JUICIO A LOS CARCELEROS U9

JUICIO A LOS CARCELEROS DE LA U9
Durante las audiencias de la semana pasada, ante el comienzo de las declaraciones testimoniales, Justicia Ya solicitó la revocatoria de las prisiones domiciliarias que beneficiaban a los imputados Isabelino Vega, Elbio Cosso, Ramón Fernandez (“el manchado) y Valentín Romero. También reclamó el cese de las excarcelaciones de los médicos penitenciarios Jurio, Favole y Corsi.
En la audiencia del martes 4, el Tribunal hizo lugar, por mayoría, al pedido de revocatoria de las prisiones domiciliarias -previo análisis de salud a realizarse el miércoles 5 de Mayo- de los imputados y rechazó el cese de las excarcelaciones.
Los días lunes y martes en extensas jornadas, se sucedieron las declaraciones testimoniales de: Mogordoy Carecce, Julio César; Podolsky, Jorge Ernesto; Villanueva, Ernesto Fernando; Martínez, Carlos Alberto; Micucci, Horacio Alejandro; Corvalán, Osvaldo Bernabé; Julio César Urién; Eduardo Anguita, cuya madre Matilde Vara fue secuestrada y desaparecida el 24 de julio de 1977; Alberto Elizalde Leal (su madre, su hermana y su hermano, se encuentran desaparecidos desde enero de 1977) y de Raúl Eduardo Acquaviva.
Todos los declarantes fueron contundentes en denunciar el régimen de terror que se vivió en la U 9, el asesinato, los secuestros que desde el propio penal para ser conducidos a Centros Clandestinos de Detención sufrieron algunos de los allí alojados, la desaparición de familiares de los presos políticos como práctica en la cual necesariamente intervenía la Inteligencia del Servicio Penitenciario, y la metodología propia del plan sistemático de exterminio, destinada a lograr la destrucción psíquica y física de los presos políticos.
En todas las declaraciones, surgió también el accionar cómplice del Poder Judicial, con jueces que avalaban e incluso facilitaban los asesinatos y desapariciones. Así, aparece el rol de los jueces federales Eduardo Marquardt y Sarmiento
Se sucedieron relatos que dieron cuenta de lo vivido en los “pabellones de la muerte”, el asesinato de Dardo Cabo y Rufino Pirles, de Degeorgiadis y Rappaport, las desapariciones de Carranza, Dominguez y Segalli, El secuestro de los familiares de Ernesto Villanueva, Alberto Elizalde, Eduardo Anguita
Conforme avanzan los testimonios, va surgiendo con claridad el rol de los médicos. Los ex presos los describen como “unos penitenciarios más”, que avalaban y consentían los tormentos y no podían ignorar lo que allí adentro sucedía.
Fuente:eppNacional