eloy relató que estuvo detenida durante noviembre y diciembre del '76 en este lugar, tras pasar por los campos de La Cacha, el Pozo de Quilmes, el Pozo de Arana y el Vesubio. Recuerda que "traían mucha gente, se torturaba todos los días"

"Nos turnábamos para poder sentarnos, porque no había lugar para nada. Allí se nos encapuchaba, nos ataban las manos y los pies. Las condiciones eran muy duras. Recibíamos agua cada cuatro o cinco días, pasaban una manguera por la mirilla, y nada más. Y la comida, en los dos meses que estuve, recibimos dos o tres veces algún plato". También relató los delitos sexuales que sufrió reiteradas veces en este lugar y de los que participaba el cabo Ferreyro. Nilda luchó durante años para que esta causa sea llevada a juicio, pero falleció antes de ver concretado el debate.

Ferreyro enfrentaba un juicio por primera vez como imputado, junto a otros 18 represores por los hechos ocurridos en los Pozos de Quilmes, Banfield y El Infierno. En el mes de noviembre de 2020, organizaciones de derechos humanos, de izquierda y vecinos del barrio de City Bell, partido de La Plata, realizaron un escrache frente al domicilio del genocida.

El genocida gozó de impunidad durante años, y se encontraba en prisión domiciliaria -como muchos otros imputados por delitos de lesa humanidad- aduciendo problemas de salud. El cuerpo médico forense lo había declarado incapaz para participar en el juicio, pero los peritos de parte lograron revocar la decisión.

En el marco del escrache que realizaron en su vivienda en 2020, la asociación H.I.J.O.S de La Plata relató a través de un comunicado: "En la segunda audiencia del juicio unificado por las brigadas de zona sur, Ferreryro se negó a hablar en la indagatoria, al igual que la mayoría de los represores allí juzgados. Además del carácter de torturador y asesino con ellos comparte el beneficio de la prisión domiciliaria. A Ferreyro se lo pudo ver atento a la lectura de la lista de víctimas por las que se lo acusa y se atrevió a criticar su contenido diciendo "¡este no estaba en la lista!'".

"La causa por el CCD "El Infierno" se elevó a juicio en mayo de 2017 e incluía a 8 represores por 62 víctimas. Entre la elevación y el inicio del juicio este año murieron impunes en el expediente el subjefe del Comando del Primer Cuerpo del Ejército Jorge Olivera Rovere, el militar y ex subjefe de la Policía Bonaerense Rodolfo Aníbal Campos, el comisario y subjefe de la Brigada de Lanús, Rómulo Ferranti y en julio pasado el jefe máximo del CCD, Bruno Trevisán. Con ello quedan en pie solamente las imputaciones contra el Director de Investigaciones Miguel Etchecolatz, el ministro de Gobierno Jaime Smart, el director de Investigaciones "Zona Metropolitana" Juan Miguel Wolk y el cabo de guardia de la Brigada, Miguel Ángel Ferreyro. Entre los años ´76 y ´78 revistaron más de 200 efectivos en la Brigada de Lanús, algunos de ellos procesados o condenados en otras causas como Norberto Cozzani, José Félix Madrid, Rubén Lavallén, Rubén Oscar Páez, Sergio Verduri y Roberto Cabrera", recordaron.

"Todos ellos quedaron impunes en esta causa, al igual que su jefe Trevisán. Los crímenes cometidos en El Infierno tuvieron un primer juicio parcial en 2013 por los casos de los hermanos Carlos, Alejandro y Rodolfo Iaccarino, que resultó en condenas leves de 3 y 4 años para Trevisán y Ferranti por vejaciones y severidades, los dejó en libertad con la domiciliaria con que llegaron al debate y consideró ‘legal' la detención de los hermanos en la Brigada", agregaron.

"Desde HIJOS La Plata seguimos reivindicando la herramienta del escrache como constructor de la condena social que merecen los genocidas, ante la desidia del Estado que ha transformado a los juicios de lesa humanidad en una mera formalidad", concluyeron en ese entonces.

Actualmente, las organizaciones de Derechos Humanos lamentan la muerte al ser otro de los genocidas que fallece sin comparecer ante la justicia y recibir una pena acorde a los delitos cometidos 45 años atrás. 

Fuente:ElExtremoSurdelaPatagonia

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