Imagen: EFE
Luiz Inácio Lula da Silva esperó en la puerta del Costa Sauipe Conventions a cada uno de los presidentes invitados a la sucesión de cumbres. Faltaban dos cuando el anfitrión empezó el discurso de bienvenida: Cristina Fernández de Kirchner, que llegó minutos después, y Hugo Chávez, que aterrizó cuando el plenario del Mercosur ya había terminado. “Nuestra fuerza para enfrentar la recesión global no está sólo en la fuerza de nuestras economías, sino también en el vigor de nuestras democracias”, dijo Lula. La crisis financiera internacional y sus consecuencias envolvieron todas las intervenciones. “Tenemos que usar el Mercosur como un instrumento para relacionarnos con otros mercados y reclamarles a los países centrales, responsables de lo que vivimos, políticas más activas”, redobló la presidenta argentina.
La consolidación de la integración regional fue el eje común de todas las presentaciones. “El Mercosur reaccionó oportunamente a la crisis bursátil internacional. En octubre pasado se reunieron los ministros de Economía y los presidentes de los Bancos Centrales para analizar los efectos de esta crisis. Tenemos la obligación de no sumar al desplome bursátil un desplome social”, destacó la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
El ecuatoriano Rafael Correa insistió en la “integración”, pero alertó sobre las asignaturas pendientes sobre la traducción en hechos concretos de las estructuras económicas diseñadas. “Si hubiésemos avanzado más con el Banco del Sur ya tendríamos un banco fondeado con los ahorros de nuestros países y tendríamos recursos para compensar los problemas de la crisis”, señaló.
La creación de un Fondo de Reservas Común y la necesidad de los Estados de mantener las políticas fiscales que promueven el empleo y la inversión pública fueron también reivindicadas por Correa antes de insistir con que “necesitamos construir nuestra propia arquitectura financiera regional que nos haga menos vulnerables a la economía del Primer Mundo”.
La sucesión de cumbres del Mercosur, de América latina y el Caribe y del Grupo Río fue la primera oportunidad en la que todos los presidentes de la región se reunieron tras la deliberación del Grupo de los 20 en Washington. Argentina, Brasil y México son los representantes de la región que volverán a participar de esa cumbre mundial que se celebrará en abril en Londres.
El canciller chileno, Alejandro Foxley, señaló que “acá se ve cómo viene la mano en cada país: en Centroamérica, por ejemplo, la crisis impacta en la caída de las remesas de los emigrantes a sus familias, en otros en las caídas de las exportaciones a los Estados Unidos, en otros en la reducción del precio de petróleo. La idea es que Argentina, México y Brasil sean los voceros de todas esas realidades en la cumbre de los países del G-20”.
Hoy continuará el intercambio entre los mandatarios de la región para establecer los mecanismos de cooperación financiera, económica, política y comercial que permitan compensar los efectos de la mayor crisis financiera internacional desde el crac de 1929.
(Fuente:Pagina12- Nora Veiras-Desde Costa do Sauipe).
(Fuente:Pagina12- Nora Veiras-Desde Costa do Sauipe).
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