22 de julio de 2010

CÓRDOBA: JUICIO UP1.

"Los fusilaron y me hicieron reconocer los cuerpos"
El sobreviviente Eduardo de Breuil contó cómo fusilaron a su hermano y a otros tres presos de la UP1. Hoy excarcelaron a siete de los acusados.
Eduardo Alfredo de Breuil recordó este martes el momento en que su hermano y otros dos presos políticos fueron asesinados en un fusilamiento del que él se salvó por la suerte de una moneda. Y al que sobrevivió, según le dijeron sus verdugos, para que contara a otros detenidos lo ocurrido.
Este hombre, hoy de 63 años, es el único de la causa UP1 que vive. Los otros 31 fueron asesinados. El día que él estuvo cerca de la muerte, el 12 de agosto de 1976, fue el crimen de su hermano Gustavo Adolfo, Miguel Hugo Vaca Narvaja y Arnaldo Higinio Toranzo.
"Me hicieron reconocer los cuerpos. Me sacaron las vendas y la mordaza y me dijeron que mirara sólo para abajo y que no gritara", recordó. "No había sangre, sólo se veían los huecos de las balas", declaró el sobreviviente, entonces de 29 años.
Sobre Quiroga. De Breuil dijo que quien comandaba el operativo era llamado "capitán", aunque no le constaba que lo fuera, y que fue esta persona la que firmó en la cárcel el registro para obtener la salida de los detenidos. Según la instrucción de la causa, esa persona era el entonces teniente sar Osvaldo Quiroga, hoy uno de los acusados.
El testigo dijo que pudo ver al supuesto capitán pero hoy no recuerda su rostro y de hecho no identificó a Quiroga. Pero declaró que siempre escuchó la misma voz de ese hombre, de principio a fin, cuando el militar declaró en este juicio que sólo había trasladado a los cuatro presos hasta el cuartel, "sin novedades".
Sobre D'Aloia. De Breuil también recordó que antes del fusilamiento, cuando estaba con los ojos vendados, escuchó que le hablaban a un tal "D'aloia", justamente el apellido del acusado Pablo D'Aloia. "Yo alcanzo a escuchar que le dicen ´teniente´ y algo así como si iba a jugar al fúbol, el día sábado...", recordó. Después rememoró también que el supuesto D`Aloia se había quejado: "Callate, imbécil, no ves que tenemos a estos subversivos acá".
En su defensa, al comienzo del juicio, D'Aloia, ex veterano de Malvinas y teniente en ese momento, negó haber participado en el hecho pero dijo que era "probable" que el día de los crímenes que se le atribuyen haya estado "jugando al fútbol como todos los días después de la instrucción".
El fusilamiento. En la unidad militar, presuntamente los terrenos del Ejército en La Calera, los cuatro presos estuvieron casi media hora, según el sobreviviente. "Recuerdo que alguien dice hay que tirar la moneda por alguno de estos dos chicos (De Breuil). Después preguntan quién es Eduardo de Breuil y digo que soy yo y me llevan a un vehículo", declaró el testigo. Los llevaron a otro lugar y allí escuchó los fusilamientos: "Se escucharon infinitas detonaciones".
Al volver a la cárcel y le contó a otro hermano detenido, Jorge (que pasó por Campo La Ribera y La Perla) sobrevivieron y son testigos en este juicio.
FuentedeOrigen:LaVozdelInterior
Fuente:Agndh

Cordoba: Juicio UP1
Alsina dice que toda la acusación es "falsa"
El militar está imputado por torturas y homicidios en la cárcel de San Martín.

ALSINA. Así se lo vio en la pantalla de la sala de prensa (La Voz/D. Galiano).

El acusado Gustavo Adolfo Alsina realizó hoy su segundo descargo en la séptima audiencia del juicio que se desarrolla el Tribunal Oral Federal N°1 (TOF1), con Jorge Rafael Videla en el banquillo. En esta jornada se conoció que siete de los imputados, entre los que no está Alsina, fueron excarcelados .
“Las imputaciones que me hacen son absolutamente falsas, no he hecho absolutamente nada de lo que dicen, son muchos años de escuchar mentiras y falsedades”, dijo el ex teniente, quien se quejó de que este diario le atribuyera ser un jefe del Regimiento II cuando en realidad era una autoridad de la Policía Militar en 1976.
Tras afirmar que es “blanco de una imputación que no le cabe”, apeló a la juventud durante todo su discurso reivindicando que se trató de “una guerra” y descalificando a los organismos de Derechos Humanos, a la prensa y a funcionarios políticos y militares actuales.
El número de desaparecidos. Alsina dijo que "el Proceso de Reorganización Nacional" no dejó 30 mil desaparecidos, si no a su parecer unos seis o cinco mil. “La misma Conadep lo ha dicho y un desaparecido está mal, eso es lo que piensa el teniente retirado Alsina”, apuntó.
A lo largo de su alocución hizo un repaso por los discursos de varios políticos y pensadores como el ex presidente Juan Domingo Perón, Ricardo Balbín, Fernando De la Rúa y José Ortega y Gasset y pidió: “Espero que el pueblo argentino nos respalde como nos respaldo anteriormente”.
“Hoy todos buscan el chivo expiatorio de aquella guerra. En una próxima declaración voy a hablar de lo qué hacía la Justicia Federal y de cómo me sometí a los mandatos de la Justicia”, advirtió.
No obstante, el acusado criticó la actuación de la ex jueza Federal N°3, Cristina Garzón de Lazcano, durante su indagatoria por esta causa, advirtiendo sobre “irregularidades” durante el proceso.
"Contradicciones". En este sentido Alsina se despegó junto al Enrique Monez Ruiz de su participación en la Unidad Penitenciaria N°1 (UP1) indicando que el Éjercito no tenía a cargo las cárceles. Asegura que le solicitó a la jueza que investigue a las personas que concurrían, “pero no hizo”.
Así, denunció que hubo “enormes contradicciones de los testigos de las burdas confabulaciones que fueron haciendo”.Calificó de “aberración” el haber utilizado datos del juicio por la Verdad Histórica, aunque después utilizó ese proceso al atacar al secretario de Derechos Humanos municipal, Luis “Vitín” Baronetto, por su testimonio en el juicio.
“Qué necesidad tiene Baronetto de mentir que vio en un ángulo de 90 grados, porque no se puede. Pedí la reconstrucción del hecho y no me la dieron y acá estoy preso hace tres años, enjuiciado”, indicó el teniente que declaró durante casi dos horas. Así hizo mención al testimonio sobre la muerte del preso político René Moukarzel, que Baronetto dijo haber visto mirando desde su celda con un “periscopio” tumbero (una lapicera y un espejo).
La cárcel. El ex militar refutó las condiciones carcelarias infrahumanas que atravesaron los “detenidos especiales” en la UP1. Además mostró un organigrama “hecho a la manera militar” de la agrupación Montoneros, según indicó realizado “por Montoneros”, en donde aparece el Partido Autentico Peronista.
Finalmente, apuntó al Tribunal: “He quedado absolutamente asombrado cuando prestaba declaración el imputado Jamil Yabour y fue insultado por parte de la audiencia y el Presidente le dijo: ‘es el precio que debe pagar’, lo que significa un prejuzgamiento”. Esta declaración le significó un llamado de atención del defensor de Yabour, Marcelo Arrieta. “Creo que este es un mero acto formal donde las decisiones ya están tomadas”, cerró el imputado.
En Tribunales, Baronetto entendió las declaraciones de Alsina como una "estrategia" para deslindar responsabilidades.
FuentedeOrigen:LaVozdelInterior
Fuente:Agndh

"Algún día tenía que salir todo este pus afuera”
Jorge Irazusta y su esposa Cecilia viajaron desde Canadá para asistir al juicio Videla. Hace 34 años que se exiliaron, el mismo tiempo que esperan justicia. Su hermana, María Eugenia Irazusta junto a Daniel Eduardo Bártoli y Víctor Hugo Chiavarini fueron torturarlos y luego asesinados en la jefatura de Policía (D2).

Por Katy García-Prensared
“Que haya juicios es lo más maravilloso que ocurre. Algún día tenía que salir todo este pus afuera y no como dice la Iglesia de que haya amnistía. Eso no soluciona nada, es como decir que acá no ha pasado nada. Acá pasó y mucho y los que no sobrevivieron y los 30 mil que no supimos que infierno tuvieron. Hacía años que lo esperábamos. No solo militares y policías lo hicieron. El clero, la justicia, los empresarios y otros sectores de poder también participaron. Nada hubiera sido posible si no hubiera habido un interés además de político, económico. No habrá país si esto no sucede. No se puede perdonar a quien no pide perdón”, expresa Jorge Iraszusta, hermano de María Eugenia, apodada Ivonne. Perseguido por participar en actividades políticas se exilió junto au familia en 1976.
Cecilia, su esposa, coincide con estas apreciaciones y entre lágrimas manifiesta que “nunca pensamos que iba a llegar este momento; para nuestra vida es como cerrar un círculo”. Sus hijos ya adultos los apoyan y acompañan. Eran niños cuando hace 34 años partieron al exilio. La mayor, cada vez que participa de la conmemoración del Día del Recuerdo en homenaje a los caídos en la guerra en vez de llevar una flor como se acostumbra se pone una camisa que Ivonne había bordado. “La felicidad que tengo es ver la gran participación de jóvenes en este proceso. Pensaba que con nosotros se iría todo. Pero no, hay reemplazo y esto es muy emocionante”, le comenta Jorge a Prensared.
Historias paralelas pero a la vez entrecruzadas y una matriz ideológica común que las atravieza. Militaban en política para cambiar la realidad. Jorga Irazusta (66) es el mayor de seis hermanos de una familia cordobesa que vivía en la subida del Cerro de las Rosas, por avenida Caraffa. Le llevaba cinco años a Ivonne. “La casa era grande y llena de gente. Siempre había diez a doce personas a comer entre los amigos nuestros y de los primos. Nos reuníamos en una mesa grande a discutir sobre política. Había opiniones parecidas y opuestas”, recuerda.
Después del casamiento de Jorge y Cecilia, Ivonne viaja a Inglaterra en 1968 con el propósito de aprender el idioma ya que pensaba ingresar a la escuela de lenguas. Allá trabaja de niñera un año y medio mas o menos para luego regresar. Jorge ya era médico y su esposa asistente social. Juntos emprenden un camino de militancia social y se trasladan sucesivamente a Chancaní, al norte de Santa Fe y por último recalan en La Pampa.
En 1976, un día antes del Golpe tuvo que irse a Canadá exiliado.
Fue preso político en 1975 y puesto a disposición a del Poder Ejecutivo. En ese momento era director de Atención Médica en La Pampa. Todo el equipo de salud que lo acompañaba terminó preso en la unidad penitenciaria de Santa Rosa, el 13 de noviembre de 1975, un día después de que el Ejército pasara a controlar la seguridad interna del país. “Ahí el director nos reunió y nos dijo que mientras estemos a su cuidado no sufriríamos torturas”. Estaba a cargo de esa jurisdicción Ramón Camps a quien secundaba Raúl Guglielminetti. Hacia fines de 1974 ya habían recibido una amenaza de la Triple A. Les pusieron una custodia policial que lo acompañaba a su lugar de trabajo.
Cecilia cuenta que cuando su marido se va del país ella permanecía en Salta su provincia de origen con sus cuatro hijos. Sabía que en breve partiría a Canadá por lo que regresa a Córdoba a la morada de sus suegros donde también se encontraba Ivonne. Pero un día no regresa. Un primo va a buscarla a la casa de su novio. Toca timbre y nadie responde. Entonces se acerca un vecino y le comenta que los habían llevado a todos los que se encontraban en ese lugar. Al otro día fueron a hacer averiguaciones al Cabildo y les informaron que allí se encontraba detenida. Con el suegro y su cuñado viajaron a Rosario para contactarse con un hermano suyo, abogado, para ver cómo hacer para sacarla. “Cuando estábamos en el estudio, llega mi hermano corriendo a decirnos que Ivonne estaba muerta”, relata Cecilia conmovida por aquél recuerdo. Jorge a todo esto lo ignoraba. A los cuatro días llama por teléfono y se entera de lo sucedido. “Fue muy duro”, cuenta.
Un frustrado intento de fuga en la Jefatura de Policía, titulaba La Voz del Interior. "El día 30 de abril en horas de la mañana se produjo un intento de fuga por parte de tres detenidos en el local de la jefatura de Policía de la provincia. En circunstancias que María Eugenia Irazusta (detenida por asociación ilícita) concurrió al baño y le fueron sacadas las esposas, aprovechó para abalanzarse sobre el custodio derribándolo. En ese momento acudieron en su apoyo otros dos detenidos: Héctor Chiavarini (asociación ilícita) y Daniel Bártoli (a disposición del PEN) produciéndose un forcejeo en que los delincuentes lograron arrebatarle el arma al vigilante caído. Atraídos por el pedido de auxilio del agente caído concurrió personal policial que se encontraba próximo al lugar el que adelantándose a la acción de los delincuentes abrió fuego provocando la muerte de los tres en forma instantánea”, decía el comunicado del Tercer Cuerpo, publicado en el diario.
Con ese recorte, Cecilia se fue a la embajada y pudo viajar a reunirse con su esposo. “Toda la familia se desparramó. Mis suegros tenían a uno de los hijos en el servicio militar, esperaron que terminara y se fueron a España”, dice cecilia y acota que Ivonne era una chica muy alegre, llena de vida, tenia 28 años cuando murió”. Sobre la militancia de Ivonne sostiene que era afín a la izquierda comunista pero que no era partidaria de la lucha armada y no estaba afiliada a algún partido en especial.
“Nunca participamos en un movimiento político como tal pero tuvimos mucha militancia social. Con cecilia nos conocimos en los campamentos universitarios de trabajo que nacieron en Mendoza con el cura (José María) Llorens en la época en que una parte de la Iglesia tomó el compromiso con los pobres, este cura jesuita fue el primero en irse a vivir en un barrio con los pobres”, explica Jorge. Esa fue la opción que asumieron y que los llevó a Chancaní primero y a la zona de la cuña boscosa de La Forestal argentina después.
“En esos territorios vivimos y muy asociados a los hermanitos de la Fraternidad Foucauld, comunidad en la que se encontraba el cura irlandés Patrick Rice, gran defensor de los derechos humanos que fue secuestrado y luego preso. Tuvo que irse a Europa pero regresó en 1984. Todos los curas de la cuña boscosa estaban comprometidos con la Teología de la Liberación, muchos fallecieron, otros terminaron en la cárcel y tantos compañeros que trabajamos juntos y muy cercanos con las ligas agrarias y con la organización sindical de los hacheros que por primera vez en la vida vieron un salario familiar porque se lo quedaban los patrones porque no sabían escribir”, afirma. Durante ese trabajo bajo la consigna “no se firma si no se lee” en 1971 los hacheros recibieron su primer sueldo y ellos participaron de ese hecho.
Asimismo junto a otros compañeros pusieron en marcha un plan de salud que permitió bajar los índices de mortalidad materna con el apoyo de la comunidad y del gobierno de Santa fe. Pero ya en esa época y en el mismo contexto había una guardia rural que controlaba toda la zona. Los “pumas” los vigilaban permanentemente y tuvieron que irse.
Recalaron en La Pampa siempre con la idea de trabajar para que la medicina le llegue a todos. Y manos a la obra crearon un sistema de salud después desmantelado. “Se equiparon los hospitales y trajeron 300 médicos. El ministro era Jorge Auad. “Nos detienen en noviembre acusados de estar preparando un equipo de salud para la guerra que se venía…una locura de Camps”, evalúa Jorge. Por la intervención directa de Hardingueguy y por pedido del padre de Cecilia que era coronel retirado lo liberan con la condición de que debía quedar bajo la tutela de su suegro. El resto fue a parar a Devoto y después accedieron a la opción de irse del país.
En 1984, ya en democracia se ilusionaron con el inicio de los Juicios pero luego vinieron los levantamientos carapintadas y las leyes del perdón. “Cuando aterrizamos en Buenos Aires, en 1987, se produjo un alzamiento y a mi me dio pánico volver a revivir lo de antes. Fue terrible y eso me dio la pauta de que si yo sentía terror qué pasaría adentro. Después vino la amnistía y las leyes de la impunidad. Me dio mucha rabia. Era decirles a estos señores dueños de la vida y de la muerte: háganlo de nuevo”, dice Jorge.
Luego recuperan la esperanza con los juicios por la apropiación de niños. “Trabajamos mucho con las Abuelas y con los primeros juicios. Ahí se vio que si había juicios era porque una sociedad quería justicia. Creo que este gobierno lo hizo porque tuvo una voluntad política y una determinación de hacerlo. Y pasará a la historia por esto”, concluye
Repudio a periodista por reivindicar teoría de los dos demonios
El trabajador de los SRT e integrante de la Comisión Directiva del Cispren, Carlos Higinio Ríos envió una nota al Directorio del multimedio universitario para expresar su “enérgico repudio” a los dichos del periodista Gonio Ferrari en su programa radial “Sigánme los buenos” en Radio Universidad.

Córdoba, 19 de julio de 2010
Señor Esteban Falcón
Presidente del Directorio
Servicios de Radio y Televisión (S.R.T.)
de laUniversidad Nacional de Córdoba
De mi consideración:
Carlos Higinio Ríos, trabajador de los SRT desde hace 23 años, preso político entre los años 1976 y 1979, actualmente integrante de la Comisión Directiva del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (CISPREN) se dirige Ud. con el fin de expresar su mas enérgico repudio ante los dichos del Sr. Gonio Ferrari, en el programa “Sígánme los Buenos”, emitido el día domingo 18, en el horario de 17 a 19 horas, por Radio Universidad.
En el mencionado programa, el conductor Gonio Ferrari emitió comentarios agraviantes hacia los juicios por los crímenes de lesa humanidad que se están llevando a cabo en esta ciudad, en el ámbito de los Tribunales Federales y que tienen como principales acusados al ex dictador Jorge Rafael Videla y al ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez.
Con sus expresiones, el Sr. Ferrari, revitalizó la nefasta teoría de los “dos demonios”, que pone en pie de igualdad a las víctimas con sus victimarios en posesión del poder del Estado desde la ruptura institucional de 1976. Ese actuar discrecional de las Fuerzas Armadas y de seguridad, en un plan de exterminio elaborado con premeditación, apuntó a consolidar un orden social sustentado en el terror, que facilitara la implementación por parte del gobierno “de facto” de políticas nacionales que aún hoy padecemos.
De esta forma, el Sr. Ferrari, encubierto en la teoría de los “dos demonios”, quedó a un paso de la reivindicación plena de la metodología del terror implementada en el pasado y siembra el miedo, que es el principal enemigo de la libertad, en una sociedad que ha dado cabales muestras de sus convicciones democráticas.
Resulta preocupante que este tipo de expresiones se realicen en un medio de comunicación universitario, muchos de cuyos docentes, investigadores y estudiantes han sufrido la represión de la dictadura militar; y que debería ser emblema de la libertad de expresión y no un púlpito para la justificación del terror, principal enemigo de la ciencia y del conocimiento, esencia de la institución universitaria.
La defensa irrestricta de la libertad de expresión, no admite que en su nombre se denoste a los derechos humanos, o se pongan bálsamos sobre quienes sistemáticamente los han violado con crímenes aberrantes, parte integral de políticas de genocidio perpetradas desde el Estado contra toda una generación de jóvenes argentinos, que sufrieron la desaparición, la tortura y la muerte.
Para finalizar, lamento que haya tenido lugar un episodio tan agraviante, aprovechando el marco de proverbial defensa de la libertad de expresión de esa emisora, comprometida en la defensa de los derechos humanos.
De ese compromiso, dan testimonio las visitas que las autoridades universitarias están realizando a los distintos ex centros clandestinos de detención y desaparición de personas, que han sido emitidas en distintas ediciones del noticiero de Canal 10.
Sin otro particular, con la esperanza que la presente contribuya al fortalecimiento de la democracia y a que los SRT ocupen decididamente el lugar que los cordobeses les tenemos asignado, los saluda muy atentamente.
Carlos Higinio Ríos.
Trabajador de los S.R.T. – Leg. 317
Integrante de la C.D. del CISPREN
Con copia
Sra. Rectora de la U.N.C., Mgter. Carolina Scotto.
Sr. Vicepresidente del Directorio de los S.R.T., Miguel Rojo.
Sr. Director Obrero de los S.R.T., Luis Recalde.
FuentedeOrigen:www.prensared.com.ar
Fuente:Agndh

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