2 de noviembre de 2009

DESAPARECIDOS EL 2 DE NOVIEMBRE DE 1976/77.

Dominga Abadía Crespo
Felicidad Abadía Crespo
Detenidas-Desaparecidas el 2/11/77
Dominga y Felicidad eran hermanas españolas, hijas de Rosendo Abadía.
Dominga tenía 27 años y Felicidad 25.
Trabajaban en la fábrica de cerámica LOZADUR.
Fueron secuestradas en su domicilio en Del Viso, Buenos Aires.
Según la denuncia de su padre:
«...Entre la empresa y el personal se generó un conflicto por pedido de aumentos salariales. Ante esta situación el interventor convocó al personal, oportunidad en la que manifestó que si no deponían la actitud de trabajar a jornal para hacerlo a producción alguno iba a tener que lamentarse. Estas expresiones fueron hechas por el Comandante Máximo Milarck, interventor del Sindicato y de la fábrica a la vez. A continuación fueron citados dos operarios de la misma fábrica, los señores Pablo Villanueva y Rodríguez al Ministerio de Trabajo, donde en presencia del señor Penna, Jefe de Personal de la fábrica, el Comandante Máximo Milarck, y un capitán de apellido Martínez, les dijo que debían comunicar a sus compañeros que abandonaran la medida de fuerza pues si no lo hacían iban a ser puestos bajo la ley de Seguridad o del decreto 20.400 el cual prohibía este tipo de medidas. Conste que el señor Pablo Villanueva posteriormente fue secuestrado al igual que mis hijas y en la misma noche. También debo denunciar por manifestaciones de la señora de Pablo Villanueva que a su esposo lo habían citado en una oportunidad próxima al conflicto a la regional de Policía Militar de Boulogne donde también se le había dicho algo similar...».
Sus hijas fueron secuestradas el 2 de noviembre de 1977, al parecer por personal militar:
«...Había en cada esquina de la manzana dos camiones del Ejército Argentino. En esa misma noche se llevaron 5 personas de la misma fábrica Lozadur S.A. de sus respectivos domicilios...».
Lo más significativo para el señor Abadía es que quien dirigía el operativo
«...se dedicó a revisar las habitaciones de mis hijas escuchando yo que lloraban mientras les ordenaba vestirse, escuché también que les dijo "qué tanto mirar, parece que nunca lo han visto a uno"».



María Teresa Sánchez "Mori"
Desaparecida el 2/11/76
Tenía 26 años
María Teresa era maestra diferencial. Vivía con su familia en la calle San Martín 1326, de San Miguel de Tucumán. De allí fue secuestrada el 2 de noviembre de 1976. A horas 2.30 de la madrugada, golpearon la puerta de su casa por el lado del garage diciendo "Abra la puerta, señora, es la policía". Un grupo de 5 o 6 personas con pantalones de fajina, algunos azules, otros verdosos, y camisas comunes de color oscuro, calzados con zapatillas, todos con pañuelos que le cubrían la mitad del rostro, entró en el domicilio. Le ordenaron al padre de María Teresa que se tirara boca abajo, en un sillón y le ordenaron a la madre que se encerrara en el baño. Mientras tanto le preguntaban al padre por su hija, mencionando el nombre de su apodo "Mori", a lo que éste le contestó que no estaba en casa y que les había avisado que esa noche no iba a ir. Luego le preguntaron lo mismo a la madre; preguntaron si era posible que estuviera en la casa de una amiga de Maria Teresa, que vivía a la vuelta, a la que mencionaron por su nombre. Luego de esto los encerraron a los dos en su propia habitación, bajo llave, mientras que un grupo se dirigió a las habitaciones de atrás y otros subían a los techos de la casa. El grupo se quedó en la casa toda la noche: en el comedor algunos, y otros en el consultorio del hermano de María Teresa. Al día siguiente la despertaron a la doméstica y le pidieron que les hiciera el mate cocido. Alrededor de las 10 de la mañana llegó a su casala hermana de María Teresa, que vivía a la vuelta, abriéndole la puerta los policías, haciéndola entrar y encerrándola en una de las habitaciones que estaban vacías; pero poco tiempo después pidió encarecidamente que la dejaran volver a su hogar, ya que había dejado el horno prendido y su pequeño hijo solo. Luego, a eso de las 11 de la mañana, llegó el hermano, haciéndolo entrar de igual manera e introduciéndolo en la habitación en la que estaban los padres; lo mismo ocurrió cuando llegó el otro hermano de su comercio, encerrándolo en la misma habitación. A las 13.30 horas llegó Mori de la escuela y el grupo la sorprendió; en ese momento pegó un grito que inclusive lo escucharon los vecinos. El grupo de secuestradores permaneció en su casa hasta las 7 de la tarde, hora en que se retiraron.
Juan Martín declaró que le dijeron que Mori había estado en el CCD Aresenal de Tucumán


Familia Rondoletto
Pedro Rondoletto Padre
59 años

María Cenador de Rondoletto Madre
58 años

Silvia Margarita Rondoletto Cenador Hija
27 años
Jorge Osvaldo Rondoletto Cenador Hijo y Esposo de Azucena
27 años

Azucena Ricarda Bermejo de Rondoletto Esposa de Jorge
23 años
Detenidos-Desaparecidos el 2/11/76
El dos de noviembre de 1976, entre las 14 y las 15 hs. un grupo compuesto de más o menos 30 hombres armados pertenecientes a la Brigada de Infantería del III Cuerpo del Ejército bloquearon la cuadra y otros entraron al negocio de imprenta que Pedro Rondoletto tenía en el mismo domicilio, San Lorenzo 1666, San Miguel de Tucumán. Los hombres vestían de civil, con medias de nylon cubriendo sus rostros, y portaban armas cortas y largas y todos tenían voz de mando como los de Ejército. Uno de los hombres le pregunta a una de las personas en la imprenta si es Pedro Rondoletto. Cuando éste asiente, lo golpearon brutalmente y se lo llevaron hacia un cuarto donde ya se encontraban su esposa María Cendar de Rondoletto y su hija Silvia Rondoletto. En ese ínterin otro grupo trajo del departamento de arriba a Jorge Rondoletto y a Azucena Bermejo de Rondoletto, la esposa de éste, embarazada de cuatro meses. Mientras tanto el socio del padre y dos empleados son puestos contra la pared del mismo negocio y con las manos en alto y les dicen que "se queden quietos, pues la cosa no es con ellos". Luego de aproximadamente 35 minutos, se van de la casa llevando toda la familia Rondoletto: Pedro, María, Silvia, Jorge y Azucena.
Los cinco fueron llevados con ojos bendados y bolsas sobre sus cabezas fuera de la casa. A los padres los metieron en un auto del estado, y a los menores, en un auto negro (según informaron los vecinos). Jorge, al salir de la casa o al entrar al vehículo, trató de enfrentarlos y lo golpearon brutalmente. Antes de partir, uno de los hombres le dijo a uno de los socios de la imprenta que tenía veinticuatro horas para sacar el equipo del edificio o que pondrían una bomba. Ese mismo día una deposición fue llevada a la estación de policía No. 8, y el padre de Azucena pidió una audiencia con el Gobernador Provincial, General Bussi, por medio de un contador, Elias, que trabajaba en la oficina del General Bussi, y al mismo tiempo era un amigo y colega de la familia Bermejo y Rondoletto. La junta jamás se llevó a cabo. Más tarde, se registraron varios pedidos de hábeas corpus, algunos de los cuáles fueron rechazados y otros tuvieron una respuesta negativa. Al mismo tiempo, se tomó acción por parte de terceras personas con el Presidente de la Nación, General Videla, con el mismo resultado en los pedidos de hábeas corpus.
Los secuestradores se apoderaron de todas las pertenencias de la familia que encontraban en la casa. Según los vecinos, la casa continuó siendo saqueada por varios días después, y se quedaba un hombre a custodiarla. También sustrajeron los dos automóviles de la familia, un AMI 8, propiedad de Pedro Rondoletto y un Citroen 3 CV propiedad de su hijo Jorge. Este último vehículo se hallaba en el Taller mecánico del Sr. Coronel, quien fue obligado a llevar personalmente el coche a la Jefatura de Policía de Tucumán.
Los secuestrados pasan por la Jefatura de Policía (fueron vistos allí por Juan Martín en Diciembre de 1976), la cárcel de Villa Urquiza y finalmente el Arsenal Miguel de Azcuénaga. El coche AMI 8 propiedad de Pedro Rondoletto fue entregado como gratificación por el Comisario Roberto Heriberto ALBORNOZ a un Sargento que iba a jubilarse y que había custodiado a la familia Rondoletto en Jefatura de Policía.
Pedro Rondoletto y su hijo Jorge son fusilados en el Arsenal Miguel de Azcuénaga por el Teniente Coronel Cafarena. Los detenidos son sacados del recinto de detención por la guardia interna y entregados al Primer Alférez Roberto BARRAZA, quien junto al Teniente Coronel CAFARENA y dos o tres gendarmes más, conducen a los Rondoletto al borde del Pozo. Una vez allí el Coronel CAFARENA hace arrodillarse a los detenidos y "'procede a ejecutarlos mediante un disparo en la cabeza, cayendo al pozo que se encuentra cubierto de ramas y ruedas de coches.
Una vez en el pozo proceden a arrojar mas ruedas encima de los cuerpos junto con gasolina y aceite, incendiándolos con una antorcha. Pedro Rondoletto permanece aún con vida cuando le arrojan una rueda de tractor y le prenden fuego, por lo que el Exgendarme Antonio Cruz pide a BARRAZA que lo mate, pero este se niega dejándolo morir quemado.
No se sabe que pasó con el resto de su familia.
Pedro era comerciante, María, ama de casa. Silvia era maestra, Jorge técnico electrónico y Azucena era española y profesora de geografía.


Laura Estela Carlotto
Detenida-Desaparecida en Noviembre 1977
Tenía 23 años
Laura fue secuestrada con su copañero en La Plata en Noviembre de 1977, estaba embarazada de dos meses y medio. Fue vista en el CCD La Cacha (en La Plata) por varios testigos. Se sabe que al mes del secuestro, el compañero fue asesinado, y a ella la dejaron vivir hasta tener su bebé que nació el 26 de junio en 1978. Para tenerlo fue desplazada al hospital militar central en Buenos Aires.
Una vez que dio a luz, le quitaron inmediatamente el bebé y la regresaron sola a La Cacha.
Dos meses después del nacimiento de su niño, Laura fue sacada del campo de concentración junto con otro compañero y fue asesinada en una ruta del gran Buenos Aires.
El cuerpo le fue entregado a su madre, Estela de Carlotto, el mismo día de su asesinato (algo muy inusual).
El niño de Laura, Guido, ya es un hombre de 22 años, y no se sabe dónde está.
Suarez Mason fue condenado en Italia por su asesinato

Nidia Beatriz Saens
Luis Alberto Morales Martínez
Desaparecidos el 2/11/76
La pareja fue secuestrada por fuerzas de seguridad en Sarandí (Provincia de Buenos Aires) el 1º de noviembre de 1976.
Luis tenía 22 años, Nidia tenía 23 y estaba embarazada de 1 ó 2 meses.
Un hermano de Luis Alberto fue detenido junto con ellos y logró escapar. Pudo identificar el lugar en el que se encontraban como el centro clandestino de detención "Automotores Orletti".
Tanto la pareja como el hijo que debió nacer en cautiverio permanecen desaparecidos.
¿Conociste a : Dominga, Felicidad, María Teresa, Pedro, María, Silvia, Jorge, Azucena, Laura, Nidia, Luis?, ¿Sabés algo sobre ellos?.
Comunicate con www.desaparecidos.org

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