Julio Bavio.
Esta es la segunda causa por crímenes de lesa humanidad que llega al Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Salta. Se estima que la audiencia de debate se lleve a cabo este mismo año.
El auto de elevación a juicio es por la totalidad de los acusados que cuentan con procesamientos firmes: el ex jefe del III Cuerpo del Ejército (del que dependía el área de Salta), Luciano Benjamín Menéndez; el ex jefe del Ejército en Salta, Carlos Alberto Mulhall; el ex jefe de la Policía de Salta, Miguel Gentil; el ex jefe de Seguridad de la Policía, Joaquín Guil; el ex vocero de la Triple A, Jorge Héctor Zanetto, y los ex policías Andrés del Valle Soraire, Pedro Javier Herrera y Raúl Nelson Herrera.
A Menéndez, Mulhall, Gentil, Guil y Soraire se los acusa por dos hechos de homicidio doblemente calificado, y lesiones. A Zanetto se le atribuye coacción agravada, y a los hermanos Herrera se los acusa por encubrimiento. Ragone fue secuestrado a primera hora de la mañana del 11 de marzo de 1976, cuando salía de su casa en las inmediaciones del monumento a Güemes.
En el hecho hubo un forcejeo y fue herido, Arredes intentó ayudar y fue ultimado a balazos. Martínez de Leal, que trabajaba en las cercanías, fue herida por una bala. La investigación demostró que el secuestro fue una obra conjunta del Ejército y la policía provincial, que dejó una zona liberada para permitir que el hecho se consumara y asegurar luego la impunidad de sus autores.
A Menéndez y a Mulhall se les atribuye participación al haber dado la orden de secuestro y desaparición de Ragone; Gentil y Guil se encargaron del encubrimiento; Soraire es considerado uno de los autores materiales. Zanetto está acusado porque por interpósita persona amenazó a Ragone tiempo antes de que se cometiera el crimen.
Y a los hermanos Herrera se les atribuye encubrimiento porque aseguran no haber escuchado nada a pesar de que al momento de los hechos estaban de guardia en la casa de Gentil, muy cerca de donde ocurrió el secuestro y el asesinato de Arredes. En los tribunales federales estiman que la audiencia de debate en el Tribunal Oral este mismo año, después de agosto, aunque todavía debe integrarse el tribunal dado que un subrogante, el juez Jorge Luis Villada, deberá apartarse porque ya participó en esta causa como integrante de la Cámara Federal de Apelaciones. La audiencia podría demandar al menos un mes, dado que se trata de un expediente voluminoso, con más de 40 cuerpos. Por otra parte, en el Juzgado Federal Nº 1 quedaron copias del proceso para continuar la investigación. Todavía está pendiente de ser indagado el represor Antonio Domingo Bussi, quien ya fue citado varias veces pero se excusó por razones de salud.
El auto de elevación a juicio es por la totalidad de los acusados que cuentan con procesamientos firmes: el ex jefe del III Cuerpo del Ejército (del que dependía el área de Salta), Luciano Benjamín Menéndez; el ex jefe del Ejército en Salta, Carlos Alberto Mulhall; el ex jefe de la Policía de Salta, Miguel Gentil; el ex jefe de Seguridad de la Policía, Joaquín Guil; el ex vocero de la Triple A, Jorge Héctor Zanetto, y los ex policías Andrés del Valle Soraire, Pedro Javier Herrera y Raúl Nelson Herrera.
A Menéndez, Mulhall, Gentil, Guil y Soraire se los acusa por dos hechos de homicidio doblemente calificado, y lesiones. A Zanetto se le atribuye coacción agravada, y a los hermanos Herrera se los acusa por encubrimiento. Ragone fue secuestrado a primera hora de la mañana del 11 de marzo de 1976, cuando salía de su casa en las inmediaciones del monumento a Güemes.
En el hecho hubo un forcejeo y fue herido, Arredes intentó ayudar y fue ultimado a balazos. Martínez de Leal, que trabajaba en las cercanías, fue herida por una bala. La investigación demostró que el secuestro fue una obra conjunta del Ejército y la policía provincial, que dejó una zona liberada para permitir que el hecho se consumara y asegurar luego la impunidad de sus autores.
A Menéndez y a Mulhall se les atribuye participación al haber dado la orden de secuestro y desaparición de Ragone; Gentil y Guil se encargaron del encubrimiento; Soraire es considerado uno de los autores materiales. Zanetto está acusado porque por interpósita persona amenazó a Ragone tiempo antes de que se cometiera el crimen.
Y a los hermanos Herrera se les atribuye encubrimiento porque aseguran no haber escuchado nada a pesar de que al momento de los hechos estaban de guardia en la casa de Gentil, muy cerca de donde ocurrió el secuestro y el asesinato de Arredes. En los tribunales federales estiman que la audiencia de debate en el Tribunal Oral este mismo año, después de agosto, aunque todavía debe integrarse el tribunal dado que un subrogante, el juez Jorge Luis Villada, deberá apartarse porque ya participó en esta causa como integrante de la Cámara Federal de Apelaciones. La audiencia podría demandar al menos un mes, dado que se trata de un expediente voluminoso, con más de 40 cuerpos. Por otra parte, en el Juzgado Federal Nº 1 quedaron copias del proceso para continuar la investigación. Todavía está pendiente de ser indagado el represor Antonio Domingo Bussi, quien ya fue citado varias veces pero se excusó por razones de salud.
(Fuente:Nuevodiariodesalta).
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