Dos periodistas que desafiaron a la dictadura militar argentina

17/10/2023

“En pleno Mundial de Fútbol de 1978, dos periodistas desafiaron a la dictadura militar. Frits Jelle Barend y Jan Van der Putten se atrevieron a informar sobre los crímenes y violaciones de derechos humanos, con destacados reportajes y notas que pusieron en riesgo su vida. El 2 de octubre llegaron al país invitados por el Centro Ana Frank para América Latina (CAFA) para ser homenajeados en el 40° aniversario de democracia ininterrumpida en Argentina.” (Infobae, 5/10/23)

La llegada de estos aguerridos periodistas a nuestro país debe ser útil, no sólo para homenajearlos, sino para poner “en primera” la batalla actual por nuestros derechos y las que tenemos por delante.

La lucha siempre paga, aunque tarden en concretarse sus logros. En este momento, estamos atravesando una situación muy adversa, donde tienen voz (y muchos votos en las urnas) quienes niegan las desapariciones y asesinatos masivos, las atrocidades humanas que cometió la dictadura de todo tipo y color, como el secuestro y apropiación de niños/as.

Lo que se fue creando a través de las últimas cuatro décadas, una conciencia social masiva y firme de esta etapa de la última dictadura militar pareciera que se ha evaporado. Pero no, humildemente creemos que no se ha evaporado. Ha sido rasguñada, dañada, entorpecida porque la taparon otras cuestiones inmediatas e imprescindibles, y de esa dura realidad se ha aprovechado la derecha más rancia.

¿Qué familia que vive en la calle, aunque algunos de ellos trabajen todo el día en empleos precarios, puede reflexionar con tranquilidad sobre lo que pasó en el genocidio, si tiene que “pelear a brazo partido” para poder comer algo, no sucumbir empapado bajo la próxima lluvia?

¿Qué pibe/a puede pensar en un futuro mejor si su presente es una pared de hierro frente a él de empleo precario, salario insuficiente, atención superdeficiente de su salud? Y detrás de esa pared sólo ve un abismo.

La dramática y dura realidad es que la mayoría de las nuevas generaciones y muchos/as de las anteriores también, no ven ninguna salida posible a esta cruel realidad en que nos ha encerrado el capitalismo y sus sostenedores de todo pelaje.

Como no ven salida posible y no tienen experiencia en salir a luchar para conseguirla, porque no ven alternativas por fuera de su dura vivencia, optan por entregar su “confianza” a quienes les prometen alternativas “extremas” con un discurso salvador… salvador de los intereses de los más ricos, no de quienes la están pasando mal.

Trabajar firme para dar un revés a la derecha y ultraderecha, luchando por una alternativa anticapitalista

Además de transmitir, con los hechos históricos de la lucha democrática masiva que se dio en el país, con convocatorias masivas y con el surgimiento de organismos independientes del que fueron sujetos Madres, Abuelas, Hijos, Ex Detenidos Desaparecidos y que fueron acompañados solidariamente por millones en las calles, también hay que transmitir la posibilidad de un futuro superior: un futuro en manos de las mayorías explotadas y oprimidas.

“Eso es muy difícil… Lleva mucho tiempo…”, seguro repetirán muchos/as. Lleve lo que lleve, hay que ponerlo en marcha desde todos los sectores conscientes de la sociedad para tener un futuro y para que no nos hagan retroceder en un punto en el que en este país hemos avanzado mucho: la lucha por Memoria, Verdad y Justicia.

La Memoria no se construyó de un día para el otro… Fue gracias a los sobrevivientes que pudieron afrontar su supervivencia porque hubo muchos que hicieron de la solidaridad su práctica cotidiana y ayudaron a otros a poder reconstruir su historia, poder contarla, transmitirla e identificar ejecutores y responsables del genocidio en las calles y en los juicios.

La Verdad y la Justicia llegaron a través de ellos y de las nuevas generaciones que fortalecieron la pelea, incorporándose a ella.

Ahora se nos presentan otros desafíos. Tenemos que cuidar lo conquistado y pelear por más. Porque sin pelear por más, no podemos demostrar que es una pelea abierta, de la cual logramos avances, pero no el paquete completo. Porque en un genocidio, nunca se llega a conseguir el “paquete completo”. Porque las pérdidas son tan profundas e irreparables, que siempre vamos a estar en desventaja.

Pero en esa desventaja “natural” siempre debemos apostar a defender lo conquistado e ir por más. Estamos en un momento en donde, para ir por más, tenemos que concientizar a muchos/as de lo que ha ocurrido en nuestro país y que aún es una herida abiertísima.

Por eso la derecha y ultraderecha “se cuela” y nos ataca por donde más nos duele. Y por eso debemos contestar con la mayor seguridad y convicción, alertando y explicando pacientemente a quienes desconocen los hechos históricos, para incorporarlos a la conciencia social de la que somos parte. La que ganamos en las calles, aguantándonos la represión, enfrentando las resoluciones reaccionarias como el Punto Final, la Obediencia Debida, el Indulto, las provocaciones, las amenazas, la pérdida de grandes luchadores/as.

¡Por más lucha y convicción para enfrentar a la derecha y avanzar en más Memoria, Verdad y Justicia!

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Fuente:LaTerceraVoz