EL CABO RETIRADO CARLOS MARANDINO VIOLA LA PRISION DOMICILIARIA EN PARANA
Los privilegios de un represor
Marandino está imputado por los 16 homicidios de la Masacre de Trelew y se le concedió la detención en su casa por supuestos problemas de salud. La revista Análisis, de Entre Ríos, reveló que sale diariamente y que no hay control alguno de sus movimientos.
Las imágenes registradas muestran a Marandino saliendo de su casa y paseando en auto.
Carlos Marandino entra y sale de su casa cuando quiere. Parece gozar de muy buena salud y diariamente se ocupa de cuidar el jardín de su residencia, ubicada en la ciudad de Paraná y valuada en 1 millón de pesos. Nada de eso sería inadecuado si Marandino, cabo retirado de la Armada, no debiera cumplir con prisión domiciliaria como uno de los imputados por la Masacre de Trelew, en la que 16 presos políticos fueron fusilados en la base Almirante Zar, el 22 de agosto de 1972.
Tras una investigación de casi tres meses, la revista Análisis, que se publica en Entre Ríos, difunde hoy en su nueva edición que Marandino viola sistemáticamente la prisión domiciliaria, que le fue concedida en mayo pasado por supuestos problemas de salud. El periodista Daniel Enz pudo determinar que el militar de 60 años sale en forma cotidiana de su casa, junto a su esposa, Rita Delgado, en diferentes horarios; generalmente, los sábados a la noche no se queda a dormir en la propiedad de la calle Moisés Lebensohn 3235, y suele regresar los domingos pasadas las 9. La investigación periodística concluye que “no existe control alguno de sus movimientos” y, además, precisa que el represor “no muestra signos de deterioro físico”.
Marandino fue detenido en febrero de 2008, después de llegar al país procedente de los Estados Unidos, donde vivió más de tres décadas. El juez Hugo Sastre lo imputó por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por ser ejecutado con el concurso premeditado de dos o más personas” (16 hechos), “privación ilegítima de la libertad agravada” (19 hechos), homicidio doblemente agravado en grado de tentativa (3 hechos). En ese contexto, el juez Sastre dispuso su detención en Trelew.
Los abogados de Marandino argumentaron que sufría problemas de salud y pidieron que se le permitiera permanecer en su domicilio. El 26 de mayo de este año la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia le permitió volver a su casa de Paraná. Los jueces Hebe Corchuelo de Huberman y Cristian Sassot Viña evaluaron que, “si bien Marandino no cuenta con 70 años de edad ni padece enfermedad incurable en período terminal, ha sido operado de un cáncer de próstata en 2004, padece de hipertensión arterial moderada aún medicada, marcada baja de peso”, entre otros problemas que, sumados a “la falta de contención moral y afectiva producto del lejano lugar de residencia de su familia”, aparentemente ameritaban la detención en su domicilio.
En la misma resolución, los jueces dispusieron que el acusado no podía ausentarse de la vivienda “por motivo alguno”, bajo apercibimiento “de revocarse el beneficio”, e hicieron responsables de cuidar al acusado a su esposa y a su hermana, Cristina Itatí Marandino. Sin embargo, los periodistas de Análisis observaron que “el cabo primero retirado puede salir cuando quiere, a la hora que se le ocurra, y retornar cuando lo decida, porque nadie se dará cuenta”.
En el crimen conocido como la Masacre de Trelew fueron asesinados 16 militantes del PRT-ERP, las FAR y Montoneros, quienes se habían entregado después de haberse fugado del penal de Rawson. El 16 de agosto de 1972, cuando los militantes fueron encerrados en calabozos de la base Almirante Zar, Marandino tenía 22 años y hacía una semana que cumplía funciones en el lugar. Según su declaración ante la Justicia, la noche del 22 cuatro oficiales alcoholizados le ordenaron abrir las puertas del calabozo y retirarse, poco antes de que se produjera el fusilamiento, en un fraguado intento de fuga. Marandino admitió que luego le ordenaron encubrir el crimen.
Reabierta en 2006, la causa fue elevada a juicio oral y público en abril pasado, aunque aún no tiene fecha de realización. Los imputados son seis. Además de Marandino, como autores de los homicidios están acusados los capitanes de fragata Luis Sosa y Emilio del Real. Como cómplices necesarios serán juzgados el contraalmirante Horacio Mayorga y el capitán de navío Rubén Paccagnini. Y por encubrimiento, el capitán de navío Jorge Bautista.
Los privilegios de un represor
Marandino está imputado por los 16 homicidios de la Masacre de Trelew y se le concedió la detención en su casa por supuestos problemas de salud. La revista Análisis, de Entre Ríos, reveló que sale diariamente y que no hay control alguno de sus movimientos.
Las imágenes registradas muestran a Marandino saliendo de su casa y paseando en auto.
Carlos Marandino entra y sale de su casa cuando quiere. Parece gozar de muy buena salud y diariamente se ocupa de cuidar el jardín de su residencia, ubicada en la ciudad de Paraná y valuada en 1 millón de pesos. Nada de eso sería inadecuado si Marandino, cabo retirado de la Armada, no debiera cumplir con prisión domiciliaria como uno de los imputados por la Masacre de Trelew, en la que 16 presos políticos fueron fusilados en la base Almirante Zar, el 22 de agosto de 1972.
Tras una investigación de casi tres meses, la revista Análisis, que se publica en Entre Ríos, difunde hoy en su nueva edición que Marandino viola sistemáticamente la prisión domiciliaria, que le fue concedida en mayo pasado por supuestos problemas de salud. El periodista Daniel Enz pudo determinar que el militar de 60 años sale en forma cotidiana de su casa, junto a su esposa, Rita Delgado, en diferentes horarios; generalmente, los sábados a la noche no se queda a dormir en la propiedad de la calle Moisés Lebensohn 3235, y suele regresar los domingos pasadas las 9. La investigación periodística concluye que “no existe control alguno de sus movimientos” y, además, precisa que el represor “no muestra signos de deterioro físico”.
Marandino fue detenido en febrero de 2008, después de llegar al país procedente de los Estados Unidos, donde vivió más de tres décadas. El juez Hugo Sastre lo imputó por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por ser ejecutado con el concurso premeditado de dos o más personas” (16 hechos), “privación ilegítima de la libertad agravada” (19 hechos), homicidio doblemente agravado en grado de tentativa (3 hechos). En ese contexto, el juez Sastre dispuso su detención en Trelew.
Los abogados de Marandino argumentaron que sufría problemas de salud y pidieron que se le permitiera permanecer en su domicilio. El 26 de mayo de este año la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia le permitió volver a su casa de Paraná. Los jueces Hebe Corchuelo de Huberman y Cristian Sassot Viña evaluaron que, “si bien Marandino no cuenta con 70 años de edad ni padece enfermedad incurable en período terminal, ha sido operado de un cáncer de próstata en 2004, padece de hipertensión arterial moderada aún medicada, marcada baja de peso”, entre otros problemas que, sumados a “la falta de contención moral y afectiva producto del lejano lugar de residencia de su familia”, aparentemente ameritaban la detención en su domicilio.
En la misma resolución, los jueces dispusieron que el acusado no podía ausentarse de la vivienda “por motivo alguno”, bajo apercibimiento “de revocarse el beneficio”, e hicieron responsables de cuidar al acusado a su esposa y a su hermana, Cristina Itatí Marandino. Sin embargo, los periodistas de Análisis observaron que “el cabo primero retirado puede salir cuando quiere, a la hora que se le ocurra, y retornar cuando lo decida, porque nadie se dará cuenta”.
En el crimen conocido como la Masacre de Trelew fueron asesinados 16 militantes del PRT-ERP, las FAR y Montoneros, quienes se habían entregado después de haberse fugado del penal de Rawson. El 16 de agosto de 1972, cuando los militantes fueron encerrados en calabozos de la base Almirante Zar, Marandino tenía 22 años y hacía una semana que cumplía funciones en el lugar. Según su declaración ante la Justicia, la noche del 22 cuatro oficiales alcoholizados le ordenaron abrir las puertas del calabozo y retirarse, poco antes de que se produjera el fusilamiento, en un fraguado intento de fuga. Marandino admitió que luego le ordenaron encubrir el crimen.
Reabierta en 2006, la causa fue elevada a juicio oral y público en abril pasado, aunque aún no tiene fecha de realización. Los imputados son seis. Además de Marandino, como autores de los homicidios están acusados los capitanes de fragata Luis Sosa y Emilio del Real. Como cómplices necesarios serán juzgados el contraalmirante Horacio Mayorga y el capitán de navío Rubén Paccagnini. Y por encubrimiento, el capitán de navío Jorge Bautista.
(Fuente:Rdendh).
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