Martina Noailles
Del paseo a la condena. Massera debe ser derivado a un neurosiquiátrico.El dictador Emilio Massera deberá pasar el resto de su vida en un neuropsiquiátrico. La Cámara de Casación Penal confirmó el fallo que dos años atrás había declarado la inconstitucionalidad de los indultos y reestableció así la pena a reclusión perpetua que le dictó el Juicio a las Juntas.
En la resolución, que ahora quedó firme, la Cámara Federal porteña aclaraba que, en caso de estar insano, Massera debía cumplir la máxima condena “en algún establecimiento especial de carácter asistencial médico y psiquiátrico”, como la unidad penal que existe dentro del hospital Borda. La decisión final quedará en manos de un juez de ejecución a designar.
La Sala II de Casación durmió el expediente durante dos años. En ese período, el jefe de la ESMA, el mayor centro clandestino del país, fue sometido a distintas pericias. Todas –salvo una que le realizó un especialista italiano– determinaron que su estado de salud le impide enfrentar un proceso judicial. Sin embargo, la insania no es retroactiva. Cuando Massera fue condenado a perpetua en 1985 estaba lúcido y en perfecto estado físico. Y lo que impidió que cumpliera la pena fue el indulto que firmó Carlos Menem en 1990.
En el fallo que la Cámara Federal dictó en abril de 2007, la Justicia no sólo estableció que ese perdón y el que benefició a Jorge Videla eran inconstitucionales. Los camaristas dedicaron un párrafo a aclarar que la “incapacidad sobreviniente” de Massera, decretada en otros expedientes, no impedía el reestablecimiento de la condena. Precisaron, además, que la pena debía hacerse efectiva en una unidad penal psiquiátrica.
La resolución estuvo congelada hasta el 3 de junio pasado, cuando los camaristas Guillermo Yacobucci, Luis García y Wagner Mitchell finalmente declararon inadmisibles los recursos planteados por las defensas de los dos dictadores.
Massera tiene 83 años y pasa los días junto a su mujer, en su departamento de la Avenida del Libertador. Desde 2002, las decenas de causas por delitos de lesa humanidad que pesaban en su contra quedaron suspendidas al decretársele “incapacidad sobreviniente”. Sin embargo, una pericia italiana entendió que el “Almirante Cero” “exagera” sus síntomas y el próximo 30 de septiembre un tribunal de Roma lo juzgará en ausencia.
(Fuente:Rdendh).
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