Ayer se cumplieron 38 meses de la desaparición del albañil Jorge Julio López, testigo y querellante en la causa en la que fue condenado por genocida Miguel Etchecolatz. Durante las marchas y actos realizados en La Plata, la ex detenida de la dictadura y querellante Nilda Eloy dijo que “no es que no haya pistas”, sino que “todas apuntan a la Policía Bonaerense” y aseguró que la causa que investiga el destino de su compañero de cautiverio “se frenó cuando se siguieron las líneas investigativas que conducían” a esa fuerza policial, de la cual Etchecolatz fue jefe de Investigaciones durante la dictadura.
Eloy señaló que “la desaparición de Julio López constituyó un mensaje muy claro de ‘estamos y podemos’”, en referencia a los vestigios de la dictadura.
Además de marchar como todos los 18, organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos plantaron un árbol en la última esquina donde fue visto el testigo, en 66 y 137 del barrio de Los Hornos.
(Fuente:Pagina12).
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