Se suspendió el debate porque fue recusado un juez
Quedó suspendido hasta nuevo aviso el debate oral y público que se sigue a Carlos Pla, Victor Becerra, Luis Orozco, Miguel Fernández Gez y Juan Carlos Pérez, los policías y militares acusados de delitos de lesa humanidad durante la dictadura. El Tribunal Oral Federal tomó esa decisión tras la rescusación que hizo la defensa de dos de los imputados contra el vocal Roberto Burad, a quien acusó de prejuzgamiento y parcialidad manifiesta. En ese momento estaba declarando el ex policía de La Toma, Pedro Gil Puebla, quien de manera mendaz y reticente, de manera sistemática recurría al "no lo recuerdo", "han pasado tantos años" o hacía referencia a sus estados de salud.
Hernán Vidal, abogado defensor de Pla y Becerra, reaccinó de manera airada -y hasta sobreactuado- cuando el juez, ya cansado de que el testigo negara u "olvidara" lo que había dicho hacía cinco minutos, le leyó la declaración hecha por el ex policía -que según testigos participó activamente en esa noche negra de setiembre- en 1985. En ella reconocía que Becerra había participado en el operativo donde se detuvo, torturó y posteriormente trasladó a Víctor Fernández, Graciela Fiochetti y Ricardo Trepín.
Como era reacio a contestar, Burad le preguntó: ¿el señor Becerra está aquí en la sala?
Con la voz que parecía al borde del llanto, Gil Puebla argumentó que no podía girar su cuello por problemas en las cervicales. Al borde de perder la paciencia, Burad le solicitó si podía pararse para verificar y allí surgió el pedido de recusación del Vidal, que debía presentarla hoy en la mañana para que el Tribunal resolviera.
Ayer, luego del cuarto intermedio en donde declaró el olvidadizo y por momentos perdido Gil Puebla, el Presidente del Tribunal, Raúl Rodríguez, informó que habían decidido esperar la presentación formal del abogado de la defensa, para así resolver.
Antes de que las partes ser retiraran, el abogado querellante, Enrique Ponce, pidió que se detiviera al testigo para que se lo investigara por falso testimonio. "Ya se resolverá oportunamente", respondió Rodríguez.
Luego, Gil Puebla, algo más avispado, preguntó en que situación quedaba él, si estaba en libertad y cuáles serían las consecuencias que le esperaban. Entendió bien lo que habían pedido por su testimonio.
(Fuente:rdendh-Gustavo Senn).
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