Murió Guillermo Daract, acusado por la muerte de Fiochetti y Alcaraz
Enrique Ponce: "O los juicios se apuran o los genocidas se mueren"
San Luis (Pelr) 23-06-10. Quince días después de que la fiscal federal Mónica Spagnuolo comenzara a indagar al grupo de represores incluidos en las compulsas extraídas de la causa Fiochetti, Ledesma y Alcaraz por el Tribunal Oral Federal de San Luis, falleció el coronel Guillermo Daract, ex Jefe de la Plana Mayor del Comando de Artillería 141. Daract, quien en 1976 cumplía funciones como subordinado del coronel Miguel Ángel Fernández Gez (actualmente condenado como responsable máximo en los homicidios de Graciela Fiochetti y Santana Alcaraz, y de la desaparición de Pedro Valentín Ledesma) fue favorecido el año pasado por una falta de mérito dictada por el juez federal Juan Esteban Maqueda en otra causa paralela, pero esperaba el llamado a indagatoria luego de que el Tribunal Oral Federal condenara a prisión perpetua a los autores de los tres homicidios.
El 21 de septiembre de 1976 Guillermo Daract era el Jefe de la Plana Mayor del Comando que, según declaró él mismo en el juicio, “asesoró al comandante sobre la necesidad de un operativo inmediato para detener a un grupo de presuntos subversivos” que aunque luego no resultaron tales, tres de ellos terminaron torturados y asesinados. “Si luego de la detención se determinaba que no tenían nada que ver, a los detenidos se los liberaba de inmediato y si tenían algo que ver quedaban a disposición del comandante para que éste luego los pusiera a disposición del juez”, aseguró Daract ante los jueces, ubicándose como un mero asesor sin poder de mando alguno ni tampoco autoría material en la represión ilegal.
El contragolpe a la estrategia de Daract vino desde la defensa del coronel Fernández Gez quien, ante la acusación directa por parte de su subordinado de ser el “responsable máximo por las órdenes impartidas” contraatacó a Daract en un careo compartiendo la responsabilidad en los resultados de la represión ilegal. “Si yo soy el responsable ustedes entonces son cómplices” acusó Fernández Gez incluyendo también a los coroneles Gerácimo Quiroga (fallecido hace una semana), Juan Carlos Moreno y Horacio Dana, a quienes señaló como autores materiales de los homicidios de Graciela Fiochetti y de Santana Alcaraz, hechos perpetrados en Salinas del Bebedero la madrugada del 23 de septiembre de 1976.
“Moreno, Quiroga y Daract llevaron a Graciela Fiochetti a Las Salinas y me confesaron que ellos mismos la fusilaron. Me dijeron que Daract y Quiroga erraron los disparos, que el tiro de Moreno le rozó el rostro y que Dana la ejecutó", dijo Fernández Gez ante los jueces. “¿Cómo es que estando usted ya detenido, imputado de un homicidio, lo van a ver tres personas que están llamados como testigos para confesarle la autoría del hecho, pero le siguen exigiendo que usted se haga cargo?", preguntó con simpleza el juez Julio Naciff. “Me dijeron que yo debía asumir la responsabilidad porque era quien daba las órdenes", dijo Fernández Gez.
Mientras Fernández Gez miraba al estrado con cara de desorientado, el juez Jorge Burad, con una mezcla de piedad e ironía continuó con el interrogatorio: “No era un encubrimiento el de ellos entonces, sino que se estaban haciendo cargo, reconocían el homicidio y querían participarlo a usted, ¿Es eso lo que usted dice? Otra pregunta le hago. ¿Al hecho de Fiochetti lo conoció ahí, en esa visita, o tenía noticias previas?", a lo que el coronel contestó “Yo no sabía nada, nada, nada". La visita a la que se refería el juez ocurrió cuando Daract, Quiroga y Moreno visitaron a Fernández Gez para, según declararon todos, “solidarizarnos con él debido a que estaba con prisión domiciliaria”. “Mentira. La visita no fue solidaria. Ustedes vinieron a escarbar qué es lo que yo había declarado en la justicia”, contraatacó Fernández Gez a Daract durante el careo que los enfrentó, en el que ambos coroneles se empacharon de acusaciones mutuas.
El condenado Fernández Gez en su indagatoria dijo ante los jueces que “Si en San Luis se cometieron hechos aberrantes a mí me los ocultaron”, responsabilizando por el ocultamiento a los coroneles Daract, Quiroga, López y Moreno (Moreno en 1976 era jefe del GADA 141) quienes en el juicio también se despegaron por completo de algún conocimiento respecto a la represión ilegal en la provincia. La presunta participación de la Plana Mayor del Comando en los dos homicidios luego fue desmentida por el también condenado Carlos Plá en su segunda declaración indagatoria, cuando atribuyó la autoría de la coartada a su ex abogado Daniel Mercado, pero el Tribunal dispuso las correspondientes compulsas contra los cuatro coroneles, entendiendo que todos ellos formaban parte de un aparato organizado de poder montado desde el Estado para reprimir opositores políticos mediante un genocidio atroz.
Enrique Ponce, abogado de la familia del desaparecido Pedro Valentín Ledesma, manifestó respecto a las muertes de los coroneles Gerácimo Quiroga y Guillermo Daract: “Esto que ha pasado con la muerte impune de dos genocidas es algo que ya los abogados y los familiares de las víctimas veníamos haciendo notar a los jueces: o los juicios se apuran o los genocidas se mueren, llevándose a la tumba un montón de secretos, que en San Luis tuvimos la suerte de conocer parcialmente en el juicio gracias a que ellos declararon como testigos. El año pasado apelamos la falta de mérito que dictó el juez federal a favor de toda la Plana Mayor del Comando, pero desde entonces estamos esperando que la Cámara Federal de Mendoza resuelva la apelación, sin resultados”.
“Es indignante además que el Tribunal Oral Federal que condenó el año pasado a los primeros cinco genocidas en todo Cuyo haya entendido que, mediante compulsas, se debía investigar también la responsabilidad de la Plana Mayor en los homicidios de Fiochetti, Ledesma y Alcaraz , como así también en las torturas a Víctor Fernández y que tres meses después la Justicia Federal los haya favorecido con una falta de mérito en una causa paralela, en la que se investigan seis homicidios y más de veinte casos de tormentos, siendo que todos esos crímenes ocurrieron bajo las mismas responsabilidades. Este Punto Final biológico debe llamar la atención de los jueces porque la meta de verdad y justicia por la que venimos bregando no se puede alcanzar si los genocidas se mueren,”concluyó el abogado.
Especial para Periodistas en la red: Gustavo Heredia
Fuente:AgnDH
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