“Cuando encuentre a mi nieto voy a hacer choripanes para todos”
Agradecida a los medios, la actual presidenta de Plaza de Mayo, Sonia Torres, destacó la importancia de seguir difundiendo la información de búsqueda de su nieto que, según las estimaciones, el 14 de junio cumpliría 47 años. “Han pasado todos estos años sin poder estar a tu lado en los momentos lindos y en los difíciles, sin tus sonrisas y sin tus caricias. Me imagino encontrar en tu mirada el reflejo de tus padres. Pensaban y deseaban tu llegada con mucho entusiasmo. Anímate a buscarme. Mi deseo más grande es abrazarte. Este año cumplo 94 años y quiero festejarlo con vos”, dice la carta que Sonia le escribió a su nieto.
Esta fecha fue establecida sobre toda la información recabada por declaraciones de testigos en la megacausa La Perla, una de ellas fue la de una persona que estaba en la misma habitación que Silvina en el centro de detención. En su declaración, dijo que la hija de Sonia tuvo un hijo varón y que estaba en perfectas condiciones de salud.
“Creo que no me voy a ir hasta que no lo encuentre”
“Los nietos fueron repartidos en la Argentina y en el exterior. Yo tengo la intuición de que algo sabe, pero pienso que no está en el país. Espero hasta que se dé cuenta. Creo que no me voy a ir hasta que no lo encuentre, de eso tengo certeza”, dijo Sonia Torres en una entrevista con Radio Nacional Córdoba. Estiman que los primeros nietos fueron dados a Chile, Paraguay y Uruguay. Encontraron algunos en Estados Unidos, España, Holanda, entre otros países.
Silvina Parodi y Daniel Orozco fueron secuestrados el 26 de marzo de 1976. Un grupo de tareas llegó a su casa ubicada en barrio Alta Córdoba y se los llevó. La pareja recién casada, estudiaba Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Córdoba y esperaban un hijo. Ambos figuraban en una lista de ex alumnos de la escuela Manuel Belgrano que reclamaban por el boleto estudiantil. Esta fue elaborada por el director de la escuela y entregada a los represores. “Cuando se la llevaron, a Silvina le pusieron una manta para que no se notara su embarazo. Sé que nació por los testimonios que hubo en la megacausa La Perla y que lo entregaron a una familia. Estará con ellos porque aún no lo he encontrado”, dijo Sonia.
La pareja es una de las más de 700 víctimas que pasaron por el ex centro clandestino de detención La Perla.
El nieto de Sonia es el primer caso de sustracción de menores en el contexto del plan sistemático de exterminio de opositores políticos de Córdoba en juzgarse.
Por toda la información que pudo obtener, se siente una abuela muy privilegiada. Lo cierto es que hace muchos años, la dictadura militar argentina le quitó la vida de su hija Silvina Parodi, de su yerno Daniel Orozco y la posibilidad de encontrarse con su nieto.
“Los vi en la cárcel del Buen Pastor; era invierno de 1976”
El día del secuestro, un doctor de apellido Ruli había atendido a la joven y un certificado médico daba que la posible fecha de nacimiento sería a fines de junio o principios de julio.
La hija de Sonia Torres fue vista en La Perla según el testimonio de varios sobrevivientes en el juicio de la megacausa. Uno de ellos dijo que Silvina le había dicho que estaba de seis meses y medio. Otro testimonio clave fue el del pediatra Fernando Agrelo en el juicio declaró que había visto a Silvina y a su bebé: “Cuando los atendí la criatura tendría entre una o dos semanas. Le enseñé a la madre a darle el pecho. Los vi en la cárcel del Buen Pastor, era invierno del 76. Después visité varias veces al bebé, pero sin la madre en la Casa Cuna”. Así ante el Tribunal Federal n° 1 se acreditaba que efectivamente nació y fue separado de su mamá. “Es una prueba contundente de que Silvina fue secuestrada, que tuvo su hijo y que a su hijo se lo dieron a una familia”, dijo Sonia Torres.
Giselle Parodi, la hermana de Silvina, en su testimonio relató que en ese momento ella trabajaba como voluntaria en la Casa Cuna y siempre llevaba niños a su casa para cuidarlos. De pronto notó que dejaban de permitirle llevarlos y cuando preguntó, la madre Asunción Medrano respondió que porque ella y su mamá ya debían tener mucho trabajo con el bebé de su hermana Silvina. Así ella se entera que el bebé había nacido. Le pide a la monja que la lleve a Buen Pastor y allí le dicen que el bebé ya no estaba ahí y que había sido trasladado al Sur. Por esos tiempos en una sala de la Casa Cuna mantenían ocultos a bebés que eran hijos de detenidos. Esas cunitas decían “NN” y estaban custodiadas por militares armados.
Nietos recuperados
Son 132 los nietos recuperados de un total de más de 540. La búsqueda no es sencilla, no hace falta escuchar a las abuelas reiterar esta explicación. La desesperación y la angustia eterna por todo lo ultrajado por la dictadura fortaleció aún más el movimiento por los derechos humanos y en la lucha de abuelas encontramos un refugio. Una lucha que debemos continuar las nuevas generaciones porque a muchas de las referentes el tiempo se las llevó. Son el símbolo del respeto por los derechos humanos. “Cuando él conozca la realidad va a conocer la libertad. Todos estos años ha compartido una vida prestada, con una familia que no es la suya, ha jugado con juguetes de otros”, concluyó Sonia.
FuenteLaNuevaMañana
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