Juicio Videla y Menéndez: “Por complicidad de Zamboni Ledesma no solo no se investigaba sino que se aceptaban las torturas”
Por Nicolás Siadis
Por Nicolás Siadis
Fotografía: Facundo Martínez
Día 22
Una nueva audiencia por el llamado “Juicio a Videla” se desarrolló este martes 24 con la declaración de Héctor Gerónimo Enrique López, quién fue detenido el 29 de octubre de 1975, llevado al primero al Departamento de Informaciones D2 y luego a la Unidad Penitenciaria Nº1. En ese momento fue puesto a disposición de la justicia en el juzgado de Adolfo Zamboni Ledesma donde actuaba como secretario Carlos Otero Álvarez.
Cuando se produce el golpe de estado entraron los militares a la cárcel en tropel. Ese día sacan a los detenidos del pabellón 8 al patio y les dan una golpiza. “A partir de ahí el trato fue de exterminio, las torturas eran realizadas por personal militar y de gendarmería”, aseguró López.
El testigo relató que posteriormente sacan a su pabellón, el número 6, al patio y los apostaron contra la pared del propio pabellón. Ahí se produce el episodio de “Paco” Bauduco. “Paco cae desvanecido al piso por un golpe en la cabeza, ahí el cabo Pérez le comienza a decir “levante o te mato”, como Paco no pudo hacerlo se escucho un tiro y vimos como la sangre salpicaba la pared y empezaba a correr por una canaleta”.
“Sabíamos perfectamente quien era el Cabo Pérez, quien era Alsina y Mones Ruíz, también sabíamos quién era el teniente Rubio, eran nuestros verdugos diarios y los que retiraban a los presos para después fusilarlos”.
López hizo referencia a los traslados que se realizaron en su pabellón haciendo principal énfasis en el fusilamiento de Funes, “el día que los sacan por primera vez a Funes y a Vaca Narvaja los amenazan de muerte. A los pocos días lo buscan de nuevo a Funes y ya sabíamos que era para matarlo”.
El testigo aseguró que la unidad penitenciaria se había convertido en un campo de concentración a partir del golpe. Los militares entraban constantemente a golpear a los detenidos y se empecinaban con algunos en especial. También hizo referencia al episodio de Moukarzel y aseguró que “Alsina era un asesino y torturador conocido en la cárcel por los presos políticos y también por los presos comunes”
El día 20 de agosto es retirada de la cárcel su mujer, Liliana Paez, quién estaba detenida en el pabellón de mujeres. “Ese día la retiran de su pabellón de castigo junto al compañero Tramontini, luego los fusilan no muy lejos de la cárcel según lo que nos enteramos después”. El cuerpo de Paez es entregado a su familia pero dentro de un cajón cerrado y con orden de no abrirlo.
En diciembre de 1976 es llevado a la cárcel de Sierra Chica donde permanece hasta junio del ´77 cuando lo vuelven a trasladar en avión a la Unidad Penitenciaria Nº1 de Córdoba sin darles ninguna explicación de éste nuevo traslado.
“Ahí nos alojan en el pabellón 9 y nos dicen que a partir de ese momento éramos rehenes del Chacal Menéndez y del Tercer Cuerpo del Ejército porque si le ocurría algo a Menéndez en su viaje a Córdoba nos iban a matar a todos”.
Posteriormente fue víctima de un simulacro de fusilamiento en donde los llevan a un campo y les hacen cavar lo que iban a ser sus propias tumbas. Mientras lo hacían aparece alguien que les dice que dejen de hacerlo y los llevan nuevamente a la UP1.
El 9 de septiembre de 1977 es trasladado una vez más a la cárcel de Sierra Chica. “En Sierra Chica recuperamos la comunicación con nuestros familiares y permanecí ahí hasta que la cierran en el ´79”.
Cuando es trasladado a la cárcel de Caseros comenzó a realizar denuncias ante la justicia nacional y como fueron ignoradas acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA cuando dicho organismo visitó el país.
“En el año ´83 fue a la cárcel de Rawson Otero Álvarez a visitarnos y a preguntarnos nuestra opinión sobre posibles amnistías. Yo le respondí que solo quería que nos juzgaban como correspondía y que se hiciera justicia con quieres fueron responsables del Terrorismo de Estado”.
El testigo, luego de numerosas presentaciones judiciales, recuperó su libertad de manera condicional recién en el año 1988. López cumplía una condena a cadena perpetua, dictada por el Juez Zamboni Ledesma en 1981, por su supuesta participación en los intentos de copamientos en dependencias policiales y militares de Córdoba. Tas 5 años de libertad condicional, en 1993, cumplió su condena.
Una nueva audiencia por el llamado “Juicio a Videla” se desarrolló este martes 24 con la declaración de Héctor Gerónimo Enrique López, quién fue detenido el 29 de octubre de 1975, llevado al primero al Departamento de Informaciones D2 y luego a la Unidad Penitenciaria Nº1. En ese momento fue puesto a disposición de la justicia en el juzgado de Adolfo Zamboni Ledesma donde actuaba como secretario Carlos Otero Álvarez.
Cuando se produce el golpe de estado entraron los militares a la cárcel en tropel. Ese día sacan a los detenidos del pabellón 8 al patio y les dan una golpiza. “A partir de ahí el trato fue de exterminio, las torturas eran realizadas por personal militar y de gendarmería”, aseguró López.
El testigo relató que posteriormente sacan a su pabellón, el número 6, al patio y los apostaron contra la pared del propio pabellón. Ahí se produce el episodio de “Paco” Bauduco. “Paco cae desvanecido al piso por un golpe en la cabeza, ahí el cabo Pérez le comienza a decir “levante o te mato”, como Paco no pudo hacerlo se escucho un tiro y vimos como la sangre salpicaba la pared y empezaba a correr por una canaleta”.
“Sabíamos perfectamente quien era el Cabo Pérez, quien era Alsina y Mones Ruíz, también sabíamos quién era el teniente Rubio, eran nuestros verdugos diarios y los que retiraban a los presos para después fusilarlos”.
López hizo referencia a los traslados que se realizaron en su pabellón haciendo principal énfasis en el fusilamiento de Funes, “el día que los sacan por primera vez a Funes y a Vaca Narvaja los amenazan de muerte. A los pocos días lo buscan de nuevo a Funes y ya sabíamos que era para matarlo”.
El testigo aseguró que la unidad penitenciaria se había convertido en un campo de concentración a partir del golpe. Los militares entraban constantemente a golpear a los detenidos y se empecinaban con algunos en especial. También hizo referencia al episodio de Moukarzel y aseguró que “Alsina era un asesino y torturador conocido en la cárcel por los presos políticos y también por los presos comunes”
El día 20 de agosto es retirada de la cárcel su mujer, Liliana Paez, quién estaba detenida en el pabellón de mujeres. “Ese día la retiran de su pabellón de castigo junto al compañero Tramontini, luego los fusilan no muy lejos de la cárcel según lo que nos enteramos después”. El cuerpo de Paez es entregado a su familia pero dentro de un cajón cerrado y con orden de no abrirlo.
En diciembre de 1976 es llevado a la cárcel de Sierra Chica donde permanece hasta junio del ´77 cuando lo vuelven a trasladar en avión a la Unidad Penitenciaria Nº1 de Córdoba sin darles ninguna explicación de éste nuevo traslado.
“Ahí nos alojan en el pabellón 9 y nos dicen que a partir de ese momento éramos rehenes del Chacal Menéndez y del Tercer Cuerpo del Ejército porque si le ocurría algo a Menéndez en su viaje a Córdoba nos iban a matar a todos”.
Posteriormente fue víctima de un simulacro de fusilamiento en donde los llevan a un campo y les hacen cavar lo que iban a ser sus propias tumbas. Mientras lo hacían aparece alguien que les dice que dejen de hacerlo y los llevan nuevamente a la UP1.
El 9 de septiembre de 1977 es trasladado una vez más a la cárcel de Sierra Chica. “En Sierra Chica recuperamos la comunicación con nuestros familiares y permanecí ahí hasta que la cierran en el ´79”.
Cuando es trasladado a la cárcel de Caseros comenzó a realizar denuncias ante la justicia nacional y como fueron ignoradas acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA cuando dicho organismo visitó el país.
“En el año ´83 fue a la cárcel de Rawson Otero Álvarez a visitarnos y a preguntarnos nuestra opinión sobre posibles amnistías. Yo le respondí que solo quería que nos juzgaban como correspondía y que se hiciera justicia con quieres fueron responsables del Terrorismo de Estado”.
El testigo, luego de numerosas presentaciones judiciales, recuperó su libertad de manera condicional recién en el año 1988. López cumplía una condena a cadena perpetua, dictada por el Juez Zamboni Ledesma en 1981, por su supuesta participación en los intentos de copamientos en dependencias policiales y militares de Córdoba. Tas 5 años de libertad condicional, en 1993, cumplió su condena.
Fuente:Cdba.Noticias
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