Juicio a los represores
Con una precisión en los detalles y una entereza inquebrantable, Segundo Valentín Ledesma relató ayer al Tribunal lo sucedido en aquellos días de setiembre de 1976 donde secuestraron a su hijo. Implicó directamente a Carlos Plá y a Víctor Becerra en la desaparición. Como respetó su juramento de no revelar el nombre de una persona que le había proporcionado un dato, el defensor de Plá, Hernán Vidal, solicitó que fuese detenido y que se le formara causa. También testimoniaron Francisco Ledesma y Reina Alcaráz.
Segundo Valentín Ledesma, con más de 80 años sobre sus espaldas, relató con imágenes vívidas el momento en que un grupo de tareas le arrebató a su hijo luego de haber sido liberado por las fuerzas policiales y militares. No habían llegado todavía a su casa cuando volvieron a secuestrarlo.
No dudó en ningún momento en acusar a Carlos Pla como la persona que comandaba el operativo y quedó sentado en ese auto rojo, "con un pie en el piso y la 45 en la mano", mientras a él lo tiraban al piso y subían a su hijo al móvil sin identificación.
Le pidieron la descripción de la vestimenta y aseguró que iba "con uniforme militar, ese que llaman de salida, la camisa color té con leche y los zapatos bien lustrados".
También inculpó a Becerra y dijo haberlo reconocido como otro de los integrantes del grupo que se llevó a Pedro. Después nunca mas lo vio.
El otro responsable de la desaparición de su hijo, fue para Ledesma el policía Ricarte, que tenía a su cargo la redacción de los sumarios.
En un momento relató que una persona se había acercado a él diciéndole que tenía información sobre su hijo y le había dicho que lo habían tenido en donde funcionaba una dependencia policial ubicada en la calle Lavalle entre Colón y Rivadavia, donde hoy funciona la Caja Social.
Dijo que había jurado no decir el nombre de su informante y se mantuvo en su posición a pesar de que el abogado defensor de Pla, Hernán Vidal, pidió que se lo detuviera por su negativa. "No voy a decir el nombre", repitió varias veces y se mantuvo firme. El tribunal deberá decidir si hace lugar al pedido de Vidal. La querella argumentó que estaba protegido por el derecho constitucional de los objetores de conciencia.
Pancho Ledesma
También en la jornada de ayer declaró Francisco Ledesma, hermano de Pedro, que poco pudo aportar de los hechos del 76 por su edad y porque iba al colegio en doble turno, pero si relató otros dos hechos que sucedieron a posteriori.
En uno de ellos, dos personas, una de apellido Ortubia Salinas y Pepe Pedernera, en oportunidad que entraba al bar Oba Oba (frente a la Plaza Pringles) lo llamaron para decirle que sabían lo que había pasado con su hermano y quisieron "despegarse", ya que habrían sido policías, contándole que los operativos "relacionados con la subversión", los únicos que los comandaban eran Pla y Becerra.
El tribunal tomó nota de los nombres y probablemente sean citados a declarar.
También contó que su hermana sufrió persecusión y que un día, mientras trabajaba en una casa de venta de Annan de Pergamino, en el centro de San Luis, se acercó Juan Carlos Pérez y le dijo al encargado que tuviera cuidado porque era "hermana de un guerrillero desaparecido".
En otro tramo, Francisco Ledesma relató que había concurrido, acompañado por el entonces diputado radical Enrique Ipiña, a la casa del ex comisario Sosa, que decía tener pruebas de lo sucedido con su hermano y guardar el libro de guardia del lugar donde estuvo detenido, pero que no lo encontraron y después no volvió a verlo.
Reina Alcaraz
El último testimonio de la jornada fue de Reina Alcaraz, hermana de Santana, también desaparecido.
Su testimonio aportó pocos elementos a la causa, pero si trajo una fotografía de su hermano y una carta que él había escrito en 1973, para que se comparara con el que después se llamó "Informe de La Toma" que le habrían encontrado a Raúl Cobos cuando cayó en el enfrentamiento que dio origen a las demás detenciones.
La comparación a simple vista hacía ver que la grafía de uno y otro documento no era similar, según dijeron los miembros del Tribunal. Ahora deberán evaluar si la incorporan como prueba y le hacen realizar un peritaje. La defensa de Pérez, el abogado Papalardo, se opuso a la incorporación de la prueba.
Alacaráz fue invitada, por el tribunal, a observar las fotos de los restos encontrados en Las Salinas del Bebedero, para ver si reconocía a Santana, pero no pudo hacerlo. Tras esto, el abogado querellante Enrique Ponce, pidió que se exhume el cadáver que fue enterrado al lado de Graciela Fiochetti, como NN, para realizarle una pericia de ADN, para poder constatar si es o no el cadáver de Santana Alcaráz.
Finalmente, pidió al Tribunal que lograran dar con el paradero de su hermano desaparecido, a quien considera muerto, "para darle una sepultura como él merece, porque era una persona buena".
El debate continuará el lunes a las 9 de la mañana.
(Fuente:rdendh-Informe:Gustavo Senn).
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