Con el reinicio el martes último del juicio oral y público contra el ex gobernador Juan Carlos Colombo, se escucharon nuevos testimonios que aportan datos y relatos estremecedores acerca de la época más oscura de la historia Argentina, de la que no estuvo exenta Formosa.
María Griselda Duarte, en calidad de testigo, compartió con el jurado el dolor que le producía recordar lo traumatizante que fue su vida durante su detención y tras su liberación, momentos que consideró “imborrables” y que quedaron en su mente hasta el día de hoy.
"Hace falta que se haga justicia. La justicia de Dios es infinita, pero la justicia humana también tiene que hacer algo", enfatizó la testigo, quien relató que fue detenida en 1977, de su lugar de trabajo, por ese entonces el Juzgado de Menores.
Describió que las sesiones de interrogatorio eran en las instalaciones del Regimiento 29, con los ojos vendados y las manos atadas detrás de la espalda, no obstante lo cual aseguró poder identificar a dos personas que estaban a cargo de los interrogatorios, un hombre del Ejército y un hombre de la Policía provincial.
Justicia y castigo
También prestó declaración testimonial ante el jurado del Tribunal Oral Federal Myriam Luz Daldovo, quien tenía 21 años cuando fue detenida, y cursaba la carrera de ingeniería forestal. La secuestraron en su casa y según manifestó, permaneció detenida durante un mes en el Regimiento “con los ojos vendados, desnuda, donde me torturaron con picana mañana, tarde y noche". Luego fue llevada a la Alcaldía de Mujeres, donde estuvo aproximadamente un año.
“Los intensos trámites, gestiones que hizo mi madre desencadenaron la venida de un organismo de derechos humanos a los fines de investigar la veracidad de lo que estaba ocurriendo en la provincia”, subrayó la testigo. No obstante, fue trasladada nuevamente a la guarnición militar local, donde tras asegurar al entonces jefe de inteligencia que no diría una palabra de lo sucedido, logró su libertad. Durante un largo tiempo su casa particular fue vigilada durante las 24 horas por efectivos de la Policía provincial.
"Quisiera que todo el dolor que me causa recordar esos hechos sirva de algo; que se agilicen las causas, que de una vez por todas haya justicia y se castigue a los responsables".
Otro testimonio clave en esta causa contra delitos de lesa humanidad fue el de Nelly Daldobo quien rememoró su trabajo como docente, por aquellos años, en la zona rural de Riacho He Hé y su participación en el Movimiento Rural de Acción Católica.
Dicho movimiento fue base y dio origen luego a la Unión de Ligas Campesinas de Formosa, la que integró Nelly Daldovo junto a dirigentes como Carlos Sotelo, Amadeo Madariaga, Catalino Morel y Muñeca Roa.
"Estudiábamos los problemas, las necesidades de la gente del campo; queríamos hacer algo para que los campesinos puedan tener su tierra, como así también luchábamos por lograr mejores precios para la producción, acceso a la salud, educación; estábamos acompañados por monseñor Pacífico Scozzina y el padre Benito López. Peticionábamos por los derechos de los compañeros… no encuentro otro motivo por el que fuimos detenidos, mi marido y yo", fue la afirmación contundente de la mujer.
Señaló que junto a su esposo fueron detenidos el 29 de marzo de 1976, permaneciendo detenidos en Laguna Blanca, Clorinda, el Regimiento 29 y la Alcaldía de Mujeres de Formosa. Nelly Daldovo también identificó con nombre y apellido a los responsables de su tortura en sesiones de interrogatorio.
No escatimó calificativos para describir los momentos de miedo y horror que vivieron durante su detención como así también una vez que fueron liberados, ante el fantasma siempre presente de volver a ser secuestrados.
"Es imborrable e indescriptible la humillación de haber tenido que presentarnos en la Policía los martes y viernes a firmar el libro”, afirmó.Las audiencias se desarrollaron con una particularidad. El juez pidió a las fuerzas de seguridad que se retiren de la sala mientras los testigos prestaban declaración.
Juez dispuso medidas para esclarecer sobre supuesto cementerio clandestino
El juez federal, Marcos Bruno Quinteros, ordenó a Gendarmería Nacional que realice una exhaustiva investigación en torno al supuesto cementerio clandestino descubierto días atrás en el interior de un campo ubicado en la zona de Monteagudo, distante a unos 20 kilómetros de esta capital, frente a la posibilidad de que puedan encontrarse en este lugar cadáveres de formoseños desaparecidos durante la última dictadura militar.
Juez dispuso medidas para esclarecer sobre supuesto cementerio clandestino
El juez federal, Marcos Bruno Quinteros, ordenó a Gendarmería Nacional que realice una exhaustiva investigación en torno al supuesto cementerio clandestino descubierto días atrás en el interior de un campo ubicado en la zona de Monteagudo, distante a unos 20 kilómetros de esta capital, frente a la posibilidad de que puedan encontrarse en este lugar cadáveres de formoseños desaparecidos durante la última dictadura militar.
La medida fue ordenada con carácter de “muy urgente” ante un pedido del querellante Pedro Velázquez Ibarra, quien junto a otros representantes de las víctimas, estuvo días atrás en este lugar donde constató la existencia de tumbas y de un aljibe que habría sido utilizado como elemento para torturar a detenidos.
El doctor Quinteros ordenó a Gendarmería que personal de la fuerza se constituya en los lugares señalados por el querellante a efecto de determinar con precisión sus ubicaciones exactas, como asimismo a quien o quienes pertenecen la titularidad de los mismos, sean de la provincia, de la nación y/o privados.
Al mismo tiempo, el juez se comunicó telefónicamente con el perito de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Luis Bossio, a fin de informarle sobre los nuevos lugares donde podrían estar enterrados cuerpos de personas desparecidas durante el Terrorismo de Estado, y la posibilidad de la presencia en Formosa del Equipo Argentino de Antropología para realizar las excavaciones pertinentes. A tal efecto, el abogado querellante pidió que se cierre el perímetro donde se encontraría el cementerio, toma de fotografía de los lugares y determinación de las características del terreno a efecto de determinar qué tipo de maquinaria se necesita para la tarea de exhumaciones.
También se llevará a cabo en fecha a confirmar un reconocimiento judicial de la zona con participación de los querellantes.
Además de la enorme expectativa creada por las informaciones conocidas a través de los medios de prensa sobre el descubrimiento del centro de detención y el cementerio, las víctimas sobrevivientes y familiares que buscan conocer el destino final de sus seres queridos destacaron la prontitud y la eficaces medidas dispuesta por el juez federal de primera instancia.
(Fuente:Rdendh).
No hay comentarios:
Publicar un comentario