21 de octubre de 2008

SAN LUIS-COMENZO EL PRIMER JUICIO A LOS REPRESORES.

Apenas habían pasado unos minutos de la 9 de la mañana cuando las puertas de la sala se abrieron para comenzar con un juicio que lleva 32 años de espera. En el banquillo estaban los acusados de asesinar a Graciela Fiochetti y desaparecer a Pedro Ledesma y Santana Alcaraz. Los familiares pudieron ver de nuevo a los ojos a los responsables de las más terribles vejaciones que sufrieron los jóvenes secuestrados en setiembre de 1976.
El juez Raúl Rodríguez, presidente del Tribunal Oral Federal, fue el encargado de abrir el juicio que se estima se prolongará hasta el mes de diciembre.
Al Dr. Rodríguez lo acompañan en su tarea dos camaristas mendocinos, Dr.Roberto Burat
Dr.Roberto Nacif.
En el banquillo de los acusados de crímenes de lesa humanidad estaban Carlos Esteban Plá, señalado como la persona que disparó en la nuca, ultimando a la joven de La Toma. Cuando leían la declaración que hizo otro ex represor, Jorge Hugo Velazquez, que lo inculpó directamente, en su rostro se dibujó una sonrisa macabra.
"El Chueco" Plá
Víctor David "El Japonés" Becerra, jefe de Investigaciones en los años de plomo, fue descripto por los testimonios leídos como uno de los torturadores que mas saña y empeño ponían a su tarea.
Víctor David Becerra, alias el Japonés o el Chino
Luis Alberto Orozco, un joven cabo en los años de la dictadura, también participaba en las sesiones de tortura que se llevaban adelante.
Luis Alberto Orozco
En un extremo de la sala, engañando con su apariencia bonachona, otro de los acusados: el comisario Juan Carlos Pérez, para quien como "la chica es dura, le va a pasar lo que le tiene que pasar", según el testimonio de un compañero de armas realizado durante la primera etapa de la investigación. La chica era Fiochetti y lo que le tiene que pasar, era lo que finalmente sucedió, "le hicieron la boleta", según el testimonio escuchado.
El ex comisario Juan Carlos Pérez
Los testimonios leídos también dejaron inmersos en la culpa a Miguel Ángel Fernández Gez, quien esperó el juicio con detención domiciliaria debido a sus 83 años. Fue a quien más se le notó el peso de las horas y hubo momentos en que familiares suyos prestaron especial atención a los movimientos. Sacaba el pañuelo, se limpiaba los ojos y la cara. Junto a Pla, eran los que seguían con mayor atención la requisitoria fiscal.
Miguel Ángel Fernández Gez
Uno de los momentos más difíciles para los familiares y amigos de las víctimas, fue cuando la secretaria dio lectura a una declaración de Víctor Fernández, en donde contaba la manera en que había sido torturado. Nora Cortiñas, integrante de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo, tapó su rostro como protegiéndose del horror. En cada relato de la tortura se aparece la imagen de su hijo Gustavo, desaparecido en 1977. "Cuanto ensañamiento", le dijo a Periodistas en la red.
Nora Cortiñas
Luego hubo un cuarto intermedio, que no solo sirvió para aliviar el stress producido por las imágenes del horror, sino también para el encuentro entre las madres y abuelas con otra madre y abuela que sufre aquí en San Luis el no encontrar a su hijo. Dominga, la madre de Pedro Ledesma, se abrazó con las otras luchadoras.
Comienza el juicio por la verdad y la memoria
Comienza el juicio por la verdad y la memoria Este lunes, cuando se abran las puertas del edificio del Tribunal Oral Federal de San Luis, ubicado el la primera cuadra de la avenida Presidente Illia, en pleno centro puntano, la larga lucha de treinta y dos años buscando justicia, memoria y verdad, habrá comenzado a rendir sus frutos. A las 9 de la mañana se iniciará un proceso histórico en nuestra provincia; en el banquillo de los acusados estarán sentados cinco miembros de las fuerzas represivas que tuvieron en un puño la decisión sobre la vida y la muerte de los puntanos.
Los responsables del terrorismo de Estado escucharán los cargos que se les hacen, aunque no son los únicos crímenes que cometieron, ni la larga lista de responsables termina en ellos.
Carlos Esteban Pla, alias "el chueco", "el señor de la vida y de la muerte", es el principal acusado por la muerte de Graciela Fiochetti, la desaparición de Pedro Ledesma y Santana Alcaraz y las torturas a Víctor Fernández que se debatirán en este juicio. Estará acompañado por quienes conformaron parte del aparato represivo de aquellos días: David "El Japonés" Becerra, ex jefe del departamento de Informaciones de la Policía local, Juan Carlos Pérez, subjefe de esa división, el entonces cabo Luis Orozco y Miguel Angel Fernández Gez, que comandaba el GADA 141. También estaba imputado el ex mayor Franco, jefe de la Policía puntana durante la dictadura, fallecido mientras estaba con detención domiciliaria.
Se espera que durante el debate oral salga a la luz el nombre de otros responsables de crímenes en la dictadura -policías, militares y civiles que actuaron como cómplices- ya que por primera vez en la historia de estos juicios se rompe la cadena de silencio y las aparentes traiciones entre los camaradas de armas hizo que los imputados "prendieran el ventilador" y se encuentren dispuestos a repartir responsabilidades.
Incluso en los testimonios brindados durante la indagatoria de la primera instancia, salió a la luz el nombre del ex obispo de la diócesis, Juan Rodolfo Laise, quien habría pedido que se hiciera desaparecer a un cura que estaba por dejar los hábitos para casarse. Pero aunque se la más grave por el tenor del pedido, no es la única acusación que pesa sobre el religioso que se retiró y se fue a Italia.
El tribunal estará integrado por los Dres. Roberto Nasif, Roberto Burad (ambos mendocinos) y lo presidirá Raúl Rodríguez de San Luis. Habrá un cuarto juez -el Dr. Cortez- que participará de las audiencias sin preguntar y actuará en caso de la ausencia de los titulares.
La querella estará representada por el Dr. Enrique Ponce y María Elva Martínez (especialista en la estructura jurídica normativa del terrorismo de Estado).
En la pequeña sala donde se desarrollará el juicio, se ha dejado espacio para que 40 familiares sigan el desarrollo. También durante los dos primeros días estarán presentes organizaciones defensoras de los Derechos Humanos como Madres de Plaza de Mayo y el Movimiento Ecuménico por los DDHH. También la APDH nacional y local tienen un lugar reservado.
Eduardo Luis Duhalde, Secretario de Derechos Humanos de la Nación, será una de las autoridades que estará en la jornada inicial del juicio, también su segundo, Luis Alen y un equipo de asistencia para los familiares de las víctimas, que "volverán a revivir el horror", según las palabras del subsecretario. En caso de ser necesario, recibirán atención psicológica y jurídica. El senador nacional Daniel Pérsico será otra de las autoridades que segurirá las alternativas del juicio de forma directa.
Cuarenta serán los efectivos que la Delegación San Luis de la Policía Federal Argentina ha destinado al operativo, incluyendo al propio subjefe a cargo de la repartición, subcomisario Marcelo Bermúdez. La policía provincial no montará una guardia acompañando a los federales, solamente tendrán efectivos sobre alerta para actuar en caso de que se lo requieran.
La sala del entrepiso cedida a último momento por el Correo Argentino tiene una capacidad para 200 personas y ya se encuentra acondicionada con una pantalla para seguir las alternativas.
Desde el momento en que comiencen la exposición los testigos de la causa, no se emitirían imágenes de las personas que realicen su relato, como una manera de protección. Diariamente habrá una agenda de las actividades que se realizarán ese día y los posteriores para permitir organizar el trabajo a la prensa y a quienes quieran presenciar el juicio, aunque, si bien no fue expresado de manera directa, en el caso de los testigos protegidos, no se dará a conocer el nombre ni ningún dato filiatorio.Desde el momento que comiencen los testimonios (aproximadamente el 3 de noviembre) no se permitirá el ingreso de celulares, grabadores, máquinas fotográficas, video filmadoras o aparatos similares. Quienes ingresen deberán pasar por un detector de metales.
El juicio tendrá más de cien testigos. La audiencia inicial, alegatos y sentencia podrán ser transmitidas por TV.
Fernández Gez pidió alojarse durante el juicio en una direccioón que corresponde al colegio San Luis Gonzaga, presuntamente al cuidado de la madre superiora. El tribunal ordenó verificar si esperaban al huésped, pero nadie lo conocía. La dirección que dio, es de un portón.
Según lo que informa este domingo Página 12 (http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-113607-2008-10-19.html) "Monseñor Laise no es el único interesado en evitar preguntas molestas. El mismo privilegio de declarar por escrito solicitó Carlos Pereyra González, hoy juez de la Cámara Federal de Mendoza y en 1976 secretario del juzgado federal de San Luis, ubicado en el mismo edificio donde la policía provincial torturaba. El chofer del D2 que relató el crimen cometido por Plá, Jorge Velázquez, contó que a Pereyra González lo llamaban Rabanito y que presenció las torturas a Fiochetti y a Nolasco Leyes, otro desaparecido. Del tribunal depende la posibilidad de que víctimas y familiares puedan mirar a los ojos de estos singulares testigos cuando declaren".
Graciela Fiochetti.
Pedro Ledesma.

Sandro Santana Alcaraz.
Víctor Fernández.
Informe: Gustavo Senn
(Fuente: periodistas en la red).

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