La primera movilización contra Javier Milei ya se produjo en el exterior
Una marcha en Roma para defender las políticas de memoria, verdad y justicia
La Plaza del Popolo fue el epicentro de una concentración de argentinos exiliados en Italia y miembros de organizaciones de Derechos Humanos en ese país, que se juntaron para advertir sobre los efectos que podría tener la llegada del nuevo gobierno en el avance de los juicios y el resto de las políticas públicas en la materia.
Desde Roma
En el Día Internacional de los Derechos Humanos y cuando se celebran los 40 años de democracia en Argentina, el “Grupo de argentinos en Italia por la Memoria, Verdad y Justicia” junto a organizaciones feministas y de personas que luchan por el aborto legal organizaron una manifestación en la célebre Piazza del Popolo de Roma, enfatizando la importancia de la lucha por los derechos humanos que ha llevado adelante el país y, manifestando su desconcierto y su temor por lo que podría realizar en este ámbito el flamante presidente argentino, Javier Milei.
Jorge Ceriani, del grupo organizador del evento, contó a Página/12 que su organización, siempre en contacto con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, se dedica a sostener la política sobre derechos humanos que ha llevado a cabo Argentina. “Una política muy de avanzada, que ha sentado precedentes en el comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas”, precisó. “Ahora estamos muy preocupados por el nuevo gobierno que está asumiendo hoy dado que durante su campaña electoral intentó retrotraer Argentina al período anterior, poniendo en cuestión el proceder de la dictadura, de la represión, el número de muertos y el rol de esta gente que defendía la Argentina”, añadió.
Ceriani, como varios de los miembros del Grupo por la Memoria, Verdad y Justicia, vive en Italia desde 1978. Escapó de la Argentina luego de haber recibido amenazas de muerte de la organización paramilitar Triple A y luego de haber perdido el trabajo, tanto él como su esposa.
Pero sin duda la presencia más valorada en Piazza del Popolo fue la del ex cónsul italiano en Argentina, Enrico Calamai, que durante la dictadura militar y gracias a sus esfuerzos salvó de secuestros y torturas a más de 300 personas enviadas fuera del país. Algunos lo llaman por eso “el Schindler de Buenos Aires”, en alusión al empresario alemán Oskar Schindler que usando el pretexto de que los necesitaba como obreros en su fábrica de objetos metálicos de Cracovia (Polonia), salvó la vida a más de 1.000 judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
“Es un momento muy triste para Argentina —comentó Calamai a este diario—. Se está perfilando una situación de gran tensión, que no sé cómo puede ser resuelta políticamente. Mi esperanza es que no se traduzca en violencia represiva o en levantamientos populares”. Y en su discurso ante los manifestantes en Piazza del Popolo, añadió que tenía mucho miedo por lo que se pudiera desencadenar en el país. “Espero que la resistencia continúe pero de una manera no violenta, que la gente piense sobre las posibilidades reales que la Argentina ha conquistado durante años y a las que no debe renunciar”.
También se refirió al nuevo gobierno y subrayó que está marcado por “un negacionismo sistemático que quiere aplastar la memoria de lo que pasó, para poder llevar adelante los objetivos de la dictadura”, objetivos socio-económicos “de un mundo en el que ya no hay verdad ni justicia”. Y recordó además que Milei “es parte de un problema mundial” del que forman parte también Donald Trump, Jair Bolsonaro, Giorgia Meloni y lo fue también Silvio Berlusconi, y donde “hay una brecha importante entre el pueblo y los políticos que se apropian del poder” en cada país.
El país que viene
En torno al obelisco egipcio de Piazza del Popolo —que llegó a Roma en el año 10 a.C. por orden del emperador romano Ottaviano Augusto y que siglos después fue “catolizado” con una cruz en la punta— se reunieron los cerca de ochenta manifestantes a favor de los derechos humanos en Argentina. Había banderas argentinas, cartelones del Grupo de argentinos en Italia por Memoria, Verdad y Justicia, pero también de Madres de Plaza de Mayo, de feministas y a favor del aborto que ha sido puesto en discusión por el nuevo presidente Milei. Y entre los aplausos se escucharon consignas como “el pueblo unido jamás será vencido” y “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.
“Los juicios en Italia contra militares argentinos se hicieron durante los gobiernos de muchos presidentes como Menem, De La Rúa, Duahlde, Kirchner, Macri, Fernández. Se van a seguir haciendo durante el gobierno de Milei”, confió a Página/12 Jorge Iturburu, presidente de “24marzo.it”, la organización que ha trabajado y lo sigue haciendo para que se hagan todos estos juicios. La Argentina podría retirarse como parte querellante, pero eso no significa necesariamente que los juicios queden anulados. Iturburu contó, como un ejemplo de lo que podría pasar, que hace años Rodolfo Barra, que ahora era candidato para la Procuración del Tesoro de la Nación y fue ministro de Justicia en 1994, durante el gobierno de Menem, vino a Roma para ofrecerle al ministro de Justicia italiano Alfredo Biondi (del primer gobierno de Silvio Berlusconi), entregarle al SS Erich Priebke que vivía en Bariloche, a condición de que se cerrarán los juicios por los desaparecidos. A eso se opusieron los familiares de desaparecidos pero también de los mártires de la matanza de las Fosas Ardeatina durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que debía ser juzgado Priebke y lo fue poco después. “Esto quiere decir que los gobiernos hacen política y pueden intervenir en los juicios —concluyó Iturburu—. Yo últimamente me he encontrado con algunos problemas respecto a los testigos que tienen miedo de venir a Italia para declarar. Lo que es un problema”.
Para otros participantes en la manifestación como Hernán Varela, que llegó a Italia como exilado en 1977 y es uno de los tantos salvados por el cónsul Calamai, el nuevo presidente “es el personaje típico de la antipolítica. Nada que ver con nosotros de Memoria, Verdad y Justicia que fuimos exiliados en su momento. Estoy muy mal por la elección de un personaje que es más cómico que político. No soy optimista porque prácticamente representa a los del golpe de estado de 1976”, dijo.
A Cristina Grandi, también miembro de Memoria, Verdad y Justicia, lo que más la preocupa “es que la Argentina no sea más soberana, independiente. Que nos roben todo, que los recursos naturales sean vendidos o regalados a otros países, a empresas internacionales, y también la defensa de los derechos humanos”.
Su compañera de grupo Maria Mosca manifestó su esperanza de que Argentina continúe siendo libre, democrática y que respete los derechos humanos y las leyes sociales creadas por los gobiernos anteriores.
Fuente:Pagina12
El mensaje de Juan Grabois luego de la asunción de Javier
Milei: Una primera reflexión
Juan Grabois, luego de la asunción del presidente Javier Milei, realizó una extensa reflexión en redes sociales con respecto a la política argentina.
Titulado “Una primera reflexión publicó: “Planteo mesiánico y fundacional, análisis histórico gorila, diagnóstico con elementos reales -como la gravedad de la crisis social y educativa- pero totalmente sesgado para justificar shock, ajuste al Estado, privatizaciones y despidos; preanuncia duplicación de precios y más pobreza; en ese contexto, amenaza al que protesta y sus organizaciones, pero tiene palabras amistosas con “la casta”, es decir los partidos políticos, la invita a traicionar sus convicciones y pasarse a sus filas”.
“Nosotros no, Javier Milei, sabemos de dónde venimos, sabemos a dónde vamos. No venimos de la vieja casta ni vamos a ir con la nueva”, continuó hablandole al presidente directamente.
Y amplió: “De nosotros esperá una oposición política e ideológica frontal, intelectualmente honesta pero implacable en sus principios, desde este mismo instante. Nosotros vamos por una Argentina Humana, Justa y Soberana. La de San Martin y Bolívar, no la de Roca y los genocidas. La de los planes quinquenales, el voto femenino, los derechos del trabajo y el estatuto del peón; la de YPF Nacional, Latinoamérica unida, las cooperativas, la integración urbana y la seguridad social. Planificación estratégica, autoridad política, comunidad organizada… y sí, el mercado, pero el mercado regulado, que sirve en lugar de mandar”.
El militante habló sobre los movimientos de los trabajadores y aseguró: “La estrategia reivindicativa-social le corresponderá a la nueva conducción de UTEP, las organizaciones barriales y los gremios, que siempre ha estado abierta al diálogo. Todo el movimiento organizado de los trabajadores argentinos ha actuado dentro de la ley y ha sufrido la violencia ilegal del Estado y grupos parapoliciales… y aún así, demonizado y atacado, nunca le han torcido el brazo con amenazas y represión. Mal camino. En fin, cuando ellos y ellas me necesiten, ahí me van a ver, como uno más”.
Aseguró también que en “esta etapa de profundas diferencias conceptuales” para que la sociedad pueda convivir debe estar “signado por el respeto”. “Respetar al otro sí, pero también hacerse respetar”, publicó.
“Primero al valor superior de la paz y la diversidad democrática. Nunca la guerra entre nosotros y que el que viole esa ley de paz por odio político... sea de un palo o el otro, que las pague. Fratelli tutti. Esta es responsabilidad de todos, pero principalmente del presidente”, dijo Grabois.
También afirmó la importancia de respetar la voluntad de la mayoría que eligió al nuevo presidente, “pero también a la voluntad de otra enorme cantidad de argentinos que nos eligieron, a las representaciones sectoriales y sindicales electas por sus trabajadores y miembros, a los municipios, pueblos originarios y comunidades con sus representantes. A los dirigentes, comunicadores, artistas, referentes, militantes, personas de cualquier campo político, clase, etnia. Un mínimo de civilización”.
“En tercer lugar, respetar las ideologías que ganaron esta elección, pero hacer respetar los derechos económicos, sociales, culturales y humanos de todos, que tienen rango Constitucional e incluso supraconstitucional por tratados internacionales, porque trascienden los deseos del poder ejecutivo circunstancial que dura cuatro breves años”, escribió.
Y continuó: “Ese llamado al respeto, además, nos tiene que dar un tiempo para preguntarnos qué mal debemos haber hecho las cosas para que haya una multitud vivando un ajuste sobre el estado ¿no? Porque Mauricio Macri subió al poder mintiendo (pobreza cero, revolución de la alegría, etc.), pero Javier Milei fue muy claro”.
Aseguró que la historia “no empieza ni termina con Javier Milei”. Sino que: “las ideas de la Libertad sin el complemento de la justicia, la igualdad y la fraternidad son solo una pantomima y duran poco. La libertad sin justicia es libertad de las minorías y opresión de las mayorías. Pero es cierto que Milei marca un punto de inflexión que tiene que servir de reflexión para el campo nacional, popular, latinoamericanista que se encuentra en una enorme crisis intelectual, moral y política. Muchos años de confort y aburguesamiento. Que todavía no ha sido capaz de hacer ninguna autocrítica seria y sigue en la endogamia”.
“Nos toca reflexión, baños y más baños de humildad y mucho respeto al pueblo, pero también firmeza, coraje y coherencia”, finalizó.
Fuente:LaVoz
REACCIÓN DE ATE ANTE UNA EXPRESIÓN DEL NUEVO PRESIDENTE
|11/12/2023Para Aguiar, que "Milei haya citado a Roca como un ejemplo es absolutamente desacertado”
Tras el discurso de asunción de Javier Milei como presidente de la Nación, donde el nuevo mandatario calificó a Julio Argentino Roca como “uno de los mejores presidentes de la historia argentina”, el secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Rodolfo Aguiar, expresó repudio ante tal consideración.
“Roca fue, sin ningún lugar a dudas, uno de los más grandes genocidas que hubo en la Argentina”, afirmó el dirigente sindical, para luego añadir: “Sometió a los prisioneros a la esclavitud y robó tierras que luego entregó a aliados internos, pero fundamentalmente al establishment económico extranjero”.
“Que sigan existiendo monumentos en su nombre habla también de que una parte de la sociedad no alcanza a advertir la gravedad que tuvo esa época de nuestra historia”, manifestó Aguiar, quien, además, al ser consultado si, como rionegrino (nació en Ingeniero Huergo), consideraba que la visión sobre Roca en el sur es distinta a la que se tiene en otra partes de la geografía argentina, debido a la campaña militar en la Patagonia impulsada por el dos veces presidente, sostuvo: “No creemos que la mirada deba variar por el lugar en el que se resida en el país. La historia es una sola. Sucede que, durante muchos años, nos la contaron de una manera en la que, evidentemente, faltaron a la verdad”.
“Que, en su primer mensaje público como presidente, Milei haya citado a Roca como un ejemplo es absolutamente desacertado”, concluyó.
Fuente:ElCordillerano
"El que corta no cobra": el anuncio del Presidente inquieta a los piqueteros
Domingo 10 de Diciembre de 2023
“El que corta no cobra”: los piqueteros le respondieron a Milei y anunciaron dos fechas de protesta.Este domingo Javier Milei fue contundente sobre los cortes de calles y dejó en claro que quienes corten no cobrarán asistencias sociales. “El que corta no cobra”, aseguró el mandatario y ante sus dichos, la respuesta de los piqueteros fue inmediata.
“De nosotros esperá una oposición política e ideológica frontal, intelectualmente honesta pero implacable en sus principios, desde este mismo instante. Nosotros vamos por una Argentina Humana, Justa y Soberana. La de San Martin y Bolívar, no la de Roca y los genocidas”, escribió Juan Grabois en redes sociales.
“Represivo e intolerante”, coincidieron Eduardo Belliboni y Daniel Menéndez, principales referentes del Partido Obrero y de Barrios de Pie, organizaciones que saldrán a protestar, en conjunto, los próximos 19 y 20 de diciembre.
“Este nuevo contrato social nos propone un país distinto, un país en el que el Estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos. Un país en el que el que las hace, las paga”, sentenció el flamante presidente y agregó: “Un país en el que quien corta la calle, violando los derechos de sus conciudadanos, no recibe la asistencia de la sociedad. Puesto en nuestros términos: el que corta, no cobra”, sostuvo Milei.
“Planteo mesiánico y fundacional, análisis histórico gorila, diagnóstico con elementos reales -como la gravedad de la crisis social y educativa- pero totalmente sesgado para justificar shock, ajuste al Estado, privatizaciones y despidos; preanuncia duplicación de precios y más pobreza, amenaza al que protesta y sus organizaciones, pero tiene palabras amistosas con “la casta”, repudió el excandidato presidencial Juan Grabois.
“Nosotros no, Javier Milei, sabemos de dónde venimos, sabemos a dónde vamos. No venimos de la vieja casta ni vamos a ir con la nueva”, sentenció el dirigente.
La publicación de Juan Grabois en X.
Consultados por Clarín, tanto Menéndez como Belliboni sostuvieron que “no nos sorprende” el discurso de Milei, en línea con lo que definieron como una “ofensiva contra los trabajadores” de parte de “una persona represora con un sesgo de intolerancia”.
Asimismo, los dirigentes sociales confirmaron las movilizaciones de la semana que viene, a 22 años de la crisis de 2001, pero especialmente como repudio a la llegada de Milei al poder y a sus propuestas de ajuste.
Belliboni, de discurso más duro, habló de un “régimen de ofensiva de Milei contra los piqueteros”, que obliga a unificar todos los sectores en la protesta y a convocar también a una reunión con la CGT.
El dirigente contó que la fecha de la manifestación se fijó en un plenario en el cual participaron “más de 30 organizaciones”. Y, en diálogo con TN, el piquetero añadió: “Estamos discutiendo con otras, porque ahora ya saben, los que no hacían nada (durante el gobierno de Alberto Fernández) se despertaron”.
Milei: "Prefiero decir una verdad incómoda antes que una mentira confortable"
Javier Milei salió este domingo a uno de los balcones de la Casa Rosada para dar un breve mensaje al público y sostuvo que prefiere "decir una verdad incómoda antes que una mentira confortable", en referencia a las próximas medidas que tomará en materia económica, aunque aclaró que su Gobierno va "a comenzar la reconstrucción argentina luego de 100 años de decadencia".
Milei salió a las 15.29 a uno de los balcones de la Casa de Gobierno para saludar a los ciudadanos reunidos en la Plaza de Mayo con motivo de su asunción como Jefe de Estado.
Al grito de "Hola a todos, soy el león" y de "Viva la libertad, carajo!", el flamante mandatario se dirigió a saludar a la multitud que se congregó en la plaza luego de saludar a las delegaciones extrajeras en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
"He construido mi carrera sobre la idea de decirles siempre la verdad, siempre les dije la verdad y no es gratis, pero prefiero decir una verdad incómoda antes de una mentira confortable", subrayó Milei.
"Quiero que tengan conciencia, que tengamos claro que vamos a comenzar la reconstrucción argentina luego de 100 años de decadencia", amplió el jefe de Estado, y añadió que "si bien vamos a tener que soportar períodos complejos, vamos a salir adelante", para puntualizar luego que "es el fin de la noche populista".
Desde el balcón, dio "las gracias a cada uno de ustedes por el cariño manifestado" y por acompañar "estas horas de tanta alegría por la llegada al poder de un presidente liberal libertario".
Tal como lo hizo en su discurso en las escalinatas del Congreso, citó ideas del dirigente liberal Alberto Benegas Lynch hijo como base de "nuestra libertad", como "el respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, el derecho a la vida y a la propiedad", y enumeró "la propiedad privada, los mercados libres sin intervención estatal, la división del trabajo y la cooperación social".
Al final, expresó a la multitud: "Argentinos, pongámonos de pie, abracemos estas ideas del liberalismo", porque "las fuerzas del cielo nos van a hacer el mejor gobierno de la historia".
Fuente: Télam
Fuente:MediosElIndependiente
«Milei es el primer presidente argentino que cuestiona el consenso contra los crímenes de la dictadura, eso abre un interrogante sobre lo que viene».
- Gerardo Lissardy
- Role,BBC News Mundo
Dos motivos hacen del próximo domingo un día especial para la democracia en Argentina. Uno es histórico. El otro, la gran incógnita que se abre el mismo día sobre el futuro del país.
Cuando Raúl Alfonsín asumió la presidencia el 10 de diciembre de 1983, terminó en Argentina una dictadura militar que desde su inicio en 1976 mató, torturó y dejó 30.000 desaparecidos, según organizaciones defensoras de derechos humanos.
A partir de entonces se sucedieron otros gobiernos electos democráticamente, aunque algunos terminaron antes su mandato en medio de grandes crisis económicas y sociales: el propio Alfonsín entregó anticipadamente el poder en 1989 y Fernando de la Rúa renunció en 2001 ante fuertes protestas en las calles.
“Desde 1983 hasta ahora hemos tenido infinidad de problemas, pero todos se han resuelto por la vía institucional. Eso me parece el principal logro de los 40 años de democracia”, dice Victoria Murillo, una politóloga argentina que dirige el Instituto de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Columbia.
Este mismo domingo asumirá la presidencia argentina Javier Milei, un economista libertario electo en un balotaje el mes pasado con 56,6% de los votos y un discurso antisistema frente a otra colosal crisis.
Ahora está por verse si Milei “es un personaje que puede poner en riesgo la democracia argentina”, sostiene Murillo en una entrevista telefónica con BBC Mundo.
El domingo 10 de diciembre Argentina cumplirá 40 años de democracia. Y el mismo día asume Javier Milei como presidente. ¿Ves algún simbolismo en esta coincidencia de fechas?
Hay un aspecto de continuidad.
Pensemos que Argentina se democratizó para los varones en 1912. Desde ahí hasta 1983 fue un período de mucha inestabilidad, entre gobiernos democráticos y militares. Cuando había elecciones limpias, ganaba el radicalismo hasta 1930 y después el peronismo.
En 1983 empieza el período más largo de democracia en la historia argentina. Y también el primero con democracia competitiva. Ha habido gobiernos peronistas y no peronistas, y la democracia ha sobrevivido durante 40 años a estos cambios de signo político, incluso con una crisis enorme como la de 2001.
Raúl Alfonsín asumió la presidencia argentina el 10 de diciembre de 1983, luego de triunfar en las elecciones de octubre, para terminar con el régimen militar.
En ese sentido, si bien la elección de Milei representa el rechazo a las opciones tradicionales, vuelve a canalizar el descontento dentro del sistema democrático.
Puede ser que Milei diga “que se vayan todos”, pero eso no resultó en un golpe militar o inestabilidad política, sino en una elección limpia donde él fue elegido.
Más allá de otros aspectos de su programa, me parece que la elección en sí misma habla de la solidez de la democracia argentina. Esperemos que siga así.
¿Milei supone un desafío al consenso que había en Argentina sobre la dictadura?
Vamos a ver qué ocurre, no parece prioritario para él. Pero es algo que modifica un consenso al que costó bastante tiempo llegar.
Empezó con el informe de la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) y el juicio a las juntas militares, el fin de una era de violencia política y la idea de que los derechos humanos son cruciales.
Eso no fue solo en el terreno político. Se ha ganado mucho en otros terrenos de derechos.
Pensemos que cuando llegó la democracia no había ni siquiera ley de divorcios: es Alfonsín el que la pasa. También la de patria potestad. Argentina es el primer país en establecer cuotas de género en el Congreso, en aprobar el matrimonio igualitario. La ley de género, de adopción igualitaria. La legalización del aborto…
Esta tradición de derechos humanos emerge del consenso contra los crímenes de lesa humanidad de la dictadura.
En ese sentido, Milei es el primer presidente que lo cuestiona. Si bien Menem indultó a los comandantes, la idea era la pacificación. Pero Milei, en uno de los debates presidenciales, dice que fue una guerra y hubo excesos: un poco el argumento de los comandantes.
Eso lo hace muy diferente y abre un interrogante sobre lo que viene.
Al mismo tiempo, algunos advierten que a Milei lo votó una amplia mayoría dentro de las reglas de la democracia y es difícil achacarle a todos esos votantes una simpatía por el autoritarismo, un rechazo a los derechos humanos o incluso una coincidencia con las dudas que él planteó sobre la cifra de 30.000 desaparecidos…
Recordemos que en el sistema electoral argentino hay dos vueltas. En la primera vuelta, que son sus votantes en todo caso, él sacó 30% de los votos.
Mi impresión por lo que he visto en las encuestas es que no es un voto ideológico. Es más bien un voto de bronca contra el sistema político, de frustración sobre todo por el tema económico y descontento con las dos opciones políticas existentes.
El libertario Javier Milei ganó las presidenciales de este año con un discurso contra la clase política argentina y promesas de transformar el país.
La segunda vuelta es una elección donde él encarnaba la oposición al partido de gobierno, en un contexto donde los partidos de gobierno en toda América Latina no se reeligen desde 2019, salvo el caso del Partido Colorado en Paraguay.
Y con una situación muy mala en Argentina, una inflación de 150% y una pobreza de 40%, no sorprende que el partido de gobierno haya perdido y la gente busque un reemplazo.
¿Dirías que este 40º aniversario es un momento bisagra de la democracia argentina?
Este 40º aniversario es en algún sentido un momento bisagra.
En Argentina el desarrollo económico no ha sido particularmente exitoso, pero la democracia demostró ser muy capaz de soportar crisis.
Hay que ver qué capacidad tiene en este momento de hacer frente a un desafío nuevo. Y ver si Milei es una reestructuración política -la emergencia de una nueva coalición que va a funcionar dentro del sistema democrático- o si es un personaje que puede poner en riesgo la democracia argentina.
Por ahora es un presidente muy débil, minoritario. Frente a las políticas que propone, que pueden generar mucha protesta y descontento, está buscando una coalición legislativa condicional a ciertas leyes, pero no necesariamente leal si las cosas se ponen mal y hay un juicio político.
Muchos presidentes minoritarios en América Latina no han podido terminar su mandato cuando enfrentan contextos de crisis, protesta social y una caída dramática de su popularidad.
O sea, podemos ver una crisis institucional que no necesariamente resulte en que él se transforme en un Bukele y haya una concentración de poder, sino más bien una ausencia de poder.
Tendría un costo social gigantesco que él tratara de concentrar poder. Primero requeriría que haga algo que le diera enorme popularidad. Y con una sociedad civil tan movilizada y organizada como la argentina, me parece difícil que lo logre.
Pero siempre hay una primera vez.
El programa que Milei quiere impulsar incluye recortes de subsidios, privatizaciones, reducción del Estado…
A mí eso es lo que más me preocupa: la protesta social y el grado de violencia que eso pueda desencadenar.
¿Ves un riesgo de inestabilidad política en el futuro inmediato?
Veo un riesgo de inestabilidad política y de represión que pueda generar una reacción social también.
Y hay comentarios, que por ahora no son más que comentarios, por ejemplo del expresidente (Mauricio) Macri como llamando a grupos progobierno a defender al gobierno en la calle de las protestas, que no me parecen particularmente productivos.
Por eso hay muchos signos de interrogación que tienen más que ver con la protesta social y cómo se maneja ese tema.
Al mismo tiempo, Milei podría argumentar que tiene legitimidad para impulsar su programa: ganó por 11 puntos de ventaja. Y el peronismo, asociado al movimiento sindical, parece debilitado después de esta elección…
Sí, esos puntos le dan a él la idea de que la gente votó por un ajuste. No me queda claro cuál es el ajuste que votó la gente.
Los votantes quieren que se baje la inflación. Pero no fue muy claro durante la campaña en cómo se iban a distribuir los costos de ese ajuste, más allá que dijo que iba a acabar con la corrupción de la política.
Muchos votantes de Milei simpatizaron con la motosierra que mostró en campaña como símbolo de los grandes recortes que quiere hacer al Estado argentino.
Los puestos políticos en el Estado son muy pocos en términos proporcionales, no alcanza con acabar con ellos. La mitad del presupuesto público son jubilaciones. Si quiere hacer un ajuste hay que pagar costos. No sé cómo va a distribuir él esos costos y qué reacción va a tener.
Por otro lado, el peronismo ha hecho la peor elección de su historia. Ese 37% no solo es su porcentaje más bajo, sino que nunca ha gobernado tan pocas provincias. Está realmente en una situación de crisis, tal vez más aguda que la de 1983, aunque ese año la derrota fue sorpresiva y en este caso no tanto.
En 1983 hubo todo un proceso de renovación del liderazgo. La pregunta es si ahora va a pasar lo mismo frente a estos resultados electorales y a un desempeño bastante malo en esta última administración.
En estos 40 años Mauricio Macri fue el único presidente no peronista que completó su mandato. Sin tener la bola de cristal, ¿apostarías a que Milei también lo logrará?
Es muy incierta la situación. Y él es un presidente mucho más minoritario que ninguno que hayamos tenido. Es muy difícil saber cómo va a desarrollarse su administración.
Definitivamente hay un riesgo de que no termine su mandato. Si la protesta social es muy grande y lo abandonan los aliados circunstanciales que está tratando de construir, no es tan difícil pensar que no llegue al final de su mandato.
Tenemos que ver qué pasa; hay un proceso institucional si eso ocurre. Y esperemos que llegue al final de su mandato porque no es bueno para la democracia argentina ninguno de esos procesos de crisis.
Pero no podría garantizar que va a llegar al final de su mandato.
¿Cuál ha sido el mayor logro de la democracia argentina en estas cuatro décadas?
Ha tenido varios logros. El enseñarnos a vivir en paz después de muchos años en los que fue muy difícil, sobre todo desde 1955 hasta 1983, con muchos golpes militares y violencia política.
Desde 1983 hasta ahora hemos tenido infinidad de problemas, pero todos se han resuelto por la vía institucional. Eso me parece el principal logro de los 40 años de democracia. No toda la región lo ha tenido.
Ha habido retrocesos importantísimos en muchos países respecto a la democracia.
De hecho, la encuesta regional de Latinobarómetro este año muestra a Argentina, tras Uruguay, como el segundo país latinoamericano donde la idea de que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno es más compartida por la población (69%), bastante por encima del promedio regional (48%). Es un dato que sustenta lo que señalabas…
Me parece que sí. No digo que la gente esté contenta con cómo funciona la democracia. De hecho, hay una brecha con la satisfacción. Pero sí hay un consenso de que esta es la forma en que debemos resolver nuestros problemas.
Considerando la historia argentina del siglo XX, me parece un logro extraordinario.
A su vez, la misma encuesta muestra que entre 2020 y 2023 aumentó cinco puntos porcentuales la cantidad de argentinos que creen que un gobierno autoritario puede ser preferible en ciertas circunstancias: pasaron de 13% a 18%. ¿Debe preocupar esto?
Comparado con el resto de la región, ese número es bajo.
A mí siempre me preocupa y preferiría que fuera cero. Pero, considerando los desafíos que tiene Argentina, la situación económica, social y el aumento de la inseguridad que es un problema de toda la región, me parece que todavía estamos del lado bueno.
Argentina y la democracia: «hay un consenso de que esta es la forma en que debemos resolver nuestros problemas», dice Murillo.
Hay que tratar de construir para que la democracia empiece a resolver los problemas que no ha resuelto. Alfonsín en 1983 hizo una campaña diciendo que la democracia era la paz y que con la democracia “se come, se cura y se educa”.
La democracia trajo la paz, se acabó la violencia política, pero el “se come, se cura y se educa” son asignaturas pendientes en muchos aspectos.
Alfonsín también dijo que ese día en que asumía se terminaba “la inmoralidad pública” y comenzaba “un gobierno decente”. Ahora, 40 años después, Milei acaba de ganar las elecciones con la promesa de acabar con “la casta” y los “políticos chorros” o ladrones. ¿La lucha contra la corrupción es otra tarea pendiente de la democracia argentina?
La lucha contra la corrupción es una tarea pendiente de todas las democracias latinoamericanas.
Es clave, porque la gente cada vez más cree que la legitimidad en democracia está vinculada al desempeño. Y el desempeño es cada vez más dependiente de variantes sobre las cuales Latinoamérica no necesariamente tiene control, como los ciclos de las materias primas.
Además, que haya habido tantos escándalos de corrupción hace que la gente piense que los gobernantes no solo son más bien incompetentes en muchos países, sino que son como insensibles y no les importa nada. En medio de la pandemia hubo muchos escándalos de corrupción sobre el acceso a la salud.
La gente dice: «No solamente las cosas están mal, sino que encima es como que se están riendo de mí y se enriquecen».
El triunfo de Milei ha entusiasmado a la extrema derecha en Occidente y generó felicitaciones de expresidentes como el estadounidense Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro. ¿Cuánto tiene en común Milei con ellos?
Cada uno de estos fenómenos son peculiares.
Por un lado, en el mundo miran todo desde su propia lente. Por ejemplo, en Estados Unidos hay muchísimo interés en Milei porque lo ven como a Trump. En Brasil había miedo porque el gobierno de Lula lo ve como a Bolsonaro.
Milei se ha vinculado con este movimiento. Invitó a Bolsonaro a su asunción presidencial.
Pero no sabemos todavía quién realmente es Milei.
Parte de lo que lo llevó a la victoria es que cada uno veía en él lo que quería ver. Y él tiene ideas que lo acercan a esos personajes, cada uno diferente. Por ejemplo, Milei está con el libre intercambio y Donald Trump con el proteccionismo. No es que están todos en la misma política. Pero Milei sí tiene ideas que lo hacen parte de ese grupo.
Ahora, con eso no alcanza para gobernar. Incluso entre sus votantes, el grueso no lo votó por esas ideas sino porque parecía auténtico.
El no parecer político es algo que han explotado muchos de esos personajes, como Trump. Pero Trump llegó con el Partido Republicano y Bolsonaro con una coalición de apoyo en un sistema político que tradicionalmente es de presidentes minoritarios.
La novedad de Milei es que llega con ocho senadores y 38 diputados en un país que no está acostumbrado a gobiernos de coalición. Habría que ver qué va a hacer y cómo va a construir desde la presidencia, porque no llega con una estructura tan armada como los otros.
Fuente de informacion:
https://www.bbc.com/mundo/articles/cn0pnx50zg4o
CONTRA LA DERECHA
Formas de resistencia
¿Hasta qué punto puede victimizarse Milei? Lo hará desde el minuto cero. Ya empezó.
10/12/2023
Se corre el telón y comienza un hecho inédito de la historia argentina: un gobierno de extrema derecha que accedió al poder por el voto popular. Las causas de este fenómeno político seguirán siendo analizadas, aparecerán nuevas interpretaciones. Para la crónica, siempre pegada al vértigo de los acontecimientos, el acento está en lo que viene por delante.
El peronismo encara su rol opositor. Las vertientes internas que se tensarán son las habituales. ¿Qué hacer? ¿Acompañar el humor mayoritario o tensar la cuerda? Por ahora gana la idea de “dejar hacer”. ¿Qué implica esto? No es posible definirlo. Será día a día, ley por ley. La visión predominante es esperar a que el respaldo social a Javier Milei vaya cayendo por el impacto de las políticas. Y no darle la excusa de que los resultados de su gestión son porque no lo dejan gobernar.
Esta estrategia entra en tensión con la de representar al 44% que votó a favor de Sergio Massa y en contra de Milei. El equilibrio no será fácil. No pueden descartarse fisuras y fracturas.
Milei ganó en zonas del país en las que Cristina arrasó en su momento. De ahí viene la reflexión sobre cómo recuperar a votantes de sectores populares y juveniles que no son parte del núcleo antiperonista visceral, que sería capaz de votar un extraterrestre con tal de que el peronismo no gane.
¿Hasta qué punto puede victimizarse Milei? Lo hará desde el minuto cero. Ya empezó. Lo que no quiso hacer Alberto Fernández, y que fue un error, lo hará Milei. El presidente saliente evitó señalar de modo constante cuáles eran las consecuencias del endeudamiento que dejó Mauricio Macri. Una deuda que explica parcialmente los niveles de inflación. Alberto se abrazó a la idea de que culpar a la herencia cansa a la sociedad, que espera que el gobierno resuelva las cosas y no que busque culpables. Esto es cierto sólo en parte. Y una cosa no quita a la otra.
Parece difícil que el plan de Milei no desemboque en una creciente protesta social. Los trabajadores estatales, docentes, médicos, policías, los estudiantes universitarios, los jubilados, serán las víctimas inmediatas. Es poco probable que se queden en sus casas viendo cómo sus vidas se sumergen. Luego vendrá el resto, cuando la “miseria planificada”, de la que habló Rodolfo Walsh en su Carta abierta a la Junta Militar, empiece a instalarse.
Hay sectores del mileismo que esperan que los votantes de La Libertad Avanza disputen el “control de la calle”, además de las fuerzas de seguridad. Sería un escenario a la venezolana, con marchas en contra y a favor permanentes. Habrá intimidación en las redes sociales, persecución judicial a los referentes sindicales y estudiantiles. El objetivo será instalar la idea de que hay algo peor que empobrecerse y es además de eso recibir palos y cárcel.
En este punto aparece una responsabilidad para la oposición. La tradición carnicera de la derecha argentina obliga a evaluar bien las medidas de acción directa para no darle la excusa a una gestión, en especial a Patricia Bullrich, que parece sedienta por reprimir. Cuidar la vida será también un desafío para las formas de resistencia.
El frente cultural-mediático será clave. La derecha basa su consenso social en las creencias. Convencer a la población de que su situación es producto de un “orden natural” y que los “caídos” son responsables de su propia situación. No hay que subestimar el poder de las creencias. Es un error habitual del campo nacional-popular.
La memoria que deja el gobierno peronista que termina no es igual a la del 2015. Prima la desazón. A pesar de las muchas cosas que se pueden reconocer de la gestión, el aumento de la pobreza eclipsa lo demás. Esto le da a Milei cierto crédito inicial. Apuesta a un populismo de extrema derecha. Su primer gesto es no dar el discurso inaugural ante la Asamblea Legislativa sino saltarse las instituciones y hablar directo con la población. Se corre el telón.
Fuente:TiempoArgentino
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