La máquina del tiempo
"Now and then" es una expresión inglesa que puede traducirse como "de vez en cuando". Sin embargo, como el idioma inglés tiene más ambigüedades que la misma diplomacia de ese país, su traducción literal es "ahora y entonces", título que parece apropiado para la obra del mismo título, que se presenta como (¡esta vez sí!) "la última canción de Los Beatles". Y es adecuado el título si se tiene en cuenta que la grabación se origina en un registro casero de John Lennon en 1979, a la que se sumaron unas guitarras grabadas por George Harrison en 1994, más otros instrumentos y voces aportados por Paul Mc Cartney y Ringo Starr en 2023. Ah! y también se usaron unos coros grabados por los fabulosos cuatro en 1966.
Muertos.
El estreno mundial se produjo el pasado 2 de noviembre, día de los muertos. Se ignora si hubo alguna intencionalidad al respecto, considerando que de los cuatro miembros de la banda de Liverpool, hay dos que ya partieron en gira mágica y misteriosa: Lennon, asesinado en 1980, y Harrison, víctima del cáncer en 2001.
Cuando en la década del '90 se embarcaron en el proyecto "Antología", que incluyó la edición de tres discos dobles de material inédito, un enorme libro de testimonios directos de los cuatro músicos, y un documental de varias horas de duración, la viuda de Lennon, Yoko Ono, les facilitó una grabación con algunas de las canciones inéditas de su marido. En aquel entonces, los tres sobrevivientes lograron completar dos de esas canciones, "Free as a bird" y "Real love", que es lo último que se agregó al catálogo.
En la misma ocasión intentaron completar también la canción que acaba de publicarse, pero las sesiones se abortaron tempranamente. En parte, por la mala calidad de la grabación original, y también porque en determinado momento Harrison se negó a continuar trabajando en una obra que consideraba una basura ("fucking rubbish", para ser más exactos).
Tiempo.
La viuda y el hijo de George, sin embargo, declararon recientemente que, no obstante, están seguros de que el guitarrista hubiera estado contento con el resultado al que se pudo llegar en nuestros días, con una gran ayuda de la inteligencia artificial. No se sabe cómo consultaron la voluntad del difunto, pero está claro que a algunos muertos no se los deja descansar en paz.
El interés en Los Beatles se había reavivado nuevamente cuando hace dos años se estrenó "Get Back", un documental dirigido por Peter Jackson sobre las filmaciones que se hicieron en enero de 1969 para el proyecto que terminó en el disco (y la película) "Let it be". En el proceso de edición, el equipo de Jackson desarrolló una tecnología basada en la inteligencia artificial, que les permitió aislar las voces del ruido ambiente, y darles una mayor claridad a la hora de la mezcla.
Ese es el recurso que se empleó en "Now and then", cuya grabación original era una sola pista donde se escuchaban juntos la voz y el piano de Lennon. Con esa toma de voz limpia, se dedicaron a agregar todo lo demás: las guitarras de Harrison (de hace casi treinta años) los coros de Eleanor Rigby (de hace casi sesenta), instrumentos varios y un arreglo de cuerdas a cargo de Giles Martin, hijo de George Martin, quien se encargaba de estas tareas en los viejos tiempos. Casi sesenta años condensados en cuatro minutos y ocho segundos, gracias a esta suerte de máquina del tiempo.
Beatle.
El resultado es -y se escucha como- una canción de Los Beatles, algo que siempre se agradece. Aún cuando el proceso de grabación haya sido algo tortuoso, bastante lejano de la química grupal que caracterizó a la banda durante su carrera en los años '60.
El tema original no es necesariamente memorable. Hay algunas progresiones armónicas interesantes, pero en la letra no están presentes ni la ironía ni la picardía habituales en Lennon, que pasaba por un período algo oscuro cuando la compuso. Los agregados contemporáneos se encargan de que el resultado suene actual, pero con fuertes guiños al tradicional sonido beatle. Hasta Mc Cartney se encargó de tocar una guitarra con slide, imitando el típico sonido de Harrison.
El oyente se queda con una sensación agridulce. Por un lado, está este comercio con el mundo de los muertos, que requeriría de un poco de guía tibetana ("apaga tu mente, relájate y flota río abajo"). Por otro, la contradicción: Los Beatles eran todo innovación, estaban siempre un paso adelante del resto, y lo que nos traen ahora es otro pretexto para la nostalgia.
Y está ahora ese quinto beatle que parece ser la inteligencia artificial, que ya se usó para la re-mezcla de "Revolver" y que ha comenzado a emplearse a mansalva para producir música apócrifa: un audio subido a Youtube, por ejemplo, lo pone a Lennon a cantar de punta a punta el disco "Band on the run" de Mc Cartney, en el contexto de una supuesta fiesta privada.
Cada vez que aparece una tecnología nueva, no es prudente resistirse. Como el revólver de Chéjov, tarde o temprano será usada. Es cuestión de quién y como la usen, aunque si es una navaja, tarde o temprano caerá en las manos de un mono.
Han de ser los años. Pero cuanto más se sabe de la inteligencia artificial, más se encariña uno con la estupidez natural de los seres humanos de carne y hueso.
PETRONIO
Fuente:LaArena
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