15 de diciembre de 2009

IDENTIFICARON LOS RESTOS DE JORGE DI PASCUALE.

El equipo de antropología identificó al sindicalista, secuestrado por la dictadura
Di Pascuale fue identificado a 33 años del asesinato

“Se lo arrancamos a la dictadura y se lo devolvimos a la democracia”. Fernando Di Pascuale habla de su padre, Jorge, con admiración. Lo busca desde hace 33 años, cuando el terrorismo de Estado lo secuestró por su rol como dirigente gremial y político de la Resistencia Peronista. Jorge Di Pascuale, el ex secretario general del Sindicato de Farmacia, dejó de ser un desaparecido. Ayer, el Equipo Argentino de Antropología Forense anunció la identificación de sus restos, que ahora se convertirán en testimonio directo del horror.

A Di Pascuale lo arrancaron de su casa en la madrugada del 29 de diciembre de 1976, al día siguiente de su cumpleaños número 46. Sobrevivientes lo vieron en el centro clandestino “El Vesubio”, donde, a pesar de su estado de salud después de las torturas, recuerdan que daba aliento y contenía al resto de los detenidos. Hasta hace unos días, eso era lo último que se sabía de él. El informe antropológico sobre sus huesos cierra la historia: “Al menos tres proyectiles en cráneo, hombro y pelvis”.

Di Pascuale había sido un importante dirigente sindical. Con sólo 27 años y varios como delegado de la Farmacia Franco Inglesa, fue elegido como máximo responsable del Sindicato de Farmacia y dos años después, en 1960, secretario de prensa de las 62 Organizaciones Peronistas. Exiliado en Madrid, Juan Domingo Perón lo nombra delegado personal ante los países sociales y así se entrevista con Ernesto “Che” Guevara en Cuba. El 68 lo encuentra participando en forma activa en la creación de la CGT de los Argentinos, donde no acepta ningún cargo pero recorre el país para sumar adhesiones a esa central obrera. Amenazado por la Triple A se exilia en Venezuela, de donde regresa en 1976. “No aguantaba más, llamaba al sindicato por teléfono todos los días. ‘La lucha está allá, me voy para allá’, dijo y se volvió”, recuerda su hijo.

Después de su secuestro, los reclamos por su vida llegaron hasta el papa. La Junta militar recibió más de 60 telegramas pidiendo por él. Nunca hubo respuesta. Treinta y tres años después, sus restos serán velados el 28 de diciembre en el Sindicato de Farmacia.
(Fuente:Rdendh-CD).


Su hijo Fernando, hace años atrás escribió un largo y sentido poema que termina de este modo: “Pero ya no te espero, sólo te busco, pero ya no te espero, sólo te extraño, pero ya no te espero, porque al pasar los años, y después de tanto daño, que te hicieron a ti, ahora sólo queda, que vos me esperes a mí”.


Jorge Fernando Di Pascuale
Porteño nacido el 28 de diciembre de 1930. Fue uno de los más claros dirigentes político-gremiales que dio la Resistencia Peronista. Ya para 1958 gana en elecciones el Sindicato de Farmacia –con 25 años- orientándolo de ahí en más a la lucha contra las dictaduras de turno y el retorno de Perón a la Argentina.
En el ’59 da su presente en la huelga del Frigorífico Lisandro de la Torre codo a codo con los obreros del gremio de la Carne. Al año siguiente es nombrado Secretario de Prensa de las “62 Organizaciones Peronistas”.
Estuvo preso dos veces. La aplastante victoria del peronismo en las elecciones del 18 de marzo de 1962 lo confirma como diputado nacional, cargo que nunca pudo ejercer debido a que Frondizi anuló las elecciones.
Entre 1961 y 1962 es Secretario del Consejo Coordinador y Supervisor del Peronismo lo que le permite viajar con cierta asiduidad a Madrid y entrevistarse con Perón, quien lo nombra delegado personal ante los países socialistas. El año 1968 lo encuentra participando en forma activa en la creación de la CGT de los Argentinos donde no acepta ningún cargo pero recorre el país de punta a punta para unificar pensamientos y luchas en el seno de esa central obrera. Adhiere en forma personal al Peronismo de Base como única manera de lograr la creación y fortalecimiento de una alternativa independiente para la clase trabajadora argentina.
Amenazado por la Triple A se exilia en Venezuela, pero no soporta la lejanía de sus amigos y compañeros y vuelve para 1976. El mismo día de su cumpleaños, el 29 de diciembre de ese año, es secuestrado y desaparecido.
Fue visto en el campo de concentración clandestino “El Vesubio”, destruido físicamente pero entero, inclusive dando ánimo a todos pese a las bárbaras torturas recibidas. Aún recuerdo las palabras que una vez dijo a sus compañeros de militancia que lo admiraban: “Si algo llega a pasarme no les voy a perdonar que pidan solamente por mí... pidan por todos”. El 5 de julio de 2002 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires denominó con su nombre, el espacio verde delimitado por Avenida Lacarra, Dellepiane, Eva Perón y Autopista Perito Moreno. Su hijo Fernando escribió un largo y sentido poema que termina de este modo: “Pero ya no te espero, sólo te busco, pero ya no te espero, sólo te extraño, pero ya no te espero, porque al pasar los años, y después de tanto daño, que te hicieron a ti, ahora sólo queda, que vos me esperes a mí”.

A 40 años de un ejemplo de lucha popular
La CGT de los Argentinos
Por Roberto Koira
El "Programa 1º de Mayo" que la CGT de los Argentinos emitiera en 1968 es un hito en la lucha de los trabajadores. A cuarenta años de aquel momento histórico y con motivo del Día del Trabajador, Revista ZOOM rescata un pasaje fundamental de nuestra memoria que ayuda a mirar en perspectiva el presente y el futuro.
Se cumplen 40 años de la creación de la CGT de los Argentinos. Nacida del congreso normalizador "Amado Olmos", que tuvo lugar del 28 al 30 de marzo de 1968, se convirtió en un ejemplo de lucha popular y antiburocracia sindical. Sus líderes fueron auténticos representantes del movimiento obrero que no transa con el poder y tiene conciencia de clase. Ni Raimundo Ongaro, ni Agustín Tosco ni Jorge Di Pascuale se hicieron millonarios en su rol sindical y su lucha fue pagada con persecución y muerte. Dentro de este grupo se pude incluir también a Rodolfo Walsh, responsable del periódico de la entidad obrera.
Las consignas dejaban ver el autético espíritu de la CGTA: "Más vale honra sin sindicatos que sindicatos sin honra", y "Unirse desde abajo y organizarse combatiendo". En contraposición estaba el sindicalismo colaboracionista nucleado en las 62 Organizaciones con la hegemonía de la Unión Obrera Metalúrgica de Augusto Timoteo Vandor.
El programa del 1 de mayo de la CGT de los Argentinos, realizado por Rodolfo Walsh, siguió la tradición de los de La Falda (1957) y Huerta Grande (1962) de las 62 Organizaciones pre-vandoristas. Con fragmentos que parecen escritos para combatir a la maldita década del 90, la conciencia de clase de los trabajadores peronistas expuso en la proclama caminos de unidad de acción para los empresarios nacionales, los pequeños y medianos empresarios, los profesionales, los estudiantes, los intelectuales, los artistas y los religiosos.
En sus cuatro años de existencia, la CGTA intentó ser referente de un cambio. Lo consiguió de manera parcial, incompleta, con conflictos en la relación entre organizaciones sindicales y políticas del peronismo revolucionario, la izquierda, la iglesia tercermundista, grupos de intelectuales, profesionales y artistas.
El semanario de la CGTA fue la síntesis. Dirigido por Walsh, con una redacción integrada por periodistas como Horacio Verbitsky y Rogelio García Lupo, la revista consiguió reunir un nivel de calidad profesional superlativo con una gran tarea de información sobre las formas y razones de las luchas populares.
La publicación llegó al millón de ejemplares y en sus páginas se publicó, dividida en varias notas, ¿Quién mató a Rosendo?, la investigación de Walsh sobre el asesinato del dirigente metalúrgico de Avellaneda Rosendo García, que puso al desnudo los métodos de acción del vandorismo.
El 1º de mayo de 1968 apareció el primer número del periódico de la CGT. Unos pocos meses antes, en Puerta de Hierro, Perón le había presentado a Raimundo Ongaro a Walsh, periodista y escritor que había sido fundador de la Agencia cubana Prensa Latina.
En ese número del periódico aparece publicado por primera vez el Programa del 1º de Mayo. Allí se lee: “La clase trabajadora argentina no reprueba una forma determinada del capitalismo, las cuestiona a todas”. O esta otra sentencia: “La clase trabajadora tiene como misión histórica la destrucción hasta sus cimientos del sistema capitalista de producción y distribución de bienes”. Definiciones que no dejaban dudas sobre la postura de la central obrera: “La historia del movimiento obrero, nuestra situación concreta como clase y la situación del país nos llevan a cuestionar el fundamento mismo de esta sociedad: la compraventa del trabajo y la propiedad privada de los medios de producción”.
La CGTA dio lugar a experiencias de militancia artística como las del pintor Ricardo Carpani, o las del Grupo Cine Liberación, que permitió la filmación de la emblemática película "La hora de los hornos" de Fernando Solanas y Octavio Getino, con el objeto de promover la concientización de los cuadros intermedios.
CGTA y Cordobazo
Bajo la conducción del gráfico Raimundo Ongaro, la CGTA fue el paraguas donde se concentraron dirigentes sindicales y políticos que habían enfrentado con mayor dureza a la dictadura de la llamada “Revolución Argentina”. Los dirigentes Ricardo De Luca, de obreros navales y del Movimiento Revolucionario Peronista; Julio Guillán, de los telefónicos; Lorenzo Pepe, de la Unión Ferroviaria; Amancio Pafundi, de los estatales: Jorge Di Pascuale, de los empleados de farmacia; Benito Romano, de los obreros azucareros, estaban entre los fundadores o en el consejo directivo.
En el local de Paseo Colón de la Federación Gráfica Bonaerense, donde estaba la CGTA, se reunían los grupos de la tendencia revolucionaria del peronismo, al que pertenecían Gustavo Rearte, Envar El Kadri o Raimundo Villaflor, y organizaciones de izquierda, que empezaron a coordinar sus acciones de lucha con las de la propia central.
La huelga portuaria, la de los petroleros de Ensenada en septiembre y octubre de 1968, las luchas de los trabajadores de los ingenios de Tucumán y las movilizaciones sociales en Tucumán y Rosario tuvieron el apoyo de la CGTA.
A través de Agustín Tosco, la CGTA fue la estructura de apoyo al Cordobazo, entre el 28 y el 30 de mayo de 1969, y de luchas posteriores, como la convocatoria al paro nacional para el 1º de julio de ese año. Mientras, la CGT Azopardo, que reunía a la burocracia sindical participacionista, se dejaba amedrentar por las presiones del dictador, el general Juan Carlos Onganía, y su ministro de Trabajo, Rubens San Sebastián.
Cuando el 30 de junio de 1969 un comando mató a Vandor en la central de la Unión Obrera Metalúrgica, la persecución a la CGTA fue total. Muy pocas horas después, el gobierno intervino la Federación Gráfica Bonaerense y la mayor parte de los sindicatos integrantes de la central obrera. Y sus dirigentes, con Ongaro a la cabeza, fueron a la cárcel donde ya estaban Agustín Tosco y Elpidio Torres, líderes del Cordobazo.
Así, la CGT de los Argentinos ingresó en una etapa de luchas constantes y en un proceso de desgaste de su estructura. Sus cuadros dirigentes, sus activistas, fueron integrándose en otras formas de lucha, en organizaciones políticas y en organizaciones armadas. El propio Ongaro, Di Pasquale y algunos otros dirigentes aparecerán, luego, como parte de la conducción nacional del Peronismo de Base.
A partir de ese momento, la persecución y la muerte empezaron a rondar la vida de sus principales dirigentes, luchadores inclaudicables que no transaron con los intereses de la oligarquía. A Raimundo Ongaro le mataron un hijo, cayó preso 14 veces y marchó al exilio. Agustín Tosco murió en 1975 de una infección curable por estar en la clandestinidad perseguido por la Triple A. Esa misma organización paramilitar forzó el exilio de Jorge Di Pascuale, que en su regreso protagonizó uno de los primeros paros a la dictadura genocida de Videla y terminó desaparecido. La misma suerte que Rodolfo Walsh, fusilado por un grupo de tareas no sin antes ver morir a una sus hijas en manos de los genocidas. Contra todo, con su ejemplo, ellos marcaron un camino para todas las generaciones de argentinos. El pueblo, como el agua, siempre vuelve.
(Fuente:Rdendh-CGTargentinos).

No hay comentarios: