HOMENAJES
CAMARADAS CAIDOS EN LA DICTADURA
COMUNISTAS EN LA MEMORIA
Esta semana homenajeamos a compañeros del PC caídos entre 1976 y 1977:
Héctor Nicolás Brizuela (18/10/76),
Antonio García (18/10/76),
Paulino P. Galeán (19/10/76),
Crescente Galeán 19/10/76,
Manuel Ismael Vivas (20/10/76),
Rosalino Ríos 20/10/76,
Ramón Aldo Cantero (17/10/77),
Ramiro Sergio Bustillo (18/10/77),
Oscar Omar Reyes (18/10/77),
Juan Carlos Navarro (18/10/77),
José Nicolás Brizuela (20/10/77).
A mediados del mes de octubre de 1976, pasados apenas siete meses del golpe, los elementos represivos intentaron un golpe brutal contra las organizaciones populares en la provincia de Jujuy.
El Partido Comunista fue sin dudas uno de los blancos elegidos por los dictadores venidos a instalar el neoliberalismo en el país.
Así, en la jornada del 19/10/76 personal policial de civil, manejándose con toda impunidad en los usuales "falcons" se apersonó en la Dirección de Arquitectura de la provincia y detuvo al maestro mayor de obras y miembro del Comité Provincial del Partido Comunista Paulino Prudencio Galeán.
Este conocido militante ya había conocido la cárcel por su condición de comunista entre el 24 de agosto y el 20 de septiembre de ese año donde fue sometido a una "averiguación de antecedentes" durante todo ese tiempo.
Pocos días antes había sido detenido y trasladado por personal policial en la localidad jujeña de Tumbayá, su hermano y también militante Crescente, quien fue apresado en su domicilio en presencia de sus padres.
El día 20 de octubre los patrulleros con personal de civil requirieron la presencia de otro militante del PC, el albañil Rosalino Ríos, los represores, aseguraron que lo buscaban "por asuntos de trabajo" y recién tres días después de su detención, la Policía Federal reconoció tenerlo en su poder en el Regimiento Nº 20 primero y luego en la Penitenciaría provincial.
Una vez más, la excusa fue la "averiguación de antecedentes". También fue ilegalmente detenido ese mismo día, Manuel Ismael Vivas en su domicilio, donde las fuerzas represivas del sistema procedieron a revisar todo el inmueble.
Luego de eso, Vivas fue detenido, sin informarse a dónde era trasladado, sólo después de un largo tiempo y debido a sus exhaustivas gestiones, los familiares del compañero Vivas supieron que estaba alojado en el Regimiento Nº 20. Otro compañero del Partido de Jujuy, Martiniano Mamaní, también fue secuestrado por la represión pocos días después. En el caso del compañero Ríos, se sabe que las fuerzas militares informaron a la familia a fines de 1976 que éste había sido liberado, aunque nunca volvió a su hogar. Investigaciones posteriores probaron que el 15 de diciembre de ese año, fue trasladado a la localidad de El Cadillal en el marco de un operativo comandado por el comisario Ernesto Haig.
Varios de los detenidos trasladados permanecen desaparecidos, entre ellos, Rosalino Ríos.
La acción de los represores, no se contentó con sembrar el terror con la detención ilegal, secuestro y desaparición de los militantes: ante los reclamos de los parientes y compañeros de los detenidos, el coronel Bulacio, jefe de la guarnición militar gritó a la hermana de Ríos, que si "iba a reuniones, le iba a pasar lo mismo".
Toda la dirección provincial del PC jujeño se encuentra al día de hoy aún desaparecida.
Pero el intento de infundir el terror no dio los frutos pretendidos.
Y así como el Comandante Hugo Chávez, en el marco de la 3ª Cumbre de los Pueblos, recordó al compañero Carlos E. Villada, responsable sindical del Partido también desaparecido, hoy son miles los que en la provincia del norte se reúnen y organizan para seguir exigiendo a treinta años, memoria verdad y justicia, lo mismo que en todo el país.
En esa misma semana, eran asesinados por la dictadura en la provincia de Mendoza otros dos militantes comunistas. Los compañeros Héctor Nicolás Brizuela y Antonio García, obreros de las Bodegas Giol. Un año después, era Córdoba el epicentro del ataque de la dictadura a la militancia comunista.
El compañero Aldo Cantero fue secuestrado el 17 de octubre de 1977 y a las veinticuatro horas su domicilio personal fue allanado. Mientras los represores requisaban el inmueble y los bienes de Cantero, procedían también a detener ilegalmente en plena vía pública a los militantes Ramiro S. Bustillo, empleado y estudiante de ingeniería, y a los obreros Oscar O. Reyes -quien había actuado como apoderado del Partido- y Juan C. Navarro. Días más tarde, también sería secuestrado el trabajador de Epec, José Nicolás Brizuela. Las propias constancias y los testimonios del informe Nunca Más de la Conadep dan cuenta de la saña empleada por los fascistas para con los comunistas, por ejemplo en el caso de Brizuela, en los centros clandestinos de detención.
Todos estos compañeros continúan desaparecidos.
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