22 de agosto de 2010

FELIPE VALLESE, PRIMER DESAPARECIDO POLÍTICO PERONISTA.

Felipe Vallese desapareció a los 22 años, en el año 1962. Era obrero metalúrgico y delegado del establecimiento donde trabajaba, la fábrica TEA. Consecuencia casi obvia de ello, militaba en un grupo juvenil de la resistencia peronista. El 23 de agosto de ese año, junto a un grupo de militantes, fue secuestrado en Capital Federal por un grupo de la Unidad Regional de San Martín. Para entonces, no se pedía zona liberada: simplemente se operaba.

..."Bajo el título Como en Chicago, el diario El Mundo publicó el 25 de agosto de 1962 lo que sigue: Rarísimo suceso en Flores Norte, que la policía dice ignorar. Frente al 1776 de Canalejas, a las 23:30 del jueves, un hombre fue secuestrado. Desde hacía varios días, había autos "sospechosos" en las inmediaciones.
Una estanciera gris frente a aquel número; un Chevrolet verde en Canalejas y Donato Álvarez. Y un Fiat 1100 color claro, en Trelles y Canalejas. Dentro de ellos, varios hombres. Y otros, en las inmediaciones de los coches.
A la hora citada, el automóvil de Donato Álvarez hizo guiños con los focos, señalando el avance del "hombre". Le respondieron, y todos convergieron sobre él. Se le echaron encima y lo golpearon. Y pese a que se aferró con manos y uñas al árbol que está frente al número señalado, lo llevaron a la estanciera gris, que partió velozmente con las puertas abiertas... La información dice que varios vecinos, alarmados por los gritos, se acercaron al lugar.
Un hombre armado con una pistola 45 los amenazó: Esto no es para ustedes. Píquenselas si no quieren ligarla .
Se tuvieron que ir, pero avisaron a la policía. Al día siguiente, el reportero de El Mundo preguntó en la comisaría 50. Es la primera noticia que tenemos , le dijeron.
El secuestrado se llamaba Felipe Vallese, tenía 22 anos y trabajaba como obrero metalúrgico. Era peronista. Es el primer desaparecido político de Argentina"...

..."En la calle Canalejas, frente al número 1776, un hombre joven se abraza desesperado a un árbol. Siete personas armadas tironean de él, lo golpean y, por fin, logran separarlo del árbol y lo meten en Fiat 1100, que parte raudo, dobla por la calle Trelles y se pierde. Ese hombre se llama Felipe Vallese, tiene 22 años, un hijo de tres, es delegado gremial en la fábrica metalúrgica Tea, militante de la Juventud Peronista y nunca más aparecerá. Un periodista, Pedro Leopoldo Barraza, en un trabajo de inspiración walsheana, hará una prolija investigación de este secuestro, que publicará en ocho entregas en los periódicos 18 de Marzo y en su sucesor, Compañero. Este semanario es dirigido por el médico Mario Valotta, y expresa la línea del Peronismo Revolucionario que lidera Gustavo Rearte. El trabajo de Barraza denunciará una serie de encubrimientos policiales, judiciales, omisiones y falsedades que son solo el preanuncio de lo que después, 14 años después, serán la moneda corriente, perfeccionada y instalada como doctrina de guerra. Vallese es secuestrado porque la Policía de la Provincia estaba detrás de los rastros de Alberto “Pocho” Rearte, y estaba detrás de Rearte porque pensaba que había tenido que ver con la muerte de dos sargentos de esa fuerza, en la calle Gascón en la Capital Federal. Pero en realidad lo que había sucedido es que la policía provincial había allanado esa vivienda, detrás de una supuesta célula peronista revolucionaria. Y la Federal, que no estaba enterada, intenta a su vez copar el lugar: en el consiguiente tiroteo, quedan muertos los dos policías provinciales. Para encubrir éste hecho, inventan la responsabilidad de Pocho Rearte, hermano de Gustavo. Felipe es conducido a la comisaría 1º de San Martín, ya herido en la cabeza cuando intentó resistir el secuestro. El oficial Juan Fiorillo lo tortura personalmente. Luego es llevado a la comisaría de Villa Lynch, ya en muy mal estado, lo que no impide que lo sigan torturando con picana eléctrica y golpes. Consigue sacar, por intermedio de un preso común que sale en libertad, un papel de cigarrillos donde anota su nombre, y el número de teléfono de la UOM y de la fábrica. Fernando Torres, abogado de la UOM, pide al juez federal de San Martín el allanamiento de la subcomisaría, pero el magistrado se limita a pedir informes, que son negativos: ninguna fuerza –ni la Federal ni la policía de la Provincia- reconocen tener a Vallese, a su hermano Italo y a tres personas más detenidas en los procedimientos. Ante la fuerte campaña iniciada por los compañeros de Vallese, el 3 de septiembre la policía da a conocer un comunicado en donde reconoce haber detenido a un grupo de personas en José Ingenieros, acusadas de poseer armas y panfletos. Pero Felipe no está entre ellos. Presumiblemente, ha muerto en manos de sus captores. Su cuerpo nunca aparecerá. "...
Fuente:ElOrtiba

1 comentario:

Anónimo dijo...

que tenemos que seguir luchando y no olvidar nunca a nuestros hermanos asesinados ni a sus asesinos