13 de enero de 2010

EL EX MARINO POCH ACEPTÓ SER EXTRADITADO A ARGENTINA.

ACUSADO DE PARTICIPAR DE LOS VUELOS DE LA MUERTE
El ex marino Poch aceptó ser extraditado a Argentina
Había sido detenido en España, cuando trabajaba para una aerolínea holandesa. El ex militar reclamó un "juicio justo" en el país.
El ex marino Julio Alberto Poch aceptó este miércoles ser extraditado a Argentina para tener "un juicio justo" en ese país, según declaró durante la vista de extradición celebrada en la Audiencia Nacional española.
La Justicia argentina reclama a Poch por su presunta participación en los vuelos de la muerte durante la dictadura militar.
En esos vuelos pilotos navales arrojaron al mar a detenidos desaparecidos en la antigua Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires, la mayor cárcel clandestina instalada durante la dictadura.
El ex militar aceptó su extradición a Argentina, donde ha pedido tener un "juicio justo" porque se considera víctima de una "jugada política" de Holanda.
Las autoridades argentinas ya habían solicitado a Holanda, a finales de 2008, la extradición del ex militar, tras recoger en ese país testimonios que involucraban a Poch en los vuelos.
Poch, que cuenta con nacionalidad holandesa y trabajaba como piloto en la aerolínea de ese país Transavia, fue detenido el pasado 22 de septiembre en el aeropuerto de Valencia durante una escala entre España y Amsterdam (Holanda).
El ex militar consideró que lo "más vergonzoso" del caso fue la actuación del Fiscal argentino, que le acusó "sin investigar los hechos". Poch fue trasladado desde la prisión en la que se encuentra detenido en España hasta la Audiencia Nacional en Madrid.
Los testimonios recogidos en Holanda indicaban además su participación en las operaciones de la ESMA. Entre esas declaraciones figuran las de otro piloto de la compañía Transavia, que afirma que el mismo Poch le contó cómo arrojaba personas desde los aviones.

ESTÁ DETENIDO EN VALENCIA
Poch se declaró inocente ante la Justicia española
El ex militar argentino negó haber participado en los vuelos de la muerte durante la última dictadura. El piloto aseguró que no tiene "nada que ver".
Nota del 6/10/2009

Los compañeros de la aerolínea holandesa donde trabaja Poch contaron que el piloto argentino se mostraba orgulloso de haber realizado los denominados vuelos de la muerte.
El ex militar argentino Julio Alberto Poch, arrestado en España por su presunta implicación en los “vuelos de la muerte" durante la última dictadura, negó las acusaciones ante la Audiencia Nacional española y aseguró que no tiene "nada que ver".
Poch, piloto de la línea aérea holandesa Transavia, fue detenido el pasado 22 de septiembre en el aeropuerto valenciano de Manises, cuando estaba al mando de un avión que debía despegar hacia Amsterdam.
El arresto se produjo a instancias de la Justicia argentina, que reclama su extradición.
Compañeros de Poch en la aerolínea denunciaron que el piloto, que tiene la doble nacionalidad argentina y holandesa, había admitido haber participado en los "vuelos de la muerte", e incluso se habría vanagloriado de haber arrojado personas vivas al mar o al Río de la Plata, tras ser drogadas y maniatadas.
El juez ratificó la orden de ingreso en prisión de Poch, dictada inicialmente por un juzgado de Valencia, tras lo cual ahora comienza la tramitación de la petición de extradición a Argentina.
OTRO CASO.
El capitán retirado de la Armada y piloto naval Emir Sisul Hess también negó haber piloteado "vuelos de la muerte" y atribuyó la acusación a una supuesta venganza de su ex esposa, más un ex empleado suyo.
El marino de 60 años fue detenido el pasado martes 29 en Bariloche y prestó declaración indagatoria ante el juez federal Sergio Torres, el secretario Pablo Yadarola, y el fiscal Eduardo Taiano.
Se encuentra detenido en el penal bonaerense de Marcos Paz.

ESTABA EN SU CASA DE ITUZAINGÓ
Detienen al ideólogo del plan represivo de la dictadura
Se trata de Carlos Eduardo Somoza, quien participó del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército. Está acusado, además, del secuestro en 1980 de la militante de Montoneros, Silvia Tolchinsky.
El ex agente civil de Inteligencia del Ejército Carlos Eduardo Somoza, acusado de represor en la última dictadura y prófugo de la Justicia, fue detenido en las últimas horas, informaron este martes fuentes judiciales.La captura de Somoza fue concretada por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en su domicilio del partido bonaerense de Ituzaingó.
Somoza revistó en el Batallón de Inteligencia 601 del Ejército, que diagramó el plan de represión ilegal y concentró la información respectiva, y está acusado del secuestro en 1980 de la militante de la organización "Montoneros" Silvia Tolchinsky.
El juez federal Ariel Lijo ordenó la detención de Somoza, quien habría actuado con el nombre falso de "César Ernesto Segal", en la causa penal en que el ex jefe del Ejército Cristino Nicolaides y otros militares fueron condenados por delitos de lesa humanidad.En 2007 Lijo llevó a cabo el primer juicio contra ex jefes del Ejército por torturas, secuestros y desapariciones durante la dictadura militar, luego de que en 2003 fueran anuladas las leyes de amnistía Punto Final y Obediencia Debida.
Además de Nicolaides, estuvieron en el banquillo los ex jefes del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, los coroneles Jorge Arias Luis Duval y Pascual Oscar Guerrieri. Y los oficiales Antonio Herminio Simón, Julio César Bellene, Juan Carlos Gualco, Carlos Gustavo Fontana, Santiago Manuel Hoya, Waldo Carmen Roldán y el ex policía Julio Héctor Simón.
Además de Tolchinsky -única sobreviviente-, las víctimas fueron Julio César Genoud, Lía Mariana Guangiroli, Angel Carbajal, Verónica María Cabiglia y Ricardo Marcos Zucker, hijo del actor Marcos Zucker.
Ellos estaban en el exilio y en 1979 y 1980 regresaron al país para realizar acciones armadas y tareas de propaganda, en la autodenominada "contraofensiva" de "Montoneros", alentados por los jefes Mario Eduardo Firmenich y Fernando Vaca Narvaja, que permanecieron en Europa.El Batallón 601 llamó "Operación Murciélago" a la campaña de detección de esos militantes, sus secuestros y desapariciones, bajo la dirección del entonces comandante del Primer Cuerpo de Ejército Carlos Guillermo Suárez Mason, que falleció cuando estaba procesado con prisión preventiva.
Las familias Genoud y Zucker fueron las únicas querellantes en esta causa, patrocinadas por la abogada Carolina Varsky, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Fuente:CD

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