El viernes 12 del cte. viajamos a Buenos Aires, a un acto que se realizó en la puerta del Penal de Devoto, en homenaje a sobrevivientes ex-presos políticos detenidos en el penal, desde el golpe genocida de 1976, quienes en algunos casos recuperaron su libertad a fines y/o principios de 1983-1984, y a compañeros muertos en cuativerio en dicho penal.
La jornada estuvo llena de lágrimas, abrazos, caricias en los rostros y un continuo volver a mirarse y reconocerse, entre las compañeras y compañeros, tocarse e identificarse con el otro, el sobreviviente, recordando y relatando anécdotas, risas, cantos y más anécdotas.
Volvieron varias veces las miradas a los cuerpos, a los ojos, a encontrar en esa mirada aquella joven que compartío tan dolorosa experiencia y desde el "estás igual" hasta el "no te hubiese reconocido", fueron muchas las expresiones dichas en el encuentro de tantas compañeras que a voz en cuello repetían a medida que iban llegando los nombres de otras queridas compañeras de encierro.
Muchas concurrieron con sus hijos, sus esposos, sus familias completas. Este fue el caso de Olga Moyano, quien pudo, a su modo, cerrar heridas y abrir sus renovadas esperanzas en los cambios posibles a construír en nuestro querido país.
Junto a Las Madres, realizamos una recorrida alrededor de todo el penal, por el perímetro externo, en un abrazo solidario con los detenidos sociales de hoy. 
Vistas del penal en la actualidad.

Preparación para la colocación de la placa.
Foto de una parte del grupo que asistió.
La agrupación H.I.J.O.S., siempre presente.

El Acto final, con las compañeras detenidas en el escenario, y un canto hermanado en experiencia y en solidaridad.
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