Declaró Héctor Tievas quien fue designado presidente del STJ y, a los días, detenido por órdenes de Colombo
Un golpe de Estado es la toma del poder político de un modo repentino y violento, por parte de un grupo de poder, vulnerando la legitimidad institucional establecida en un Estado, es decir, las normas legales de sucesión en el poder, vigentes con anterioridad.
Esto ocurrió en la Argentina el 24 de marzo de 1976. En la provincia de Formosa, el Poder Judicial fue uno de los más afectados en lo que hace a secuestros de magistrados y empleados. Un caso concreto fue la detención del actual presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Héctor Tievas, quien esta semana declaró en el juicio oral y público contra Juan Carlos Colombo.
El doctor Tievas prestó declaración testimonial ante el Tribunal Oral Federal, encabezado por Dr. Eduardo Belforte, y respondió a los interrogantes efectuados por el fiscal Luis Benítez y la doctora Roxana Elvira Silva, única querellante que permaneció en la sala tras la polémica desatada el martes último.
El magistrado, de 68 años de edad, inició su relato retrotrayéndose al 24 de marzo del 76 cuando los miembros del STJ quedaron cesantes, asumiendo como delegado veedor un tal Bocosky. Por ese entonces, Tievas era juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial y también quedó cesante.
Destacó el testigo que la terminología de la época se vio reflejada en un acta, legalizada el 25 de marzo de ese año, que textualmente decía: “Entrega y recepción del Poder Judicial de la Provincia”. Detalló que a partir de ese momento hubo declaraciones, resoluciones emanadas de la intervención, como así adopción de medidas tales como la puesta a disponibilidad de vehículos para tareas especiales, ajenas al ámbito judicial.
A partir del 7 de abril de 1976 comenzó a regir el “feriado judicial” que era de las puertas hacia fuera, porque en las oficinas se trabajaba tres horas por día. Tievas es designado “juez en comisión”, y le corresponde a partir de entonces dictar acordadas y fallos.
Mientras tanto, Alturria, por entonces provisoriamente a cargo del Ejecutivo Provincial, dejaba cesante a magistrados, entre los que recuerda el caso del Dr. Floro Bogado, y a empleados de planta.
“Nuestro trabajo, sacamos 6 acordadas, recibíamos permanentemente recomendaciones del Ejecutivo que mandaba decretos, cesantías, nombramientos. Era un manejo cuasimilitar”, subrayó.
Al poco tiempo, asumía como gobernador Juan Carlos Colombo e inmediatamente disponía a través del decreto N 4, dejar sin efecto la feria judicial y ponía en funciones a los nuevos miembros del STJ, tres de los cuales habían estado en funciones con anterioridad al golpe.
Tievas estuvo al frente del Alto Cuerpo poco más de un mes.
En el 77 fue confirmado en el cargo como juez Civil y Comercial y el 1 de junio de ese mismo año, fue detenido de su domicilio particular, alrededor de las 20, y trasladado al Regimiento de Infantería de Monte 29, donde fue sometido a interrogatorios y torturas que no describió, ya que lo había hecho con anterioridad en la mega causa Carrillo.
El 12 de julio de ese año fue trasladado a la Unidad 10 Formosa del Servicio Penitenciario Federal, luego a otro penal y finalmente a la Unidad 9 de La Plata. El 3 de octubre de 1978 logró su libertad condicional.
Consultado en torno a cuáles fueron los cargos que motivaron su detención, Tievas respondió: “Por presuntas vinculaciones terroristas” con el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Respecto al porqué, no dudó en afirmar: “Yo no dejé cesante a nadie…y eso molestaba”.
“En los consejos de guerra y en los interrogatorios me acusaban de que organizábamos reuniones en mi despacho con gente que vivía en la Isla de Oro, citando muchos nombres alguno de los cuales conocía, incluso por ser presos políticos en esos momentos, y otros que ni conocía”, consignó el testigo.
Respecto a qué papel cumplía Domínguez Linares, quien lo visitó en la U-10, mientras él estaba detenido junto a otros presos políticos e incomunicado, indicó: “Venía a conversar sobre nuestra situación, nos sugería que renunciáramos o nos cesanteaban”.
(Fuente:Rdendh-LaMañana).
No hay comentarios:
Publicar un comentario