9 de febrero de 2024

La reanudación de los juicios por delitos de lesa humanidad en febrero del 2024.

 

La reanudación de los juicios por delitos de lesa humanidad en febrero del 2024

“El Tribunal Oral Federal de La Rioja dictaminó condena de prisión perpetua, con cumplimiento efectivo en prisión, para exalférez Eduardo Britos, único imputado en la causa por crímenes de lesa humanidad contra presos políticos y por el homicidio del dirigente campesino Wenceslao Pedernera, delitos perpetrados durante el terrorismo de Estado. Entre los delitos por lo que se lo condena se encuenta el homicidio del dirigente campesino Wenceslao Pedernera, así como una serie de cargos contra 42 víctimas por privación ilegítima de la libertad, tormentos, allanamientos, asociación ilícita y delitos sexuales.” (Página 12, 11/12/23)

Con esta condena en la provincia de La Rioja se cerró el año judicial en materia de derechos humanos. En este caso, la víctima fue un hombre de jerarquía en la Iglesia: El obispo Enrique Angelelli fue el portavoz más reconocido por sus fieles de los reclamos económicos y de defensa de sus derechos. Su acción fue a contramano de la ejercida por las cúpulas eclesiásticas que colaboraron abiertamente, sin eufemismos, a favor de los planes desde el poder político.

No se lo perdonaron. Terminaron con su vida simulando un accidente vial, que no se lo creyó nadie, porque el obispo ya había sido reiteradamente amenazado y era la figura más destacada de la resistencia. Y lo acompañaban otros jóvenes y trabajadores/as del lugar, como el referente campesino Wenceslao Pedernera.

Se condenó al exalferez Eduardo Britos a prisión perpetua por el crimen contra este referente de la lucha en la provincia de La Rioja, así como a otras 42 víctimas de aberrantes vejámenes cometidos  en el llamado Instituto de Rehabilitación Social, que bajo esa denominación encubría el funcionamiento de un centro clandestino de detención, tortura y muerte.

Los dos colaboradores cercanos del obispo Angelelli, Carlos Murias y Gabriel Longeville fueron asesinados el 18 de julio del 76. Él fue ultimado el 4 de agosto, que fue demostrado en un juicio previo que “no hubo accidente” y fueron sentenciados los principales culpables.

En la convocatoria en las puertas de los tribunales de La Rioja, hubo no solamente familiares y trabajadores/as relacionados con el referente campesino que fue víctima, sino también estuvieron allí familiares del conscripto Agapito Ledo. El mismo era de La Rioja y por la responsabilidad de su desaparición fue enjuiciado el ex jefe del Ejército, teniente general César Milani, quien fue absuelto.

Con el comienzo en febrero del año judicial, se retoman las audiencias de los juicios de lesa humanidad. Por más que les pese a muchos/as desde todos los Poderes del Estado y sus despachos.

En este mes, continúan: Juicio Puente XII, tercer juicio en el que están juzgados delitos de lesa humanidad cometidos en ese centro clandestino ubicado en el partido de La Matanza, por ex integrantes del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, denunciados al cabo de 24 audiencias por familiares y sobrevivientes.  También lo hará en la localidad de La Plata el juicio Orué, designado con el apellido de la víctima fatal que fue acribillada en el operativo del que fueron secuestradas su tía y sus hijos de 9 y 14 años. Allí son enjuiciados el que fuera ministro de Gobierno bonaerense de la dictadura, Jaime Smart (ya condenado en otras causas y en prisión domiciliaria) y Juan Humberto Keller, ex policía de Berazategui. Para ambos se pide la pena a prisión perpetua y la carátula de lesa humanidad.

También continúa en este mes la megacausa en la localidad de Bahía Blanca.

Apostamos a su continuidad no solamente desde la voluntad de las autoridades a cargo, sino desde la pelea sostenida por décadas por sobrevivientes, familiares, organismos de derechos humanos, nuevas generaciones que se han incorporado a la pelea, desde el puesto de lucha que está instalado en nuestro país y que seguirá junto a los reclamos contra el DNU y la Ley Ómnibus, aunque los vientos libertarios soplen en contra.

Porque lo que siempre sopla a favor es la voluntad y decisión inquebrantables de continuar la pelea por más Memoria, Verdad y Justicia, por la entrega de todos los archivos del año 75 hasta el 82 a sus verdaderos dueños, los familiares y organismos independientes, enfrentando todas las dificultades que nos pongan en el camino.

Fuente:LaTerceraVoz

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