26 de octubre de 1983
40 años del histórico cierre de campaña de Alfonsín con la Av. 9 de Julio repleta
La avenida 9 de Julio colmada por radicales y seguidores de Alfonsín.Con
la dictadura entrando definitivamente en su etapa final y la democracia a punto
de brotar, el líder radical Raúl Alfonsín encabezó cuatro décadas atrás el que
tal vez haya sido el cierre de campaña más destacado de la historia argentina,
con una Avenida 9 de Julio colmada de militantes y simpatizantes, y con el
emocionante "rezo laico" del Preámbulo de la Constitución que aún hoy
eriza la piel al escucharlo.
Poco
más de siete años de violaciones a los derechos humanos y la derrota en la
Guerra de Malvinas estaban a punto de quedar atrás con el regreso de las urnas:
la fecha elegida para los comicios fue el 30 de octubre de 1983.
Los
candidatos a la Presidencia eran Raúl Alfonsín, acompañado por Víctor Martínez,
por la UCR; Ítalo Luder, secundado por Deolindo Bittel, en representación del
PJ; Oscar Alende-Lisandro Viale del Partido Intransigente; y Rogelio
Frigerio-Antonio Salonia por el Movimiento Integración y Desarrollo (MID).
Pese
a que el último acto del oriundo de Chascomús antes de los comicios fue en
Rosario, la multitudinaria convocatoria que lideró desde la Plaza de la
República, al pie del Obelisco, fue la que más quedó grabada en la memoria
popular.
El
gentío inundó la avenida más ancha para escuchar y apoyar a aquel hombre de
bigotes, destacada verba política y que exudaba bonhomía: su llegada a las
masas lo convirtió en una de los más importantes dirigentes de la historia del
país.
"Argentinos,
se acaba la dictadura", inició su discurso Alfonsín, cuyas palabras
generaron un estallido de aplausos y vítores. "Se acaba la corrupción, se
acaba la Argentina del desamparo y llega la Argentina honesta que quiere a su
gente. Se acaba la Argentina del hambre obrero, se acaba la Argentina de las
fábricas muertas y viene la Argentina del trabajo y de la producción",
continuó el Gallego.
Democracia
"Llega
la democracia a nuestro país", destacó el candidato presidencial, quien
subrayó que "el pueblo argentino va a decidir su destino".
Y
profundizó: "Cuando digo el pueblo, digo todo el pueblo, que, como nunca,
comprende que está en una instancia decisiva de la historia de su patria, tal
vez la más importante y decisiva de los últimos 50 años. No se trata de elegir
candidatos, sino de ver si es posible que le pongamos realmente una bisagra a
la historia argentina y terminar con la frustración y la desesperanza".
Además,
advirtió que en el Partido Justicialista se registraba "una crisis de
autoridad" y se quejó: "Se pone de manifiesto en una campaña en la
que jamás se debió haber caído en la calumnia, en métodos reñidos con la
democracia argentina. Queremos construir la convivencia en la paz, queremos
hacerlo entre todos y todos juntos estamos convencidos de que es posible
lograrlo y es además la obligación que tenemos de lograrlo".
Tal
como lo había hecho a lo largo de toda la campaña, reiteró la convocatoria a
todas las fuerzas políticas: "Todos juntos, para hacer valer nuestros
derechos en el mundo. No podemos fallarle más a nuestro pueblo. El último
fracaso nos llevó a este período tremendo de la historia argentina".
"En
la Argentina hay hambre, pero no porque falten alimentos, como en otros países,
si no porque sobra inmoralidad. Hemos sometido al padre de familia a la
humillación más grave a la que podemos someter a un hombre: trabajar los 30
días del mes y no alcanzar a ganar lo necesario para llevar el pan a su mesa
los 30 días del mes", planteó el líder radical, ante el océano de
banderines argentinos y blanquirojos que ondeaban en la 9 de Julio.
Se cumplen 40 años de aquella histórica
jornada.
En
otra crítica al PJ, Alfonsín pidió que "nadie se deje deslumbrar por los
resplandores de las glorias del pasado".
Y
continuó: "En esta marcha, para afianzar las libertades de todos, no habrá
distinciones políticas, ni radicales, ni antiradicales, ni peronistas, ni
antiperonistas. Estaremos todos luchando por el futuro argentino".
Tras
15 minutos del encendido discurso, el postulante presidencial apeló a su marca
personal, aunque la vehemencia de aquella noche en la avenida más ancha del
mundo hizo que fuera algo especial.
"En
todas partes he dicho, y permítanme que lo repita hoy, porque es como un rezo
laico y una oración patriótica, que si alguien distraído al costado del camino
cuando nos ve marchar nos pregunta hacia dónde marchan, por qué luchan, tenemos
que contestarle con las palabras del Preámbulo que marchamos, que luchamos para
constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior,
proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los
beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos
los hombres del mundo que deseen habitar el suelo argentino", fue el ya
mítico cierre de Alfonsín.
Los
gritos, aplausos y el "Alfonsín, Alfonsín", coreado por los miles que
se habían acercado hasta la Plaza de la República, le dieron un marco
inigualable al acto, que concluyó con el oriundo de Chascomús agarrado de la
mano de su compañero de fórmula, Víctor Martínez.
Fuente:ElLitoral105
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