Memoria
Una escuela Del Viso lleva el nombre de dos hermanas desaparecidas
Es la Secundaria Nª36. Dominga y Felicidad Abadía Crespo eran empleadas de la fábrica de platos Lozadur. Fueron secuestradas en 1977.
FELICIDAD Y DOMINGA ABADÍA CRESPO. Hermanas delvisenses aún desaparecidas.
Desde este martes, la Escuela Secundaria N°36 de Del Viso lleva el nombre de Dominga y Felicidad Abadía Crespo, hermanas que vivían en la localidad y fueron secuestradas durante la última dictadura. Ambas continúan desaparecidas.
El objetivo de la iniciativa es preservar la memoria de las dos hermanas, que tenían 27 y 25 años cuando fueron secuestradas de su casa por grupos de tareas de la dictadura, el 2 de noviembre de 1977.
El nombre de la escuela fue elegido por la propia comunidad educativa a través de una votación, en la que la opción ganadora contó con 441 votos.
Dominga y Felicidad fueron llevadas de su domicilio de la calle 9 de Julio 830. Eran de origen español, como sus padres, un matrimonio de inmigrantes que llegaron a Argentina buscando un futuro mejor. Ambas trabajaban en la fábrica de cerámica Lozadur, en Vicente López, donde se elaboraban platos que aún hoy se recuerdan por su calidad estética.
Según la denuncia de su padre, realizada luego del secuestro, “entre la empresa y el personal se generó un conflicto por pedido de aumentos salariales. Ante esta situación el interventor (Comandante Máximo Milarck) convocó al personal, oportunidad en la que manifestó que si no deponían la actitud de trabajar a jornal para hacerlo a producción alguno iba a tener que lamentarse”.
Dominga había sido delegada antes del golpe militar y la posterior intervención. “Ella era una mina totalmente decente, sana, buena gente. Un modelo de mujer, sin idealizarla. La quería mucho”, recordaba Fernando Herrera, exnovio de Dominga, a Página 12 en 2009. “Como pude investigué lo que había pasado a través de un militar que era un pariente lejano, el subinterventor del sindicato Luz y Fuerza. Pero comenzaron a apretarme, igual que al novio de Felicidad”.
Herrera se refería a la noche del 2 de noviembre de 1977, de la que acaban de cumplirse 45 años. Cerca de las 23.45 llegaron a su casa dos individuos que saltaron la verja de entrada. “Uno de ellos, quien comandaba el operativo, vestía de civil y con fuertes golpes en la puerta obligó al padre de Dominga y Felicidad a levantarse. Le dijeron que eran policías y exhibieron credenciales, obviamente falsas. Uno de ellos sacó un arma corta y encañonó al padre. Ingresaron a la casa con un soldado con ametralladora”.
El soldado mantuvo a los progenitores acostados boca abajo, mientras revisaban las habitaciones de sus hijas, a quienes ordenaron que se vistieran y los acompañaran. Dominga y Felicidad Abadía Crespo no volverían a ser vistas con vida.
Fuente:PilaraDiario.com
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